Mar 8 Dic 2020
Solemnidad de la Inmaculada Concepción
La tradición de la Iglesia católica celebra, cada 8 diciembre, la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, dogma según el cual la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción.
Este dogma proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, con la bula Ineffabilis Deus, “nos permite contemplar en ella la pureza de su ser, la transparencia de su misión”, ha explicado mons. Juan Carlos Ramírez Rojas, ecónomo y director financiero de la Conferencia Episcopal de Colombia.
En este sentido, el sacerdote invita a aprender de Ella rasgos fundamentales en el seguimiento a Cristo y el fortalecimiento de nuestra fe.
Aprendamos de ella a ser atentos. María es la mujer atenta a la realidad de su prima Isabel y acude; es la mujer atenta a la situación en las bodas de Caná y asiste e intercede; María tiene la firmeza de la atención junto a la Cruz de su hijo Jesús.
Aprendamos también de María la inteligencia del amor. Para escuchar al que piensa distinto, al que está inconforme, al que considera que se cometen injusticias con él y tiene derecho a manifestarlo, pero nosotros tenemos que asumir la capacidad de atenderlo y acogerlo, esa es la inteligencia del amor.
Aprendamos de María la ternura. Que nos permite y nos enseña a respetar al otro, a poner límites flexibles a las relaciones para que el otro se sienta reconocido, valorado y respetado.
Aprendamos de María el silencio. En un momento como este, de tanta división, no es generando discordia sino siendo capaces de ejercitar la inteligencia del amor, de escuchar las partes, que logramos llegar a consensos para transformar la realidad.
Dogma de la Inmaculada Concepción
"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854).
María es la "llena de gracia", del griego "kecharitomene" que significa una particular abundancia de gracia, es un estado sobrenatural en el que el alma está unida con el mismo Dios. María como la Mujer esperada en el Protoevangelio (Gn. 3, 15) se mantiene en enemistad con la serpiente porque es llena de gracia.
Las devociones a la Inmaculada Virgen María son numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de Asís y San Agustín. Además, la devoción a la Concepción Inmaculada de María fue llevada a toda la Iglesia de Occidente por el Papa Sixto IV, en 1483.
Que la celebración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María nos llene de esperanza, alegría y entusiasmo en este tiempo de preparación al nacimiento del Niño Dios.