Mar 22 Oct 2019
El mensaje del Papa Francisco a las discípulas de la santa colombiana
El papa Francisco envió su saludo y bendición a las Misioneras de la Madre Laura Montoya –continuadoras de la obra de la primera santa colombiana–, el día en el que se conmemoran los 70 años de su muerte.
Y les entregó un recado especial: “Les pido, nunca abandonen esa misión tan linda que tienen en el Amazonas”.
Así lo expresó el Sumo Pontífice a través de un breve video-mensaje, en el marco de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica. Entre las participantes se encuentran la hermana Inés Zambrano, superiora general de las ‘Lauritas’, y la hermana Alba Teresa Cediel, quien ha hablado con coraje en El Vaticano sobre el papel de la mujer en la Amazonía.
“La Amazonía tiene que recuperar gente, atraer gente, porque es un tesoro que Dios nos ha dado y que nosotros por descuido estamos destruyendo”, ha dicho Francisco a las hijas espirituales de santa Laura, subrayando que “los cristianos, por descuido o por comodidad, no estamos evangelizando” y, por tanto, “hay que redoblar el trabajo allí”.
Setenta años sin Laura Montoya
Laura Montoya Upegui nació en Jericó, en 1874, y murió en Medellín el 21 de octubre de 1949, es decir, hace 70 años. “Fue un instrumento de evangelización, primero como maestra, y luego como madre espiritual de los indígenas, a los que infundió esperanza acogiéndolos con ese amor aprendido de Dios”, dijo el papa Francisco en ceremonia de canonización, en Roma, el 12 de mayo del 2013.
Su aventura “de la mano de Dios” inició el 14 de mayo de 1914, cuando lideró a un grupo de mujeres valientes que se lanzaron selva adentro, dispuestas a jugarse la vida por los indígenas Katíos en Dabeiba (Antioquia). “Esa iniciativa dio origen a nuestra congregación misionera, dedicada a la obra evangelizadora entre los pueblos indígenas, que actualmente está presente en 21 países de América Latina, África y Europa”, comenta la hermana Inés Zambrano, sucesora de la santa fundadora de las Lauritas.
A la fecha, las religiosas continúan la misión de santa Laura, pionera en “abrir caminos a la mujer en la tarea misionera en la Iglesia e hizo historia por su metodología adaptada a la realidad y cultura de los indígenas”, como argumenta la misma superiora general.
Con motivo de la fiesta de santa Laura Montoya, este 21 de octubre, en la Iglesia de Santa María in Transportina de Roma –a pocos metros de la Plaza de San Pedro–, se celebró una Eucaristía a las 3 p.m. (9 a.m. hora de Colombia), promovida por el Embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman y presidida por el presidente de la Confederación Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, junto con 15 obispos y más de una treintena de sacerdotes, además de un significativo número de religiosas, seminaristas y colombianos que viven en Roma.
“La madre Laura no solamente es nuestra única santa, sino que se destacó porque fue a la periferia, a los sitios más lejanos del país, y evangelizó protegiendo a los más débiles y a una comunidad discriminada social y económicamente, como lo es los indígenas”, ha dicho el embajador.
De cara al Sínodo Panamazónico, el diplomático también ha destacado la “preocupación de la madre Laura por ver a Dios en todas las cosas, especialmente en la naturaleza, y ello cobra una particular importancia en nuestro país, pues podemos decir que tenemos una santa en Colombia que defendía el medio ambiente”.
Acto académico en Medellín
Con motivo de los 70 años de la muerte de la primera santa colombiana, el Centro Pastoral Santa Laura Montoya, en Medellín, realizaró un acto académico en el que se abordó el legado de la santa antioqueña en la construcción de la paz, así como su presencia en el mundo digital, su faceta como escritora e intelectual, y los avances de la película que contará su obra, vida y milagros.
Óscar Elizalde Prada*
Especial para EL TIEMPO
Desde el Vaticano.
*Periodista colombiano acreditado ante la Santa Sede.
Información tomada de El Tiempo