Dom 29 Mayo 2016
Eucaristía de Clausura del Congreso Nacional Misionero
“La misión ad gentes debe empezar en nosotros mismos”, aseguró monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, durante la Eucaristía que cerró el XII Congreso Nacional Misionero que se celebró por estos días en Bucaramanga.
El presidente del episcopado y también arzobispo de Tunja, explicó que la misión ad gentes “debe ser una tarea de todos para dar testimonio y ser conscientes de que muchas personas en el mundo no conocen a Jesucristo”. En este marco recordó que la Iglesia no es algo individual, sino un conjunto que está llamada a multiplicarse y debe estar llena de amor. “Acoger como lo dice San Agustín “dar un beso en la mejilla a quien nos encontramos” para recibirlo con esa cercanía, porque Jesús es amor y está en todos nosotros”.
Mons. Castro citando al Papa Benedicto XVII, contó una historia en la que los creyentes “no debemos ser como payasos” de un circo que se quemó, porque la gente no creyó que era una calamidad debido a sus rostros, creyeron que se trataba de un acto más. “Entonces, no debemos ser como ellos, que nuestra cara demuestre algo y nuestros actos sean contrarios a ella. Debemos ser cristianos testigos de la verdad, que Jesucristo sea verdaderamente conocido, amado y seguido para cumplir con el mandato de hacer discípulos a todo el mundo y llevar el Evangelio”.
Finalmente invitó a los misioneros para que regresen a los sitios de misión con la luz de Cristo y la presencia amorosa de la Virgen María, consagrando a todos los participantes del Congreso a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia.