Jue 25 Jul 2019
Otra forma de ver la vida
Por: Mons. Froilán Casas Ortiz - Permítame, amigo lector, ofrecerle OTRA FORMA DE VER LA VIDA. Los cristianos católicos tenemos una visión antropológica, fundamentados en la ley natural, es decir, en la misma naturaleza humana, iluminada por la Revelación y por qué no, de las orientaciones que nos ofrece el magisterio de la Iglesia, basándose éste también, en las ciencias humanísticas y científicas.
Para nosotros, las mascotas son animales no seres humanos; por ende, las mascotas se compran, se adquieren, no se adoptan; ellas merecen cuidado y afecto, pero nunca podrán sustituir al hombre. Para nosotros es sagrado el hombre, no la naturaleza; la naturaleza se protege, se cuida, pero nunca la hermosa naturaleza es más grande que el hombre; la única criatura “imagen y semejanza de Dios” es el hombre.
Nosotros creemos que el matrimonio es sagrado y que solo existe entre un varón y una mujer, así lo estableció nuestro Creador, lo demás es invención del hombre obcecado por el pecado; el hombre pagará sus consecuencias por ir contra el Creador. Para nosotros, el niño tiene derecho natural a nacer en un hogar; el “padresolterismo y madresolterismo” van en contra de la ley natural y por ende del Creador. Imponerle al niño unos padres, es ir en contra de la ley natural. El hogar solo lo conforma un varón y una mujer, los niños que vengan es fruto de su mutuo amor y deben ser procreados con responsabilidad.
La adopción de los niños por parejas del mismo sexo, va en contra de la ley natural y por ende del Creador. Según la biología y la genética, la vida humana comienza a partir de la unión de dos células germinales, a saber, el espermatozoide y el óvulo; éste al ser fecundado, empieza un proceso de mitosis, desarrollo que, exigiendo un nido materno, es diferente de la madre y tiene su estatuto biológico propio. Interrumpir voluntariamente este proceso natural va en contra del Creador. La tarea del médico es defender la vida, no matarla; combatir la enfermedad no matando al enfermo.
Para nosotros los cristianos católicos el aborto no es un derecho, es un crimen abominable. La criatura cuando se pone contra el Creador, pone en riesgo su propia existencia. Dios no se ha ido de vacaciones. El sexo no lo escoge la persona, no es un producto cultural; los cromosomas XX= mujer; XY = varón, no son elección de la persona, están intrínsecos en la naturaleza humana; la ideología de género está en contra de la ley natural, por ende, del Creador. Cuando el hombre le lleva la contraria a Dios, siguiendo su propia concupiscencia la pagará muy caro.
Un cristiano católico no puede votar en las elecciones por personas que enarbolen esquemas de vida que vayan en contra de la ley natural; si el cristiano católico vota por personas que defienden tales intereses, es cómplice de la aplicación de tales propuestas y tendrá que darle cuenta al Creador a la hora de la muerte. Por favor, estamos en una sociedad democrática, nosotros también tenemos derecho a presentar nuestro modo de pensar. Respetamos a quienes piensan lo contrario, exigimos respeto a nuestras creencias. El cristiano católico debe ser coherente con sus creencias.
+ Froilán Casas Ortiz
Obispo de Neiva