Vie 2 Oct 2015
Lo que cultivas, crece
Escrito por: Mons. Froilán Casas Ortiz
Por lo que he leído y compartido con los expertos en sicología y, también, por supuesto, por la experiencia de mi labor pastoral; los problemas mentales son "creación" del sujeto que los padece. Los problemas son reales subjetivamente, pero, a la par, son producto de su imaginación "creativa". Sacarle de la mente esto al paciente, es tarea titánica. Es verdad que hay fármacos que ayudan, pero si el paciente no se ayuda, nunca se superará el problema. Todos estamos en el límite de cualquier anomalía síquica. Por algo dice la sabiduría popular que de músico, poeta y loco; todos tenemos un poco. Uno encuentra en el diario vivir un buen número de personas que salen de los parámetros de la "normalidad". Unas personas son más propensas que otras a sufrir trastornos mentales. Influye mucho el ambiente familiar y social, pero también la herencia. A todo eso se agrega que lo que se cultiva, crece.
Si tienes animadversión por una persona y cultivas esa fobia, podrás llegar, incluso, a deshacerte de esa persona, por cualquier medio. Si te crees feo (a) y cultivas ese sentimiento, te lleva a la frustración de la vida, a ser misógino o misántropo. Puedes caer en una depresión en donde tú pierdes los deseos de vivir. Todo te fastidia, hasta tú mismo no te soportas. Un criterio de salida de esta situación: acepta tu realidad y transfórmala. A problema, solución. Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejan ver las estrellas. Hay gente que vive en muerte, porque no descubre la hermosura de vivir.
Dos hombres se encuentran frente a un rosal: el uno dice "qué tristeza, las rosas tienen espinas". El otro, viendo el mismo rosal, afirma: "Qué hermoso, hasta las espinas tienen rosas". ¿Cuál es tu actitud ante la vida, ante los problemas? ¿Será que con llorarlos se arreglan? ¿Tú crees que los problemas te los arreglan otros? Nadie hace por ti lo que tú no hagas por ti mismo. El problema eres tú, luego la solución eres tú. Sacúdete, tú puedes hacer mucho por ti. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Quiero darte algunos ejemplos de hombres luchadores. Demóstenes, fue el mejor orador de Atenas en su tiempo. Lo llamaban en su adolescencia, "el martillador" = tartamudo. Así le decía su enemigo del Senado, Esquines. Pues mira, con enorme esfuerzo se propuso arreglar su voz, recorriendo la playa y gritándole al sol, moviendo piedrecillas en su boca; hasta que logró ser el mejor orador de su ciudad.
El premio Nobel de Física, Stephen Hawking, a pesar de sus discapacidades físicas y de las progresivas limitaciones impuestas por la enfermedad degenerativa que padece, sigue escribiendo y sus investigaciones son objetos de congresos. Ludwig van Beethoven compuso la famosa novena sinfonía cuando ya estaba sordo. La famosa cantante francesa, hija de una prostituta y casi abandonada en la calle, Edith Piaf, llegó al podio de los aplausos, especialmente con la canción NON, JE NE REGRETTE RIEN = No, yo no me arrepiento de nada. El derrotado y postrado Japón, después de Hiroshima y Nagasaki, ha llegado a ser una de las economías más pujantes del mundo. Sé positivo, toma la decisión ya, de buenos deseos está lleno el infierno.
+ Froilán Casas Ortíz
Obispo de Neiva