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padre Francisco León Oquendo Góez

Jue 25 Sep 2025

Animación Bíblica de la Pastoral

Por Pbro. Francisco León Oquendo Góez - La Animación Bíblica de la Pastoral (ABP) es un servicio eclesial que tiene como objetivo hacer de la Palabra de Dios el alma de toda la actividad pastoral de la Iglesia. Consiste en animar, a través de la Palabra de Dios, a todas las personas e instancias pastorales para que experimenten un encuentro con Jesucristo vivo, leyendo, meditando, orando y viviendo la Palabra de Dios, en comunión, participación y misión, y así renueven su compromiso con el anuncio del evangelio.Elementos clave de la ABP son la centralidad de la Palabra, entendida como “fuente de vida para la Iglesia, alma de su acción evangelizadora” (Aparecida 247) (CELAM, 2007); el encuentro personal con Cristo que se comunica en su Palabra (Benedicto XVI, 2010) (VD 73); el conocimiento de la Biblia según la fe de la Iglesia, en el marco de su Tradición viva (VD 73); la integración o transversalidad, pues no se trata de una pastoral bíblica en yuxtaposición con otras formas de pastoral, sino de que todas las pastorales tengan como alma a la Palabra de Dios (VD 73).Las Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral para América Latina y El Caribe (OABP) indican como objetivo fundamental de la ABP “procurar que la Palabra de Dios sea el alma de la pastoral, la savia que nutre de vitalidad salvífica la actividad evangelizadora de la Iglesia, el corazón de toda actividad eclesial” (FEBIC LAC - CELAM, 2016, p. 55). La ABP busca que todos sinodalmente acojan la Palabra de Dios y aprendan a comprenderla, la comprendan para vivirla, la vivan para anunciarla (VD 75), de manera que personas y comunidades alcancen gran familiaridad personal y comunitaria con la Palabra de Dios (VD 80.84).Las OABP presentan las tres dimensiones de la ABP y sugieren las iniciativas que podrían emprenderse respecto a cada una de ellas.La primera es la dimensión de interpretación. La ABP enseña a interpretar la Sagrada Escritura en la fe de la Iglesia, promoviendo una lectura creyente que favorezca el encuentro con Cristo vivo mediado por la Palabra. Esta dimensión se concreta en actividades como: promover la traducción de la Biblia y su respectiva difusión, enseñar a distinguir las características de las diversas traducciones, publicar y enseñar métodos sencillos para interpretar los textos bíblicos, realizar cursos de interpretación bíblica presenciales o virtuales, promover la publicación de textos para la preparación de homilías, organizar escuelas bíblicas que incluyan la difusión e implementación de la ABP (FEBIC LAC - CELAM, 2016, p. 58), fomentar la lectura de la Escritura en el marco de la Tradición viva de la Iglesia, teniendo como referentes a los Padres de la Iglesia, el Catecismo de la Iglesia Católica y el Magisterio de la Iglesia.La segunda es la dimensión de comunión. La ABP promueve la oración inspirada en la Palabra. Método privilegiado para ello es la lectio divina. Se proponen como iniciativas: acompañar la celebración del mes, semana o día de la Biblia; promover la práctica de la lectio divina en todos los ámbitos pastorales y en la vida personal; instalar la práctica