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Centenario misionero en Colombia

Mar 9 Jul 2024

La Iglesia colombiana renovó su compromiso con el anuncio de Jesucristo “aquí, allí, allá y más allá”

Entre el 5 y el 8 de julio, la Iglesia colombiana estuvo de fiesta centenaria. El XIII Congreso Nacional Misionero, desarrollado en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, fue el escenario central de dicha celebración que reunió a más de 1.800 personas de diversas edades y de todas las regiones del país, entre obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos. En representación del Vaticano, participaron, de manera especial, el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, y el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli.Con esta edición, se conmemoraron cien años de haberse celebrado el primero de estos congresos, no solo en Colombia, sino en el mundo. De allí que el lema central con el que se impulsó fue: “¡En la Iglesia misionera, Colombia de primera”.Durante el evento se llevaron a cabo diversos espacios de espiritualidad, ponencias, conversatorios y testimonios misioneros, que buscaron recoger la cosecha de todos los misioneros colombianos que han plantado y celebrado el Evangelio dentro y fuera del país, para valorarla y convertirla en un nuevo impulso de la misión, en todos los niveles y realidades.“Recojamos la cosecha y comprometámonos a llevar semillas para sembrarlas en el corazón de nuestras familias, de nuestras parroquias, de nuestras diócesis, para que renazca con fuerza el ardor misionero, para anunciar a Jesucristo, el regalo de Dios para la humanidad en todos los espacios. Esa realidad misionera está aquí, allí, al frente y más allá”, expresó durante la instalación del evento monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, pidió a los misioneros tener en cuenta tres consideraciones para ser verdaderos “Testigos de la fe y pregoneros de la gracia”, tema bajo el cual se desarrolló la agenda del congreso: 1. “La misión es un camino de hijos que se sienten amados. 2. La misión es un camino de hermanos sencillos, al estilo de Jesús. 3. La misión es un camino de familia; de Iglesia acogedora, guiada por el Espíritu Santo”.Durante su ponencia titulada “La mission ad gentes en la Iglesia local”, el cardenal Luis Antonio Tagle, recordó la necesidad de hacer misión en cinco ambientes concretos, partiendo de la realidad cultural de cada una y peregrinando juntos: entre los pueblos indígenas, entre los jóvenes, en el mundo digital, entre las personas discapacidad o con capacidades diferentes y entre las personas migrantes. Además, enfatizó que “el discipulado misionero implica ir con Jesús, permanecer con Jesús e ir a otras y otros para compartir a Jesús”.La celebración concluyó con una visita histórica del Cardenal Tagle al Vicariato Apostólico de IníridaPara experimentar aún más la misión, tras el cierre del congreso, este lunes 8 de julio, el pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, se desplazó hacia el Vicariato Apostólico de Inírida, ubicado en el departamento del Guainía, en compañía del Nuncio Apostólico y de varios obispos colombianos: monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina-Tadó; monseñor Medardo de Jesús Henao, obispo del Vicariato de Mitú; monseñor Joaquín Pinzón, obispo del Vicariato de Puerto Leguízamo-Solano. Allí fueron recibidos por monseñor Joselito Carreño, obispo de Inírida, por los presbíteros y consagrados del vicariato, así como por miembros de la comunidad.La comitiva, de la que también hacía parte el Padre Samir de Jesús García, Director Nacional de Obras Misionales Pontificias de Colombia y del Centro Nacional Misionero de la CEC; visitó la catedral Nuestra Señora del Carmen, la Pastoral Social de Inírida, el Hogar Infantil Casita de Semillitas y el colegio parroquial Monseñor Antonio Bayter Abud, allí pudieron conocer parte de la labor importante evangelizadora que adelanta esta Iglesia particular en territorio de misión.La jornada culminó con una solemne Eucaristía presidida por el Cardenal Tagle y concelebrada por monseñor Paolo Rudelli, monseñor Joselito Carreño, los prelados visitantes y los presbíteros del Vicariato Apostólico de Inírida.Durante su homilía, el cardenal Luis Antonio Tagle transmitió su saludo fraterno y la bendición del Papa Francisco, expresando la cercanía del Dicasterio para la Evangelización de las Jóvenes Iglesias. "El Vicario Apostólico nos ha informado de los muchos signos de vitalidad y esperanza presentes en su Iglesia. Al mismo tiempo, estoy consciente de los muchos desafíos a los que se enfrentan como pueblo y como Iglesia. Las lecturas de hoy nos dan esperanza", expresó el purpurado.Por su parte, monseñor Joselito Carreño expresó su agradecimiento al cardenal Tagle, resaltando la bendición que representa su visita para esa Iglesia particular. Agradeció a Dios por permitir que el pro-Prefecto de la Evangelización de los Pueblos haya elegido visitar este vicariato entre los diez que existen en Colombia y conocer de primera mano los programas y proyectos que se realizan en la obra de la evangelización integral.Al cierre, el Nuncio Apostólico expresó su alegría por la visita pastoral del Cardenal Tagle, uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco: "Nos ha honrado con su presencia al final del Congreso Nacional Misionero. Es una ocasión para sentirnos todos unidos al Santo Padre, rezar por él, y también escuchar su llamado para que todos vayamos siendo discípulos misioneros de Jesús, compartiendo la alegría del Evangelio".Esta visita representa un hito en la historia del Vicariato Apostólico de Inírida, una oportunidad para fortalecer la fe y el compromiso de la comunidad con la misión evangelizadora de la Iglesia, así lo informó la delegación de comunicaciones de esa jurisdicción eclesiástica.Así registró el XIII Congreso Nacional Misionero la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá, sede del evento:

