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popayán

Jue 5 Sep 2024

Obispos colombianos dieron el primer paso hacia la consolidación de la pastoral indígena

Por primera vez, los obispos de las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos de Colombia donde hay mayor presencia de comunidades indígenas, se reunieron para analizar juntos el contexto de sus territorios en esta dimensión, el estado de la pastoral indígena en el país; así como las oportunidades y desafíos para su fortalecimiento. Aunque desde hace muchos años, diversas jurisdicciones han tenido múltiples espacios de trabajo con los pueblos originarios, los obispos colombianos identificaron la necesidad de dar un paso adelante.En la reunión, que se llevó a cabo entre el 2 y el 3 de septiembre en la sede de la Universidad Santo Tomás en Bogotá, participaron 14 obispos. Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, lideró la convocatoria y animó el desarrollo del encuentro. También estuvo presente el padre Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, director del Área de Etnias del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Además, para enriquecer la reflexión con sus protagonistas, dos miembros de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), fueron invitados a compartir con los prelados detalles de la situación actual de sus comunidades.Monseñor Sánchez destacó la importancia del encuentro para conocer específicamente las iniciativas que se adelantan en cada Iglesia particular, de acuerdo a las visiones y realidades de las etnias y pueblos indígenas allí presentes:“Teníamos una deuda como obispos de una conversación seria, profunda, ampliada sobre el tema de la pastoral indígena. Cada uno de nosotros, en nuestros territorios, en los que los pueblos indígenas que estamos, salimos adelante con iniciativas muy, muy particulares, con las tradiciones que tiene una Iglesia sobre esa pastoral específica…Hacernos conscientes de la responsabilidad enorme que tenemos frente a nuestros pueblos indígenas, sus luchas, sus dolores, sus reivindicaciones, sus procesos y el papel que nosotros desde el Evangelio tenemos que poner en ese camino”.El padre Carlos Zuluaga del Área de Etnias de la CEC, dimensionó la importancia de que la Iglesia inicie este camino. Afirmó que Colombia tiene, por lo menos, 64 etnias, “que son 64 pensamientos diferentes y que son 64 maneras en su cosmovisión y en su cosmogonía de ver la vida”, remarcó.“Adentrándonos en este caminar, entonces vamos a un encuentro de espiritualidades. Sí, donde la Iglesia particularmente tiene una propuesta que es la que el Señor nos ha dado. Adentrarnos como en esta diferenciación, para que en ese encuentro se vaya inculturizando el Evangelio, pero desde la interculturalidad que es aprender, aprender, tener de alguna manera el reconocimiento de que ellos son diferentes, que piensan diferente, que tienen una espiritualidad y que esa espiritualidad no pelea con la nuestra o con todo lo que es la evangelización, sino que el Evangelio llega a encarnarse porque allí ya está lo que llaman las Semillas del Verbo”, agregó el padre Carlos.Los siguientes pasosDesde esa mirada, sobre los resultados y propósitos trazados al cierre de este encuentro, monseñor Omar Sánchez señaló que lograron plantear una ruta común que contempla la realización de un próximo encuentro de escucha ampliado, esta vez, contando con la participación de delegados de pastoral indígena y sacerdotes indígenas. De tal forma que se pueda llegar a un conceso más adaptado a la realidad, que facilite la definición de líneas de trabajo de la pastoral indígena a nivel nacional.Posteriormente, adelantarían una fase de discernimiento, a partir de la cual puedan construir unas líneas generales que orienten la pastoral indígena en Colombia; finalmente se daría la etapa de implementación y aplicación.