de la lectio divina en todos los centros de formación, ofrecer programas para la formación de monitores de la lectio divina, fomentar encuentros semanales de lectio divina como preparación para la Misa dominical, proponer la Palabra de Dios como mediación que favorece procesos de fraternidad ecuménica (FEBIC LAC - CELAM, 2016, p. 62).La tercera es la dimensión de evangelización. La ABP promueve una lectura creyente para anunciar a Cristo y discernir la vida cristiana. Se proponen como iniciativas: Promover la creación de equipos que implementen la ABP en diócesis, parroquias y comunidades, buscando que la Palabra de Dios sea el corazón de toda actividad Eclesial; desarrollar, en los discípulos misioneros, una relación de familiaridad y cercanía con la Sagrada Escritura, fomentando la lectura diaria del Evangelio, según el calendario litúrgico; promover la formación de servidores de la Palabra de Dios que puedan acompañar la formación bíblica de las comunidades; acompañar a las pequeñas comunidades, para que alimenten su vida con la Palabra de Dios; capacitar a los profesores de religión para que incluyan la Sagrada Escritura en sus clases; publicar subsidios para fomentar la lectura de la Biblia; promover la fundamentación de planes, proyectos y orientaciones pastorales en un texto bíblico (FEBIC LAC - CELAM, 2016, p. 66).“Todo está llamado a servir a la Palabra” (VD 9). Al servicio de la Palabra han de ponerse personas, estructuras, procesos, recursos, etc. Lo primero es garantizar una comunidad o equipo, a nivel comunitario, parroquial o diocesano que sinodalmente asuma el servicio de la ABP. Personas que sean como san Jerónimo, “apasionados por la Palabra de Dios, transmitida a la Iglesia en la Sagrada Escritura”, de la cual “sacaba su fuego interior que se convertía en palabra impetuosa y explosiva”, servidores de la Palabra “completamente consagrados a favorecer en sus hermanos de fe una comprensión más adecuada del «depósito» sagrado que les ha sido confiado” (Scripturae Sacrae Affectus) (Francisco, 2020).Ni conocimiento sin apasionamiento, ni apasionamiento sin conocimiento. Personas con amor ardoroso y ardor amoroso a la Palabra de Dios, con “actitud de humilde y asombrada veneración a la Palabra” (EG 146), con familiaridad personal con la Palabra de Dios y la mentalidad nueva que engendra la Palabra acogida (EG 149), con el arte del acompañamiento (EG 166).“Es condición indispensable que los miembros del equipo de ABP, ya sea sacerdotes, religiosos/as o laicos/as, sean personas enamoradas de la Palabra y de Dios, que la tienen como fundamento de sus vidas y viven una relación de familiaridad con ella” (FEBIC LAC - CELAM, 2016, p. 77) ¿Existe en tu comunidad, parroquia, diócesis, una comunidad dedicada a servir en la Animación Bíblica de la Pastoral?  ReferenciasBenedicto XVI. (2010). Verbum Domini. Tipografía vaticana.CELAM. (2007). Aparecida. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. San Pablo.FEBIC LAC - CELAM. (2016). Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral para América Latina y El Caribe. CELAM.Francisco. (2020). Scripturae sacrae affectus.Pbro. Francisco León Oquendo GóezDirector Departamento de Catequesis y Animación BíblicaConferencia Episcopal de Colombia

Mar 9 Sep 2025

El don de la Palabra de Dios

Por Pbro. Francisco León Oquendo Góez - Septiembre es el mes de la Biblia, ya que el 30 de dicho mes se celebra la memoria de San Jerónimo (muerto el 30 de septiembre del 420) quien, mediante su vida y sus obras, dejó a la Iglesia como herencia “una estima por la Sagrada Escritura, un amor vivo y suave por la Palabra de Dios escrita”, como escribió el Papa Francisco, en Scripturae sacrae affectus (SSA).La Palabra de Dios es “don del Padre, para el encuentro con Jesucristo vivo” (Aparecida 248). Existe la Biblia, porque existe la Palabra de Dios, la revelación de Dios, pues “quiso Dios revelarse a Sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad” (DV 2). En Cristo, la Palabra hecha carne, Dios se revela mediante obras y palabras intrínsecamente ligadas (VD 2), puesto que Cristo “lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con testimonio divino” (DV 4).La revelación salvadora, la salvación revelada es para todos. Es voluntad de Dios que lo revelado “se conservara íntegro y fuera transmitido a todas las edades” (DV 7), de manera que la “predicación apostólica se ha de conservar por transmisión continua hasta el fin del tiempo” (DV 8). La revelación fue transmitida de dos maneras: oralmente y por escrito (CEC 76). La transmisión oral es la Tradición viva, la cual “recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles y la transmite íntegra a los sucesores” (DV 9), pues “la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree” (DV 8), Tradición que es atestiguada por las palabras de los Santos Padres (DV 8) y es “la que nos hace comprender de modo adecuado la Sagrada Escritura como Palabra de Dios” (VD 17).La transmisión por escrito es la Sagrada Escritura que es “Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu Santo” (DV 9). En efecto, “los mismos Apóstoles y otros de su generación pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el Espíritu Santo” (DV 7). Por ello, “en la Iglesia se venera la Sagrada Escritura, aunque la fe cristiana no es una ‘religión del libro’, pues el cristianismo es la religión de la Palabra de Dios, no de una palabra escrita y muda, sino del Verbo encarnado y vivo” (VD 7).Así pues, “la Tradición y la Escritura están estrechamente unidas y compenetradas, manan de la misma fuente, se unen en un mismo caudal, corren hacia el mismo fin” (DV 9) y “constituyen el depósito sagrado de la Palabra de Dios, confiado a la Iglesia” (DV 10). Dios no sólo dona su Palabra, sino también el carisma para interpretarla, pues la interpretación por cuenta propia está excluida por la Escritura misma (2Pe 1,20). Por ello, “el oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado únicamente al Magisterio de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo” (DV 10), es decir, “a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma” (CEC 85). En consecuencia, “la Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia están unidos y ligados, de modo que ninguno puede subsistir sin los otros; los tres, cada uno según su carácter, y bajo la acción del único Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas” (DV 10).El mes de la Biblia renueve el amor ardoroso y el ardor amoroso a la Sagrada Escritura, pues “la Escritura ha de ser proclamada, escuchada, leída, acogida y vivida como Palabra de Dios, en el seno de la Tradición apostólica, de la que no se puede separar” (VD 7). La sinodalidad enfatiza que la Escritura se ha de leer en la comunión eclesial. En efecto, “san Jerónimo recuerda que nunca podemos leer solos la Escritura. Encontramos demasiadas puertas cerradas y caemos fácilmente en el error. La Biblia ha sido escrita por el pueblo de Dios y para el pueblo de Dios, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Sólo en esta comunión con el pueblo de Dios podemos entrar realmente, con el ‘nosotros’, en el núcleo de la verdad que Dios mismo quiere comunicarnos” (VD 30).En síntesis, la revelación de Dios contenida en su Palabra ha sido transmitida de dos modos: la