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jorge alberto ossa

Lun 30 Jul 2018

“El progreso no ha tocado a las personas”: Mons. Ossa Soto

Así lo manifestó el obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto ante la emergencia que afecta a su jurisdicción desde hace tres meses, cuando el desborde del río Cauca colapsó la estructura, en plena construcción, de la represa hidroeléctrica más grande de Colombia, dejando a familias enteras damnificadas y sin nada. En una entrevista concedida a la revista Vida Nueva, el prelado dijo que “en Hidroituango todavía hay una emergencia”. Aun cuando en los medios de comunicación, el tema ya no es una prioridad en la agenda, el prelado ha asegurado que “todavía no han levantado la alerta roja en varios municipios, eso significa que en algunos corregimientos la gente todavía está viviendo en albergues”. La Iglesia no abandona a las comunidades PREGUNTA.- ¿En qué contribuye la Iglesia para paliar esas situaciones? RESPUESTA.- Lo más importante lo expresé en un comunicado a los fieles y a la opinión pública. La parte social que ejerce la Iglesia es precisamente la caridad con el acompañamiento, el que nosotros estemos presentes en los albergues y durante la mayor crisis. Los sacerdotes en ningún momento abandonaron a las comunidades, sino que estuvieron asumiendo el riesgo con los fieles. A través de la pastoral social de la diócesis y a nivel nacional los hemos acompañado en lo que hemos podido, porque económicamente es más responsabilidad del Estado, de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), por eso hemos estado pendientes de que cumplan y lleven su compromiso con las comunidades a cabalidad. “Primero hay que tomar el control de la situación” P.- ¿Cómo evalúa el impacto ecológico que esta “gran obra” ha causado? R.- Es la obra de ingeniería más grande de Colombia y es de esperar que se salve, pero ha generado impactos ambientales y se ha salido de lo planeado, porque toda gran obra genera grandes impactos. Lo que pasa es que hay que mirar no sólo las reparaciones desde los daños causados, sino desde las compensaciones en bienestar, desde la verdadera responsabilidad social para las comunidades que se afectan, [pero] primero hay que tomar el control de la situación para posteriormente hacer los debidos controles ambientales, técnicos, de alta ingeniería para recuperar las afectaciones ambientales ocurridas. Primero la gente y el medioambiente P.- ¿La Iglesia ha conversado con las autoridades de cara a prevenir estas eventualidades? R.- Esperamos que esto se vaya superando y no pase más, puedan hacerse los controles debidos y se asuman las responsabilidades frente a las comunidades y al medioambiente. Eso no le toca a la Iglesia, a la Iglesia le toca en el sentido de hacer alertas tempranas, de avisar. Ahora lo que importa es superar esta situación. Lo que debemos pensar como Iglesia es que realmente a las personas se les atienda, pensar en cómo van a retornar a sus casas, para que puedan incorporarse a su vida ordinaria, volver a su trabajo. Todo esto nos mueve a replantear muchas cosas, no sólo con lo que pasó en Hidroituango, sino [con relación] a la vida que de la gente cerca de un río, de las dimensiones que sea. Exigiría sin duda otro replanteamiento a futuro, porque la gente vive en condiciones muy limitadas, de mucha pobreza. Es mirar uno que la Troncal de Occidente que pasa por Antioquia, es una de las principales vías del país, ¿y qué ha generado y contribuido al desarrollo? La pregunta en este caso sería si han contribuido, todas estas obras, al desarrollo de las comunidades que están en las laderas, en la margen del río o a la vera del camino. Lo que quiero decir es que el progreso pasa y ha pasado, pero no ha tocado a las personas. “Si no hubiera corrupción, alcanzaría para todos y sobraría” P.- ¿Hidroituango qué tanto ha contribuido al desarrollo de las comunidades? R.- En un país donde los pobres son invisibles, que fomenta inequidades, la pérdida de una tabla o una gallinita –como me decían ellos en sus diálogos espontáneos–, es una gran pérdida, el quedarse sin animalitos, sin cama, porque esa es su riqueza y la riqueza de ellos es su ambiente. El país necesita mirar más la situación de los pobres y trabajar por la equidad y la justicia. Esperemos que se hagan programas de Estado que apunten a despertar la solidaridad y la responsabilidad de todos, sin generar luchas de clases ni enemistades. Si no hubiera corrupción alcanzaría para todos y sobraría. Con respecto a Hidroituango, es una cosa muy difícil de evaluar. Creo que en los momentos vividos y en esa situación se ha actuado con prontitud y con bastante responsabilidad. Somos simplemente acompañantes de las comunidades y a cualquier proyecto o institución les diremos con toda la libertad lo que consideramos dentro de la ley y la justicia, incluso haremos lo posible por hacer que las comunidades sean partícipes de lo que es de ellas. Desde el respeto nos convertimos en la voz de los que no tienen voz. Tomado: Revista Vida Nueva

Mar 23 Ene 2018

Hechos dolorosos en el territorio de la Diócesis de Santa Rosa de Osos

En un comunicado de prensa el obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto y el clero de esta Jurisdicción, expresaron su rechazo ante la masacre perpetrada en la vereda La Estrella, en el municipio de Yarumal, donde fueron asesinadas 7 personas, incluidos entre ellos menores de edad. “Toda acción contra la vida de las personas, no solo resquebraja fuertemente los fundamentos de la convivencia humana, de la sana democracia y de la verdadera paz, sino que es el atentado y el acto más cruel contra la vida y la dignidad de las personas, envilece a los actores y causa irreparables daños a las víctimas y familiares”, señala el mensaje. Comunicado del Señor Obispo a todos los fieles de la Diócesis. #renovacion2018dsro pic.twitter.com/SWaDm2XueX — Diócesis de Sta.Rosa (@diocesisstarosa) 23 de enero de 2018 Ante estos hechos dolorosos, el obispo antioqueño manifestó su cercanía y oración hacia los familiares de las víctimas e imploró hacia los victimarios la conversión y el arrepentimiento. Por otra parte, frente a la emergencia humanitaria que se reporta en el municipio de Cáceres, debido al desplazamiento de 376 personas al casco urbano, por temor a perder sus vidas en medio de confrontaciones, el obispo pidió a los grupos armados ilegales se respete la vida de estos campesinos y del Estado, se brinde las garantías para el retorno de estas familias a sus tierras. “Acompañamos con nuestra oración, presencia y caridad efectiva a todos nuestros hermanos de Cáceres, que se encuentran desplazados de sus campos al casco urbano. Así mismo, exigimos de los grupos armados ilegales el respeto por la vida y la garantía del retorno de las familias a sus tierras, y les recordamos que también es para ellos la invitación a construir la paz desde la justicia y la reconciliación”, indica el mensaje. Por último, el obispo y el clero de esta jurisdicción presentaron sus sentimientos de condolencia a los familiares de las víctimas fallecidas en el trágico accidente ocurrido hoy, en el sitio "Los Cristos", corregimiento de Ríogrande. “Pedimos que Dios Padre acoja en la casa celestial a los difuntos; para sus familias nuestra voz de esperanza y resurrección; para los heridos el compromiso de nuestra oración por su pronta recuperación y para todos la lección de estar preparados para el encuentro con el Señor”, finaliza el comunicado. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar documento[/icon] Foto: Tomada de internet