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norte de santander

Jue 27 Nov 2025

Visita del cardenal Luis José Rueda fortalece la fe de un Gramalote que resurge tras la destrucción

En medio de una jornada cargada de espiritualidad y alegría, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, visitó este 25 de noviembre el nuevo municipio de Gramalote, donde celebró la Eucaristía en el templo San Rafael Arcángel. Su presencia allí animó el fortalecimiento de la fe de una comunidad que ha demostrado una fe inquebrantable tras la tragedia que hace quince años destruyó su pueblo original.Esta encuentro del Cardenal con los gramaloteros se enmarcó dentro de su visita pastoral a la Diócesis de Cúcuta, donde también se sumó a la celebración de los 70 años de la Diócesis de Cúcuta y los 40 años del Seminario Mayor San José. Fue recibido por el obispo anfitrión, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, y estuvo acompañado por arzobispo de Nueva Pamplona, Jorge Alberto Ossa Soto, y por el obispo emérito de Villavicencio, monseñor Óscar Urbina Ortega .El padre Martín Sepúlveda Mora, director de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, oriundo de Gramalote y promotor de la visita, también estuvo presente.Gramalote: un pueblo que renace entre las ruinasEl recibimiento al cardenal Rueda inició en la casa de la cultura de la nueva Gramalote, donde fue nombrado ‘Hijo Adoptivo del municipio’ mediante decreto por el alcalde Álvaro Cardozo Riaño, quien en su discurso describió a Gramalote como "la tierra que renació entre la ruina, pero nunca perdió su fe" y como "un pueblo que ha llorado y que se ha levantado".Entre el 16 y 17 de diciembre de 2010, el casco urbano original de Gramalote dejó de existir producto de un deslizamiento de tierra originado durante el fenómeno de La Niña de ese año. El desastre, que se desarrolló en cámara lenta durante dos días, no cobró vidas humanas entre sus aproximadamente 6.000 habitantes, pero destruyó por completo el pueblo, dejando en pie solo una de las torres de la iglesia de San Rafael, agrietada y a punto de colapsar.El Fondo Adaptación adelantó un macroproyecto de reconstrucción que contempló el reasentamiento del municipio en un sitio seguro, con la construcción de 984 viviendas. La obra, descrita como "el caso de reasentamiento más importante de América Latina" , incluyó la edificación del núcleo institucional con el Centro Administrativo Municipal, plaza de mercado, plaza principal, colegio y hospital . Sin embargo, este esfuerzo gubernamental no contempló el templo parroquial, una necesidad espiritual que la comunidad ha asumido con determinación.Fe y confirmación en el nuevo temploAnte esta realidad, durante su visita el cardenal Luis José Rueda invitó a la comunidad a "poner en el altar del nuevo templo en construcción, el sentir de todo un pueblo" y a expresarle al Señor "que Él es el fundamento y la base que sostiene la vida de Gramalote y todos sus habitantes".Durante la Eucaristía en honor a la celebración patronal de Nuestra Señora del Rosario de Monguí, el purpurado administró el sacramento de la Confirmación a jóvenes gramaloteros, a quienes invitó a "fijar la mirada y el corazón en Cristo, quien no defrauda" y a "dar el sí, como lo hizo la Virgen María".En su homilía, el Cardenal extendió su mensaje a todos los fieles, animándolos a "dejarse amar por Dios en cualquier etapa de la vida, y ante cualquier dificultad".Una obra que nace de la fe del puebloEl párroco de Gramalote, el padre Samuel García Botello, recordó cómo "los acontecimientos del día 17 de diciembre del año 2010 pusieron a prueba nuestra fe", pero también demostraron que "la misericordia de Dios frente a nosotros es infinita". Destacó que la construcción del nuevo templo "ha sido fruto del amor de Dios que inspira y anima a vivir la caridad, la generosidad", reconociendo el esfuerzo de "todos los gramaloteros y todas las personas que, sin ser de aquí, iluminados y guiados por Dios, nos han colaborado como benefactores de este lugar sagrado".Con emoción, el padre García Botello constató una verdad que ha guiado a esta comunidad: "Se destruyó el pueblo, el templo, pero nunca la fe, ni mucho menos la Iglesia".Visita más amplia a la Diócesis de CúcutaLa visita del purpurado a Gramalote formó parte de una agenda más amplia en Norte de Santander donde también acompañó la celebración del aniversario diocesano número 70.Durante su estancia, el cardenal Rueda Aparicio visitó instituciones diocesanas de caridad que trabajan con niños, jóvenes y adolescentes en condición vulnerable, conociendo de primera mano el plan de acción del banco de alimentos y la Fundación Pía Autónoma Asilo Andressen.Monseñor José Libardo Garcés destacó la presencia del Cardenal Rueda como "una bendición y gracia de Dios para todo el pueblo cucuteño" , mientras que el propio purpurado resaltó "la fraternidad del pueblo cucuteño, la hospitalidad y amabilidad" que encontró en la región .Vea a continuación los momentos más emotivos de la visita:Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Conf. Episcopal de Colombia (@episcopadocol)

Vie 8 Ago 2025

Diócesis de Ocaña inicia su fiesta en honor a Nuestra Señora de Torcoroma, una advocación que trasciende fronteras nortesantandereanas

Como preludio a la gran solemnidad del16 de agosto, este jueves 7 de agosto, la Diócesis de Ocaña dio inicio a lanovena en honor a Nuestra Señora de Torcoroma, una tradición que congrega a cientos de fieles en preparación para su fiesta patronal.Esta devocióntrasciende las fronteras de Ocaña para convertirse en un símbolo de fe, identidad y unidad para los colombianos. Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando, según la tradición, la imagen de la Virgen María fue encontrada por un labriego en el cerro de Torcoroma, un hecho que marcó profundamente la espiritualidad de la región.Para losfieles ocañeros, la advocación de "La Morenita", como es popularmente conocida, no solo representa un legado religioso, sino también cultural. La Virgen de Torcoroma es considerada su protectora y madre espiritual. La festividad, celebrada cada16 de agosto, reúne a miles de fieles en peregrinación, reflejando la fe y la tradición transmitida por generaciones. Sin embargo, su influencia va más allá de Norte de Santander. En ciudades comoCúcuta, Barranquilla y Bogotá, existen templos dedicados a esta advocación.Más allá de su profundo sentido religioso, Nuestra Señora de Torcoroma puede ser consideradasímbolo de identidad y resistencia, especialmente en momentos históricos difíciles. Su imagen ha acompañado a los ocañeros en tiempos de adversidad, fortaleciendo la fe y la unión en torno a su advocación.La celebración central se llevará a cabo el 16 de agosto. Incluirá unaprocesióny una Eucaristía enla Catedral de Santa Ana, que este año será presidida por elCardenal Luis José Rueda Aparicio y concelebrada por monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de Ocaña.Vea a continuación el informe audiovisual:

Mar 21 Ene 2025

Obispos colombianos claman por el fin de la violencia en el Catatumbo y convocan a una jornada nacional de oración por la paz

