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monseñor juan carlos barreto barreto

Lun 24 Nov 2025

COP30: Iglesia y comunidades de Colombia y del Sur Global reclamaron transición justa, reparación histórica y ética ecológica

La Iglesia colombiana llegó a la COP30 con un mensaje contundente y urgente desde los territorios: la crisis climática está profundizando desigualdades y poniendo en riesgo la supervivencia de comunidades enteras. Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, presente en Belém como vocero del Episcopado, enfatizó que Colombia necesita compromisos reales de financiación, protección amazónica y transición justa, y que la comunidad internacional debe escuchar “la voz de quienes ya están viviendo los impactos más severos del cambio climático”.A 33 años de la primera COP —creada con la promesa de coordinar la acción climática global— el deterioro ambiental avanza con mayor rapidez que las respuestas políticas. En 2023, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que ya no vivimos un “calentamiento global”, sino una “ebullición global” que amenaza la vida en todas sus formas. Esa crisis golpea con especial fuerza a los países del Sur Global, escenario en el que la Iglesia Católica elevó una voz profética desde Belém, recordando que la urgencia dejó de ser advertencia para convertirse en amenaza concreta para millones de personas.La presencia de la Iglesia Católica latinoamericana, caribeña, africana y asiática marcó un hito histórico en la Amazonía. Con una voz articulada desde el Sur Global, obispos, delegaciones eclesiales, comunidades acompañadas por Cáritas y líderes territoriales colombianos exigieron avanzar hacia una justicia climática real, una ética ecológica global y una conversión ecológica integral acorde con la gravedad de la crisis planetaria.Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, lideró la representación eclesial en los escenarios diplomáticos, en espacios de sociedad civil y en el histórico encuentro entre obispos del Sur Global.“Si no detenemos el cambio climático, estamos abocados a una destrucción. Para el año 2050 las condiciones del mundo serían absolutamente difíciles”, advirtió al terminar su participación en la cumbre.Un mensaje desde el Sur Global: reparaciones históricas y fin de las falsas solucionesDurante la COP30, las Conferencias Episcopales de África, Asia, América Latina y el Caribe entregaron a la presidencia de la Convención de la ONU un documento titulado “Un llamado por la justicia climática y la casa común: conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones". En él denuncian temas como:⁃ la mercantilización de la naturaleza,⁃ la expansión de nuevas infraestructuras fósiles,⁃ los mercados de carbono que trasladan la carga a los más pobres,⁃ la tecnocracia sin justicia,⁃ las falsas soluciones del llamado “capitalismo verde”.El documento es contundente:“La Iglesia no guardará silencio. Rechazamos las falsas soluciones y exigimos la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.”“Los países ricos tienen una deuda histórica con quienes han sufrido los impactos del extractivismo y el colapso climático.”Los obispos advierten que estos enfoques profundizan desigualdades históricas y perpetúan un modelo que sacrifica territorios y pueblos enteros. Frente a ello, exigen acciones estructurales y de largo alcance: la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, el fortalecimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), el cumplimiento riguroso del Acuerdo de París y el compromiso de alcanzar deforestación cero en 2030, especialmente en ecosistemas estratégicos como la Amazonía. También, reclaman mecanismos de gobernanza climática