Vie 9 Sep 2022
Quinquenio de la Beatificación de Mons. Jesús Emilio Jaramillo
En todas las parroquias de la Diócesis de Arauca, se han venido celebraron eucaristías, para conmemorar el quinto aniversario de beatificación de monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, apóstol de la paz y quien dio su vida por el mensaje de Jesucristo.
El 8 de septiembre de 2017 en la ciudad de Villavicencio - Meta, el Papa Francisco en su visita Apostólica a Colombia, proclamó Beato a monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo y profeta de la Paz de la Diócesis de Arauca, junto al sacerdote Pedro María Ramírez.
El Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, nació en Santo Domingo (Antioquia) el 14 de febrero de 1916, entró al seminario de Misiones Extranjeras de Yarumal. Ordenado sacerdote el 1 de septiembre de 1940. San Pablo VI lo nombró Vicario Apostólico de Arauca y San Juan Pablo II cuando elevó el Vicariato a Diócesis el 19 de julio de 1984, lo nombró como su primer obispo de esta Jurisdicción.
Desde la Cordillera, pasando por el piedemonte y llegando a la llanura, monseñor fue un hombre con verdadero olor de pastor y Santidad, preocupándose en la atención espiritual y humana de cada uno de los fieles de esta Iglesia particular, tanto así que fue dando "su vida por los caminos", buscando construir paz, reconciliación y resaltando la dignidad del hombre y mujer de a pie.
El Santo Padre en la homilía de ese bendito día, 8 de septiembre, nos recuerda y anima diciendo: "Jesús es el Enmanuel que nace y el Enmanuel que nos acompaña en cada día, el Dios con nosotros que nace y el Dios que camina con nosotros hasta el fin del mundo. Esa promesa se cumple también en Colombia: Mons. Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Obispo de Arauca, el Sacerdote Pedro María Ramírez Ramos, mártir de Armero, son signos de ello, la expresión de un pueblo que quiere salir del pantano de la violencia y el rencor".
Este quinto año de la Beatificación de estos dos hombres de fe, testigos del amor de Dios, y desde la Diócesis de Arauca en especial recordando a monseñor Jaramillo como su primer obispo, nos debe motivar a ser artesanos de la Paz, un compromiso real que debe surgir desde nuestro ser de cristianos.
Fuente: Diócesis de Arauca