Mié 20 Jul 2022
«Necesitamos una conversión a la experiencia sinodal»: Mons. Cabrejos a obispos colombianos
Discernir sobre el camino sinodal, en la perspectiva de la renovación eclesial, asumiendo como principios la comunión, la participación y la misión; fue la invitación de Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte a los miembros de la Conferencia Episcopal de Colombia, reunidos a partir de este 4 de julio en la edición 113° de su Asamblea Plenaria.
Agradeciendo la invitación para dirigirse a los obispos colombianos, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, recordó la importancia de transitar a la experiencia sinodal partiendo de la conversión personal y pastoral. Acto que requiere de la disponibilidad de todos para fortalecer la cultura del diálogo, la escucha recíproca, el discernimiento espiritual del consenso y la comunión para encontrar espacios y modos de decisión conjunta, como es narrado en el libro de los Hechos de los Apóstoles de la Sagrada Escritura.
La unción de los bautizados
Actuando en plena comunión con el Papa Francisco, la exhortación desde el Consejo Episcopal Latinoamericano es a profundizar en la teología del Pueblo de Dios, valorando y tomando como punto de referencia la unción del Espíritu presente en los bautizados que representa el sentido de la fe en todos los fieles.
Evocando al Pontífice y su mención de la constitución dogmática Lumen Gentium (cf. LG 12a) para explicar a profundidad la importancia de la sinodalidad el también Arzobispo de Trujillo-Perú, recordó que el Pueblo de Dios es santo por esta unción, lo que lo hace infalible «in credendo», por eso puede entenderse que cuando cree no entra en equivocaciones, pese a que muchas veces no encuentre palabras para explicar su fe.
“Dios dota a la totalidad de los fieles de un instinto de la fe –el sensus fidei– que los ayuda a discernir lo que viene realmente de Dios”.
Que todos sean uno
Igualmente, Monseñor Cabrejos destacó la importancia de poner en acción una eclesiología sinodal que entienda la catolicidad como comunión de Iglesias. Así, la dimensión sinodal de la Iglesia implica establecer y mantener la comunión con la tradición viva de la fe que se vive en las diversas Iglesias locales, entre ellas y con la Iglesia de Roma.
Refiriéndose a ese primer nivel de ejercicio sinodal que se vive en las Iglesias particulares, resaltó la importancia de los vínculos de la historia, el lenguaje y la cultura que logran desencadenar comunicaciones interpersonales con expresiones simbólicas, lo que lleva a tejer nuevas asociaciones entre las Iglesias pertenecientes a diversas regiones de un mismo territorio.
Para el prelado lo compartido con el Pueblo de Dios, sin duda, ayudará a seguir caminando con toda la Iglesia en la senda propuesta por el Sínodo sobre la Sinodalidad, misión que también viene consolidándose desde el Consejo Episcopal Latinoamericano, particularmente con la implementación de su proceso de renovación y reestructuración y desde luego fijando metas pastorales para la década que se orienta a los jubileos de la Redención previsto para el año 2033.
“Debemos descubrir nuevos caminos para seguir a Jesús con fidelidad y comunicar la alegría del Evangelio,” insistió.
Finalmente, abogó porque Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Colombia, acompañe a los obispos en su misión evangelizadora, así como acompañó a los apóstoles en los comienzos de la Iglesia.
Sínodo: centro de la reflexión
Del 4 al 8 de julio se adelantará la CXIII Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano que reúne a cerca de 90 obispos y arzobispos provenientes de las 76 jurisdicciones del país con el objetivo de reflexionar sobre temas concernientes a la realidad social del país y la misión pastoral de la Iglesia colombiana.
En esta oportunidad, el tema central de las reflexiones será el sínodo sobre la sinodalidad y el análisis de los aportes hechos por la consulta sinodal que se efectuó en todas las jurisdicciones del país asumiendo la convocatoria hecha por el Papa Francisco que después de abordar el tema desde lo local pasará al contexto nacional y continental.
Fuente: Oficina de comunicaciones del Celam