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obispo castrense de colombia

Lun 2 Jun 2025

“Luto de Iglesia y dolor de Patria”: falleció monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo Castrense de Colombia

Con profundo dolor y fe en la Resurrección, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se une al duelo del Obispado Castrense y de toda la Iglesia en el país por el fallecimiento de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien partió a la Casa del Padre este domingo 1 de junio a las 11:55 p.m., tras permanecer varias semanas en delicado estado de salud.A través de un comunicado, el Obispado Castrense de Colombia oficializó esta lamentable noticia; expresó que la partida de su pastor representa un “luto de Iglesia y dolor de Patria". Monseñor Víctor se distinguió por su entrega misionera, su amor a la formación sacerdotal, su liderazgo en la promoción de la fe y la caridad, y su incansable labor por la justicia social. La Presidencia del Episcopado también ha emitido un comunicado a través del cual destaca las virtudes de monseñor Víctor y su liderazgo en la Conferencia Episcopal. Además, expresa condolencias a su familia, al clero y fieles, confiando en que Cristo Resucitado lo ha acogido en la vida eterna.Vida y ministerio de un pastor entregadoNacido en Bello (Antioquia) el 18 de octubre de 1962, monseñor Ochoa Cadavid realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de Medellín y posteriormente se especializó en Filosofía en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum) en Roma, donde también obtuvo su doctorado. Fue ordenado sacerdote por San Juan Pablo II el 5 de julio de 1986, durante la visita del Pontífice a Colombia, e incardinado en la Arquidiócesis de Medellín. A lo largo de su ministerio, se desempeñó como vicario parroquial, formador de seminaristas, director de casas de formación en Roma y colaborador en la Comisión para América Latina. Fue distinguido con el título de Capellán de Su Santidad el 15 de abril de 1995.El 24 de enero de 2006, el Papa Benedicto XVI lo nombró Obispo Auxiliar de Medellín, recibiendo la ordenación episcopal el 1 de abril del mismo año. El 24 de enero de 2011, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró Obispo de la Diócesis de Málaga – Soatá y tomó posesión canónica de esta sede, el 5 de marzo de 2011. El 24 de julio de 2015, el papa Francisco lo nombró Obispo de la Diócesis de Cúcuta y tomó posesión canónica de la misma el 15 de agosto de 2015. Desde el 30 de enero de 2021, también por designación del papa Francisco, ejercía como Obispo Castrense de Colombia.Un Pastor de Esperanza en el Año JubilarLa Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, al recibir la noticia de su partida, recordó que, en este Año Jubilar de la Esperanza, las palabras del Papa Francisco en la Bula Spes non confundit iluminan este momento: "¿Qué será de nosotros, entonces, después de la muerte? Más allá de este umbral está la vida eterna con Jesús, que consiste en la plena comunión con Dios, en la contemplación y participación de su amor infinito. Lo que ahora vivimos en la esperanza, después lo veremos en la realidad" (n. 21). Monseñor Ochoa Cadavid fue un hombre de fe inquebrantable, creativo, estudioso y de profundas relaciones humanas. Ordenado sacerdote por San Juan Pablo II el 5 de julio de 1986 durante su visita a Colombia, mantuvo siempre una gran admiración por el Pontífice, con quien colaboró en Roma. Se distinguió como un sacerdote entregado, administrador competente y servidor incansable, incluso en medio de su frágil salud. Su amor por la naturaleza, especialmente por las orquídeas, reflejaba su sensibilidad y contemplación de la creación. Una vida al servicio de la Iglesia en ColombiaEn la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Ochoa se desempeñó como Presidente de la Comisión Episcopal de Doctrina y miembro del Comité Económico. También lideró con dedicación el Consejo Superior de la Fundación MASC (Mutuo Auxilio Sacerdotal Colombiano), trabajando por el bienestar de los sacerdotes y obispos eméritos. Su labor en diversas comisiones dejó un legado de servicio, organización y caridad pastoral en toda la Iglesia colombiana. Un legado de solidaridad en la fronteraDurante su servicio como Obispo de Cúcuta, monseñor Víctor Manuel Ochoa se destacó por su incansable labor en favor de los migrantes, desplazados y comunidades vulnerables de esta región fronteriza. En medio de las crisis humanitarias derivadas del flujo migratorio venezolano, promovió la creación de albergues, comedores comunitarios y centros de atención integral, en coordinación con Cáritas Diocesana y organizaciones internacionales. Impulsó, además, programas de regularización migratoria, acompañamiento jurídico y apoyo psicosocial, convirtiendo a la Iglesia local en un referente de esperanza y acogida. Su liderazgo pastoral fue clave para articular respuestas de emergencia durante los momentos más críticos, siempre defendiendo la dignidad de los más pobres y abogando por soluciones estructurales a la crisis. Llamado a la oración y esperanza en CristoEl Obispado Castrense y la Conferencia Episcopal de Colombia invitan a unirse en oración por el eterno descanso de monseñor Ochoa, confiando en las palabras de Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá" (Jn 11,25).