Tradición viva y la Sagrada Escritura que constituyen el depósito sagrado de la fe. El Magisterio vivo de la Iglesia ha recibido el oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios, pues la Iglesia “se funda sobre la Palabra de Dios, nace y vive de ella” y también hoy la comunidad eclesial crece “en la escucha, la celebración y el estudio de la Palabra de Dios” (VD 3). Por tanto, “Acojamos el sublime tesoro de la Palabra revelada” (EG 175), pues “toda Escritura nos ha sido dada por Dios” (San Ireneo, AH II,28,3). Pbro. Francisco León Oquendo GóezDirector de los Departamentos de Catequesis y Animaciòn BíblicaConferencia Episcopal de Colombia

Mar 29 Jul 2025

Conferencia Episcopal de Colombia celebrará el Mes del Catequista 2025 con encuentros virtuales sobre "La Esperanza en los Padres de la Iglesia"

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Comisión de Catequesis y Animación Bíblica, celebrará el Mes del Catequista en agosto de 2025 con una programación especial formativa que busca destacar y enriquecer la labor de estos servidores de la fe, como signos de esperanza para la Iglesia. Bajo el lema "La Esperanza en los Padres de la Iglesia", se llevarán a cabo cuatro encuentros virtuales con destacados expertos en patrística.Un mes especial para reconocer y formar a los catequistasCada 21 de agosto, la Iglesia Católica celebra el Día del Catequista en honor a San Pío X, su santo patrono. Este año, nuevamente la CEC ha querido extender esta conmemoración a todo el mes, ofreciendo un ciclo de conferencias que, como explica el padre Francisco León Oquendo Góez, director del Departamento de Catequesis, los obispos de la Comisión Episcopal de Catequesis propusieron “trabajar el tema de la esperanza en sintonía con el Jubileo de la Esperanza, para que nuestros catequistas se sientan motivados e inspirados a ser signos vivos de esperanza en la Iglesia colombiana".Los encuentros virtuales, que se transmitirán los miércoles a las 7:00 p.m. durante agosto, buscan crear "espacios de comunión, pues no podemos reunirnos físicamente con todos los catequistas del país, pero sí podemos encontrarnos virtualmente para formarnos y crecer juntos", añade el padre Oquendo.¿Por qué los Padres de la Iglesia?Según el padre Oquendo, la elección del tema para estos espacios responde a dos razones fundamentales:1."Muchos Padres de la Iglesia fueron excelentes catequistas y, por tanto, son modelos para nuestros catequistas actuales".2."Fueron testigos y teóricos de la esperanza en tiempos difíciles, como los primeros siglos de persecución. Sus enseñanzas son especialmente valiosas hoy".Programación y expertos invitados1. "La esperanza en los Padres de la Iglesia desde San Agustín" – Parte I y IIInvitado: Fray Enrique Eguiarte Bendimez, OAR, agustino recolecto, doctor en Teología Patrística y autor de obras fundamentales sobre San Agustín.Fechas: 6 y 13 de agosto.Fray Eguiarte, una autoridad en el pensamiento agustiniano, compartirá reflexiones sobre la esperanza cristiana, basándose en sus obras "San Agustín y la ecología" (2025) y "Ejercicios espirituales con san Agustín" (2022).2."La esperanza en los Padres Capadocios"Invitada: Dra. Ana Cristina Villa, teóloga especializada en patrística y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana.Fecha: 20 de agosto.La doctora Villa, autora de libros como "La fraternidad en los Padres de la Iglesia", explorará la visión esperanzadora de los grandes maestros capadocios.3."La esperanza en San Cirilo de Jerusalén"Invitado: Dr. José Fernando Rubio, historiador del cristianismo antiguo y experto en lingüística.Fecha: 27 de agosto.El doctor Rubio analizará las catequesis de Cirilo de Jerusalén, un referente para la formación de nuevos creyentes.¿Cómo participar?Los encuentros son gratuitos y abiertos a catequistas, líderes religiosos y público interesado. Las transmisiones se realizarán a través de los canales digitales del canal de Youtube y la página de facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Jue 13 Mar 2025

