Lun 10 Jun 2019
Tejer vidas desde los sueños: Programa FortaleSCiendo
Más de 220 líderes participaron en el evento de cierre del programa que los capacitó en habilidades de liderazgo, incidencia y gobernanza que deja como resultado la creación de 11 espacios de control social y 5 veedurías a la ejecución de obras, promovidas por 17 organizaciones.
“Los caminos que hemos transitado no han sido fáciles, pero sí propicios para regresar a nuestra identidad, recuperar lo que nos dejaron nuestros ancestros, seguir sus huellas y dejar las nuestras”. Estas son las palabras de Elizabeth Morales, diseñadora y representante de la comunidad indígena de Cartagena del Chairá, en Caquetá. Una mujer que pasó de disfrutar de la naturaleza a sufrir los estragos de la guerra.
Fue gobernadora por tres años en su comunidad. Aprendió a entender las necesidades de su pueblo, pero también a defender sus derechos y volver a soñar. “Todo empezó con la guerra. Nos desplazaron y perdimos todo. Tuvimos que empezar de cero”, recuerda.
Llegaron a Cartagena del Chairá y lo primero que hicieron fue conformar una asociación para no perder sus costumbres y abrir un camino que los conectara con las autoridades locales para que los reconocieran y los apoyaran en esa nueva realidad.
No conocían las normas de los “blancos” ni los procesos para reclamar lo que les pertenecía. Entonces, como ellos afirman “con la ayuda del cielo”, apareció un programa para capacitarlos y acompañarlos a relacionarse con los gobernantes, a proponer desde sus necesidades y aportar al desarrollo de políticas públicas.
Algo que parecía imposible, pero que hoy es una realidad. En palabras de Elizabeth, “tiempo atrás estar en frente de un público era sinónimo de terror, pero hoy es un logro porque nos arriesgamos a aprender y a construir en comunidad y damos gracias por el programa FortaleSCiendo, que no solo nos capacitó en la parte profesional sino personal”.
En el 2015, el Secretariado Nacional de Pastoral Social, junto con otras entidades, le dio vida al programa FortaleSCiendo, una iniciativa para potenciar las capacidades internas y externas de la sociedad civil y contribuir para lograr políticas y acuerdos en pro de sus comunidades, especialmente las que fueron golpeadas por el conflicto.
Abrimos una convocatoria y lo que se buscaba eran organizaciones dispuestas a hacer un trabajo por su comunidad y que pudieran incidir en la gobernanza y contribuir a un desarrollo sostenible”, señala Yomaida Cardona, subdirectora de FortaleSCiendo.
El proyecto se enfocó en cinco líneas de trabajo: fortalecimiento organizacional, gobernanza, acceso a la justicia, transparencia electoral y derechos humanos. En la convocatoria, que se realizó a nivel nacional, fueron seleccionadas 100 organizaciones de la sociedad civil en 39 municipios.
Así arrancaron con promotores que visitaban a las personas en sus comunidades para formarlos en estrategia y relaciones, y trabajar en temas como, por ejemplo, la capacidad de volver a soñar.
“Cuando pasas por momentos de dificultad se pierden los sueños y en ocasiones no se quiere hablar de la situación, pero se tiene que liberar el alma”, dice Gracia Marina Salazar, representante del Costurero de Memoria, un colectivo de mujeres que invita a contar historias no con palabras sino mediante la costura.
Con los conocimientos que adquirieron, crearon una caja de herramientas con material pedagógico y metodológico para que las personas que han vivido situaciones similares puedan dejar sus memorias y darles paso a nuevas realidades e historias. Esta metodología se basa en una teoría del cambio y en el desarrollo de comunidad.
El objetivo del Costurero de Memoria es que pueda llegar a todos los rincones de Colombia y así recuperar, resignificar y restituir esos derechos que se violaron en la guerra. “Con este proceso estamos construyendo país. Con hilos de colores aportamos a una paz soñada y estamos más empoderadas sin miedo al futuro”.
Estos son algunos de los testimonios que se presentaron durante el evento de cierre del Programa FortaleSCiendo, al que asistieron más de 220 líderes que participaron durante los cuatro años en el proceso y quienes recibieron su respectivo diploma y la oportunidad de mostrar en una feria sus proyectos productivos, en los que se comercializaron cafés, artesanías, mieles e incluso una galería para dar el contexto de los procesos que han vivido y así fortalecer sus relaciones con otras comunidades.
“Este proyecto nos deja un antes y un después. Nos deja herramientas y capacidades para dialogar con los entes gubernamentales. Uno de nuestros logros fue la incidencia en nuestra comunidad para el tema del arreglo de la vía. Eso fue algo muy importante y lo logramos gracias a esa estrategia”, dice Luz Mery Valdez, líder en el corregimiento San Isidro, en Carmen de Bolívar.
La hoja de ruta está trazada. Las comunidades van a seguir con un acompañamiento y consultoría por parte de los mentores. El reto es seguir trabajando para crear nuevas realidades y consolidar la paz desde los territorios. “Es muy grato ver que logramos superar nuestros miedos y volver a creer”, puntualiza Elizabeth Morales.
RESULTADOS PROGRAMA FORTALESCIENDO
Transformamos relaciones
Las alianzas, políticas o proyectos con instituciones públicas son una muestra de que construyeron confianza o “transformaron” las relaciones. Un total de 101 organizaciones ejecutaron, entre noviembre de 2018 y marzo de 2019, aproximadamente $3.900 millones en la implementación de planes de trabajo e iniciativas de incidencia. Además, 104 organizaciones lograron mayor cohesión organizacional y mejora en la resolución de conflictos.
Somos más visibles
Generando opinión pública sobre sus temas de interés, 92 organizaciones fortalecieron sus capacidades comunicativas para el diálogo social; realizaron 2.167 piezas comunicativas de radio, prensa, audiovisuales y redes sociales emitidos a través de medios de comunicación propios, y recibieron 319 cubrimientos de otros medios de comunicación locales, regionales, nacionales e internacionales.
Derechos humanos y acceso a la justicia
En el programa, 95 organizaciones diseñaron protocolos de protección y autoprotección con enfoque diferencial. Cuentan con medidas preventivas y de respuesta ante situaciones de riesgos y amenazas por su liderazgo comunitario y defensa de los derechos humanos en sus territorios. Y 32 organizaciones emprendieron 56 acciones jurídicas para la protección de sus derechos.
Fuente: Diario El Espectador