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mujer

Lun 8 Ago 2022

Obispo de Tumaco rechaza actos de feminicidio ocurridos en el Pacífico Nariñense

Tras los tres casos de feminicidio ocurridos en las últimas semanas en la localidad ubicada en el Pacífico nariñense, el obispo de la Diócesis de Tumaco, Orlando Olave Villanoba, expresó su rechazo ante estos hechos de violencia y pidió a todos los hombres y mujeres de estos territorios optar por la vida y la paz. "Como Iglesia Católica siempre hemos puesto el valor de la vida por encima de toda realidad política, ideológica, económica o cultural y, por tal motivo, rechazamos los hechos de violencia reiterados que se han venido dando en nuestro territorio contra las mujeres". "Nos resistimos a aceptar de manera pasiva los actos de violencia fratricida sufrida por nuestras hermanas: Jeseria Castillo (+ 25 de junio de 2022), María Piedad Aguirre (+ 16 de julio de 2022), María Verónica Pai Cabeza (* 31 de julio de 2022), Evis Yuliana Estacio (+ 31 de julio de 2022)". El prelado hizo un llamado a las autoridades competentes para que con celeridad se den los procesos judiciales pertinentes, "a fin de que sean prontamente esclarecidas estas agresiones injustificadas contra nuestras mujeres". Al tiempo que les pidió de manera respetuosa buscar mecanismos que permitan la protección de todos los ciudadanos de esta zona del país. Finalmente, exhortó a los actores armados ilegales para que cesen todo acto violento que atenta contra la vida de las personas. Según la Defensoría del Pueblo ya son 30 las muertes violentas de mujeres que, en lo corrido del año, han sido denunciadas en el departamento de Nariño. DESCARGAR COMUNICADO