Mar 27 Ago 2024

Capellanes de las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia recibieron formación sobre prevención y atención de abusos y violencias

Entre el 21 y el 22 de agosto, 198 sacerdotes del Obispado Castrense de Colombia, que prestan su servicio pastoral en todas las regiones del país recibieron formación sobre prevención y atención de abusos y violencias por parte del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia. Las charlas y talleres se llevaron a cabo en el marco del encuentro de formación permanente del clero, convocada por su obispo, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid.Temas como líneas guía y líneas operativas para la cultura del cuidado en la Iglesia colombiana, claves para identificar factores de riesgo y factores de protección en entornos familiares, sociales y eclesiales, rutas de actuación en la Iglesia a la luz del derecho canónico, hicieron parte de estas jornadas, llevadas a cabo gracias a la articulación entre el Obispado Castrense y la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia.Aunque el Obispado Castrense de Colombia, que desempeña su misión acompañando a los más de 507.000 hombres y mujeres que integran las Fuerzas Militares y de Policía del país, así como a sus familias, ya ha venido trabajando en esta dimensión, este nuevo momento de formación, renueva su compromiso con asumir y transmitir esta cultura del cuidado.“Venimos trabajando desde hace mucho tiempo en este tema. Es el tema del conocer, el tema de aplicar nuestras acciones, nuestra tarea en muchos frentes: el frente de la catequesis, el frente de la pastoral vocacional, el frente de la atención y el consejo de nuestros militares y de sus familias. Es una política preventiva (…) Es crear ambientes sanos, crear ambientes adecuados, crear ambientes que propicien de verdad un cuidado de las personas, un cuidado de nuestros fieles. Es una Iglesia al servicio de los fieles, una Iglesia al servicio de los niños y jóvenes de Colombia”, así lo expresó monseñor Víctor Manuel Ochoa.Por su parte, la psicóloga Helen Andrea Franco Matallana, quien dirige el área de Apoyo Espiritual y Psicológico del Obispado, señaló que estos espacios permiten no solo que los sacerdotes asuman esas enseñanzas de prevención y atención, sino que también puedan proyectarlas con sus fieles (en este caso, militares, policías y sus familiares) y así construir, de manera conjunta, una cultura del cuidado.El Obispado Castrense de Colombia cuenta con el Instituto Fe y Paz, este se encarga de la formación de hombres y mujeres de armas en asuntos asociados a derechos humanos, ética e integridad. Su director, el también psicólogo René Rojas Cortés, quien también estuvo presente en estas jornadas, afirmó que la formación sobre cultura del cuidado se articula directamente con la formación en derechos humanos que desde allí brindan.“Ha sido un espacio de conocimiento, de aprendizaje, de reforzar cosas que ya estaban apropiadas por parte de la Comisión para la Cultura del Cuidado del Obispado, pero que siempre vale la pena reforzarlas. Hay reflexiones nuevas, hay estadística nueva que hay que conocer para seguir trabajando de la mano de nuestros sacerdotes colombianos”, así lo expresó el doctor René.La Comisión para la Cultura del Cuidado del Obispado Castrense inició su trabajo de manera formal en este año 2024. Tanto la doctora Helen, como el doctor René hacen parte de este organismo. También lo integran el Capellán del Ejército Nacional de Colombia, el padre Benedicto Peña y el Vicario de Pastoral, el padre Luis Fernando Restrepo Londoño. Por decreto del Obispo Castrense de Colombia, actualmente esta Comisión es presidida el Vicario General.Durante los días previos a esta formación sobre Cultura del Cuidado, los sacerdotes recibieron diferentes charlas asociadas a temas fundamentales para su desarrollo personal, pastoral y profesional. Entre ellos:Retos de la Vida Sacerdotal: Exploración de los desafíos inherentes a la vocación sacerdotal en el contexto contemporáneo.Peregrinación al Interior – Ejercicio de Revisión Vocacional: Un ejercicio introspectivo para reflexionar sobre la propia vocación y misión.Excursión a un Mundo de Sensaciones: Un enfoque innovador para la reflexión personal y el crecimiento espiritual.Vida Sacerdotal y afectividad: Discusión sobre la gestión saludable de las emociones y su impacto en la vida sacerdotal.Liderazgo sacerdotal: Estrategias y principios para ejercer un liderazgo efectivo y pastoral.Proyecto de vida sacerdotal: Herramientas para desarrollar un proyecto personal y ministerial claro y enfocado.Vea a continuación el informe audiovisual de la formación: