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apertura de templos

Vie 28 Ago 2020

Iglesia en Bogotá pide apertura de templos

Los obispos de las diócesis urbanas de Bogotá, el obispo castrense y el exarca Maronita, han emitido un comunicado dirigido al Gobierno Nacional, al Gobierno Distrital y a la opinión pública, en el que “como voceros del común sentir del pueblo católico”, proponen iniciar el 1 de septiembre de 2020 la reapertura de los templos, “con el firme compromiso de implementar rigurosamente los protocolos de bioseguridad, aprobados por el Gobierno Nacional para el sector religioso, mediante la Resolución No. 1120 del 3 de julio de 2020”. La propuesta se sustenta en seis puntos en los que se destaca, entre diversos aspectos, “la importancia de la celebración comunitaria de la fe para la salud integral (física, psíquica y espiritual)”, así como “el llamado a la responsabilidad personal, al autocuidado y al cuidado mutuo”, la esperanza con la que se acoge esta nueva etapa de manejo de la pandemia y la oración permanente por el pueblo colombiano. [icon class='fa fa-download fa-2x']Lea comunicado aquí[/icon]

Vie 17 Jul 2020

La otra mejilla

Por: Mons. Pedro Mercado Cepeda - Creo que el sector religioso en Colombia está llamado a dar ejemplo en este difícil momento que como Nación afróntamos. Hemos de practicar lo que predicamos: la vida es sagrada y debe estar por encima de cualquier interés. Ahora bien, dado que nuestra Constitución consagra el derecho de libertad religiosa que, como todo derecho fundamental, puede ser restringido sólo por motivos de particular gravedad, las autoridades nacionales y locales deben entender que la cuestión de la apertura de los templos no debería equipararse con la de otros espacios o servicios, como restaurantes, bares y discotecas. El tema del culto requiere un trato y un razonamiento diferenciados en razón de su naturaleza y finalidad. Es comprensible que, ante el crecimiento de la pandemia en Bogotá, el culto público pueda permanecer restringido en la capital todavía por un tiempo. Hay que evitar poténciales focos de contagio. Y el sector religioso comparte con las autoridades, incluida la alcaldesa de Bogotá, la preocupación por la salud de todos los colombianos. Hemos por ello acatado y apoyado todas las medidas de prevención, incluso con el dolor que para nosotros representa no poder brindar personalmente a nuestros fieles la ayuda espiritual que, ahora más que nunca, necesitan. No hemos nunca dicho que los templos deban abrirse hoy o mañana. Somos conscientes de la gravedad de la situación. No obstante, es también necesario reconocer que es factible establecer medidas para facilitar una apertura gradual, controlada y segura de los lugares de culto. En efecto, nuestros protocolos de bioseguridad, redactados con el acompañamiento del Ministerio de Salud, son más estrictos que los aprobados para otros espacios -esos sí muy concurridos- que ya han abierto sus puertas, aunque con algunas restricciones, en la ciudad de Bogotá y en nuestro país. Por eso, ha dolido enormemente a los líderes religiosos, ejemplares en el apoyo que han brindado a las medidas de prevención asumidas por el Gobierno y por la misma alcaldesa de Bogotá, el lenguaje agresivo y discriminatorio utilizado recientemente en su contra por la mandataria de los bogotanos. Lenguaje lamentable, injustificable e inexacto, carente de empatía, producto de la pasión más que de la razón. Esperamos una rectificación de su parte. Pero, a pesar de la ofensa, ponemos la otra mejilla como nos enseñó Jesús, invitándola a un diálogo abierto y sincero, sin prejuicios de parte y parte. Pensar distinto no nos hace enemigos. Y no es hora de orgullos heridos y mezquindades, Colombia nos necesita unidos y trabajando juntos. Pero, atención, el tema no es sólo de “lenguaje”. En el fondo, se trata de una cuestión de democracia, derechos y libertades que va más allá del caso puntual de la alcaldesa y sus destempladas declaraciones. Un debate debe darse: en circunstancias de grave crisis, cuáles son los límites de nuestros gobernantes para ejercer sus funciones y extraordinarias atribuciones. Veo con preocupación que algunas autoridades, no sólo locales, han asumido posturas "mesiánicas” y “paternalistas” que hacia el inminente futuro pueden degenerar en peligrosas formas de autoritarismo. Hoy, en Colombia, el Congreso se reúne virtualmente, los ciudadanos no pueden protestar, tienen movilidad restringida y no pueden congregarse para orar. Grave situación que no puede ser mantenida indefinidamente. El sector religioso y académico deben estar atentos a esta preocupante realidad que limita nuestras libertades y derechos. El debate hay que darlo, tomando desde ahora precauciones y medidas correctivas, para evitar que a la mortal pandemia del covid pueda sobrevenir una tragedia todavía peor, la del tentador “populismo” y el recurrente “caudillismo” que ha plagado de sangre y muerte nuestra historia. Que el covid no termine por infectar la democracia. Mons. Pedro Fernando. Mercado Cepeda Presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá

Mar 7 Jul 2020

Conozca los avances en el proceso de reapertura del sector religioso

Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en entrevista con el departamento de comunicaciones del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano se ha referido al proceso de reapertura de los templos católicos, a partir de la reciente resolución del Ministerio de Salud y Protección Social N° 1120 de 2020, “por medio la cual se adopta el protocolo de bioseguridad para mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo del riesgo de la pandemia de coronavirus Covid 19 para el sector religioso”. El prelado ha explicado que esta resolución “abre paso a lo previsto en el decreto 878 de la Presidencia de la República en el que ya se determina la reapertura de los centros de culto, para la iglesia católica de los templos, para las celebraciones con la participación física de los fieles”. “La Iglesia Católica ya tiene preparados los lineamientos pastorales, es decir, todo lo que se refiere a conservar la bioseguridad en la celebración misma de los sacramentos y de los actos de piedad”, manifestó el obispo. Aspectos generales de bioseguridad Frente al protocolo, monseñor Álvarez señaló que los aspectos generales de bioseguridad son los mismos adoptados para todos los sectores, aplicados al retorno a los templos, especialmente lo referente a las normas para el ingreso, la desinfección de manos, de calzado, la asepsia del lugar, el control del distanciamiento físico, el aforo y disposiciones generales para la desinfección de todos los elementos que se utilizan en el culto de la Iglesia Católica. Sobre la gradualidad del proceso explicó que el proceso de reapertura iniciará en los municipios no Covid y de baja afectación. “Como está previsto en el decreto 878, los alcaldes tienen que gestionar o coordinar con el Ministerio del Interior la reapertura de los templos. Ya en la Iglesia Católica venimos haciendo contacto con los alcaldes, mostrando las implementaciones que se han venido preparando, para que ellos puedan gestionar esta autorización”. “Según la resolución que recibimos anoche se haría una prueba piloto de 15 días, ingresando a los lugares de culto un número de 50 personas, pasado este periodo se evaluará esa experiencia y según los resultados se podría dar paso a una segunda fase de ocupación del 35% de la capacidad total de los lugares, es lo que el Ministerio de Salud ha determinado”, agregó. Finalmente, monseñor Elkin Álvarez se refirió a lo que significa en este momento de pandemia la apertura del sector religioso: “Hay muchas manifestaciones del anhelo de volver a las celebraciones litúrgicas (…) porque consideramos que el alimento de la fe en la gracia sacramental es una fuerza espiritual que necesitamos en este momento; expresar nuestra confianza en el amor de Dios y sentir la esperanza que Él nos brinda”.

