Jue 11 Mayo 2017
El Señor es el camino, la verdad y la vida
La liturgia de la Palabra narra cómo se va organizando la Iglesia, nace despacio y con dificultades. Por su parte, el Señor Jesús invita a sus discípulos a poner su confianza en Dios y les recuerda que hay casa para todos, hay un Padre que nos espera y hay un camino que nos conduce hasta la meta. Él mismo se presenta como el camino, la verdad y la vida. Escuchemos con atención.
Lecturas
[icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Hch 6,1-7[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Salmo 33(32),1-2.4-5.18-19 (R. cf. 22) [/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: 1P 2,4-9[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Jn 14,1-12[/icon]
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon]
¿Qué dice la Sagrada Escritura?
La liturgia de la Palabra del quinto domingo de pascua presenta un tratamiento eclesiológico.
El texto de Hch 6, 1-7 Presenta a los "apóstoles" pidiéndoles a los "discípulos" que elijan a siete varones para que se encarguen de servir a los pobres y la comunidad elige a siete hombres. Este gesto nos muestra una Iglesia en formación y crecimiento, que soluciona sus primeras dificultades, organizando mejor entre sus miembros el servicio, la "diakonía".
El punto central del salmo 32 es la gratitud hacia Dios, por su misericordia (vv. 4-5), por su providencia que se extiende a todos los hombres (vv. 18-19), y se ha manifestado especialmente en Jesús, que nos ha salvado y cuida siempre de nosotros.
La primera carta del apóstol Pedro en capítulo 2,4-9, nos ofrece una de las más bellas descripciones de la Iglesia, pueblo sacerdotal, templo de Dios. La cohesión mutua de las piedras vivas que la conforman es obra del Espíritu. Estas piedras vivas "entran en la construcción del templo del Espíritu" por el sacramento del Bautismo.
El texto del evangelio Jn 14,1-12 pertenece al discurso de la Última Cena. Nuestra meta es el cielo y Jesús es el camino que hay que recorrer. Quien sigue a Cristo, Camino, Verdad y Vida, ve al Padre, llega al Padre, está en el Padre.
¿Qué me dice la Sagrada Escritura?
La nueva comunidad que se presenta en los Hechos de los Apóstoles, pueblo de Dios, forma un templo espiritual en el que cada fiel es una piedra viva y todas se traban entre sí sobre la piedra angular que es Cristo y en él un reino de sacerdotes para ofrecer a Dios, unidos a Cristo sacerdote, un culto espiritual, de alabanza.
La predicación de la Buena Noticia resalta al Señor Jesús como el Camino, la Verdad y la Vida, y la Iglesia aparece como pueblo en marcha hacia la casa del Padre, va guiada por el Hijo resucitado. La gran esperanza de la Iglesia peregrina es volver a estar con su Señor, que ha llegado a la comunión total con el Padre. El destino último y definitivo de la Iglesia es entrar también a esa familiaridad perfecta con Dios.
La súplica formulada por Felipe “Señor, muéstranos al Padre…” es el deseo de contemplar a Dios. "Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe?", "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre". En Jesús se halla el misterio de Dios, se da la razón de por qué la fe en Jesús nos hace contemplar al Padre "¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?" con la respuesta a esta pregunta se quiere indicar que Jesús está "en el Padre" y que el Padre está "en Jesús".
¿Qué me sugiera la Palabra que debo decir a la comunidad?
Entre las columnas que sostienen a la Iglesia del Señor están la comunión y el compartir. Los cristianos, nos dice el libro de los Hechos de los Apóstoles, "vivían unidos", "ponían en común lo que tenían" y "se distribuía a cada uno según su necesidad".
En la comunidad de los seguidores de Jesús, hay quejas, diferencias, quienes se sienten discriminados... Los apóstoles imponen las manos a siete servidores para que la ayuda y el compartir puedan llegar por igual a todos.
La comunidad de los seguidores de Jesucristo somos, con Él, templo del Espíritu Santo; Él es la piedra angular y nosotros piedras vivas. Quien cree, pertenece a la raza elegida, al sacerdocio real, a la nación consagrada, al pueblo de su propiedad; es llamado a vivir en la luz.
Para quien rechaza a Cristo, éste se convierte en "piedra de tropiezo", en "roca de estrellarse". Qué gran dignidad nos ha otorgado el Señor, pero, también, qué gran responsabilidad, pues también nosotros podemos convertirnos en piedra de tropiezo porque nuestra vida esté lejos de iluminar los caminos de los demás. El cristiano sabe que, en este mundo, es un peregrino y que el camino a recorrer es el mismo Jesús. Él es la Verdad, la seguridad de ir en buena dirección, que no es otra que llegar a la Vida Eterna.
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon]
La clave de lectura de este domingo está en la “unión a Jesús”, que después de contemplarlo como el Buen Pastor, aparece hoy como Camino, Verdad y Vida.
La vida se compone de una serie de servicios mutuos diarios. El creyente en Cristo procura excederse en esta disponibilidad, con alegría, con deseos de ser útil. Encontraremos la oportunidad en muchas ocasiones, en la propia profesión, en medio del trabajo, en la vida de familia, con parientes, amigos, conocidos, y también con personas que nunca más volveremos a ver. Cuando somos generosos en esta entrega a los demás, sin andar demasiado pendientes de si lo agradecerán o no, de si lo han merecido, comprendemos que “servir es reinar”.
La Iglesia descansa sobre "la piedra escogida y preciosa" que los constructores desecharon, el Señor Jesús, a quien crucificaron los hombres, pero Dios hizo "piedra angular" de la Iglesia (cf. Ef 2,20-22). "Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo".
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon]
La Liturgia de este domingo se va desarrollando como una explosión de frutos, de alegría pascual.
Sólo sirviendo podremos conocer y amar a Cristo, darlo a conocer y lograr que otros más lo amen. En la Iglesia de Cristo todo es servicio: servicio de la Palabra, servicio de la oración, servicio de las mesas. Todos son "servidores" empezando por los responsables de la comunidad. El servicio se practica como un estilo de vida, servicio alegre, desinteresado, a los más pobres. Toda la Iglesia está llamada a servir, a ofrecer sacrificios espirituales. En el Evangelio se nos dirá que todos estamos llamados a participar de la salvación de Cristo, el único camino para tener vida eterna, para ver al Padre, para contemplar la verdad, para ganar la vida.
[icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon]
Resaltar las palabras: camino, verdad, vida, Iglesia, comunidad.
Podría seguirse la Plegaria Eucarística para Diversas Circunstancias III: «Jesús, camino hacia el Padre», p. 524 del Misal, por hacer clara mención de Jesús como el camino, la verdad y la vida.
Puede usarse la fórmula de bendición solemne, durante el tiempo pascual p.473 de Misal. Tener presente que mañana lunes 15 de mayo, es el día del Educador.
Puede celebrarse la Misa votiva en honor de san Juan Bautista de la Salle, patrono de los educadores.