Mar 2 Ago 2022

Participación de la mujer en la vida de la Iglesia colombiana

Tras la nominación en días pasados de tres mujeres como miembros del Dicasterio para los Obispos, unida a otros nombramientos de más mujeres en organismos de la Santa Sede, el Papa Francisco continúa reafirmando su intención de otorgarles un papel preponderante en la vida de la Iglesia, no solo en el discurso teológico sino en la vida práctica. Esta decisión va en sintonía con la anhelada reforma de la Curia Romana luego de la promulgación y entrada en vigor de la Constitución Apostólica “Praedicate Evangelium” que busca empoderar a todos los miembros del Pueblo de Dios en su rol de pertenencia activa en las estructuras, los procesos, los estilos eclesiales, siempre en sintonía sinodal. En el contexto de la pasada Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano 113 ha tenido lugar la primera reunión entre la Comisión Episcopal de Doctrina y el nuevo Comité Teológico Consultivo del trienio 2021-2024 que, por primera vez, tiene una amplia participación de mujeres (3 de 7 miembros). Se trata de tres doctoras en teología, de las cuales una pertenece a la vida consagrada y dos al estado laical, todas muy vinculadas a diversos ambientes pastorales y académicos de la Iglesia: Gloria Liliana Franco Echeverry, ODN; María Isabel Gil Espinosa y Olga Consuelo Vélez Caro; precisamente, con esta última hemos conversado sobre la actual coyuntura eclesial. Departamento de Doctrina (DD): Comparta con nosotros algunos datos de su perfil personal, pastoral y profesional. Olga Consuelo Vélez: Soy doctora en Teología por la Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro. Profesora titular e investigadora por 35 años de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana. Actualmente me desempeño como profesora e investigadora de la Licenciatura en Teología de la Fundación Universitaria San Alfonso. Profesora invitada en instituciones nacionales e internacionales. Autora de libros y numerosos artículos. Asesora de grupos eclesiales. Ponente nacional e internacional. DD: Seguramente ha recibido con alegría y esperanza los recientes nombramientos de mujeres en organismos eclesiales de la Iglesia Universal; ¿qué aporta la presencia de las mujeres en estos ámbitos que, históricamente, eran preponderantemente masculinos y clericales? OCV: La participación de las mujeres en organismos eclesiales contribuye a dar un testimonio más creíble de una Iglesia sinodal, de una Iglesia Pueblo de Dios que se fundamenta en el sacramento del bautismo por el que todos son hijos e hijas de Dios y partícipes del sacerdocio, profetismo y realeza de Jesucristo. La participación de las mujeres en niveles de decisión permite ser una Iglesia más en consonancia con los signos de los tiempos, en concreto, con terminar con la exclusión que han sufrido las mujeres a muchos niveles en la sociedad y en la misma Iglesia. El Papa Francisco reconoce que es urgente abrir más espacios de participación a las mujeres porque todavía su presencia es muy pequeña. Además, si varones y mujeres han sido creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis) no hay razones teológicas para cerrar espacios de participación para las mujeres. Finalmente, el “sentido de fe de todo el pueblo de Dios” sensus fidelium, reside en varones y mujeres, con lo cual no abrir espacios de participación a las mujeres es limitar el sentido de fe del pueblo de Dios a través del cual Dios sigue hablándonos. DD: ¿Qué experiencias significativas podría resaltar en el ámbito de la Iglesia colombiana con respecto al empoderamiento de las mujeres en el campo de la evangelización, tanto en el estado laical como en la vida consagrada? OCV: Especialmente a nivel teológico hay una presencia significativa de teólogas, con reconocimiento internacional, participando activamente de la formación del clero (religiosos) y elaborando la teología feminista (de la mujer) con aportes significativos a nivel nacional e internacional. También hay más mujeres laicas estudiando teología. La vida religiosa empieza a inquietarse por los temas de la mujer y por tener mayor protagonismo. DD: En el contexto del Sínodo de la Sinodalidad, ¿cómo pueden las mujeres lograr que su participación integral en la Iglesia no sea eventual y pasajera, por seguir el ritmo de la coyuntura, sino que permee a largo plazo y ayude a renovar las estructuras eclesiales, los procesos evangelizadores y los estilos de vida? OCV: Se necesita un proceso de formación a nivel de todo el pueblo de Dios. Los elementos que anoté en la primera pregunta son fundamento para que el esfuerzo de una Iglesia sinodal perdure en el tiempo y no se reduzca a una moda pasajera. Se necesita una formación eclesiológica para consolidar una Iglesia Pueblo de Dios; una formación bíblica que ayude a redescubrir y valorar la vida de las primeras comunidades cristianas en las que los ministerios eran plurales y se ejercían por varones y mujeres; una formación cristológica que muestre la praxis de reconocimiento y valoración de las mujeres por parte de Jesús. Una formación antropológica, psicológica y sociológica, que ayude a evidenciar la sociedad machista y patriarcal en la que vivimos, denunciar toda subordinación y violencia contra las mujeres y proponer acciones y espacios que favorezcan la defensa de la dignidad de las mujeres y la igualdad fundamental entre varones y mujeres. La participación de las mujeres en la Iglesia sinodal es más que dar una responsabilidad, es un cambio de mentalidad, de actitudes y de valores para que haya una participación de todo el pueblo de Dios en aquello que afecta a todos. DD: ¿Se podría hablar, entonces, de la necesidad de un renovado modelo eclesial de Pueblo de Dios? OCV: La Iglesia no podrá ser sinodal si no promueve un modelo eclesial de Pueblo de Dios donde todos –ministros ordenados, estado laical y vida religiosa- tengan una real participación en los niveles de decisión de la Iglesia. El aporte de las mujeres no se reduce a que haya más presencia femenina o al aporte que puedan dar en intuición, servicio, generosidad, etc. (y todas aquellas funciones culturales que se les atribuyen por el hecho de ser mujeres), sino que se comprenda que sin la presencia del laicado y, más aún, de las mujeres en todos los espacios eclesiales, la Iglesia no logra ser sacramento de comunión, medio para caminar juntos, espacio del sensus fidelium, a qué está llamada. Por supuesto en la Iglesia se ejercen diversos ministerios, pero todos ellos han de ser para el servicio del pueblo de Dios y no para tener privilegios o excluir de la misión de evangelizar a algunos de sus miembros, ya que esta es responsabilidad de todos. Una Iglesia sinodal, necesariamente, es una Iglesia con la participación efectiva y afectiva de las mujeres.