con participación activa y vinculante de comunidades locales, pueblos indígenas, sociedad civil y organizaciones basadas en la fe.Reparación histórica: una exigencia ética y no negociableMonseñor Juan Carlos Barreto reforzó el llamado al señalar que la crisis climática no puede abordarse solo desde criterios técnicos o financieros, sino desde la responsabilidad histórica. Recordó que los países industrializados “han concentrado los beneficios de un modelo extractivo y altamente dependiente de los combustibles fósiles, dejando una huella ecológica que hoy recae con mayor dureza sobre los países pobres y en desarrollo”.Para el prelado, la reparación es un imperativo moral:“Los países desarrollados deben reparar históricamente a los países en vías de desarrollo por el daño ecológico causado. No se trata ya de préstamos ni de ayudas condicionadas; se trata de reconocer una deuda acumulada durante décadas y de asumir compromisos reales.”Dicha reparación debe traducirse —insistió— en financiación justa, sin generar deuda, con acceso directo para las comunidades y acompañada de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y una transformación profunda de la arquitectura financiera internacional. Sin este reconocimiento histórico, cualquier acuerdo climático queda “incompleto, desbalanceado e injusto” agregó monseñor Barreto.Reconocimiento de la ONU: “Sigan hablando y háblenlo alto”En un gesto sin precedentes, la ONU reconoció públicamente el liderazgo ético de la Iglesia Católica en las negociaciones climáticas. Gustau Mañez Gomis, jefe del gabinete de la COP, afirmó:“Cuando la religión habla, la política escucha. Tienen mucha autoridad moral para mover la política en la dirección correcta. Sigan hablando y, por favor, háblenlo alto.”El organismo destacó documentos del magisterio, como Laudato si’, Laudate Deum, y la voz del Papa León XIV; se refirió a ellos como referencias morales globales indispensables.El mensaje del Papa León XIV: guardianes de la creaciónEn un video transmitido durante la cumbre, el Papa León XIV exhortó:“Somos guardianes de la creación, no rivales por sus bienes. Actuemos con rapidez, fe y profecía para proteger el don que Dios nos confió.”El Pontífice afirmó que aún es posible mantener el aumento de la temperatura bajo los 1.5°C, aunque advirtió que “la ventana se está cerrando”.Colombia en la COP30: cinco apuestas que convergen con la voz de la IglesiaLa delegación del Gobierno colombiano llegó a Belém con una agenda climática que tiene amplia sintonía con los llamados de la Iglesia:1. Transición energética y eliminación progresiva de combustibles fósiles2. Integración entre biodiversidad y clima, defendiendo el legado de la COP163. Protección de pueblos indígenas, afros y campesinos4. Reforma financiera internacional y alivio de deuda5. Financiación para la Amazonía y bosques tropicalesEn el marco de la cumbre, Colombia obtuvo además un resultado histórico:
USD 100 millones del The Journey Fund para impulsar una transición energética justa, siendo el primer país de la región en recibir este apoyo.“No podemos pensar solo en lo tecnológico. Necesitamos una ética ecológica que nos permita compartir valores comunes independientemente del país o la fe”, afirmó monseñor Barreto.Aporte colombiano: experiencias territoriales presentadas por CáritasEl Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana presentó experiencias emblemáticas de ecología integral desarrolladas con comunidades.1. Reducción del Riesgo de Desastres en La Mojana (Ayapel, Córdoba): reconocido como ejemplo de adaptación basada en comunidades. Se han logrado alcances como:- Comités de gestión del riesgo- Rutas de evacuación y terraplenes- Mapeos