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa su profundo dolor y rechazo por la grave crisis humanitaria que viven las comunidades de la región del Catatumbo; llama al cese de hostilidades entre los actores armados; y renueva su compromiso con las víctimas y la construcción de paz. Además, convoca a una jornada de oración que se llevará a cabo el próximo domingo 26 de enero en todos los templos del país.
A través de un comunicado, los obispos alzan su voz ante la escalada de violencia que ha cobrado decenas de vidas y provocado el desplazamiento de miles de familias en el departamento de Norte de Santander. A los actores armados, los exhortan para que se respeten los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Al Gobierno Nacional, le piden retomar los diálogos "con determinación" y avanzar en la implementación de los acuerdos firmados.“No solo vulneran los derechos humanos fundamentales, sino que agudizan el sufrimiento de niños, mujeres y personas en estado de indefensión, desgarrando el tejido social y humano, y abriendo nuevas heridas a la nación (...) La violencia engendra más violencia, genera pérdidas humanas irreparables, siembra más odio, división y pobreza...”, señala el texto.El Episcopado Colombiano manifiesta su solidaridad con las comunidades y diócesis más afectadas por esta tragedia: Tibú, Ocaña y Cúcuta. En este sentido, reafirman su compromiso de seguir presentes en el territorio, brindando ayuda humanitaria, apoyo psicosocial y asistencia espiritual."Reiteramos nuestro esfuerzo por trabajar junto a las comunidades en la reconstrucción del tejido social y la promoción de iniciativas de reconciliación y paz", agregan.En el comunicado, los obispos destacan que la paz es posible y que cada acción solidaria representa un paso hacia la restauración de la dignidad y la esperanza en las comunidades afectadas, por lo que invitan a todos los colombianos y a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos en la atención a las víctimas y en la construcción de una paz estable y duradera.Jornada de oración por el CatatumboComo un gesto de fe y esperanza, y una invitación a reavivar la esperanza en un país reconciliado y en paz, los obispos convocan a los colombianos para que se unan a una jornada especial de oración por la paz el próximo domingo 26 de enero en todos los templos del país:“Conscientes del poder de la oración, confiamos que, con la ayuda de todos, se pueda superar la multiplicidad de conflictos que lastiman al país desde hace demasiado tiempo”, concluye el mensaje.Para ello, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano preparó una guía que puede ser descargada aquí.Este comunicado fue presentado en la mañana de este martes 21 de enero en Cúcuta, durante una rueda de prensa. En representación de la Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, estuvieron en el espacio el Director de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el padre Martín Sepúlveda Mora y el Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, el padre Mauricio Rey Sepúlveda. Además, sacerdotes de las diócesis presenentes en el Catatumbo dieron a conocer algunas de las principales acciones que la Iglesia ha estado adelantando en la región para acompañar a las comunidades afectadas.Vea la transmisión de la rueda de prensa a continuación:Vea a continuación algunos pronunciamientos adicionales que se han dado desde la Iglesia sobre este tema:

Mar 4 Jun 2024

Iglesia rechaza el asesinato del padre Ramón Arturo Montejo Peinado de la Diócesis de Ocaña

A través de un comunicado, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la Diócesis de Ocaña, expresó su dolor y rechazo categórico frente al asesinato del padre Ramón Arturo Montejo Peinado, a quien le arrebataron su vida al medio día de este martes 4 de junio, al parecer, por robarle su vehículo. El hecho ha causado profunda consternación en esa comunidad del departamento de Norte de Santander y luto en la Iglesia colombiana.De acuerdo a la información entregada por las autoridades, dos hombres que pretendían robarle su vehículo, le propinaron heridas con arma blanca en la espalda. En un intento del sacerdote por oponerse al hurto, lo arrollaron y emprendieron la huida en este mismo carro. Posteriormente el vehículo fue hallado en el sector conocido como San Fermín, luego se produjo la captura de uno de los responsables.“Condenamos profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un sacerdote que dedicó su vida a difundir el mensaje de la paz y amor de Jesucristo. Rechazamos categóricamente este acto de barbarie que atenta no solo atenta contra la vida de un ser humano, sino también contra los principios fundamentales de convivencia y humanidad”, así lo dio a conocer monseñor Ossa.En el mensaje, el arzobispo pide también a las autoridades investigar a fondo el crimen de del sacerdote nacido en el municipio de Teorama, quien se venía desempeñando como párroco en San José de Buenavista y delegado de la comisión diocesana de reconciliación y paz. Rol desde el cual participó, en nombre de la Iglesia, en varias liberaciones de secuestrados en la región del Catatumbo. A estas expresiones de tristeza y rechazo ante el hecho; así como de unión con sus familiares y con los fieles, se han sumado los demás obispos del país mediante diversas publicaciones realizadas a través de sus diócesis. Manifiestan también allí su esperanza en la Resurrección y la vida eterna, confiando en que el padre Ramón Arturo se encuentra ahora en la presencia del Señor.