“Minga dentro, minga fuera”En cuanto a los temas concretos que considerarían inicialmente en este proceso, los obispos han distinguido situaciones propias de la misión de la Iglesia y otras, de la realidad social, ambiental y política de estas comunidades en las cuales también la Iglesia puede aportar. El Arzobispo de Popayán los categorizó como temas “minga fuera” y temas “minga dentro”.“Minga dentro: lo nuestro es el nombre de Jesús como Salvador, dar la buena noticia de Jesús en nuestros pueblos indígenas: acompañar a los que ya son cristianos católicos aferrados a nuestra fe con unas expresiones hermosas de nuestra fe católica, recuperar a tantos cristianos católicos de nuestros pueblos que tienen esta fe pero la tienen fría (…) Minga fuera, grandes temas como el ambiental, la protección de la casa común, el gran tema de la paz en la que ellos y nosotros estamos; otros como su cultura, identidad y espiritualidades”, expresó el arzobispo de Popayán.Durante el encuentro también se destacó la necesidad de buscar estrategias para fortalecer la pastoral vocacional en medio de las comunidades indígenas, lograr que la Iglesia se acerque más a su cultura. Esto implica superar retos como la dispersión territorial, la escasez de sacerdotes en algunas Iglesias particulares y la superación de barreras dialécticas.También se definió la importancia de aportar desde la Iglesia en la educación en valores y elementos que les permitan a los miembros de estos pueblos originarios construir o fortalecer sus proyectos de vida. Así mismo, buscar estrategias para fortalecer la pastoral vocacional en medio de ellos.Por su parte, el padre Arnulfo Moreno Quiñones, pro-vicario del Vicariato Apostólico de Guapi, donde tienen comunidades indígenas en los cuatro municipios que conforman su jurisdicción, destacó que allí el trabajo con los pueblos originarios lo han venido adelantando, especialmente, a través de comunidades religiosas y de la pastoral social.“Hace muchos años atrás teníamos religiosos y religiosas trabajando directamente en las comunidades indígenas. Ahora no tenemos ningún religioso ni ninguna religiosa, pero hemos estado allí (…) Salió la cuestión de la escasez de vocaciones. De hecho, los indígenas en general se identifican, dicen o son católicos y ellos en su vivencia de la espiritualidad, se acercan a nosotros como Iglesia Católica a pedir, sobre todo, el sacramento del Bautismo".El padre Quiñones también destacó la cercanía y aceptación que tiene la Iglesia entre muchas de estas comunidades indígenas, evidenciada, por ejemplo, en la devoción a los Santos Católicos:“En nuestra jurisdicción eclesiástica, ellos son muy devotos del Señor, de la Buena Esperanza. Entonces ellos acuden frecuentemente en sus necesidades a esta, a este santo, a esta imagen, el Señor de la Buena Esperanza es una gran oportunidad que yo pienso que podemos aprovechar para acercarnos más. Además de otras festividades que también celebran San Juan Bautista, Santa Rosa, la Niña María”.Sin embargo, el sacerdote también indicó que, para poder fortalecer la labor evangelizadora, se deben fortalecer aún más los lazos con las autoridades espirituales e institucionales de estas comunidades.Higinio Obispo González, Asesor de la Secretaría General de la Organización Nacional Indígena de Colombia, fue uno de los líderes indígenas invitados al espacio. Higinio destacó la relevancia de este espacio; valoró el interés y la apertura de los obispos frente al tema. En el espacio, expuso los principales procesos que se están llevando a cabo a nivel organizativo, así como realidades de los diversos pueblos y territorios:“También es importante en el sentido que hacía mucho rato no teníamos este tipo de diálogo, sobre todo con los obispos. Yo creo que hay una necesidad de cómo conjugamos una visión y otra. Y la Iglesia siempre ha estado en disposición de acompañar a nuestros pueblos indígenas y de eso estamos muy agradecidos, pero también porque en este momento es importante que la Iglesia renueve las posibilidades realmente de cómo trabajar en el proceso organizativo, acompañando en sus acciones a estos pueblos”, así lo describió Higinio.Vea a continuación el informe audiovisual:

