nuevo obispo

El Papa Francisco ha nombrado como nuevo obispo de la sede vacante de Caldas (Antioquia) al padre Juan Fernando Franco Sánchez, quien fungía como Administrador Diocesano de esta Jurisdicción Eclesiástica. El padre Franco Sánchez sucederá a monseñor César Alcides Balbín, quien el 18 de octubre de 2021, fuera nombrado como obispo de la Diócesis Cartago. La Diócesis de Caldas fue erigida el 18 de junio de 1988 por la bula de Quo Aptius del papa Juan Pablo II, con territorio desmembrado de la arquidiócesis de Medellín. Padre JUAN FERNANDO FRANCO SÁNCHEZ Nació en Barbosa, Antioquia, el 1 de junio de 1975. El 29 de marzo de 2003, fue su ordenación presbiteral. Sus estudios los realizó en el Seminario Diocesano de Santa Cruz, 1995-2002, Caldas Antioquia. Estudio bachillerato en Filosofía, 199-1997, y Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana, 1998-2002. Medellín Antioquia. La Licenciatura en Derecho Canónico la cursó en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, 2006-2009, Roma Italia. Ha ocupado los siguientes cargos: Vicario parroquial en Nuestra Señora de los Dolores en Titiribí y en la Catedral de Nuestra Señora de las Mercedes en Caldas; Delegado Diocesano de Pastoral Juvenil; Capellán de la Corporación Universitaria Lasallista en Caldas; párroco de la Transfiguración del Señor en Caldas; rector del Seminario Mayor; Vicario General; Canciller Diocesano; Presidente del Tribunal Diocesano y Vicario Judicial; delegado Diocesano de Pastoral Familiar y, a partir de 2021, Administrador Diocesano de Caldas.

A través de un video-mensaje el padre Farly Yovany Gil Betancur, obispo electo de la Diócesis de Montelíbano, expresó su alegría ante el nuevo servicio que le fue encomendado y pidió oración “para que pueda ser el pastor que el Señor quiere para esa porción del pueblo de Dios”. El sacerdote saludó afectuosamente a quienes peregrinan en esta iglesia particular y les animó a “escribir juntos este capítulo de nuestra historia diocesana”. Tras agradecer a monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa, obispo de Montería y administrador apostólico de Montelíbano, por su “abnegado pastoreo en estos dos años”, se dirigió a sacerdotes, consagrados, seminaristas, agentes pastorales y grupos apostólicos, así como a autoridades civiles, militares y de policía, y bautizados en general, manifestándoles su cercanía y deseo de responder al llamado del Papa Francisco a fortalecer y vivir “la cercanía con Dios, con los sacerdotes, con el pueblo”.