Lun 8 Nov 2021

“Quiero servir al Catatumbo con el propósito de ayudar a ver la luz que hay en este lugar de Colombia”

Estas fueron las palabras del sacerdote Israel Bravo Cortés, quien luego de hacerse público su nombramiento como obispo de Tibú, dirigió un mensaje al pueblo de Dios que peregrina en estas bellas tierras del Catatumbo. El obispo electo ha dicho que se considera discípulo de Dios, por tanto se atreve a escucharlo y seguirlo esforzándose por vivir el Evangelio, y es así, como ha indicado, asumirá en obediencia este nuevo encargo pastoral en el Norte de Santander. “A lo largo de mi existir le he pedido al Señor que guíe mis pasos, que me diga por dónde ir. Sé que solo me pierdo y con Él en mi vida he podido amar y servir con alegría. Hoy Él me pide un nuevo servicio en la Iglesia, así lo entiendo. No soy ni el mejor ni el peor, pero siempre he sido un discípulo de Dios que se atreve a escucharlo y a seguirlo, alguien que se esfuerza por vivir el evangelio y compartirlo con los demás. Así recibo este encargo del Papa Francisco de pastorear la Iglesia particular de Tibú”. Comparó su nombramiento con la multiplicidad de rayos que suelen caer durante el año en esta región del país, fenómeno que es conocido por los indígenas Motilón Bari con el nombre de “Catatumbo”, y agregó, que si bien para muchos estas centellas de luces pueden producir temor, suspenso e incertidumbre, para otros puede ser “un faro de luz que embellece la oscuridad”. “Con este sentir, quiero ir al Catatumbo: con el deseo de compartir la luz que engalana mi vida y la de muchos creyentes, la luz de Cristo, y poder así poner mis capacidades y fuerzas al servicio de los más pobres y necesitados”. El sacerdote dijo no sentirse solo para asumir este nuevo encargo pastoral que la Iglesia le encomienda, por lo que advirtió que desea seguir compartiendo esa luz con los demás y continuar el recorrido que otros han emprendido tanto en lo pastoral como en lo social. En este contexto recordó a quienes han pasado por estas tierras dejando su huella. “Sé que ya son muchos los testigos de la fe que han dado su vida por la evangelización de esta Iglesia particular y que hoy son muchos los incansables discípulos misioneros que han cultivado y construido su vida y ministerio en esta tierra: laicos, sacerdotes diocesanos, religiosas y religiosos, misioneros, catequistas, benefactores. Espero seguir contando con su invaluable y vital entrega”. Al dirigirse a los hombres y mujeres que habitan esta región del Catatumbo, les manifestó su unión y cercanía para estar con ellos, resaltando su valentía y coraje con la que han tenido que afrontar los diferentes conflictos sociales que allí están presentes, como son la violencia, el narcotráfico, los cultivos ilícitos, entre otros. “Junto a ustedes, espero crecer en la fe, proclamar la buena nueva que Cristo nos trajo y, sobretodo, insistir en que no podemos dejar que la violencia en todas sus formas apague la luz de la verdad y las grandes esperanzas de todos los hijos e hijas de Dios que habitan aquí”. Para este nuevo prelado, que lleva marcada su vida pastoral con 25 años de servicio como sacerdote, no hay una experiencia en particular que le haya marcado su vida, pues resaltó que cada tarea que realiza la hace con cariño y esto, le ha dejado grandes satisfacciones, desafíos y aprendizajes. Su conocimiento sobre esta región en el Catatumbo no le es del todo desconocido, pues observó que de niño su familia habitó estas regiones, así también de seminarista y sacerdote tuvo la oportunidad de vivir algunos momentos pastorales, además de conocer parte del clero. "No conozco tanto la región como quisiera (...) es una realidad nueva para mí y vamos a ir conociendo un poquito más, haciendo lo que mejor se pueda (...) tengo en mente llegar pronto a trabajar. El plan de vida que hay que hacer ya está definido en el Evangelio, hay que vivir la caridad y buscar la dicha del Señor siendo pobres en el espíritu, sabiendo dar la vida y no perder la sensibilidad, buscando trabajar por la justicia y la paz, tratando de no dejar de construir siempre una sociedad mejor”, puntualizó.

