Mié 3 Jul 2019
Obispo de Quibdó pide mayor compromiso con el Chocó
Monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, hizo un llamado al gobierno nacional, a los dirigentes locales y los empresarios a luchar contra la corrupción y la inequidad social y económica que vive el departamento del Chocó.
Según el prelado, Chocó tiene los peores indicadores económicos a nivel nacional, tanto así que en mayo del 2018 se emitió el decreto 749, por el cual se crea la Comisión Intersectorial para el Departamento del Chocó y que reconoce que en ese departamento hay una crisis humanitaria, económica, social y ambiental.
“Desafortunadamente, no se ha ejecutado lo que está planteado allí que es atender esta crisis. Por eso hago un llamado al gobierno nacional, también a los gobiernos departamental y local para que se unan entorno a este clamor de la sociedad civil y se puedan resolver los problemas que siempre se han postergado y que no han permitido que el Chocó goce de todo lo que le está aportando al país. Esa riqueza no se traduce en bienestar para las comunidades, sino muchas veces para foráneos por el tipo de economía excluyente y extractivista que se maneja en el departamento”, afirmó el prelado.
Para monseñor Barreto, la crisis económica que hoy vive el departamento se recrudece debido a la corrupción. “A esa situación de desigualdad se ha llegado porque falta compromiso del sector empresarial, de los dirigentes gubernamentales para acabar con la corrupción que se da en todo el país y afecta al departamento del Chocó. La corrupción como ha dicho el Papa Francisco, es un cáncer y es un virus que va destruyendo a las personas y a las sociedades”.
Por lo anterior, advirtió que es necesario una visión económica diferente. “La visión cristiana implica redistribuir la riqueza, que no haya unos que tienen demasiado cuando hay otros que no tienen lo suficiente para vivir, y esa realidad se tiene que hacer presente en el departamento del Chocó”.
También ratificó que para terminar con estas desigualdades es muy importante contar con políticas públicas que planteen soluciones estructurales y que el sector empresarial se comprometa más con su responsabilidad social.
“En Colombia hay mucha riqueza, pero el dinero y los bienes están en los bolsillos de unos pocos. Hay personas que no tienen techo, hay empresas que ganan demasiado dinero y, sin embargo, son pocos los impuestos que pagan. En Colombia hay personas que concentran la tenencia de las tierras y pagan muy pocos impuestos. El sector financiero está absolutamente enriquecido, pero el pueblo colombiano está empobrecido”.
Por último, monseñor Barreto consideró que en el actual Plan de Desarrollo hay falencias, y que éste no garantiza que Colombia deje de ser el tercer país más desigual del mundo. “Debemos empeñarnos en un país diferente, en un país solidario, en un país que deje la economía excluyente y que permita que los que tienen el mayor capital sean más generosos, sean más solidarios y podamos tener acceso al bien común que es a lo que aspiramos desde la doctrina del bien común de la Iglesia”.