Vie 12 Dic 2025
Arquidiócesis de Cali tendrá Centro de Acogida para el acompañamiento integral del clero
La Arquidiócesis de Cali inauguró la Ciudadela Sacerdotal “Santo Toribio de Mogrovejo”, una obra concebida para fortalecer la fraternidad y la vida del presbiterio, que albergará un innovador Centro de Acogida Sacerdotal Arquidiocesano (CASA).El acto de bendición, presidido el pasado 10 de diciembre por el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, marca el inicio oficial de un proyecto pastoral que desde marzo de 2026 buscará ofrecer acompañamiento especializado a diáconos, presbíteros y religiosos que enfrenten situaciones de vulnerabilidad o necesidades de acompañamiento concretas.Una ciudadela con un nuevo destino pastoralEl centro ofrecerá programas con fundamento terapéutico y espiritual que incluirán apoyo psicológico, psiquiátrico, jurídico y dirección espiritual. Desde allí, según monseñor Rodríguez Velásquez, se buscará proveer recursos para “mejorar y afianzar su salud personal y, en los casos que se requiera, fortalecer el ardor sacerdotal”.En su homilía, el Arzobispo de Cali explicó que, aunque el edificio fue originalmente proyectado como residencia para las Monjas Clarisas de Clausura, un cambio en su destinación llevó a un profundo discernimiento sobre su uso final. El resultado es la creación del CASA, un centro pionero en la región y un paso adelante en el fortalecimiento de la pastoral sacerdotal.Un sueño de fraternidad y unidad sacerdotalMonseñor Rodríguez destacó que la ciudadela materializa un anhelo profundo de su ministerio: que el clero de Cali sea "una sola familia”. “Cuando se habla de casa, ese pensamiento se remite a la familia…Y ustedes, queridos hijos en el sacramento del orden, son y deben sentirse hermanos”, expresó durante la ceremonia.Esta visión de fraternidad se alinea con el espíritu sinodal que la Iglesia promueve actualmente. Precisamente, en febrero de 2026, la Asamblea del Episcopado Colombiano abordará el tema del “Presbiterio en la Iglesia sinodal”, buscando orientaciones para una pastoral sacerdotal renovada.El legado de Santo Toribio: un modelo para la CiudadelaLa ciudadela honra a Santo Toribio de Mogrovejo, una figura fundamental para la Iglesia en América. En un artículo de 2022, el entonces Arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía —impulsor inicial de la obra—, describió al santo como quien “anticipó en su época el caminar de la Iglesia en salida” y vivió “a plenitud el ejercicio sinodal”.Santo Toribio, arzobispo de Lima en el siglo XVI, dedicó 17 años a recorrer unos 40,000 kilómetros de su vasta jurisdicción, que incluía el territorio de la Cali de entonces. Su nombre, etimológicamente vinculado a “vida en movimiento” o “caminante”, es visto como “toda una profecía de celo misionero”. Este modelo de pastor cercano y sinodal inspira el propósito de la nueva ciudadela.La inauguración de la ciudadela coincide con el inicio del Año Jubilar que la Iglesia en Perú celebra desde este diciembre, conmemorando los 300 años de la canonización de Santo Toribio.La visión fundacional: un proyecto para la dignidad y unidad del presbiterioMonseñor Luis Fernando reconoció que esta obra recoge el fruto de los sueños de su antecesor, monseñor Monsalve Mejía, quien entonces concibió la ciudadela como un espacio para fortalecer la vida sacerdotal: “para educarnos más en relación a la dignidad, la solidez y la unidad que deberían caracterizar siempre la vida de todo presbiterio” (ver artículo).De acuerdo con monseñor Monsalve, la ciudadela fue pensada desde un principio como un instrumento de pastoral sacerdotal integral, enmarcado en “las 5 cercanías del sacerdote”: la cercanía a Dios, al Obispo, a sus hermanos en el Orden sacerdotal, a sus feligreses y, con ellos, al territorio y la población. Este concepto buscaba hacer “visible y viable la vida entera de un sacerdote”, evitando el aislamiento.Un proyecto que responde a necesidades concretasMonseñor Luis Fernando reconoció que en Colombia existen muy pocas casas de atención profesional para sacerdotes, citando solo tres en Bogotá, La Ceja y Medellín. Por ello, la creación del CASA en Cali responde a una necesidad urgente y regional.“Los Obispos de las Provincias de Cali y Popayán y de otras jurisdicciones esperan con ilusión la apertura de este servicio…Expresan que las necesidades son muchas”, señaló.El centro iniciará sus servicios de acogida a partir del 1 de marzo de 2026. Actualmente, se ultiman los reglamentos y la definición del personal administrativo necesario para su operación.Un llamado final a la conversión y al cuidado fraternoEn el marco del tiempo de Adviento, el Arzobispo de Cali concluyó su homilía con un llamado a la conversión y a la santidad, invitando a los sacerdotes a cuidarse personalmente y a cuidar al hermano, “especialmente al débil”.Agradeció, además, a todos los que hicieron posible la obra, incluyendo al equipo de la curia, sacerdotes colaboradores y al hoy arzobispo emérito de Cali, monseñor Darío Monsalve Mejía, quien por compromisos previos no pudo asistir pero envió su abrazo y bendición espiritual a la asamblea.Con esta inauguración, la Arquidiócesis de Cali consolida un espacio destinado a ser “un lugar de encuentro con Dios y con los hermanos”, donde los ministros ordenados encuentren acogida y renovación para su misión.