participativos- Liderazgo y empoderamiento comunitario2. Comunidad de Tierra y Territorio (CTT): una propuesta integral que articula ambiente, territorio, soberanía alimentaria y paz que incluye actividades como:⁃ Conservación de semillas nativas⁃ Sistemas agroforestales y biofábricas⁃ Incidencia contra la deforestación⁃ Economía solidaria liderada por mujeres⁃ Diálogo intercultural y espiritualidad ecológicaLíderes comunitarios y ambientales del Guaviare en la COP30De la mano del SNPS-CC, a través del proyecto ‘Global’, y gracias al apoyo de Cáritas Alemania, participaron en la COP30, ratificando con sus testimonios ratificaron que la solución climática empieza en los territorios:- Ana Bertilde Cuesta, referente agroecológica en El Retorno, ha transformado su finca en un modelo de transición productiva sostenible, impulsando prácticas agroecológicas, recuperación de suelos y fortalecimiento del papel de las mujeres como guardianas de la biodiversidad.- Veiler Peña, joven líder campesino de la Zona de Reserva Campesina La Guardiana del Chiribiquete, expuso cómo las comunidades están resistiendo a la deforestación mediante organización social, gobernanza local y propuestas de manejo comunitario del territorio.- Yesid Pereira Ovalle, de la vereda La Carpa, compartió la iniciativa de la “semillatón” y el proceso para crear una Casa de Semillas del río Guayabero, una apuesta que garantiza soberanía alimentaria, adaptación al clima y protección del patrimonio biocultural de la región.Iglesia latinoamericana: conversión ecológica, coherencia y comunidades Laudato si’En diálogo con el CELAM, monseñor Barreto resaltó el avance hacia comunidades eclesiales sostenibles:⁃ Más de 50 eco-parroquias y parroquias Laudato Si’ en certificación.⁃ 250 animadores Laudato Si’ formados recientemente.⁃ Alianzas CELAM – Movimiento Laudato Si’ – CEC.⁃ Transformaciones ecológicas en templos, seminarios, colegios y obras pastorales.“El testimonio interno fortalece la incidencia pública”, afirmó el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social-Cáritas Colombiana.Obispos del Sur Global: “La tierra casi sangra”Durante este encuentro eclesial e intercontinental en la COP30 se destacaron tres voces:⁃ Cardenal Jaime Spengler: “La tierra casi sangra. No es un recurso para ser explotado.”⁃ Cardenal Fridolin Ambongo: Alertó sobre refugiados climáticos y conflictos por minerales verdes.⁃ Cardenal Felipe Neri Ferrão: Exigió detener la expansión fósil y garantizar financiación justa.Hacia una Iglesia que vigila, acompaña y actúaLa Iglesia dejó claro que su participación no es simbólica. Asumió compromisos internos para responder con coherencia al desafío climático: promoverá economías basadas en la solidaridad y la sobriedad feliz, impulsará educación en ecología integral, apoyará las luchas territoriales de comunidades e indígenas y pondrá en marcha un Observatorio Eclesial sobre Justicia Climática para vigilar el cumplimiento de los acuerdos climáticos y denunciar sus incumplimientos.“Este es un espacio absolutamente necesario donde la Iglesia tiene que estar. Cada día mejoramos nuestra articulación y participación”, afirmó monseñor Barreto.La COP30 recordó que el cuidado de la creación es un imperativo ético y espiritual. La Iglesia colombiana, en sintonía con el Sur Global, reafirmó que la ecología integral es camino de justicia, paz y esperanza, y que la vida de la Amazonía —y de los pueblos que la habitan— depende de decisiones que no pueden esperar.Vea a continuación el informe audiovisual:*Agradecimientos especiales a Cáritas Brasil por el cubrimiento audiovisual que facilitó la creación de esta pieza audiovisual sobre la participación de la Iglesia en la COP30.

