Vie 16 Jul 2021
Con una eucaristía se conmemora 481 aniversario de Buenaventura
En el marco de la conmemoración de los 481 aniversario de la ciudad de Buenaventura y como parte de las fiestas de su patrono San Buenaventura, el obispo de esta Jurisdicción, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, celebró este miércoles 14 de julio, una eucaristía especial en la que hizo una invitación a mirar sagradamente este territorio.
“Los invito a dar hasta la última gota de sudor y de sangre si fuera necesario por este territorio. Les animo a ser transparentes en las relaciones y honestos en los negocios, a aprender a ser hermanos y no enemigos, buscando el bien, alejándonos de toda actividad ilícita, engañosa o supersticiosa”, afirmó el prelado.
Observó que la actual situación por la que atraviesa esta tierra del pacífico y las nefastas noticias que alterar la tranquilidad de su pueblo, está llevando al aumento de los suicidios, al incremento de la violencia, la depresión y enfermedades físicas y mentales. Ante este panorama llamó la atención de quienes toman decisiones para que piensen más en el beneficio de favorecer a las comunidades.
“Hoy quiero provocar una invitación a mirar sagradamente este territorio, a ustedes quienes tienen a su cargo la toma de decisiones para que beneficie el destino del pueblo, de empresas, de sus familias, de las organizaciones y entidades. Recuerden que el dinero de los ciudadanos, así sea solo un peso, es el pan que va a llegar a la mesa de un niño de la escuela más humilde (…) La plata del pobre es sagrada y es para los pobres, no una parte, ni una limosna, porque los recursos bien invertidos alcanzan para las necesidades fundamentales”, asintió.
Recordó además como la fiesta de San Buenaventura no es solo una manifestación de alegría y fiesta, sino que tiene que ser una expresión de haber cumplido con los deberes encomendados “es el amor por una tierra que se manifiesta en hecho y no solo con palabras, es la responsabilidad de transformar una realidad donde nuestros jóvenes están pidiendo empleo, formación de calidad, deporte sano, honradez y ante todo ser escuchados como parte de la construcción de una nueva ciudadanía donde todos podamos convivir como hijos de Dios”.
Finalmente, pidió la intercesión de San Buenaventura patrono de esta ciudad, para que este pueblo bonaerense se reencuentre por fin con la paz, el amor y la reconciliación.
Vea también el video mensaje de monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya en el aniversario de los 481 años de Buenaventura.