Mar 7 Nov 2023

El Pbro. Samir García en la dirección de OMP: una oportunidad para la articulación del trabajo misionero en Colombia

El padre Samir de Jesús García Valencia, quien se ha venido desempeñando como Director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) desde febrero del presente año, acaba de ser nombrado Director Nacional de Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP), por parte del Cardenal Antonio Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos.El sacerdote risaraldense, miembro del clero de la Diócesis de Istmina-Tadó, asume esta nueva misión de difusión del amor y la esperanza de Jesucristo en todo el país y manifiesta: “Le pido a Dios, que, con su ayuda, pueda fortalecer el trabajo misionero que se ha venido desarrollando en Colombia. El objetivo es ser, de alguna manera, el eje articulador entre las obras misionales pontificias y la Conferencia Episcopal de Colombia en todo el tema que corresponde a la misión. Tengo ahora la responsabilidad de poder entablar lazos de fraternidad entre todos los directores de las OMP y pastoral misionera de todas las jurisdicciones y acompañar a los señores obispos en el trabajo y en el empeño que ellos tienen en cada jurisdicción por animar y fortalecer todo este trabajo”.Por su parte, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, ha expresado al presbítero sus felicitaciones por el nombramiento, considerándolo como un misionero del Padre y augurándole todo tipo de bendiciones en su futura labor.Tras esta designación, el padre Samir recibió también un mensaje del presidente de las Obras Misionales Pontificias a nivel mundial, monseñor Emilio Nappa, quien le transmitió su apoyo y cercanía en Cristo, mostrando una actitud de colaboración y disposición para trabajar juntos en el servicio misionero. En la carta, monseñor Nappa destaca la importancia del cargo del sacerdote colombiano como representante oficial de las OMP ante la Conferencia Episcopal, así como su responsabilidad en promover la animación misionera y concienciar a los fieles sobre la “Missio ad gentes” (Misión hacia los pueblos). Además, en dicho mensaje monseñor Nappa destaca que la Asamblea General del Consejo Superior de las Obras Misionales Pontificias en Roma en 2024, brindará al nuevo padre Samir la oportunidad de comprender mejor su papel y la misión de las OMP.Es importante recordar que, en 2024, entre el 5 al 7 de julio, se celebrará el centenario del primer congreso nacional misionero realizado en Colombia, un episodio clave para la Iglesia en el país que permitirá fortalecer este trabajo en el futuro, recordando las grandes potencialidades del pasado. En la preparación y coordinación de este centenario el padre Samir tiene un rol protagonista de coordinación, lo que ayudará a darle mayor solidez.