Mar 17 Mayo 2022

¡A las madres!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - Esta columna de hoy quiero dedicarla a las madres, a esas mujeres que han entendido muy bien su maternidad y a aquellas que, superando todos los obstáculos, las críticas, las encrucijadas de la vida, el dolor y el sufrimiento han dicho sí a la vida. La maternidad es un don de Dios que los hombres no comprendemos suficientemente, de ahí que deberíamos rechazar socialmente el machismo, el maltrato contra las mujeres, los feminicidios, la explotación sexual, la trata de personas, etc. Todo esto exige de parte de la mujer, romper con el silencio abrumador y de parte de las autoridades promover acciones concretas para favorecer los derechos de las mujeres. Desde que Clara Setkin (1857-1933), lideró la protesta mundial para exigir los derechos a favor de las mujeres, lo que trajo consigo la institucionalización del día internacional de la mujer hasta el día de hoy ha crecido el número de atropellos contra su dignidad. Y es que el machismo no da tregua y no cede tan fácilmente al protagonismo de la mujer pues los espacios que las mujeres han conquistado en la sociedad y en el mundo ha sido gracias a su pujanza, tesón y capacidad de resiliencia. Las mujeres han sabido ganarse un puesto en la sociedad, aunque todavía en muchos escenarios sigue estando relegada. La mujer tiene un espíritu maternal que la convierte en un ser especial; ella es imagen de Dios como lo es el hombre: “mujer y varón los creó” (Gn 1,27), seres iguales en dignidad; así podemos entender por qué Dios no sacó a la mujer de los pies del hombre, para que no se creyera inferior a él; no la sacó de la cabeza del hombre para que no se creyera superior a él; la extrajo de una costilla, para recordar que hombre y mujer son iguales: “ésta sí que es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Gn 2, 23). Maravilloso celebrar el día de las madres que deberíamos conmemorar todos los días; días especiales para expresar nuestra gratitud por el don de la vida, por su donación, sus desvelos, su entrega incondicional, su silencio, su bondad. Aunque no podemos desconocer que hay madres confundidas, madres que han rechazado o abandonado a sus hijos, otras que no se han preocupado por brindarles una buena educación y mujeres que han decidido ‘abortar’, es hermoso reconocer que una gran mayoría de mujeres madres se desviven por sus hijos sin importar si un día se olvidan de ellas o las abandonan. Madres que, con sus lágrimas, comparten el sufrimiento de sus hijos y con sus caricias suavizan su dolor; madres que defienden con su propia vida a sus retoños, que, sin importar los años o desaires, sus rebeldías o maltratos perdonan de corazón y siguen amando sin condiciones; madres que sufren en silencio cuando sus hijos les privan de sus nietos o tienen que soportar la grosería porque de lo contrario, quedarían desprovistas de la posibilidad de comer, dormir, vivir en una casa digna; madres que educan a sus hijos en valores, con principios, transmiten la fe, enseñan la moral, corrigen, persuaden; madres que, con la pedagogía del amor saben comprender los silencios de los hijos, las rabietas y pataletas de los nietos, las carencias económicas, la pobreza y la bonanza. Madres que, con un corazón de oro y la cabellera encanecida, nos llenan de júbilo con sus mimos y su sabiduría; madres espirituales que nos enseñan el valor de la fe, la manera de abrazar la cruz y el camino de la esperanza para unirnos a Dios. Madres que, sin escatimar esfuerzos, lo siguen dando todo por sus hijos y, a ejemplo de María, se convierten en mujeres silenciosas, capaces de transformarlo todo en ‘amor’, aun el dolor y el sufrimiento. A ustedes queridas mamás, abuelas, tías, hermanas, cuñadas, amigas, nuestro homenaje de amor; gracias por existir, por ser co-creadoras, por engendrar vida, por ser lo que son, por estar siempre dispuestas, por estar ahí sin musitar palabras cuando hemos llorado en sus brazos, por brindar una palabra de consuelo cuando hemos necesitado de aliento. Y cómo no recordar a esas mamás que hoy están disfrutando del paraíso eterno, que desde el cielo nos cuidan como angelitos, que fueron nuestro tesoro en la tierra y hoy son perlas preciosas en el cielo. A todas las mamás feliz día. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Vie 8 Mar 2019