Lun 10 Nov 2025

Comunidad Marista renueva su compromiso con una educación que transforma vidas desde la espiritualidad

Con un llamado a encarnar la fuerza transformadora del Espíritu Santo en las aulas y en la sociedad, concluyó el IV Encuentro Nacional de Educación Religiosa Escolar (ERE) Marista, un evento que reunió entre el 27 y el 28 de octubre a cerca de 60 estudiantes y 15 docentes en el Colegio Bicentenario de la Independencia de Bogotá.Una de las conferencias centrales, a cargo de monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, marcó el tono del evento. Bajo el título “La necesidad del Espíritu en el contexto colombiano actual”, el prelado inspiró a los presentes a ser agentes de cambio y a pensar el papel de la espiritualidad como luz para los desafíos del país.Bajo el lema “Espiritualidad, clase y vida”, este encuentro, liderado por el hermano Marista Francisco Ruiz, FMS, y el equipo nacional de ERE, buscó generar una experiencia profunda de diálogo y comunión. El principal fruto fue la reafirmación del compromiso de integrar la vivencia espiritual en el proyecto educativo como un pilar para la formación de jóvenes conscientes, compasivos y constructores de paz.La riqueza del evento se desarrolló en diversos espacios. Tras la ponencia de monseñor Barreto, se realizaron mesas de trabajo para reflexionar sobre la espiritualidad en el ámbito académico.En el segundo día, el conversatorio “La identidad personal en la vida en sociedad”, con panelistas de distintas comunidades religiosas, y los grupos focales permitieron profundizar en tres líneas de acción: la espiritualidad para la reconciliación, la pastoral juvenil y la gestión personal e institucional.Dos décadas sembrando semillas de fe y pedagogíaEste IV Encuentro se inscribe en una trayectoria de dos décadas de la Educación Religiosa Escolar Marista en Colombia, que desde 2005 ha fortalecido su trabajo colegiado. A lo largo de estos años, y mediante encuentros nacionales como el impulsado en 2019 en Manizales, se ha consolidado como un espacio fundamental de reflexión, acompañamiento y formación espiritual, promoviendo el diálogo entre la fe, la cultura y la educación.La Comunidad de los Hermanos Maristas de la Enseñanza (Provincia Norandina) ratifica así su misión evangelizadora en las 13 instituciones que dirige en el país, donde Hermanos y laicos trabajan conjuntamente para formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos, inspirados en el legado de San Marcelino Champagnat.

Vie 12 Abr 2024

Más acción, más unión y más liderazgo con vocación de servicio: petición de directores de pastoral social a dirigentes en Colombia

Con la lectura de un pronunciamiento final, en el que exponen preocupaciones, compromisos y llamados por la paz, la justicia social, el desarrollo humano integral y el cuidado de la casa común, cerca de 60 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos, encargadas de liderar los equipos diocesanos de pastoral social del país, finalizaron su encuentro nacional 2024.Este fue un espacio convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana (SNPS-CC), bajo el propósito de analizar las realidades territoriales, especialmente, en términos de violencia, vulneración de derechos, movilidad humana y deterioro ambiental. Además, generar propuestas y articulaciones que permitan a la Iglesia seguir acompañando a las comunidades e incidiendo ante los diferentes actores y sectores en favor de su beneficio.El evento se llevó a cabo del 9 al 12 de abril en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia. Fue liderado por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Una Iglesia samaritana: fue inspiración central del discernimiento y trabajo realizado en este espacio, desde la cual se busca fortalecer tan importante misión de la Iglesia colombiana."La Pastoral Social Nacional, Cáritas colombiana, quiere construir juntamente con las pastorales sociales de cada jurisdicción eclesiástica el rostro de una Iglesia misericordiosa, samaritana y cordial. Por ello, estamos convencidos que, este encuentro es una gran oportunidad para hacerlo. Queremos ser reflejo en nuestras acciones de una Iglesia acogedora que sale al encuentro de quien sufre acompañando integralmente a las víctimas de la injusticia, la violencia y las pandemias y de todo tipo de abusos en todas las etapas e instancias de la vida; queremos ser una Iglesia valiente, de parresía y mordedura profética cuando haga falta y sea necesario; una Iglesia que, como nos enseña la oración por la vida de San Juan Pablo II, promueva y cuide la vida querida, la vida plena y abundante; una Iglesia que defienda la dignidad humana y el cuidado de la Casa Común, así como la cultura del cuidado integral. Y ello sencillamente porque como Iglesia y dada nuestra misión, no podemos aspirar a menos. Queremos ser una Iglesia que a pesar de todo lo que sucede no ha hipotecado la esperanza de sus hijos ni la esperanza de la nación colombiana. Queremos consolidar y mantener todos nuestros esfuerzos pastorales, y hacerlo con el evangelio en nuestras manos, manteniendo la terca utopía y corriendo los riesgos que sean necesarios desde una pastoral audaz y temeraria, por seguir construyendo esa sociedad reconciliada y en paz de una humanidad fraterna", así lo explicó el padre Rafael Castillo Torres, Director del SNPS/CC.Son muchas las realidades que preocupan y desafían a los equipos pastorales que tienen presencia amplia y permanente en los territorios del país. De acuerdo con monseñor Barreto, estos problemas han venido creciendo a lo largo de los años en el país, afectando directamente la humanidad y dignidad de las comunidades, especialmente de las más vulnerables, por lo que no se trata de aspectos coyunturales y sino estructurales que, como tal, deben ser atendidos. De ahí, que uno de los grandes retos es continuar acompañando y facilitando los espacios de diálogo y las mesas socio jurídicas que se dan junto a las ciudadanías y organizaciones.Además de las preocupaciones y oportunidades expuestas por los directores y directoras de pastoral social de las jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, para hacer una lectura más integral de la realidad y desde allí, generar propuestas con mayor viabilidad, durante el encuentro también intervinieron representantes de organizaciones como Naciones Unidas, de manera especial, de la Misión de Verificación y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). También, desde la Conferencia Episcopal, participaron miembros de la Comisión de Conciliación Nacional y de la oficina encargada de las Relaciones Iglesia-Estado.ConstatacionesDe acuerdo con el comunicado final firmado por los representantes de 72 jurisdicciones eclesiásticas del país y los integrantes de la pastoral social nacional, en medio de las confrontaciones armadas que se siguen presentando en áreas rurales y urbanas, múltiples comunidades del país experimentan profundo dolor por la muerte de sus seres queridos, el confinamiento, la exclusión, la pobreza y el desplazamiento al que son sometidos sus integrantes.Hablan, además, de los riesgos de la migración y las grandes brechas en cuanto a sinergias regionales y locales para el acompañamiento y asistencia a la población con necesidad de protección internacional. "Tenemos más de 500.000 personas que aún no han accedido al Estatuto Temporal de Protección, lo que significa que siguen en situación de irregular y con desigual acceso a derechos", exponen en el mensaje.Corroboran también la ausencia de una política clara que integre el problema ambiental. Una que atienda "las causas reales de un problema social, económico y político traen como consecuencia, la grave destrucción y amenazas contra la Casa Común reflejada en la Crisis climática con las fuertes y bajas temperaturas, la escases de agua, el avance de proyectos extractivistas, la deforestación, el desarrollo minero-energético, proyectos de hidroeléctricas, acaparamiento de tierras, los monocultivos, el aumento de cultivos de uso ilícito, ponen de manifiesto una economía de extracción nada amigable con el ambiente".CompromisosAnte la fragmentación social y la confrontación armada y política, disposición y voluntad pastoral, desde cada una de las jurisdicciones eclesiásticas y desde el nivel nacional, se comprometen a seguir promoviendo el diálogo efectivo en los territorios, uno que cuente con la participación de los diferentes sectores.Frente a la "cultura del facilismo y del enriquecimiento ilícito", afirman que fortalecerán la promoción de la cultura del trabajo, el espíritu de sacrificio, el empeño perseverante y la creatividad. Aspecto que también requiere una amplia formación en valores y espiritualidad.Preocupados por el creciente deterioro de la casa común, se comprometen "a promover una producción menos agresiva, una distribución más equitativa, un consumo más responsable y la debida absorción de nuestras acciones contaminantes".LlamadosAnte el momento tan desafiante que vive el país, al final del comunicado y dirigiéndose a gobernantes, empresarios y líderes de la sociedad civil, hicieron un llamado al liderazgo con vocación de servicio y propósito de bien común:“Es hora de darle reposo a la palabra para abrirle curso al testimonio (…) Dejando de lado las descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división”, afirman.Al gobierno nacional y los legisladores, los invitaron a "fortalecer los mecanismos de participación, vigilancia y control; a valorar la consulta previa y generar leyes que, en todos los ámbitos que protejan el medio ambiente que nos rodea".A propósito de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), de la que Colombia, específicamente Cali, será sede entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre del presente año, los directores y directoras de pastoral social, exhortaron a los colombianos a unirse y aprovechar la oportunidad para que el país sea pionero en la protección de nuestra casa común.

Lun 14 Ago 2023

Episcopado da a conocer orientaciones para vivir la Semana por la Paz 2023

Del 3 al 10 de septiembre de 2023, Colombia vivirá la versión número 36 de la Semana por la Paz. En esta oportunidad, la iniciativa, acompañada y ambientada por la Iglesia Católica colombiana, tendrá como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Este concepto hace referencia a una perspectiva de trabajo por la reconciliación y la paz inspirada en el camino sinodal propuesto por el papa Francisco que invita a caminar juntos, no solo al interior del catolicismo, sino también en relación con otros credos, instituciones y organizaciones.Aunque el próximo jueves 17 de agosto, de manera simultánea, en seis territorios del país (Bogotá, Medellín, Pasto, San Gil, Florencia y Sur de Bolívar), se llevará a cabo el lanzamiento oficial de esta Semana por la Paz, monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia, ha dado a conocer una serie de orientaciones al respecto.Estos aspectos permitirán comprender de manera clara y pedagógica la esencia de esta iniciativa, así como identificar desde ya diversas maneras de vivirla, en el marco de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos en Colombia y el Día de San Pedro Claver que se celebran cada 9 de septiembre en Colombia.Conozca a continuación dichos elementos:1. ¿Qué es?Semana por la Paz es una movilización ciudadana que es convocada por un grupo de actores de diversas organizaciones, instituciones, movimientos, universidades, ONG´S y redes que expresan una amplia pluralidad religiosa, social, étnica, cultural, económica y política. Esta expresión de la sociedad civil tiene el propósito de promover en toda la ciudadanía del país el compromiso personal y social para eliminar la violencia, construir justicia social y encontrar caminos de reconciliación.2. Un poco de historiaLa Semana por la Paz nace en 1987 en el seno del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús, tras todas las consecuencias que trajo para la vida política del país la toma al Palacio de Justicia, la guerra del narcotráfico, los asesinatos sistemáticos de miembros UP y las negociaciones del Gobierno y las Farc. Cuando surge Redepaz en 1993, se le pide asumir la tarea, lo cual hace junto con el Secretariado de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia. La idea inicial y original de la Semana por la paz fue la de mantener viva en el seno de la sociedad colombiana la idea de la solución política al conflicto armado interno e incentivar la construcción de paz por parte de la sociedad desde los municipios y regiones. Hasta la fecha, se ha realizado ininterrumpidamente, logrando posicionar ideas, acciones y valores en torno a la transformación de conflictos a partir de la no violencia.3. Objetivos1. Iluminar la realidad del país a la luz del Evangelio de la paz.2. Crear una cultura de paz en los diferentes sectores de la sociedad.3. Visibilizar experiencias positivas en construcción de paz.4. Expresar solidaridad a personas, grupos, sectores y territorios más afectados por el conflicto social y la acción de actores violentos.5.Llamar la atención sobre situaciones de violencia familiar, ilegal, cultural y estructural.6. Exigir condiciones de vida digna para todos los ciudadanos del país.7.Superar el conflicto armado a través del diálogo y de acuerdos que favorezcan la solución pacífica, de tal manera que se detengan las acciones de la guerra y se creen condiciones de armonía y equidad.4. ¿Quién la organiza?Diversos actores de la sociedad civil y de la institucionalidad, entre ellos:1. Iglesia Católica2. Gobierno nacional, gobernaciones, alcaldías3. Instituciones educativas4. Organizaciones sociales5.Otras Iglesias y confesiones religiosas5. ¿Qué actividades se pueden realizar?1.Momentos celebrativos (Eucaristías, vigilias, velatones, etc.)2.Jornadas académicas3. Foros, conversatorios, simposios, seminarios, conferencias4. Programas de radio y televisión5. Interacción a través de las redes sociales6. Jornadas culturales7. Eventos deportivos8. Marchas9.Murales10. Reuniones en barrios, veredas, conjuntos residenciales, resguardos indígenas, consejos comunitarios, parroquias11. Actos ecuménicos12. Eventos de memoria y reconciliación6. El tema de este añoPara el año 2023, se ha escogida la temática: Juntanzas Creadoras de Paz, con el propósito de poner de relieve la importancia de hacer esfuerzos colectivos que conduzcan a la reconciliación del país y a lograr una paz integral. Este tema es particularmente afín a la perspectiva actual en la que se encuentra la Iglesia al realizar el camino sinodal, el cual invita a caminar juntos, no solo al interior del catolicismo, sino también en relación con otros credos, instituciones y organizaciones..7.¿Cómo se puede vivir en una parroquia?Aunque la Semana por la Paz es una actividad en la que confluyen muchos sectores de la sociedad, las parroquias son un espacio fundamental para poder vivir este tiempo de una manera profunda y fraterna. Las parroquias se deben integrar a la programación que realizan las diócesis en conjunto con otros espacios de la sociedad civil y la institucionalidad. Además, cada parroquia puede organizar momentos propios en los que se permita tener un mayor acercamiento a los diversos ambientes de la geografía parroquial a través de asambleas familiares, celebraciones litúrgicas, reuniones sectoriales, visitas a los colegios y animación a través de las redes sociales.Un recurso muy útil para las parroquias en el presente año, es el documento Hacia una Pastoral para la Reconciliación y la Paz, el cual es un aporte de la Conferencia Episcopal de Colombia para profundizar en el compromiso de los católicos colombianos como servidores y misioneros de la paz y la reconciliación del país. El documento se inspira en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, y aborda temas como el marco conceptual, la importancia y alcance de una pastoral para la paz y la reconciliación, los criterios eclesiales, la pedagogía y las acciones conjuntas para construir la paz que necesita Colombia.

