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Mié 14 Ago 2024

Extender el cese al fuego: el llamado urgente del Obispo de Istmina-Tadó al Gobierno Nacional y al ELN

En medio de la grave situación humanitaria que padecen las comunidades de la subregión del San Juan (Chocó), y tras el anuncio de paro armado indefinido hecho en las últimas horas por la guerrilla del ELN, el obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, hace un llamado urgente para que se extienda el cese al fuego y se alivie el temor, dolor y las necesidades que están viviendo estas poblaciones ribereñas.“Que lleguen a un acuerdo. Entiendo que hay ahora una discusión de carácter técnico y jurídico; que se pueda superar esa dificultad, de tal manera que nuestras comunidades sientan un alivio. Es urgente, es necesario que se prolongue el cese al fuego para que nuestras comunidades vayan sintiendo fortaleza en su caminar y se vislumbre que la paz está cerca”, expresa el prelado en el videomensaje.La Diócesis de Istmina-Tadó informó también que, entre los municipios más afectados, se encuentran Nóvita, Sipí y Medio San Juan; han evidenciado el desplazamiento desde comunidades como Brisas, Doidó, Chambacú, Torrá, Barranconcito y Charco Largo, hacia otras localidades como Negría, Noanama, Puerto Murillo y hacia las cabeceras municipales de Istmina y Medio San Juan. Las poblaciones de Torrá, Barranconcito y Charco Largo, también se encuentran confinadas.Además, desde esta jurisdicción eclesiástica se dio a conocer que las comunidades confinadas están requiriendo con urgencia elementos básicos como filtros purificadores de agua, ropa, aseo personal; también apoyo psicosocial y atención en salud ante muchos casos de niños, niñas y adultos mayores que se encuentran enfermos.Según ha informado la Defensoría del Pueblo, este paro armado del ELN tiene confi¡nadas alrededor de 45.000 personas en Chocó; de las cuales hay cerca de 7.500 tienen doble afectación, por cuenta del conflicto armado y de situaciones de emergencia ambiental.De manera particular, la Pastoral Social de la Diócesis de Istmina-Tadó, ha entregado esta relación de afectaciones de las comunidades de Sipí:Buenas Brisas: 41 familiasDesplazadas: 22Confinadas: 19San Agustín: 49 familiasDesplazadas: 1Confinadas: 48Chambacú: 30 familiasDesplazadas: 3010 familias en la comunidad de Negria y el resto en comunidades aledañas, como noanama, San Agustín y Buenas Brisas.En la sede de Acadesan están desplazados: 18 familias, de los cuales 50 son niños, 17 adultos y 1 lactante.La Iglesia hace presencia allí a través de sacerdotes, religiosas, así como de los miembros de la Comisión de Reconciliación, Paz y Desarrollo (REPAD), que tiene como misión velar por el acompañamiento y búsqueda de ayuda para las víctimas del conflicto.Vea el videomensaje a continuación:Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Conf. Episcopal de Colombia (@episcopadocol)

Mar 7 Mayo 2024

Iglesia y ONU manifiestan su rechazo frente al anuncio del ELN de dar por terminada la suspensión de los secuestros con fines económicos

A través de un comunicado conjunto, la Delegación para las relaciones Iglesia – Estado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en Colombia, lamentan la decisión anunciada el día de ayer, 06 de mayo, en la que el Ejército de Liberación Nacional – ELN “da por terminada la suspensión unilateral de lo que denominan retenciones económicas”. El pronunciamiento lo hacen en su calidad de acompañantes permanentes de la Mesa de Diálogos para la Paz establecida entre el Gobierno Nacional y esta guerrilla.En el mensaje reiteran que la privación de la libertad de personas no tiene ninguna justificación, que se trata de “un flagelo deplorable que atenta contra la dignidad humana y la conciencia de toda la nación colombiana”. Además, hacen un llamado al ELN y a todos los grupos armados para que pongan fin a esta práctica del secuestro “que va en contravía del horizonte de paz que tanto anhela la sociedad colombiana”.Lea aquí una noticia relacionada.