Las mujeres rurales, tema de Expocatólica el 8 de marzo

Durante el segundo día de la Expocatólica, en el stand de la Conferencia Episcopal de Colombia se realizó el taller “mujer rural” desarrollado por la comunidad de aprendizaje tierra y territorio del SNPS/ Cáritas Colombiana, con el fin de valorar el rol de la mujer campesina en la construcción de paz y socializar la acción de la Iglesia católica a favor del sector rural. En el taller los asistentes plasmaron sus aportes al campo desde la vida cotidiana “Consumiré productos libres de químicos y producidos por nuestros campesinos”; “En vez de ir al supermercado, iré a la plaza” fueron algunos de los mensajes que dejaron en un mural luego de conocer las acciones de la Iglesia católica a favor del desarrollo rural. Son alrededor de siete proyectos productivos, de restitución de tierras y, proyectos de fortalecimiento de capacidades para la incidencia política y productiva, en 23 departamentos del país y todas las regiones PDET, que desarrolla actualmente el Secretariado Nacional de Pastoral Social SNPS/Caritas Colombiana. La visión de estos proyectos está guiada por la encíclica “Laudato si”, y su mensaje sobre la economía integral, la dignificación del ser humano y, por ende, de la familia campesina y de la mujer rural. “La mujer campesina es la que cuida, la que acoge y la que cumple un rol muy importante en la vida comunitaria y en la vida familiar. Lo que nosotros hacemos es transferir herramientas y conocimientos útiles para que las mujeres puedan participar en espacio políticos, productivos”, señala Ana Prada, integrante de la comunidad de aprendizaje tierra y territorio del SNPS/Cáritas Colombiana. Condiciones de la Mujer Rural Según el informe Mujeres Rurales en Colombia, publicado por el CINEP en el 2018, el 23.4% de la población son mujeres rurales. Y, según datos de la Dirección de la Mujer Rural del Ministerio de Agricultura, el 37.4 % de estas mujeres, se encuentra en condición de pobreza, frente a un porcentaje mucho menor (12 %) de las mujeres que en las ciudades vive en esa misma condición. En cuanto a la tenencia de tierras el informe del CINEP, indica que las mujeres campesinas solo tienen titularidad sobre el 26% de las tierras. El hecho que la tenencia de la tierra, recaiga principalmente en los hombres, hace que las mujeres rurales vean restringidas ofertas estatales como la asistencia técnica, el acceso a maquinaria y la obtención de créditos. Respecto a la tasa de participación en el mercado laboral mientras que el de los hombres está alrededor del 75 %, la de las mujeres es del 54 %. Esto dicen los asistentes de la Expocatólica: “Las mujeres campesinas con su amor, con su lucha, con su trabajo, fuerza y dedicación, brindan lo mejor para sus familias, sus hijos y una sociedad que históricamente las ha discriminado… lo cual es injusto y que el gobierno no las reconozca es discriminante.” Nicolás Matiz Seminarista Seminario Mayor Santiago Apóstol de la Diócesis de Fontibón. “Considero que son unas mujeres echadas pa’ lante, emprendedoras. La mujer campesina es un foco de vida y las personas que vivimos en la ciudad deberíamos dar una mirada a la menara como ellas viven a pesar de las dificultades de la vida diaria. Lamentablemente las condiciones de vida digna que tienen las mujeres que viven en el campo no son las mejores. El gobierno debería tener una mirada hacia las mujeres del campo pues son las más vulneradas en sus derechos, las peores remuneradas, trabajan doble jornada y son menos valoradas”. María Isabel Montenegro, asistente. “Las mujeres campesinas deben empoderarse. Es una injusticia social que nace de las condiciones que el Estado les da, no sólo para las mujeres sino para el sector campesino. Primero debería mejorar sus condiciones de vida y que ellos merecen la tierra, es injusto que pasen toda la vida trabajando la tierra y no sean propietarios”. Mariam Sierra, estudiante de grado 11 del colegio Virrey Solís de Bucaramanga. Esta actividad se desarrolló durante el segundo día de la Expocatólica 2019