Lun 26 Jun 2023

2024 será el año del centenario misionero en Colombia

Con una Solemne Eucaristía de envío misionero de cara a la conmemoración de los 100 años del primer congreso nacional misionero realizado en Colombia en 1924, la Iglesia Católica clausuró este domingo, 25 de junio, el cuarto congreso regional de preparación a este centenario que reunió, durante tres días, en la ciudad de Cartagena, a más de 250 representantes de las provincias eclesiásticas de Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Nueva Pamplona, en cabeza de sus arzobispos y obispos. La celebración fue presidida en el Santuario de Santa María Bernarda Bütler por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, quien tomando como referencia lo planteado por el papa Francisco en sus exhortaciones apostólicasEvangelii gaudium y Christus vivit, enfatizó en tres aspectos fundamentales para renovar la vocación de la misión en Colombia, de cara a este importante acontecimiento. De acuerdo con el prelado, es urgente recordar la verdadera identidad de la Iglesia, el impulso de callejear la fe y la disposición a superar los desafíos que se presentan en el mundo actual para el anuncio del Evangelio, por lo que puntualizó: “No nos dejemos robar el entusiasmo misionero…No nos dejemos robar la alegría evangelizadora…No nos dejemos robar la fuerza misionera”. Al hacer un balance de este encuentro, en el que fue lanzado el 2024 como año centenario, que tendrá como lema “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), lo calificó como una experiencia de sinodalidad misionera afirmó en el que se vivieron importantes momentos de oración, reflexión y de conciencia de lo que significa la misión. “El compromiso de la misión es sentirnos, como bautizados, enviados a anunciar el nombre de Jesús, el gran clamor de la Iglesia universal es volver a la misión y la misión es cumplir el mandato misionero que Jesús nos dejó: “Vayan por todo el mundo, anuncien el Evangelio a toda criatura, no tengan miedo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo””. Monseñor Álvarez agregó también que a partir de este ahora se abren las puertas “para que con María Misionera vayamos más allá de las fronteras y empezar así con el pregón de en la Iglesia misionera, Colombia de primera”. Durante el segundo día del congreso, se llevó a cabo se llevó a cabo un taller por provincias eclesiásticas bajo una dimensión denominada ‘Eco misionero’, este consistió en un discernimiento que tuvo como guía dos preguntas fundamentales: 1. “¿Qué me dicen estos clamores de la Iglesia Universal? 2. ¿Cuáles son los clamores en nuestra Diócesis?” Para la primera pregunta, algunas de las respuestas que se plantearon fueron: “Debemos fortalecer la oración personal, dar apertura en nuestras vidas a la acción al Espíritu Santo, necesitamos comprometernos y apasionarnos por la misión con sencillez y humildad, tener fortaleza para vencer el miedo de evangelizar, conocer las realidades de cada comunidad que evangeliza a partir del diálogo”. Para la segunda pregunta se concluyó que, además de la formación inicial y permanente de laicos y sacerdotes, los principales clamores son por: la justicia social para los pobres, salvar a los jóvenes, la unidad familiar, el respeto a la identidad cultural, las vocaciones, la paz y la vida, el aumento del testimonio misionero y por la sed de la palabra de Dios. El padre Samir García Valencia, director del Centro Nacional Misionero y encargado de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP), las dos instituciones que animan este proceso, afirmó que este congreso, remarcado por la fuerza misionera de las comunidades eclesiales que caminan en la costa atlántica y en el nororiente de Colombia “ha sido un Kayros, un acontecimiento del Espíritu Santo que permitirá recordar que la esencia, naturaleza e identidad propia de la Iglesia es la misión. Asimismo, el compromiso concreto con la misión ad gentes, tanto ad intra, como ad extra”. El padre García dijo que el espacio permitió también enfatizar en la importancia del hermanamiento misionero, especialmente desde el acompañamiento a los vicariatos apostólicos del país “y el fortalecimiento entre las diferentes jurisdicciones para proyectar con mayor ardor el compromiso misionero en estos lugares que son tan necesitados”. El sacerdote se refirió a este último congreso regional, desarrollado a través de ponencias, talleres y momentos de adoración, como “una eclosión y el inicio de un camino misionero muy significativo en Colombia” con el que se tomarán fuerzas para lanzar con ímpetu esta gran tarea misionera que tendrá como tema ‘’Testigos de la fe; pregoneros de la gracia”. “Desde ya todas jurisdicciones que vivieron el congreso, se comprometieron a comenzar este camino de preparación centenaria, a vivirlo, a celebrarlo, a hacerlo presente en sus jurisdicciones y a unirse a nivel nacional para celebrar todos juntos en la Iglesia colombiana”, agregó. Sobre los tres congresos previos de preparación : Al congreso realizado en Cartagena lo antecedieron otros tres regionales. El primero se celebró entre el 18 y el 20 de marzo de 2022 en Pereira, allí se reunieron las comunidades eclesiales que caminan en Antioquia, Chocó y el Eje Cafetero. Seguidamente, del 18 al 20 de mayo se llevó a cabo el segundo congreso regional en Popayán, que convocó a las regiones del Sur Occidente y Tolima Grande. Y, llamados a la casa de la Reina y Patrona de Colombia, Nuestra Señora del Rosario, en Chiquinquirá, durante los días 27 al 29 de enero de 2023 se celebró el tercer congreso regional misionero en el que participaron las regiones del Altiplano Cundiboyacense, Amazonia y Llanos. El legado misionero de la Iglesia colombiana: El director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia ha explicado también que esta gran celebración está marcada por el impulso y legado del primer congreso celebrado en 1924 en el que "grandes hombres y mujeres de una enorme valentía y una férrea decisión frente al anuncio del Evangelio, como lo fueron, por ejemplo, la Santa Madre Laura, el Venerable Miguel Ángel Builes, el Beato Padre Marianito, los beatos mártires hospitalarios, el Beato Pedro María Ramírez, el Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, la Beata María Berenice Duque Hencker y muchos otros que bien conocidos o que permaneciendo en el anonimato han hecho que el Evangelio continúe dando frutos para bien de la humanidad y salvación de las almas".