Mar 22 Ago 2023

El papa Francisco está escribiendo la segunda parte de Laudato si', con actualizaciones

Este lunes, 21 de agosto, el papa Francisco anunció que está escribiendo la segunda parte de su Encíclica Laudato si', carta dedicada al cuidado de la casa común, publicada en el año 2015. Según ha dicho el Santo Padre, esta adhesión significaría una actualización de las orientaciones dadas en este documento, acorde a los problemas actuales. La afirmación la hizo al dirigirse en audiencia a una delegación de abogados de los Estados miembros del Consejo de Europa.El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha explicado a medios vaticanos que esta actualización pretende hacer frente, especialmente, a las crisis climáticas que vive la humanidad. «No debemos olvidar nunca que las jóvenes generaciones tienen derecho a recibir de nosotros un mundo bello y habitable, y que esto nos inviste de serios deberes hacia la creación que hemos recibido de las manos generosas de Dios», expresó el pontífice.Además de su preocupación por los jóvenes, evidenciada en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada este mes en Lisboa, durante el encuentro, el papa Francisco manifestó su gratitud por las iniciativas que se están dando en el desarrollo de un marco normativo a favor de la protección del medio ambiente.En cuanto a otros temas que podrían ser tenidos en cuenta en esta segunda parte de la encíclica, cabe recordar que en los últimos años el Santo Padre ha tenido mayor contacto y ha motivado aún más la reflexión en la Iglesia sobre la importancia de los pueblos originarios. El Sínodo para la Amazonía, realizado en 2019, y la Exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonia” publicada en 2020, son claros ejemplos de este interés.En tono con la ecología integral, tema en el que está enmarcado Laudato si', donde cuidar el medio ambiente implica tener una actitud de ecología humana, el Santo Padre ha recordado en la audiencia la necesidad de que la persona humana esté en el centro de toda actividad, "y que no se abandone a merced de modas y poderes".Cabe recordar que el contenido de esta carta ha sido sido clave para el trabajo adelantado por la Iglesia Católica colombiana, no solo en la Amazonia sino en diversos territorios y comunidades del país, a partir de apuestas pastorales, pedagógicas y de incidencia.

Sáb 25 Mar 2023

Semana por la vida 2023: Dejar a un lado la indiferencia y asumir un compromiso con su cuidado

En el marco de la 'Semana por la vida 2023' que promueve entre el 19 y el 26 de marzo la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, envió un mensaje de reflexión a todos los caucanos, invitándolos a interiorizar en la responsabilidad que cada ser humano tiene con la integridad y vida de las personas. De acuerdo con el prelado, esta importante región del suroccidente del país se ha visto seriamente afectada por una especie de cultura y drama de la muerte. “El año pasado contamos más de 776 muertos y los índices crecen este año en el Cauca. Estamos lastimando la naturaleza y los seres humanos en los entornos familiares generando amenazas a la integridad humana, estamos causando demasiadas muertes sistemáticas en el entorno de un departamento que es bello por lo demás”, precisó monseñor Sánchez. Siendo enfático en que todos en Colombia estamos llamados a ser obreros y trabajadores por la vida, el arzobispo dijo que la celebración de esta semana nos da una oportunidad para dejar a un lado la indiferencia y asumir este compromiso, defendiéndola donde esté en riesgo y promoviéndola donde necesita ser revitalizada. Agregó también que “la vida encierra en sí misma un misterio enorme y quien no se detiene a pensar el valor y el sentido de ese misterio puede banalizar su concepto”. Este es el mensaje del Arzobispo de Popayán: Para conocer detalles de la Semana por la vida 2023, ingrese AQUÍ.

Jue 18 Oct 2018

En Popayán se realizó taller básico de pastoral presbiteral

Con el objetivo defortalecer la pastoral presbiteral para acompañar y ayudar mejor la vida y el ministerio de los presbíteros delas provincias eclesiásticas de Cali y Popayán del 16 al 18 de octubre se realizó un Taller básico de Pastoral Presbiteral. Este evento fue organizado por el Departamento de Ministerios Ordenados de la Conferencia Episcopal y se celebró del en la casa de Encuentros Betania en Popayán. Durante el encuentro se reflexionó sobre la importancia de la capacitación para servir la pastoral presbiteral permanente, orgánica, diferenciada, personalizada, integral, sistemática, participativa y organizada, en la provincia eclesiástica; renovar las actitudes y el compromiso para el servicio personal al clero; y elaborar y asumir líneas de acción para la pastoral presbiteral en nivel diocesano, de vicaría foránea, de comunidad sacerdotal y de nivel individual. De este taller participaron representantes de la arquidiócesis de Popayán, las diócesis de Buga, Palmira, Mocoa- Sibundoy e Ipiales. En este taller participo Monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve, Obispo de Mocoa – Sibundoy y responsable de la pastoral presbiteral en Colombia, también hizo presencia el Arzobispo de Popayán, Monseñor Luis José Rueda.

Mar 5 Jun 2018

"No quiero decirles adiós, sino:¡Sigamos caminando!"