¿Esperar en algo o en Alguien? Claves bíblicas para no perder la esperanza en el nuevo episodio de Diálogos en el Atrio

Este miércoles, 12 de marzo, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lanzó el segundo episodio de su videopodcast 'Diálogos en el Atrio' en el marco de la temporada ‘Caminando en Esperanza’. En esta ocasión, el invitado especial al diálogo es el padre Francisco León Oquendo Góez, director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica de la CEC. El padre Oquendo habla sobre “La esperanza en la Biblia y en los Padres de la Iglesia”, a partir del artículo que escribió para el libro ‘Caminar en Esperanza’, publicado por la Conferencia Episcopal.El episodio, de 35 minutos de duración, ofrece una reflexión profunda y cercana sobre cómo la esperanza, como virtud teologal, atraviesa la Sagrada Escritura y el magisterio de los Padres de la Iglesia, iluminando la vida de los creyentes en medio de las adversidades.Entre los temas protagonistas del episodio, se destacan:La esperanza como certeza confiadaEl padre Francisco Oquendo define la esperanza desde la Biblia como una “certeza confiada”, basada en la promesa de Dios.“Todos los grandes hombres y mujeres de la Biblia vivieron animados por esta certeza que les provenía de una fuente común: la promesa de Dios”, explica.El presbítero destaca que esta promesa no se limita a lo temporal, sino que se extiende a la eternidad, lo que convierte la esperanza en una fuerza transformadora incluso en los momentos más oscuros.La esperanza en medio de la adversidadEn un contexto como el colombiano, marcado por desafíos sociales, políticos y humanos, el padre Francisco subraya que la esperanza brilla con mayor intensidad en la oscuridad.“La esperanza es una luz que brilla tanto más fuerte cuanto más oscuro es el momento que la persona o el pueblo de Dios vive”, afirma.Cita ejemplos bíblicos como el Libro de Job, donde el protagonista, a pesar de perderlo todo, nunca pierde la esperanza en Dios: “Yo sé que mi Redentor vive” (Job 19,25).Las mujeres: heroínas de la esperanza, empezando por la Virgen MaríaEl sacerdote resalta el papel de las mujeres en la Biblia como modelos de esperanza. Menciona a Rut, quien, en medio de su desesperanza, declara: “Para mí hay esperanza”; a Judit, quien salva a su pueblo confiando en que Dios es el “Salvador de los desesperados”; y a Ester, quien intercede por su pueblo con la certeza de que Dios escucha el clamor de los angustiados.Sobre la Virgen María, el padre Francisco la llama “el modelo de esperanza por excelencia”, destaca su disposición a servir como expresión máxima de su esperanza y recuerda la necesidad de seguir su ejemplo.La esperanza de los cristianos es en “Alguien”, no en algoUno de los momentos más contundentes del episodio es cuando el padre Francisco explica que la esperanza cristiana no se centra en cosas materiales, sino en alguien: Dios.“Esperar en algo es muy propio de una sociedad consumista. Nosotros esperamos en alguien, esperamos en Dios”, afirma. Citando a San Agustín, recuerda que “cuando decimos Dios, decimos toda nuestra esperanza”. Además, resalta que Jesucristo es llamado “esperanza nuestra” en el Nuevo Testamento y que los Padres de la Iglesia lo denominaron “la esperanza perfecta”.La esperanza frente al sufrimiento y la muerteEn este diálogo, el padre Francisco también profundiza sobre la relación entre el sufrimiento y la esperanza, señalando que esta última es la que da sentido al dolor. “La esperanza es la luz que muestra un rumbo en medio del sufrimiento”, expresa.Cita el Libro de las Lamentaciones, donde se lee: “Es bueno en silencio esperar en el Señor” (y el Libro de los Macabeos, donde los mártires enfrentan la muerte con la certeza de la resurrección.“Lo único que puede iluminar el sendero oscuro de la muerte es la esperanza”, reafirma el padre Oquendo.La esperanza como camino a la felicidadEl sacerdote también vincula la esperanza con la felicidad, citando el Salmo 42: “Espera en Dios, que volverás a alabarlo, salud de mi rostro, Dios mío”. Explica que la esperanza conduce a la felicidad, mientras que las “pequeñas esperanzas” o “falsas esperanzas” pueden alejarnos de ella.“Una sociedad con déficit de esperanza se está desviando del camino que nos puede llevar a la felicidad”, advierte el Director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica.Episodio disponible a través de Youtube y FacebookEn este segundo episodio de ‘Diálogos en el Atrio’, los espectadores podrán encontrar no solo una reflexión con enfoque bíblico y teológico muy amena, sino también herramientas prácticas para vivir la esperanza en su cotidianidad, especialmente en un contexto como el colombiano, donde esta virtud es más necesaria que nunca.El episodio está disponible en el canal de YouTube y en la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, los interesados en profundizar en estos temas pueden adquirir el libro ‘Caminar en Esperanza’ en la librería de la Conferencia Episcopal o en las librerías San Pablo del país.Vea el episodio a continuación:

Jue 29 Ago 2024

Todo listo para celebrar el Mes de la Biblia 2024: conozca los recursos preparados por la Conferencia Episcopal de Colombia

La Iglesia Católica colombiana está lista para celebrar el Mes de la Biblia 2024 durante el próximo mes de septiembre. En esta oportunidad, en sintonía con el papa Francisco y en preparación para el Jubileo del 2025, tendrá como enfoque central la oración; de allí el lema elegido para motivar la celebración: “Alegres en la esperanza, perseverantes en la oración”.En este contexto, desde la Comisión Episcopal y el Departamento de Catequesis y Animación Bíblica de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se ha preparado una cartilla orientadora con textos y talleres prácticos que permitirán a todos los fieles profundizar en el conocimiento y en la lectura orante de la Palabra de Dios. Además, cada miércoles de septiembre, desarrollarán encuentros formativos sobre la Biblia; actividades que serán transmitidas a través del canal de YouTube y la página de Facebook de la CEC.En la presentación del documento, monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla, presidente de esta comisión episcopal, ha resaltado la importancia de aprovechar este itinerario reflexivo y formativo “en medio de estos tiempos difíciles y desafiantes, pero no por ello carentes de la presencia fiel de Dios y de su acción misericordiosa”. Además, se ha referido a la conexión existente entre la Sagrada Escritura, la oración y la esperanza:“En la lectura meditada y orante de la Palabra no solo contemplamos esperanzados las obras de Dios y descubrimos su amor, sino que le suplicamos al Señor que, con su misericordia, venga a cada instante y nos salve. La plegaria adelanta la venida del Reino: “Pidan y se les dará” (Mt 7,7) nos ha dicho el Señor. Desde el inicio la Iglesia ha clamado en su oración: ¡Ven, Señor Jesús! (1 Cor 16,22) (…) Al avivar la esperanza, la oración nos anima también en el compromiso por la transformación del mundo en el que vivimos. La oración nos conforta, pues en ella recibimos siempre como en anticipo lo que anhelamos, la oración nos alienta porque en ella re- suena siempre el gozoso mensaje de la Pascua: la última palabra sobre la historia no será la victoria de las fuerzas del mal, si no el triunfo de la vida y del amor. Por ello los discípulos misioneros de Jesús trabajamos sin desanimarnos. La batalla decisiva ha sido ya ganada por Cristo. Nada nos fortalece tanto como esta certeza. Además, en la oración encontramos las luces necesarias para colaborar con Dios en la obra que Él realiza en cada momento de la historia (…) Cuánto bien nos hace orar en estos tiempos convulsionados y de incertidumbre por los que estamos pasando a nivel mundial y nacional”.Por su parte, el padre Francisco León Oquendo Góez, director del departamento, explica la relación entre la Lectio divina y la oración, e introduce a los lectores en lo que será la metodología de la cartilla:“La revelación se convierte en acción, gracias a una relación. La relación con el Dios que se revela suele vivirse mediante la oración. Por ello, se propone dedicar los encuentros del mes de la Biblia, a profundizar en la oración, mediante la lectura orante de algunos pasajes bíblicos que presentan modelos y fomentan el arte de la oración (…) La metodología es la lectio divina, la manera de acercarse a la Escritura que ha alimentado la espiritualidad, fomentado la oración, edificado la comunidad, impulsado la misión, iluminado la sinodalidad y favorecido la santidad durante muchos siglos, hasta el día de hoy. Tanto la lectio divina como la oración se hacen bajo el impulso del Espíritu Santo. “La Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita” (DV 12) y es el Espíritu quien en la oración “viene en ayuda de nuestra debilidad, porque no sabemos pedir como conviene” (Rom 6,26) (…) El vínculo entre lectio divina y oración fue subrayado sabiamente por Benedicto XVI: “En este marco, quisiera recordar y recomendar sobre todo la antigua tradición de la Lectio divina: la lectura asidua de la sagrada Escritura acompañada por la oración realiza el coloquio íntimo en el que, leyendo, se escucha a Dios que habla y, orando, se le responde con confiada apertura del corazón". (Discurso al Congreso Internacional en el XL aniversario de la Constitución Conciliar "Dei Verbum", 2005).Estructura de la cartilla orientadoraEn la cartilla, se proponen diez encuentros, cada uno con siete pasos (un contexto o indicaciones previas, inicio, lectura, meditación, oración, confrontación y contemplación). Están distribuidos así:Primer encuentro: Moisés y su última oraciónSegundo encuentro: Ana, entre el lamento y la alabanzaTercer encuentro: Elías y la oración en la soledadCuarto encuentro: Elías y la oración en el desierto y la montañaQuinto encuentro: Un poeta ora en medio de la guerraSexto encuentro: María e Isabel y la oración de la pequeñezSéptimo encuentro: La oración de los hijos y los hermanosOctavo encuentro: La oración sacerdotalNoveno encuentro: Jesús ora en la cruzDécimo encuentro: La oración como canto de las realidades últimasEncuentros formativos virtuales sobre BibliaCada miércoles del mes de septiembre, a las 7:00 p.m. el Departamento de Catequesis y Animación Bíblica realizará, de manera virtual, encuentros formativos en los que se abordarán diversos temas asociados a la Sagrada Escritura. Entre ellos: “La Oración en la Sagrada Escritura: El orar del no nato, de Isabel y de María”, tema que será orientado por el padre Wilson Moreno de la Diócesis de Vélez; también, algunos rasgos de la oración desde el Libro del Apocalipsis, tema que abordará el padre Juan Bautista Alzate Arias, licenciado en teología bíblica de la Pontificia Universidad Gregoriana y doctor en teología bíblica de la Universidad PontificiadeSalamanca.Estas charlas serán transmitidas a través del canal de YouTube y la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia.En contextoEl Mes de la Biblia se celebra en la Iglesia Universal debido a que el 30 de septiembre es la fiesta de San Jerónimo, uno de los Padres de la Iglesia latina, reconocido, especialmente, por dedicar su vida al estudio de la Sagrada Escritura. Tanto así, que la tradujo al latín. A esa traducción se le conoce como “Vulgata” (“Vulgata Editio”, es decir, “edición para el pueblo” o traducción difundida entre los pueblos), ha sido considerada por la Iglesia Católica como la versión oficial de la Biblia.