Vie 29 Sep 2017

"Tenemos esperanzas y preocupaciones": Iglesia Católica

“La Iglesia Católica en Colombia mira con esperanza, pero también con preocupación el cese al fuego bilateral y temporal que empieza a regir desde este 1 de octubre entre el Gobierno Nacional y el ELN”, así lo manifestó monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó y miembro de la comisión de la Iglesia para la facilitación de los diálogos con este grupo armado. "Aquí se abre un camino hacia el fortalecimiento del fin del conflicto armado y esperamos que sea un paso para avanzar hacia su terminación", señaló el prelado. El obispo expresó que las preocupaciones van en la línea de lo que pueda ocurrir en el camino de este proceso. "Esperamos realmente que todos los frentes del ELN y el Gobierno Nacional tengan este compromiso que han manifestado (cese bilateral y temporal) que nos parece muy oportuno e importante para que los pobladores de las regiones puedan respirar un ambiente de paz", señaló. En relación a la posición de uno de los frentes más duros del ELN, ubicados en el Chocó, y el cese, el prelado manifestó que desde la mesa de Quito se ha pedido que todos los frentes, comandantes y todos los mandos intervengan. "El frente del Chocó debe dar ese paso", señaló. La Iglesia Católica por pedido de la ‘Mesa de Quito’ colaborará con los mecanismos de veeduría. Monseñor Barreto explicó que se cuentan con tres niveles de acción: uno nacional, presidido por el presidente del episcopado y un equipo técnico; otro regional, integrado por los obispos de las regiones y, finalmente, una comisión en cada diócesis que trabajará en conjunto con la ONU para hacer el acompañamiento a las comunidades y prevenir e informar de los incidentes que se puedan dar. Son 20 diócesis en donde se hará esta labor de veeduría. Estas declaraciones fueron brindadas luego del anuncio por parte del máximo jefe del ELN, Nicolás Bautista, que dio la orden de cesar todas las acciones ofensivas para dar inició al cese bilateral del fuego que comienza este domingo primero de octubre y finaliza el 12 de enero de 2108. El pronunciamiento se dio en el marco del cuarto encuentro de agentes de reconciliación y paz, que se desarrolló hasta hoy en Bogotá, bajo la coordinación de la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia.