Vie 7 Dic 2018
Cindy Ariza: “Se necesita un periodismo serio, comprometido, ético…”
Cindy Catalina Ariza Amaya, orgullosamente nacida en el municipio de Simacota, departamento de Santander, tomó la decisión en el 2006 de venirse a Bogotá en busca de mejores oportunidades para el ejercicio de la carrera que había decidido estudiar.
Considera que la radio la influenció a seguir la carrera de periodismo, pues sus tíos todo el tiempo escuchaban Radio Sucesos RCN. “Me llamó mucho la atención desde siempre ese mundo imaginario que se transmitía a través de la radio. Ese acercamiento con el mundo real que permitía esa vieja radio”.
Desde hace 8 años ejerce el periodismo, actualmente es la jefe de prensa de la Universidad Cooperativa de Colombia, Campus Bogotá. Ha estado presente en medios como Radio Santa fe, Caracol Radio, RCN Radio y en instituciones como la Defensoría del Pueblo.
Está convencida que el periodismo es una profesión indispensable para la sociedad y la democracia de cualquier país. “Sin un buen periodismo y sin el ejercicio del mismo no habría unos elementos para que la sociedad forme su criterio sobre la realidad que le permea”.
Reconoce que el compromiso de todo comunicador o periodista es revelar la verdad sin importar que se toquen temas álgidos o poderes que puedan incomodar a algunos. “La ética en el periodismo se está desdibujando, los colegas sienten presión para con la fuente, sienten que deben estar publicando lo que la fuente quiere que ellos publiquen (…) Esa no es la razón de ser del periodista. Hay que publicar la información que es relevante sin deber favores a nadie (…) Se necesita un periodismo serio, comprometido, ético y con unos valores importantes”.
Durante cuatro años cubrió Derechos Humanos y Paz, una fuente según cuenta Cindy, nueva y sin explorar. Esta experiencia le dejó un crecimiento no solo en lo profesional, sino también a nivel personal. “Me permitió vivir momentos importantes para la vida del país, así como ser ejemplo para que otros medios de comunicación y colegas se enamoraran de estos temas”.
Nos comparte que durante varios años cubrió la fuente de Iglesia, siendo esta una experiencia bonita dentro de su carrera. Fue constante, respetuosa y persistente, tanto así, que nunca faltó a una rueda de prensa que fuera convocada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Con una sonrisa en sus labios confiesa que, debido a su constancia, en varias ocasiones “chiveó” a sus colegas.
“El trabajo que hace la Iglesia católica a veces uno como periodista lo desconoce, cree que es solo la sede de la CEC, pero ver el trabajo que adelantan con toda la población vulnerable, la Pastoral Social, las Jurisdicciones en todas las regiones del país, ahí, sabe uno que el compromiso va más allá de una sotana. Cubrí procesos de varios tipos y siempre tuve la valentía de consultar a la Iglesia sobre temas álgidos; creo que ese era el secreto, poderlo hacer con respeto y conciencia. La Iglesia católica va más allá de lo institucional, siempre hace presencia en todo el territorio nacional”, afirmó.
Cindy tenía algo embolatada su vida espiritual. Ahora, luego de una experiencia fuerte por la que tuvo que pasar, reconoce que siempre hay que aferrarse a Dios. “Creo que la vida me está dando todos los días enseñanzas y esta vez me aferro a esta espiritualidad, porque no quiero otra vez sentirme abandonada”.
Sus sueños a nivel personal: conformar una familia estable y, en lo profesional, poder seguir aportando desde su carrera a la construcción de una mejor sociedad. Por eso, en sus planes está el seguir el camino de la formación en la rama periodística.