Pontificio Consejo para la Promoción y la Unidad de los Cristianos

Realizar un viaje conjunto basado en la colaboración, la solidaridad y la experiencia profunda en Cristo, fue el llamado que hizo el Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción y la Unidad de los Cristianos, monseñorBrian Ferrel, a los representantes de diferentes denominaciones cristianas que participan del Tercer Foro Cristiano Mundial que se celebró en Bogotá. “Necesitamos contacto y diálogo para conocernos realmente, confiar unos a otros, aprender a trabajar juntos y no utilizar nuestras diferencias para mantenernos separados y, mucho menos, estar en conflicto”, señaló el representante católico. El obispo, de origen irlandés, expresóseis deseos para el foro. En primer lugar, exhortó a las iglesias tradicionales a recibir y tomar a las comunidades pentecostales, evangélicas y carismáticas como algo serio. “Estas nuevas experiencias de fe desafían posturas de larga data con respecto a muchas de nuestras costumbres, leyes y tradiciones;y desafían especialmente nuestra falta de coraje con respecto a los estándares morales y éticos”, señaló. Para facilitar el encuentro entre la “continuidad histórica y la novedad, invitó a los nuevos organismos religiosos a profundizar su base teológica para evitar el entendimiento sin un espíritu crítico de la escritura y sus implicaciones en el testimonio y la misión cristiana. Así mismo, invitó a la “renuncia a todo tipo de proselitismo abierto u oculto”;lo que implica el respeto como cristianos unos a otros, incluyendo el reconocimiento mutuo del bautismo cuando entramos en la comunión con Dios y en la comunidad cristiana en la forma bíblica: a través del agua y la fórmula trinitaria. Monseñor Brian Ferrel animó a los cristianos que han sido “desconfiados del movimiento ecuménico” para que “reconozcan que está arraigado en el Evangelio e inspirado en el Espíritu Santo”.Asimismo,exhortó para que superen las discusiones estériles sobre las estructuras y el gobierno de la Iglesia y presten atención a una nueva pertenencia de la fe compartida desde el Evangelio. Finalmente, animó a superar los obstáculos y desarrollar experiencias comunes de estudio bíblico, oración conjunta, experiencias espirituales, cooperación en investigación bíblica-teológica, interacción entre los candidatos al ministerio, cooperación en la misión y el testimonio social, en el área de desarrollo, preservación del ambiente y los medios masivos. “Si el Foro Cristiano Global representa algo que vale la pena, es esto: crear las condiciones para una nueva era de amistad y solidaridad entre todas las comunidades cristianas, enfatizando la graciaquecompartimosy no insistir en las diferencias que dividen.Solo de esta manera podemos cumplir el mandato del Señor de predicar el Evangelio a las naciones, "para que el mundo crea.No nos temamos los unos a los otros”, concluyó.