Mar 25 Jun 2019

Obispos proyectan acciones conjuntas sobre migración y conflicto

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Nueva Pamplona, reunidosel 21 de junio, en la ciudad de Cúcuta, realizaron una lectura y análisis de contexto de la región, haciendo énfasis en la situación migratoria, conflicto y violencia en la zona. En este sentido, se presentaron las acciones que lidera la Iglesia y los desafíos en torno a estas problemáticas. La Arquidiócesis de Pamplona y la Diócesis de Arauca, se refirieron, de manera especial, a la preservación del páramo de Santurbán y al fenómeno de la migración; por su parte, la Diócesis de Arauca, abordó la situación de conflicto y el fenómeno migratorio. Los Obispos de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid; de Tibú, Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos; y el Obispo de Ocaña, Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, dieron a conocer el trabajo con el que cada una de las jurisdicciones eclesiásticas está aportando a la reconciliación y la paz. Por su parte, José Luis Ramírez Ospina, director de la fundación Prospecta & Innova, quien hizo parte de este encuentro como facilitador, afirmó que no sólo se conoció cómo desde la Iglesia Católica se han mitigado las consecuencias de la crisis que afecta al departamento, sino que ahora se puede “entender hacía dónde podemos ir (…) Identificamos líneas en común para llegar a acuerdos y compromisos importantes para el pueblo nortesantandereano y de Arauca”, concluyó. Entre las líneas comunes se establecieron: la evangelización (todas las Diócesis trabajarán en este aspecto); formación integral (Cúcuta, Tibú y Ocaña); fortalecimiento organizacional (Cúcuta, Tibú, Arauca y Pamplona); paz y reconciliación (todas); caridad e inclusión social (todas); ambiente, desarrollo rural y economía campesina (Tibú, Pamplona, Arauca y Ocaña); migración y desplazamientos (todas). Fuente: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta.

Jue 30 Nov 2017

Iglesia del Catatumbo celebra proyecto “Corredor Víal La Gran Alianza”

El obispo de la Diócesis de Tibú, Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, tras celebrar el inicio del proyecto “Corredor Vial La Gran Alianza”, que beneficiará a varios municipios en Norte de Santander, dijo que esta iniciativa será un paso para cerrar la brecha que ha existido entre el campo y la ciudad. “Más allá de una carretera, lo que vamos intentar hacer es acabar con la brecha que existe entre el campo y la ciudad. Es irónico estar tan cerca de Cúcuta, la capital y tener que invertir casi una jornada de un día entero para llegar allí”. Así mismo, el prelado afirmó que este proyecto vial será un escalón para avanzar en la erradicación de la economía ilícita, otro mal que afecta a los campesinos en esta región del Catatumbo. “Hay otra brecha que hay que intentar construir y se trata de ayudarles a nuestros campesinos a entrar en una lógica de construcción de economía lícita a partir de este tipo de motivaciones”, aseguró. Monseñor Sánchez Cubillos resaltó que esta es una iniciativa que busca aunar esfuerzos entre la institucionalidad, la empresa privada, la cooperación internacional y la comunidad; mejorando así la conectividad en 113 kilómetros y beneficiando a los habitantes de los municipios de El Tarra, Sardinata y Tibú.