Jue 6 Ene 2022
Jesús se bautizó. Mientras oraba, se abrió el cielo
EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Enero 09 de 2022
Primera lectura: Isaías 42,1-4.6-7
Salmo:29(28), 1a y2.3ac-4.3b y9b-10
Segunda lectura: Hechos de los Apóstoles 10,34-38
Evangelio:Lucas 3,15-16.21-22
Orientaciones para la Predicación
Introducción
* La celebración de la fiesta del Bautismo del Señor nos confirma el inmenso amor de Dios, que ha enviado a su Hijo al mundo para salvarnos.
* El bautismo nos hace hijos de Dios en el Hijo eterno del Padre. También son, pues, para nosotros las palabras del Padre: Tú eres mi hijo amado o mi hija amada
* El compromiso que debe surgir de esta celebración debe ser el de renovar nuestra conciencia bautismal, nuestra adhesión al misterio pascual del Señor y nuestro esfuerzo por vivir en Cristo.
Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
El pasaje de Isaías y el salmo se anticipan proféticamente a la llegada del Mesías, luz de las naciones. En ambos sobresalen las imágenes de presentación de la gloria del Señor; invitan a “mirar”, a “contemplar”, a “recibir” al Mesías y a celebrar su acción salvífica. De modo particular, Isaías presenta al Mesías como sobre quien Dios ha puesto su Espíritu, el elegido y preferido, el que sostiene a los débiles e implanta la justicia, el que realiza la alianza y es luz de las naciones, el que rescata de la esclavitud. En esta misma perspectiva se sitúa otro pasaje de Isaías (61, 1-2), que Jesús proclama en la sinagoga de Nazareth, afirmando a continuación: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír” (Lc 4,16-19).
La narración del Bautismo del Señor que nos propone el Evangelio de San Lucas es la más breve y simple de los evangelios sinópticos. No obstante, en ella se resaltan tres consideraciones particulares:
* La identidad propia de la misión de Juan que es preparar los caminos para el Mesías y el reconocimiento de Jesús como verdadero Salvador.
* La supremacía de Cristo, que viene para bautizar con Espíritu Santo y fuego.
* La teofanía que revela al Hijo como amado y predilecto del Padre.
Estos tres aspectos, al inicio del ministerio público del Señor, anticipan el anuncio del Reino, el llamado a la conversión y la misión de convocar a todos los hombres para que experimente el amor de Dios.
El breve trozo de los Hechos de los Apóstoles recoge estas afirmaciones y las convierte en fundamento y dinamismo misionero, pues aseguran el llamado de todos los pueblos, sin distinciones, a la fe en el Señor y al disfrute de la paz que el trajo a las naciones.
Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?
La fiesta del Bautismo del Señor concluye la celebración de la navidad y es puente hacia el tiempo ordinario.En el espíritu de la Liturgia, este hecho representa ya un llamado a la vivencia, en nuestro día a día, de nuestra condición de hijos e hijas de Dios.
San Juan Pablo II decía que la fiesta de hoy nos brinda la oportunidad de ir, como peregrinos en espíritu, a las orillas del Jordán para participar en el acontecimiento maravilloso del bautismo de Jesús y descubrirnos también nosotros, insertados por nuestro bautismo en el misterio pascual de Cristo, predilectos, amados y enviados por el Padre (Homilía en la Fiesta del Bautismo del Señor, 2001).
En efecto, Jesús acude al bautismo de Juan como un gesto de abajamiento y de redención, para conceder a las aguas el poder de hacernos a nosotros hijos de Dios y para asociarnos definitivamente a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Por esto, las lecturas de la Palabra de Dios en esta fiesta nos conducen a la contemplación de Cristo, Mesías y Salvador, amado del Padre, lleno del Espíritu Santo, con el propósito de que nosotros seamos más conscientes de la grandeza de nuestro propio bautismo.
Por tanto, en este día, estamos invitamos a sentirnos…
* Como Cristo, hijos amados de Dios. Éste es el núcleo de nuestra vida cristiana y la experiencia que se debe ir forjando cada día en nosotros. Como enfatiza en diversos pasajes de sus cartas el Apóstol San Juan, la prueba de que Dios nos ama es que envió a su hijo como propiciación para nuestros pecados.
* En Cristo, miembros de su cuerpo místico que es la Iglesia o piedras vivas del edificio que es la misma Iglesia, llamados a la comunión y participación en la vida y misión de todos los bautizados, a dar testimonio de la vivencia del mandamiento del amor, que es el distintivo de los cristianos, con las obras de misericordia y en la búsqueda de la justicia, de la libertad y de la verdad.
* En Cristo, ungidos y llenos del Espíritu Santo para anunciar a todos los pueblos el Reinado de Dios. Esta invitación nos invita a la configuración más perfecta con Cristo, para la tarea de la Evangelización con todas sus implicaciones, para pasar “haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal, porque Dios está con nosotros (Cfr. Hch 10, 38).
Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
La oración de la comunidad cristiana en esta fiesta del Bautismo del Señor debe centrase en la petición de una conciencia más viva del don del bautismo y de sus efectos en nosotros, así como del compromiso de vivir completamente en Cristo.
Además, es oportuno insistir en el compromiso bautismal en medio de la Iglesia, expresado en la fe, la esperanza y la caridad de todos los creyentes, como comunidad de discípulos y misioneros.
No debería faltar la invitación a renovar los procesos de iniciación cristiana, tanto de los niños como de los adultos, subrayando la responsabilidad de los padres en la educación de los hijos y de los catequistas en la preparación para los sacramentos.
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Recomendaciones prácticas:
* Si las circunstancias pastorales lo permiten, hoy podría celebrarse el bautismo de algunos niños en la Eucaristía con la participación de la comunidad de fieles.
* Como en la fiesta de la Epifanía, hoy es un día propicio para pedir por la Evangelización de los pueblos y por las misiones.
* Comienza la primera parte del Tiempo Ordinario del 10 de enero hasta el 1°de marzo (semana Iª - VIIIª).
Moniciones y Oración Universal o de los Fieles
Monición introductoria de la Misa
¡Sean todos bienvenidos a este banquete de amor, en donde Cristo se hace verdadera comida y bebida para nuestra salvación! Hoy termina el tiempo de Navidad con la celebración del Bautismo del Señor. Este acontecimiento, narrado por los cuatro evangelistas, que hoy recordamos desde el relato de san Lucas, nos permite apreciar la grandeza e importancia especial de este sacramento instituido por el mismo Jesucristo en las aguas del río Jordán.
Celebremos con fe y dispongámonos a renovar en esta Eucaristía nuestra identidad bautismal, de ser hijos de Dios y de vivir el mandamiento del amor.
Monición a la Liturgia de la Palabra
El profeta Isaías nos lleva a fijar nuestra mirada en el siervo del Señor. Por su parte, san Pedro nos recuerda que Jesucristo pasó por la tierra haciendo el bien porque Dios estaba con él; y el evangelista Lucas nos invita a presenciar, en un clima de oración y contemplación, el acontecimiento del bautismo de Jesús con la intervención del Padre, que lo proclama Hijo amado y predilecto.
Oración Universal o de los Fieles
Presidente: Presentemos nuestras súplicas a Dios Padre, por mediación de su Hijo amado Jesucristo. Digamos con fe y esperanza:
R. Dios de amor, escúchanos.
Te pedimos por el Papa, los obispos, presbíteros, diáconos, religiososy fieles laicos, para que asumiendo los compromisos del bautismo puedan ser siempre testigos de Cristo, constructores de paz y promotores de esperanza, oremos.
Te pedimos por los gobernantes de las naciones, para que sus políticas y programas se orienten al bien común, y no a intereses particulares o mezquinos que atentan contra la dignidad de las personas, oremos.
Te pedimos por los oprimidos y abatidos, por los enfermos y desesperados, por los que están al margen de la ley o caminan por sendas oscuras, para que se dejen tocar por Cristo y abran las puertas de su corazón al cambio de vida y a la conversión, oremos.
Te pedimos por el buen fruto de todas las iniciativas pastorales de nuestra comunidad, especialmente de la catequesis con la que se preparan los padres y padrinos para el bautismo de los niños, y con aquella que se disponen los niños y adolescentes para la primera comunión y confirmación, oremos.
Te pedimos por todos los que nos hemos congregado en esta celebración eucarística, para que nos dejemos encontrar por tu Hijo amado, y al igual que él podamos hacer el bien y no el mal, oremos.
Oración conclusiva
Acoge, Padre bueno,
estas súplicas que te presentamos con fe y esperanza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.