Vie 8 Mayo 2020
Religiosa vicentina parte a la Casa del Padre
Tras conocerse el sensible fallecimiento de la religiosa vicentina sor Mery Niño Díaz, las directivas de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresan sus sentimientos de condolencia a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y a los familiares de esta querida hermana, recordada por su abnegado servicio tanto en la pastoral misionera como vocacional del país.
Por más de 20 años, sor Mery hizo parte del equipo de apoyo del Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la CEC, aportando con sabiduría, entusiasmo y sencillez al desarrollo de la tarea evangelizadora de esta pastoral.
En un mensaje del director del Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la CEC, padre Manuel Hernando Vega León, expresa su gratitud por el aporte y compromiso que esta religiosa misionera hizo a la Iglesia colombiana en materia de vocaciones.
“Quienes tuvimos la oportunidad de conocerla y trabajar con ella, hemos de reconocer con esperanza el ejemplo luminoso de su servicio humilde y lleno de caridad a favor de la Iglesia, especialmente de los que, por amor del Señor fuimos llamados a su servicio”, expresó el sacerdote.
Afectada durante varios meses por un cáncer, sor Mery asumió esta realidad con fe y absoluta confianza en la Voluntad de Dios.
Sor Mery NIÑO DÍAZ
Nació en Paipa (Boyacá) el 8 de enero de 1941. Inició su vocación religiosa el 27 de noviembre de 1959, realizando sus votos por primera vez el 27 de noviembre de 1964.
Acción misionera
En sus 61 años de vida religiosa se destacó en las siguientes misiones pastorales:
Bogotá – Colegio Marillac (En varias ocasiones)
Arauca – Normal María Inmaculada (En varias ocasiones)
Barranquilla – Colegio
Bogotá – Barrio Olaya
Neiva – Obra Social San Vicente
Bogotá – Fundación Valenzuela
Londres – Misiones Ad Gentes. Allí permaneció por 4 años trabajando con latinos detenidos a causa de tráfico de drogas. (¿Este servicio pertenecía a una Provincia de España?)
Bogotá – Casa Provincial (en donde también estuvo en varias ocasiones) y desde el 2006 estuvo aquí siendo su última casa.
Durante 20 años fue integrante del equipo de apoyo del Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada en la Conferencia Episcopal de Colombia.