Lun 19 Nov 2018

‘Mujeres superando las violencias’

Es lema que acompaña la conmemoración del Día de la No violencia contra la mujer establecido, desde 1981, para cada 25 de noviembre, en remembranza al cruel asesinato de las hermanas Mirabal en 1960 durante el gobierno dictatorial de Rafael Trujillo en la República Dominicana. Ante la relevancia social y política de esta fecha, las alarmantes estadísticas sobre los distintos tipos de violencias, las estructuras sociales y culturales que soportan y legitiman el maltrato contra las mujeres, la Iglesia Católica, al tiempo que exhorta a la sociedad civil y al estado a contrarrestar este flagelo, reitera su compromiso con la dignificación de las mujeres. En este sentido, lleva a cabo acciones de acompañamiento a diferentes comunidades, mediante el reconocimiento de los derechos de las mujeres, la denuncia de sus problemáticas, el desarrollo de procesos psicosociales y de apoyo espiritual. Asimismo, ejerce su rol de facilitador y de relacionamiento estratégico que le permite a las comunidades y organizaciones de la sociedad civil establecer diálogos con la institucionalidad y articular esfuerzos en la construcción de condiciones favorables para esta población. En el marco de esta conmemoración, el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) invita a desarrollar distintas manifestaciones en rechazo a todo tipo de violencia contra la mujer. Para la vivencia de la jornada propone la campaña ‘Mujeres superando las violencias’, que bajo los componentes pedagógico, comunicativo y litúrgico busca sensibilizar y prevenir sobre las formas de violencia y discriminación contra las mujeres; evidenciar las maneras en que las mujeres han superado las diferentes formas de violencia y los procesos de transformación adelantados con el acompañamiento del SNPS/Cáritas Colombiana. Descarga conceptualización de la Campaña Descarga Cartilla Juégatela por la dignidad En cifras La violencia contra las mujeres es un flagelo con un alto grado de ocurrencia. En Colombia, de acuerdo al informe del año pasado de Medicina Legal, entre enero y octubre de 2017 se cometieron 751 feminicidios. Sólo en Bogotá, hasta marzo de este año, según un informe de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre, citado por la Revista Semana[1] se han registrado en Medicina Legal 760 casos de mujeres que han sido víctimas de violencia ejercida por sus parejas o exparejas. Derrotero transformador La Pastoral Social contempla una estrategia de intervención desde la Teoría de Cambio, que establece cambios esperados en los niveles de la transformación: personal, relacional – comunitario, organizacional y estructural. Desde el SNPS/Cáritas Colombiana, a través de sus proyectos y programas se llevan a cabo acciones para la reducción o eliminación de las violencias contra las mujeres. En relación a este trabajo, desde PARTICIPAZ, proyecto desarrollado en la región del Catatumbo (Norte de Santander), se ha fomentado la participación significativa de las mujeres en las organizaciones comunales y productivas, a la vez que en los procesos de transformación de conflictos y construcción de convivencia. Se han formado y acompañado 42 mujeres para el empoderamiento en las capacidades para la participación y la incidencia, con enfoque en la implementación de los Acuerdos de Paz; se han consolidado procesos y mecanismos de construcción de convivencia, desde el ámbito de las organizaciones sociales, instituciones educativas y las comunidades de fe. Por parte del programa PROMOPAZ, orientado al fortalecimiento de la resiliencia, transformación de conflictos y desarrollo de estrategias de soluciones durables en el marco de la implementación del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC a nivel de las comunidades en los departamentos de Nariño y Caquetá, se ha logrado que las mujeres participen activamente de las iniciativas principales de la Junta de Acción Comunal, generándose una alternativa de renovación del liderazgo en el territorio. El programa FortaleSCiendo trabaja de manera integral con 18 organizaciones de mujeres mediante la construcción, implementación y seguimiento de sus estrategias de incidencia para la transformación de las problemáticas priorizadas después de un análisis sociopolítico de su contexto. Estas organizaciones de la sociedad civil han participado en la construcción de políticas públicas de mujer y género en los municipios de Arauca, Montelíbano, Florencia, Caucasia, Ituango, Florida y Corinto, así como en los departamentos de Caquetá y Putumayo. “Estos son algunos de los ejemplos de cómo la Pastoral Social busca potenciar la participación de las mujeres y favorecer el desarrollo armónico de las relaciones entre hombres y mujeres, pues no es posible pensar en una gobernanza para la Paz sino existen relaciones equitativas y libres de violencias para las mujeres, tal como nos invita Francisco ‘Seamos hombres y mujeres reconciliados para reconciliar’, han afirmado los promotores de esta iniciativa.

Vie 11 Nov 2016

Iglesia promueve campaña de no violencia hacia las mujeres

El Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) desde hace varias décadas ha venido generando reflexiones en torno a la necesidad de realizar transformaciones que conlleven a la eliminación de las violencias hacia las mujeres. Para ello se ha dado a la tarea de promover la campaña que lleva como lema: “Construyamos paz, eliminemos la violencia contra la mujer”, consecuente con el documento de la Conferencia Episcopal de Colombia “Artesanos del perdón, la reconciliación y la paz” . Esta campaña que se propone para el próximo 25 de noviembre, fecha en que se conmemora el “Día Internacional de la no violencia contra la mujer”, invita para que a partir de la aplicación de unos componentes pedagógicos, cada colombiano comprenda que la construcción de paz, requiere el respeto a las mujeres de todas las edades, culturas, etnias y territorios. El objetivo propuesto para esta campaña es “generar reflexiones y orientaciones para que la sociedad comprenda y asuma compromisos en la eliminación de la violencia contra las mujeres, como aporte a la construcción de una paz estable y duradera en Colombia”. Esta iniciativa prevé la realización de actividades como talleres y reflexiones en torno a la transformación no violenta de conflictos entre hombres y mujeres, y valora la intermediación no violenta de las mujeres en conflictos, así como su labor en la reconstrucción del tejido social. Como nos invita el documento “Artesanos del perdón, la reconciliación y la paz”, a ejemplo de María, “que cada colombiano aprenda a desarmar el corazón, busque nuevos caminos que favorezcan la fraternidad, la reconciliación y la paz, deje atrás los rencores y deseos de venganza y así posibilite alcanzar del mismo Señor, la unidad interior y la armonía exterior”. Vale la pena recordar el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1995, donde San Juan Pablo II invita a las mujeres a ser educadoras para la paz “que sean testigos, mensajeras, maestras de paz en las relaciones entre las personas y las generaciones, en la familia, en la vida cultural, social y política de las naciones, de modo particular en las situaciones de conflicto y de guerra. ¡Que puedan continuar el camino hacia la paz ya emprendido antes de ellas por otras muchas mujeres valientes y clarividentes!”. La invitación es para que el 25 de noviembre en todas las parroquias del país se celebre una eucaristía y se reflexione en torno al tema de la no violencia hacia la mujer, para lo cual se han preparado insumos pedagógicos que podrá descargar en los siguientes enlaces: Afiche Plegable Fichas Tarjeta Set de cartas Fuente: Of. comunicaciones SNPS

Lun 28 Mar 2016

Comenzó la Novena por la Vida. ¡Únete!