Jue 30 Nov 2023

Obispo de Istmina-Tadó pide libertad y atención humanitaria urgente para las comunidades confinadas en el sur del Chocó

En medio de la compleja situación de confinamiento que se presenta en cinco municipios en la subregión del San Juan, en el sur del departamento del Chocó, por cuenta de enfrentamientos entre el Eln y el Clan del Golfo, a través de un video, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó y administrador apostólico de Quibdó, pide que le permitan a la Iglesia y a las organizaciones llegar hasta estos territorios para auxiliar a sus comunidades. Además, hace un llamado para que se le ponga fin a esta situación que, afirma, “ya está volviendo común”.En el mensaje, monseñor Álvarez afirma que las comunidades más afectadas son las que están ubicadas en las zonas rurales de los municipios de Nóvita, Sipí, Medio San Juan, Istmina y en Litoral de San Juan. Agrega que no se pueden movilizar por la única vía que tiene para hacerlo, que es a través de los ríos San Juan, Sipí y Cajón.“El sufrimiento de tantas personas, de tantos niños, de tantos ancianos, nos tiene que llegar al corazón. Que todos estos grupos finalmente entiendan que deben dejar libre a la población civil y deben permitirnos a nosotros llegar a ellos con un auxilio humanitario. Rogamos al Señor que esto se pueda realizar y que todos encontremos el camino de la reconciliación y de la paz”, expresa el prelado.

Vie 17 Nov 2023

“Para ser libres, Cristo nos ha liberado” (Gálatas 5, 1)

Por Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar-El mundo entero siguió con especial atención y preocupación la privación de la libertad, por parte de la guerrilla del ELN, de Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del famoso jugador guajiro del equipo Liverpool, de la liga de futbol inglesa.La fama de este jugador, por sus excelentes cualidades futbolísticas, hizo que toda la atención del mundo deportivo, y la del mundo entero, se centrara en esta desagradable y vergonzosa noticia. La gente estaba indignada y Colombia apareciendo en las primeras páginas de los periódicos y en los titulares de las más prestigiosas cadenas televisivas y radiales del mundo.Sí, la gente estaba indignada, porque el secuestro es una fragante violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Es que el secuestro, sin importar las motivaciones que lo inspire, afecta a las víctimas, a sus familias, a un departamento o ciudad, como también a un país. No hay nada que pueda justificar su práctica.Sabida la noticia, las fuerzas del Estado se movilizaron de manera inmediata, por orden del señor presidente de la Republica al rescate de la víctima; hasta el mismo Director de la Policía Nacional, el General Salamanca, asumió la operación de rescate con sus mejores hombres y mujeres de la institución. La Fiscalía General de la Nación se puso en búsqueda de los presuntos secuestradores, con resultados casi de manera inmediata. Después de varios días de angustia de su familia, de Colombia y del mundo entero, el ELN en un comunicado reconoció tener a Luis Manuel en sus manos, aduciendo una lamentable equivocación. Este acontecimiento reprochable hizo que los creyentes en Dios elevaran súplicas fervientes para alcanzar la pronta liberación de “Mane”, pues desde la fe se tiene la certeza, que si bien las mediaciones humanas son importantes para lograr nuestros propósitos, como en este caso, la liberación de un secuestrado, no son suficientes pues falta el ingrediente de la Gracia, es decir, de la ayuda de Dios, pues la fe da la certeza de que “si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes” (Salmo 126,1). Sí, esfuerzo humano y Gracia de Dios, que jamás debe faltar en la cotidianidad de la vida del creyente.Al saber de la liberación del señor Luis Manuel, gracias a la mediación de la ONU y de la Iglesia Católica, el mundo entero también se alegró y festejó su regreso a la libertad física, aunque los efectos físicos y psicológicos del secuestro continúan en Luis Manuel. Difícil romper estas cadenas pues sus efectos perdurarán en la memoria del secuestrado durante toda su vida. ¡Qué gran daño hace el secuestro!Ahora, nos queda como creyentes seguir orando por los 241 secuestrados anónimos que aún permanecen en manos de sus captores. Si, los secuestrados anónimos, cuyos nombres sólo saben sus familias, pues muchos de ellos, pareciera que al Estado no les interesa. Al gobierno le asiste el compromiso de usar sus buenos oficios a través de las fuerzas del Estado, como también de sus organismos de inteligencia, y, por supuesto, a través del diálogo con los captores, llámense como se llamen, para lograr erradicar definitivamente esta mala práctica, para que todos los secuestrados vuelvan a sus hogares, pues así se evita dar la impresión de que en Colombia haya secuestrados de primera y de segunda clase, como bien lo manifiestan los familiares de quienes están pasando por esta tragedia; o como afirma la opinión pública al conocer de los grandes operativos desplegados por el ejército y la policía en procura de la liberación de Luis Manuel Díaz. Sí, es que en Colombia no puede haber secuestrados de diversos niveles; todos son humanos y colombianos, sin importar su condición o estrato social, por lo cual merecen que se hagan esfuerzos para alcanzar su pronta libertad.A los secuestradores les pido que entiendan que el ser humano no es una mercancía, ni mucho menos un medio para satisfacer necesidades. A ellos, Colombia entera les pide que liberen a todos los que tienen privados de libertad. Mientras esto ocurra seguiremos elevando súplicas a Dios, hasta que la libertad de todos los seres humanos se nos vuelva costumbre. Y seguiremos, por supuesto, celebrando los triunfos de Colombia con su goleador estrella, que con sus magistrales goles nos enseña que hay que trabajar en equipo y que, a pesar de los infortunios del camino, hay que seguir adelante celebrando la vida, y la vida en libertad.Oh Dios, Padre de misericordia y amor, gracias por haber escuchado nuestra oración por la liberación de nuestro hermano Mane. Gracias por traerlo sano y salvo al seno de su hogar. Gracias, Señor, por haberlo mantenido con la fe intacta en Ti, a pesar del sufrimiento que experimentó en el cautiverio.Te pedimos, Señor, que traigas a la libertad, a aquellos que siguen en cautiverio. Que puedan volver a sus hogares con sus seres queridos, vivir en paz y en armonía Contigo. Que tu misericordia y amor sean derramados, sobre todas las personas secuestradas. Que puedan sentir tu poder sanador, y encontrar en Ti su fuente de esperanza. Pues, “para ser libres, Cristo nos ha liberado” (Gal. 5, 1).+Mons. Francisco Antonio Ceballos EscobarObispo de Riohacha

