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padre melson correa

Vie 3 Oct 2025

“No somos misioneros digitales por los seguidores, sino por el encuentro”: El mensaje de esperanza que llega en un nuevo ‘Diálogo en el Atrio’

En un mundo donde las métricas y los “me gusta” suelen marcar la pauta, la Iglesia recuerda que el corazón de la comunicación, incluso en lo digital, es el encuentro humano y con Cristo. Este fue uno de los poderosos mensajes que protagonizó el séptimo episodio del videopodcast ‘Diálogos en el Atrio’, que se estrenó este jueves, 2 de octubre, a través del canal de YouTube y la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).Este diálogo, titulado “Misioneros Digitales: llevando Esperanza a las redes”, reunió a dos voces jóvenes y representativas de este nuevo apostolado: Camila Plata, laica de la Arquidiócesis de Bucaramanga, y el padre Melson Correa, sacerdote de la Diócesis de Montería. Desde sus diferentes carismas, compartieron sus testimonios de conversión personal y cómo Dios los llamó a usar las redes sociales no para buscar fama, sino para ser “puentes” que llevan a las personas hacia la fe.Testimonios que inspiran: del maquillaje a la fe y del miedo a la cámara a la misiónEl diálogo profundizó en las historias personales que los llevaron a abrazar la misión digital. Camila (@camilaplata81) relató cómo pasó de crear contenido de belleza a responder a un llamado interior: “Sentía un vacío…No estaba mal hacer videos de maquillaje, pero el vacío era porque Dios decía: ‘es que yo quiero que eso que te estoy dando lo utilices en esto’”.Por su parte, el padre Melson, conocido en redes a través de su usuario @catequizate_26, confesó su inicial temor a las cámaras y cómo una hermana misionera lo animó a dar el paso: “Me dijo: ‘la gente no solo quiere un mensaje bonito, quiere ver quién está detrás’…Eso fue lo que me movió a salir: humanizar el mensaje”.La misión digital: un campo de esperanza para la IglesiaMás allá de las anécdotas, la conversación se centró en la profunda responsabilidad y el marco teológico-pastoral de la misión digital. Ambos invitados, quienes participaron en el Jubileo de Misioneros Digitales celebrado en Roma el pasado mes de julio, destacaron el apoyo oficial de la Iglesia a este ministerio.El padre Melson enfatizó en la universalidad de la vocación misionera: “Descubrimos que todos podemos ser misioneros en la Iglesia… ya no hay excusa para decir ‘¿cómo le sirvo, Señor?’”. Mientras que Camila reflexionó sobre el estilo de esta evangelización: “Aprendí que se trata de hablar con amor y enseñar con amor la Palabra de Dios… No desde la soberbia de que tenemos la verdad”.Por su parte, Camila aportó una definición específica de la misión digital desde su experiencia como laica: “Existen diferentes carismas…Pero ser misionero digital es transmitir a Cristo desde la experiencia, basado en la Iglesia…Es una persona que Dios escoge como puente para que, a través de esa experiencia, pueda transmitir a Cristo desde la Iglesia”. Ambos coincidieron en que el misionero digital no busca entretener, sino “sanar y convertir”, y que su labor es fundamentalmente de servicio, trascendiendo la “propaganda religiosa” para generar un “verdadero encuentro”.Uno de los momentos más reveladores giró en torno a la tensión entre la lógica del algoritmo y la acción del Espíritu Santo. Al respecto, Camila compartió una idea contundente: “Cuando Dios quiere que algo se viralice, no hay storytelling ni estructura que valga…El algoritmo es creado por seres humanos, y el Espíritu está por encima del algoritmo”.Una misión digital con enfoque claro en el contexto colombiano: sanar heridas y construir pazFrente al potencial de la pastoral digital en Colombia, los invitados fueron optimistas. El padre Melson vislumbró un futuro donde las redes pueden ser instrumentos de “unidad, de paz y de trabajo en equipo” para el país, llegando a las periferias existenciales (que, afirmó, también están en las redes). Camila, por su parte, concluyó con un mensaje de esperanza: “La oscuridad hace ruido, pero la luz es más fuerte… Dios es más poderoso que el mal. Le pido a Dios que me dé la gracia de mostrarle al mundo esa luz”.Vea a continuación el episodio 7 de Diálogos en el Atrio: