Vie 5 Abr 2024
‘Aguapanelazo’: 10 años llevando consolación a quienes habitan las calles de Colombia y Argentina
Desde hace diez años, jóvenes católicos y no católicos, viven en Colombia y en Buenos Aires (Argentina), una auténtica misión de amor y misericordia que lucha contra la cultura del descarte y refleja la esencia de la Iglesia en salida, a la que tanto ha invitado poner en marcha el papa Francisco. A esta obra, motivada por los Misioneros de la Consolata se le conoce como 'AguaPaneLazo América' y busca, esencialmente, reconocer, vivir el encuentro y consolar a personas que están situación de calle.La semilla de esta misión se sembró en la ciudad de Ibagué (Tolima) y hoy ya ha logrado dar frutos también en Bogotá, Medellín, Cúcuta, Bucaramanga, Cali, Florencia, Tunja, Chaparral y Santa Marta, así como traspasar fronteras hasta la capital argentina.El nombre de la iniciativa es el sello del alimento sencillo, pero esperanzador, con el que logran acercarse durante las frías y solitarias noches de las diferentes ciudades a cientos de niños, mujeres y hombres que viven esta compleja realidad: aguapanela y pan. La tercera palabra que compone la expresión es "lazo", que se traduce en unión, en fraternidad, en cercanía con quienes, en muchas ocasiones, resultan olvidados o despreciados."Son tantos rostros, historias, nombres y realidades que acompañan la memoria de cada uno de los misioneros que salen a las calles para decir: "ellos no son de la calle, son nuestros". Un apretón de mano, un saludo, una sonrisa, un Dios le pague, son algunos de los gestos que reciben aquellos que extienden su mesa hasta las calles y parten el pan con sus hermanos.Una iniciativa de la pastoral de la consolación que busca hacer sentir persona a los habitantes en situación de calle, se sale pensando que se hace un bien, pero son ellos los que transforman la vida de los misioneros y voluntarios. Sus historias de dolor y sufrimiento, de abandono y vulneración transforman la vida de aquellos que en sus manos llevan un pan y una aguapanela, alimentos que no quitan seguramente el hambre, pero que se convierten en excusa para hacerlos sentir hermanos, para encontrarlos y recordarles su dignidad", así lo explica el padre Jonathan Acuña, uno de los fundadores de la iniciativa quien para ese entonces era estudiante de piscología y refirmó su vocación en medio de esta misión.Aunque los Misioneros de la Consolata son los principales animadores de la experiencia, se trata de una misión con espíritu de Iglesia sinodal. En ella convergen Hermanas de la Presentación, Jesuitas, Franciscanos, Misioneras del Divino Maestro, Hermanas del Divino Pastor, Hermanas de la Providencia, diferentes jurisdicciones eclesiásticas, e instituciones como: YMCA Tolima y Santander, Lazos de Amistad, SIGNIS Colombia, entre otras.En Bogotá, el cardenal Luis José Rueda, arzobispo de esta jurisdicción y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, reconocido por impulsar la pastoral de personas en situación de calle, los ha acompañado en varias oportunidades, manifestando así la necesidad de vivir, como Pueblo de Dios, la cercanía, la compasión y por supuesto, la consolación con estos hermanos.El 'AguaPaneLazo' apoya, además, a niños, jóvenes y adultos que viven otras condiciones de vulnerabilidad, entre ellos, a migrantes. Son varias las líneas de voluntariado que pueden apoyar los jóvenes participantes:Proyecto pa’ EscuchArte: un espacio dirigido a adultos mayores y en personas en situación de vulnerabilidad, abierto a universitarios y profesionales laicos, religiosas, seminaristas y sacerdotes que ofrecen su tiempo para escuchar y ofrecer ayuda psicológica, espiritual, jurídica y tecnológica.Universidad altermundialista: una propuesta de educación alternativa e interdisciplinar que busca humanizar y evangelizar con talleres, cursos y seminarios que apuestan por otro mundo posible y necesario.Misión murales por la paz: una iniciativa teológico-artística que convoca a la vivencia de la fraternidad en contextos de conflicto, por medio de la pintura comunitaria de un mural participativo.Hogares de Cristo, a través de los cuales se convocan círculos solidarios para hacer realidad el sueño de un techo digno para familias pobres, mediante sinergias interinstitucionales e individuales.Yo com-parto: una campaña a través de la cual se desarrollan actividades de gestión de recursos que permiten alargar la mesa y partir el pan con familias en situación de vulnerabilidad, familias indígenas desplazadas por la violencia y habitantes de calles.Comunicaciones: una dimensión de voluntariado transversal que convoca a comunicadores, periodistas, diseñadores gráficos y artistas al servicio de la comunicación de la misión que realiza el ‘Aguapanelazo’.A continuación, vea el informe audiovisual:Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Conf. Episcopal de Colombia (@episcopadocol)