Jue 10 Ago 2023

Iglesia realizó jornada nacional de formación sobre el monitoreo del cese al fuego con el ELN

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Delegación para las Relaciones Iglesia – Estado liderada por monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, convocó este miércoles 9 de agosto, una jornada de capacitación sobre el protocolo de participación y el rol de la Iglesia Católica en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) para el Cese al Fuego Bilateral, Nacional y Temporal (CFBNT), acordado entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional – ELN.Al espacio, desarrollado en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en Bogotá, asistieron 31 delegados de 18 jurisdicciones eclesiásticas del país. Entre ellos, sacerdotes, agentes de pastoral y profesionales vinculados a las diferentes diócesis. Además, participaron miembros de la Secretaría Técnica de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), organismo de la CEC encargado de aportar a la búsqueda de salidas negociadas al conflicto armado.Además de brindar a los delegados herramientas conceptuales, técnicas y metodológicas para el desarrollo de su misión en este proceso, en la jornada se llevaron a cabo análisis de los diferentes contextos regionales y los desafíos e interpelaciones que estos plantean a la Iglesia que camina en cada territorio con el pueblo de Dios.Al encuentro asistió también monseñor David Paul Charters, secretario general de la Nunciatura Apostólica en Colombia. Para la formación en aspectos técnicos asociados al Derecho Internacional Humanitario, se contó con el apoyo de Reto Grüninger, Jefe de Cooperación de la Ayuda Humanitaria y Desarrollo de la Embajada de Suiza.Además, representantes de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, socializaron los conceptos generales sobre ceses al fuego y su verificación, basados en la Guía de Naciones Unidas sobre mediación de Ceses al Fuego.Igualmente, durante la jornada se motivaron diferentes espacios de reflexión y diálogo sobre el proceso en los que participaron delegados del Gobierno Nacional, del ELN y, de otros organismos, como el Instituto de Paz de los Estados Unidos –USIP.Más allá de las actividades técnicas asociadas al monitoreo, de acuerdo con el padre Jaime Humberto Henao, delegado de la Arquidiócesis de Medellín, la tarea fundamental de los agentes de Iglesia es pastoral y consiste en “proteger la vida, acompañar nuestras comunidades, pero sobre todo anunciar el Evangelio en la reconciliación, el perdón y la paz”.

