Mar 14 Ago 2018
La construcción de paz es un compromiso de la Iglesia
La labor social de la iglesia en la construcción de Paz fue uno de los temas centrales durante el primer día del Encuentro Nacional de Directores de Pastoral Social que inició con la participación de cerca de 80 directores y delegados de las jurisdicciones eclesiales del país.
Para reflexionar sobre este tema, se realizó un conversatorio moderado por Monseñor Héctor Fabio Henao donde participaron, Thomas Bamat, experto y consultor en construcción de paz internacional-Catholic Relief Services; Rosa Inés Floriano, experta en procesos comunitarios de transformación social y construcción de paz del Secretariado Nacional de Pastoral Social; y Nelson Tapasco, representante de la iniciativa local de paz de las veredas Las Brisas, Doradas Altas y Caraño, del corregimiento El Caraño, en Florencia, Caquetá.
En sus intervenciones se destacó la importancia del papel que cumple la Iglesia de cara al cumplimiento de los acuerdos de paz y diálogos con el ELN, “la Iglesia tiene que ser firme en ese sentido, hay que trabajar a nivel de base, de comunidades, de territorios, de abajo hacia arriba”, señaló Thomas Bamat, refiriéndose a los retos que se tienen en el postconflicto y ante el panorama de polarización que vive el país. Además puntualizó que “en el trabajo por la paz es necesario tomar en cuenta la justicia y la gobernanza. A nivel nacional es muy importante que la Iglesia mantenga su independencia”.
Durante el conversatorio, se resaltó la necesidad de promover liderazgos de tipo circular en las comunidades de base. También se trajo a colación la necesidad de proteger a líderes y lideresas defensores de derechos humanos e identificar entornos protectores para estos roles comunitarios. Sobre esto, Rosa Inés Floriano comentó que es oportuno hacer un análisis crítico de la realidad, promover un liderazgo horizontal reduciendo los niveles de riesgo para la protección de líderes defensores de derechos, “por ello la Iglesia debe tener la capacidad de favorecer diálogos seguros, entornos protectores y relacionamiento con actores para movilizar respuestas”, advirtió.
En su intervención, Bamat dijo que construir la paz lleva tiempo y por eso, el compromiso de la Iglesia es de largo alcance, aprovechando su capacidad de dialogar con todos los actores involucrados en la construcción de la paz y potenciando otras voces. “Hay personas que toman en serio esta vocación de ser hacedores de paz y que pueden liderar diálogos de entendimientos, esfuerzos con las instituciones para que haya cambios no solo en los corazones y las relaciones interpersonales, sino también en las instituciones y en las políticas.” indicó.
Igualmente, los panelistas concluyeron que la construcción de las iniciativas de paz apoyadas por la Iglesia, constituyen una excusa para que la gente se congregue y trabaje por su comunidad. La construcción de paz se hace desde las bases, lo cotidiano, desde las oportunidades, no dependen de un proyecto. El cambio empieza reconociendo y resolviendo lo propio para que las comunidades logren solucionar sus problemáticas y con ello, se evite que agentes extraños lleguen a suplir esta labor que es responsabilidad de las comunidades.
Finalmente, el líder Nelson Tapasco recordó que la reconciliación debe llevarnos al perdón. “Los ejes centrales de la paz deben pasar por encaminarnos hacia el perdón. Si esto no se logra será imposible la reconciliación y si no hay reconciliación no alcanzaremos la convivencia soñada”.