Mar 19 Jul 2016
Prever
Por Monseñor Froilán Casas -El verbo prever es poco utilizado en nuestra cultura tropical. El significado de esta palabra no es otra cosa que ver con anticipación. Los tropicales infortunadamente vivimos al día y todo a última hora. Por ello nunca nos alcanza el tiempo y a todo llegamos tarde con las excusas de siempre. Hay que ser como la hormiga que trabaja en verano y almacena el alimento para el invierno.
La mejor medicina -que lo digan los médicos-, es la medicina preventiva, sin embargo nosotros, comemos cuanta chatarra encontramos y nos parece todo muy rico; mañana, las arterias tapadas por un exceso de colesterol que dificulta o impide la normal circulación de la sangre. Llevas una vida sedentaria y la ingesta de harinas es tu gusto habitual, ¿qué esperas del mañana? Diabetes y obesidad que dificulta la motricidad y agilidad de tu cuerpo.
El futuro no viene por arte de magia, tú lo construyes cada día. Llegas a la vejez y sin ningún peso ahorrado, entonces ¿de qué te quejas? Sufre, tú eres el autor del sufrimiento ¿eres masoquista? Tú eliges tu pareja y Dios te ha dado la razón y todas las riquezas de tu cuerpo, elijes mal, ¿quién es el culpable? No le eches la culpa a tus padres, tú y solo tú eres el labrador de tu futuro.
El destino no existe, existe tu pereza y la falta de previsión causantes de tu desgracia. Si siembras vientos, cosechas tempestades. No sigue buscando victimarios: tú has sido el problema luego tú eres la solución. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, empieza, nunca es tarde. El mañana lo construyes hoy. ¿Qué estás haciendo hoy? Si eres huraño, ¿cómo tendrás amigos? Ten autoestima, la persona que más merece respeto eres tú mismo.
Ánimo, disfruta tu café y hazlo partícipe a los otros, mañana te ofrecerán una taza más caliente cuando llegue el frío del ocaso. Si lloras porque se ha ocultado el sol, las lágrimas no te dejan ver las estrellas. Examina los errores que cometiste durante el día y mañana levántate con el ánimo lleno de frescura, aprende de tus debilidades, aprende que tú no eres Dios y que siempre necesitarás de alguien.
Siembra para recoger. Como dice el libro Santo: el que siembra tacañamente, tacañamente cosecha. No ridiculices a nadie, mañana te dirán a ti cosas peores. Levántate de los tropiezos, acepta que tú eres falible, después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas. Recuerda estas máximas: antes de discutir, respira; antes de hablar, escucha. Tú eres dueño de tu silencio y esclavo de tus palabras.
Sigamos: antes de herir, siente; antes de rendirte, intenta. No saques el paraguas antes de que llueva, cada día tiene su propio afán. Discúlpate a tiempo, pon la cara ante las fallas cometidas; la mentira es la peor aliada de la vida. Tu amigo no es el que te encuentra sin ningún error, es el que por tu trasparencia, ve tus propias debilidades, las comprende y con todo y eso, te ama.
La vida no es esperar que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia.
+ Monseñor Froilán Casas
Obispo de Neiva