Vie 27 Ene 2023

“Confianza” para poder avanzar en las negociaciones entre el Gobierno y el ELN

Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado por la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado, concedió una entrevista a la oficina de comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá y dialogó sobre las negociaciones entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional-ELN y el papel que cumple la Iglesia católica como facilitadora. La próxima ronda de negociaciones se llevarán a cabo el 13 de febrero de este año en México y la Iglesia católica en Colombia, continuará como acompañante permanente junto a Naciones Unidas, en estas mesas de diálogo que buscan la paz, donde también se hacen parte representantes de países garantes en estas negociaciones como son México, Cuba, Venezuela, Chile y Noruega. En estos diálogos, la Iglesia, es testigo de “excepción” de estos encuentros. Ayuda a mediar cuando se encuentran dificultades entre las partes, es facilitadora de acuerdos. Constancia, perseverancia y paciencia en los diálogos de paz Pero, la Iglesia realiza la tarea más importante; animación y acompañamiento espiritual, para poder llevar un mensaje de acción y transformación para las regiones del país más afectadas a raíz del conflicto armado. Recientemente, en las reuniones o diálogos llevados a cabo en Caracas, Venezuela, frente a los problemas que se presentaron, y, luego de realizarse una reunión de carácter urgente; se lograron poner en claro los protocolos relacionados con el manejo de una buena comunicación y declaraciones en general. De esta manera, se volvieron a revisar los protocolos de cómo proceder para anunciar los acuerdos de la mesa, el desarrollo de los diálogos, los avances y resultados y cómo hacerlo de la manera más óptima en materia de comunicación, en el momento de exponerlo o darlo a conocer a la opinión pública. Así mismo, es importante y cabe destacar, el tema de “Afianzar” la confianza entre las partes; Gobierno y ELN, para poder avanzar, negociar, y tener claridad cuando se dialoga en el manejo de los acuerdos. “Vivir la esperanza y salvar vidas”, es lo más importante para la Iglesia y de su papel en estas mesas de negociación. Salimos con un ambiente de esperanza, de confianza en que se puede avanzar en la búsqueda de terminar con el sufrimiento que hay en muchas comunidades por las transformaciones y crear un clima de paz que asegure también la reconciliación del país". Afirmó monseñor Héctor Fabio Henao, representante permanente por parte de la Conferencia Episcopal de Colombia. Las problemáticas humanitarias también estuvieron sobre la mesa, son relevantes en estos encuentros de diálogos, hay momentos difíciles y de mucha tensión, pero el enfoque de la Iglesia es poder dignificar la vida humana. Los desafíos son grandes, pero se mantiene la esperanza de trabajar por la vida. “Los procesos de paz son muy difíciles siempre, pero requieren de constancia, perseverancia y paciencia”, enfatiza monseñor Henao. Finalmente, monseñor calificó como positivo el que las partes ya tengan una propuesta de temas a discutir y hayan fijado el segundo ciclo de conversaciones para el próximo 13 de febrero en México, donde se trabajarán dos temas grandes: Participación ciudadana y cese al fuego. Más información sobre este tema con nuestro Invitado Especial monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, acompañante permanente en la mesa de diálogos. A continuación entrevista completa:

Lun 23 Ene 2023

Mons. Henao: “Reunión extraordinaria entre Estado y ELN revitaliza mesa de diálogo”

Luego de participar en su condición de acompañante permanente en la Mesa de Diálogos, entre el gobierno de Colombia y el ELN, en reunión que se dio del 17 al 21 de enero en Caracas, Venezuela, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, valoró como positivo este espacio de diálogo y resaltó que “la mesa sale mucho más vital y con mucha más capacidad de abordar los temas hacia el futuro”. “Valoramos el hecho que se hubiera realizado la reunión extraordinaria en un ambiente de diálogo sincero, propositivo y en un clima de búsqueda de entendimiento”. Resaltó el compromiso de las partes, para encontrar salidas a las situaciones que se han ido presentando, esto dijo el directivo, servirá para “reforzar y dar una nueva vitalidad a la mesa de diálogo”. “Salimos con un ambiente de esperanza, de confianza en que se puede avanzar en la búsqueda de terminar con el sufrimiento que hay en muchas comunidades por las confrontaciones y crear un clima de paz que asegure también la reconciliación en el país”, aseguró. Calificó como positivo el que las partes ya tengan una propuesta de temas a discutir y hayan fijado el segundo ciclo de conversaciones para el próximo 13 de febrero en México, donde tienen previsto empezar a “tratar y acordar” un cese de fuego bilateral. Finalmente, agradeció a México y Venezuela por facilitar los servicios como sedes negociadoras, y resaltó el clima de confianza que algunos sectores y las comunidades mayormente afectadas por el conflicto, han expresado para que se avance en la búsqueda del fortalecimiento de la paz en el país. Cabe recordar que, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en el mes de diciembre de 2022, aceptó la invitación a participar en "su condición de acompañante permanente" en la Mesa de Diálogo entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional, nombrando como su representante a monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria. Garantes destacan voluntad de paz de Gobierno y ELN de Colombia En un comunicado a la opinión pública, los países garantes y las instituciones acompañantes permanentes de las negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y el ELN destacaron el compromiso de las partes para avanzar en los diálogos. DESCARGAR COMUNICADO DE PRENSA