Lun 15 Jun 2020

En camino a la reapertura de los templos

El pasado domingo 14 de junio, el Ministerio del Interior expidió el Decreto 847 por el cual se modifica el Decreto 749 del 28 de mayo de 2020. A manera de síntesis, en esta nueva reglamentación se pueden observar los siguientes puntos: Establece la vía jurídica para la promulgación del acto administrativo que permita el desarrollo del pilotaje de reapertura de templos en Salamina (Caldas) y Aguazul (Casanare), que se pondrá en marcha esta semana. Habilita a los alcaldes de los municipios NO COVID-19 del país para que tramiten ante el mismo Ministerio del Interior la autorización para la reapertura de los templos y centros de culto. En todo caso, por cuanto concierne a la vida y misión de la Iglesia Católica, se tendrán como base los lineamientos de bioseguridad que ya fueron aprobados por el Ministerio de Salud y Protección Social, con los ajustes que resulten del pilotaje. En cuanto a la lista de los municipios NO COVID-19, ésta se actualiza diariamente y se puede consultar en el siguiente link: https://d2jsqrio60m94k.cloudfront.net, bajo el título: “Municipios con y sin casos confirmados de COVID-19” El episcopado colombiano ha venido disponiendo cuanto es necesario para que la reapertura de los templos católicos en el país responda adecuadamente tanto a la vivencia de la fe en las celebraciones litúrgicas con la participación física de los fieles, como a los cuidados que se deben guardar para proteger la salud y la vida de los mismos fieles y de la comunidad en general. En diálogo con monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), pudimos conocer más detalles de los pasos que se vienen avanzando, junto con el Gobierno Nacional, en la gestión conjunta de reabrir los templos para celebraciones presenciales de los fieles, siguiendo los debidos protocolos de bioseguridad y contando con la disposición colaborativa de las autoridades locales, así como con la de obispos, sacerdotes y comunidad de creyentes. Periodista CEC: ¿Qué falta para que la prueba piloto se ponga en marcha? Mons. Álvarez: Falta un acto administrativo del Ministerio del Interior, según lo permite ahora el Decreto 847. Confiamos que este acto administrativo se expida esta misma semana, para dar vía libre a la experiencia piloto en Salamina y en Aguazul. Periodista CEC: Una vez inicie la prueba piloto en las dos poblaciones escogidas, ¿cuánto tiempo durará ésta? Mons. Álvarez: Nosotros hemos pedido al Ministerio del Interior que fije un plazo de término para la prueba piloto. Todavía no se ha dado una respuesta exacta a esta solicitud. Periodista CEC: Según el Decreto 847, son los alcaldes de los municipios NO COVID-19 quienes van a tramitar ante el Ministerio del Interior la reapertura de los templos en sus territorios. ¿Cómo será esa reapertura? ¿Se abrirán a la vez todos los templos de cada población NO COVID-19 o, si es un proceso escalonado, qué se tendrá en cuenta? Mons. Álvarez: Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay un proceso para esto. Los alcaldes deben tramitar la autorización ante el Ministerio del Interior, certificando en primer lugar que su municipio es no COVID. El Ministerio le dará curso a esas solicitudes. La autorización se pedirá para las diversas confesiones de fe que haya en cada municipio. Los protocolos que se acreditarán, en el caso de la Iglesia católica, son fundamentalmente los que ya ha aprobado el Ministerio de Salud para el pilotaje, a los cuales, sin duda, se le harán ajustes según el resultado de la experiencia. Periodista CEC: ¿Qué le corresponderá al párroco adelantar ante la alcaldía municipal? Mons. Álvarez: Se pide a los párrocos que estén en permanente contacto con las autoridades locales y con las secretarías de salud, en lo que se refiere al manejo general de la pandemia y a todas las medidas que se vayan tomando, también para este punto concreto de la reapertura de templos, siempre siguiendo las orientaciones y directrices de los obispos u ordinarios diocesanos. Se aclara, que los sacerdotes no tienen que acreditar un protocolo distinto del que ya ha sido revisado por el Ministerio de Salud. Desde la Conferencia Episcopal informaremos oportunamente de eventuales ajustes a los protocolos, que resulten de la evaluación de la prueba piloto. Periodista CEC: Teniendo en cuenta que los lineamientos de bioseguridad presentados por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) al Gobierno Nacional, ya fueron aprobados por el Ministerio de Salud y Protección Social, recordemos de manera general en qué consiste la propuesta de la Iglesia católica en cuanto a estos protocolos. Mons. Álvarez: Reitero que el Ministerio de Salud ha aprobado los protocolos para la reapertura de templos en Salamina y en Aguazul. Estos lineamientos son fundamentalmente los que se aplicarán para la reapertura de los demás templos, una vez se surta la experiencia piloto. Ya hemos hecho del conocimiento de todos los obispos del país estos lineamientos para que se vayan preparando, en espera de la autorización necesaria. Periodista CEC: Muy importante su aclaración. Ahora sí, en líneas generales, coméntenos en qué consisten los protocolos presentados por la CEC al Gobierno Nacional para la reapertura de nuestros templos católicos. Mons. Álvarez: Hay, sobre todo, unas medidas muy importantes para el ingreso, el control de aforo, el distanciamiento social, la desinfección para estar en los templos; aparecen también unas medidas para tener en cuenta durante las celebraciones litúrgicas con el fin de cuidar la participación devota y digna de los fieles; también contemplamos unas medidas para el momento de salida de las iglesias. Periodista CEC: Ante esta situación de reapertura de nuestros templos, ¿cuál es el mensaje de la CEC para los sacerdotes y los fieles católicos? Mons. Álvarez: Hemos venido viviendo una situación distinta y nueva, como lo ha repetido el Papa Francisco. Esperamos que, paulatinamente, los fieles puedan regresar a los templos para celebrar nuestra fe cristiana. Y hay que hacerlo con pleno sentido de lo que significa en nuestra vida la celebración de la liturgia y la vida de la comunidad ¿Qué quiero decir con esto? Que la vuelta a los templos debe convertirse para nosotros en un renovar y fortalecer nuestra relación con Dios y con los hermanos, y para asegurar en nuestras comunidades una profunda espiritualidad litúrgica. No se trata simplemente de abrir los templos y cumplir unos protocolos. Es necesario cumplir todas las medidas de bioseguridad, por el bien de todos, pero no podemos caer en el riesgo de “celebrar sin espíritu”. Quiero enviar un mensaje muy especial a los sacerdotes para que tengan muy presente que ahora deben preparar mejor las celebraciones. Lógicamente se trata de preparar bien las medidas para evitar la propagación del virus, pero no nos olvidemos de la preparación espiritual, interior, de las disposiciones que pide la liturgia misma, de lo necesario para que sacerdotes y fieles, celebren de verdad el misterio de la fe cristiana y puedan recibir la gracia propia de los sacremntos.

Mié 27 Mayo 2020

Así va el proceso de solicitud de apertura de templos

En un comunicado, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) da respuesta a las inquietudes manifestadas por diversas personas frente a la reapertura de los templos para las celebraciones litúrgicas con la participación de los fieles y explica los caminos que se han adelantado frente al Gobierno Nacional para que se dé vía libre a esta solicitud, cumpliendo por su puesto con los protocolos de bioseguirdad requeridos. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]