Desde el domingo 27 de marzo los católicos en Colombia están convocados a unirse a la Novena por la Vida, una iniciativa del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Con la Novena se busca en comunión y en un mismo espíritu orar por la reparación del doloroso acto del aborto, la conversión de aquellos que lo promueven y realizan abortos y por las mujeres que han abortado. Descarga las intenciones de cada día. Para adquirir la Novena por la Vida, los interesados pueden acercarse a la Librería de la Conferencia Episcopal de Colombia, Cra. 58 # 80 – 87, para más información: vida@cec.org.co – tel.: 4375540 ext. 240-247-Librería: 264

Mar 10 Nov 2015

Iglesia anima campaña de la no violencia contra la mujer

Colombia entre los diez países con más feminicidios. “Podemos cambiarlo” es la campaña del SNPS que busca erradicar ese delito El 25 de noviembre es el Día internacional de la no violencia contra la mujer. El Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) viene aportando reflexiones y orientaciones sobre la necesidad de erradicar la violencia contra las mujeres en Colombia, por ello lanza la campaña “Podemos cambiarlo” que busca sensibilizar, visibilizar y llevar a la acción a través de herramientas para la formación, incidencia política, pública, de concientización y movilización social, dirigida a todos los actores clave de la sociedad civil. La violencia contra la mujer es un delito con altas cifras en Colombia, que sitúa al país entre los diez con mayor frecuencia de asesinatos de mujeres en el mundo, y como el segundo con más violencia contra la mujer en el continente, donde la mitad de los feminicidios se realiza con armas de fuego. El más reciente informe del Instituto de Medicina Legal confirma que en el año 2014 cada día fueron asesinadas tres mujeres, para un total de 1.158; de ellas, 601 -equivalente al 51%- estaban entre los 20 y 39 años. De ese total, el 60% murió por arma de fuego; 224 (el 19,54%) con arma cortopunzante y, de todos estos casos, el 41% de muertes según la información reportada, ocurrió en circunstancias de violencia intrafamiliar. Este Informe desarrolla un capítulo sobre violencia intrafamiliar (y de pareja), en el cual los análisis expresan el alto riesgo que representa el no poner fin a las violencias en su fase inicial; clasificando los riesgos en bajo, moderado, grave y extremo. Con la convicción que ahora más que nunca debe ser anunciado y defendido el valor y el carácter inviolable de la vida humana, la Pastoral Social Cáritas Colombiana impulsa la campaña “Podemos cambiarlo”, con el fin de generar compromisos y acciones que involucren tanto a los hombres como a las mujeres como parte de la solución a esta grave violación a la dignidad humana. El objetivo de la misma es aportar a la erradicación de todos los tipos de violencia contra la mujer, especialmente el feminicidio, desde una perspectiva de equidad entre hombres y mujeres, a partir de reflexiones, acciones conjuntas en las comunidades, contando con la participación responsable y dinámica de Instituciones y organizaciones de la sociedad civil. Animamos a todas las personas e instituciones de la sociedad civil a movilizarse y generar conciencia sobre este delito contra la mujer en Colombia, a que nos unamos y nos movamos porque… “Podemos Cambiarlo”. Quienes deseen pueden sumarse a la campaña apoyándola en thunderclap; http://bit.ly/thunderpodemos y firmando la petición en línea en Facebook: http://bit.ly/podemoscambiarlo También pueden hacerse fans en: Facebook: https://www.facebook.com/fortalesciendo.programa y en Twitter: https://twitter.com/fortalesciendo @fortalesciendo