Sáb 7 Ene 2023

Un delicado compromiso

Se ha conocido la respuesta que la Conferencia Episcopal de Colombia ha dado a la mesa de diálogo entre el Gobierno Nacional y el grupo guerrillero ELN y en la cual acepta ser acompañante de la misma. Allí se designa al Padre Héctor Fabio Henao y a los arzobispos Omar Alberto Sánchez Cubillos, de Popayán, y Darío Monsalve Mejía, emérito de Cali, como representantes de la Iglesia en esa mesa. Acepta, pues, la Iglesia una tarea muy delicada pues este grupo violento, el ELN, ha sido y sigue siendo de un radicalismo que, no solo ha causado mucho dolor y muchas muertes a lo largo y ancho del país, sino que también se caracteriza por una gran incapacidad de empatía con los propósitos de paz y esfuerzos en el mismo sentido que se han hecho ya varias veces. Para la Iglesia, la colaboración en las tareas de construir la paz dondequiera sea necesario, hace parte natural de la misión recibida de su divino fundador, Jesucristo. Alabó él mismo a quienes trabajan por la paz. Y amplia es la experiencia que, a través de sacerdotes, obispos, religiosos y religiosas, comunidades de fe, se tiene para abordar esta nueva misión. Sin duda alguna, la Iglesia católica, en cada uno de sus pastores y en sus instituciones, sigue siendo como un oasis o un punto de encuentro en la dura realidad colombiana y al cual pueden acudir todos los que quieran en busca de construir una nueva nación, caracterizada por la justicia y el respeto de los derechos de todos los ciudadanos. En este sentido, lo que puede ofrecer la Iglesia, además de su experiencia y capacidad de escucha, es su autoridad moral y su sincero deseo de una paz para todos. Pero si la historia violenta del ELN es muy difícil de lidiar, no menos lo será el descubrir la posición real, profunda y a largo plazo que tiene el gobierno actual. En la opinión pública, en los ciudadanos de bien, hay una gran preocupación por la forma más bien blanda y condescendiente con que se está mirando y tratando a muchos actores violentos como, por ejemplo, la llamada ´primera línea’, el Clan del Golfo –narcotraficantes puros- y quedaría la impresión de que gozarán de mayor atención que los reclamos de la gran mayoría de los ciudadanos pacíficos y trabajadores del país. Para nadie es un secreto que la inclinación política del actual gobierno es de corte revolucionario y que en esa ideología se trata de subvertir todo orden establecido y no debe haber lugar a engaños. A cada afirmación del gobierno actual hay que buscarle su verdadera intención. Le corresponde, entonces, a los representantes de la Iglesia católica, es decir de todos los bautizados y no solo de la Conferencia Episcopal, tener una clara conciencia, en primer lugar, de su misión en favor de la paz, como lo manda el Evangelio y las muchas ingratitudes e incomprensiones que esto conlleva. Pero también una gran clarividencia acerca de en medio de quienes estarán sentados y cuáles son los verdaderos objetivos que buscan y si en realidad y en el fondo son diferentes. Ojalá todo sea para el bien, no de unos pocos, que es como últimamente se toman decisiones en el país, sino de toda la nación, de la totalidad de los ciudadanos y del territorio y, asimismo, que las atrocidades cometidas no queden impunes porque quedaría el mismo sinsabor que ha dejado el proceso con las Farc, en el cual lo más inhumano ha quedado bajo el manto del olvido. Mucho tiene por hacer en esta nueva tarea el Espíritu Santo. Fuente: Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones de Bogotá