Con estas palabras el obispo saliente de Montelíbano, Monseñor Luis José Rueda Aparicio se dirigió a los fieles de este territorio en el cual estuvo prestando sus servicios pastorales durante 6 años. El prelado, quien el pasado mes de mayo fue nombrado como Arzobispo de Popayán, a través de un sentido video-mensaje, invitó a los montelibanenses a seguir transitando por los caminos de la reconciliación y la paz. Así también, motivó a seguir en los procesos de evangelización, como el que impulsa la Escuela de formación básica en la Fe en esta región. "Estamos hablando de un proceso con niños desde los 3 años que van conociendo a Cristo y los sacramentos, por ello necesitamos más catequistas", señaló. El obispo, integrado a la realidad de este territorio, expresó su deseo de quedarse, pero también explicó su compromiso y obediencia. "Me quedaría aquí en el nombre de Cristo, pero quiero obedecer la voluntad de Dios Padre y decirles: gracias por ser hermanos en la Iglesia, por ser hermanos en Cristo. Sigan trabajando en el sur de Córdoba, la diócesis de Montelíbano los necesita". Así mismo, gradeció al presbiterio que lo acompañó durante este tiempo. "Hermanos sacerdotes, gracias por tanta paciencia y gracias por ese entusiasmo misionero y por esa capacidad de vivir pobres entre los pobres sirviendo a las comunidades parroquiales que el Señor les a asignado. Continuen, creo en la madurez de los sacerdotes, creo en la responsabilidad de las religiosas y animo a los seminaristas para que continuen". Finalmente, se encomendó a las oraciones de los fieles y los consagrados. "Oren por mi y pidan a la virgen María que me ayude a ser humilde y sencillo en el servicio", concluyó. Tras el nombramiento de Monseñor Rueda Aparicio, monseñor Iván Antonio Marín López se desempeña como Administrador Apostólico de esta Arquidiócesis, hasta la toma de posesión de su sucesor que se realizará el próximo 7 de julio.

Mié 30 Mayo 2018

“Mi mensaje para el pueblo caucano siempre será de gratitud”

Así lo manifestó Monseñor Iván Marín, tras ser aceptada su renuncia al oficio pastoral. En un emotivo mensaje, el prelado expresó su gratitud y afecto a la población del Cauca, y en particular a la ciudad de Popayán. “La ciudad de Popayán y todas las ciudades que conforman la Arquidiócesis, me han enriquecido inmensamente y he aprendido a pensar con ellos, a caminar con ellos y a orar con ellos”, señaló el prelado. Puedo decir que me he ‘caucanizado’ desde lo más profundo de mi corazón”, agregó, al tiempo que resaltó el trabajo que se realizó desde 1546, cuando el Papa nombró un Obispo para Popayán, que tenía como jurisdicción medio país y desde donde se forjó “una Iglesia viva”, que actualemente cuenta con 92 parroquias. El jerarca también recordó que en el departamento hay comunidades rurales que en su mayoría están desprotegidas y la ausencia del Gobierno permitió la proliferación de fenómenos como los cultivos ilícitos y el narcotráfico. “Pero hay retos, hay esperanzas y una juventud maravillosa (…) Decirle al Cauca y a Popayán cuanto los quiero, uno como Obispo y Pastor se enamora del pueblo, quiero mucho a mi gente a la que me he entregado con toda mi generosidad, no hay pueblo, vereda ni corregimiento que no haya visitado, seguiremos muy unidos en la oración”, señaló. Finalmente, animó a la comunidad a tener esperanza y alegría. “Saber que la obra la lleva el Señor a pesar de nuestras debilidades. Es Él quien la está haciendo, de manera que estoy profundamente agradecido con todas las comunidades; con todas las personas; con los niños; con los jóvenes, con quien me encuentro frecuentemente y con el clero, los sacerdotes son realmente los protagonistas de cada pastoral en cada parroquia”. Cabe recordar que el artículo 401.2 del Código de Derecho Canónico establece que los Obispos pueden renunciar por enfermedad u otra causa grave que les impida ejercer su oficio como pastores de la Iglesia, en este marco canónico el Arzobispo presentó su dimisión, la cual fue aceptada por el Papa Francisco. El Arzobispo electo de Popayán, Monseñor Luis José Rueda Aparicio, tomará posesión el 07 de julio.

Lun 29 Ene 2018

Iglesia de Popayán adelanta estudios para transferir puesto de salud en Julumito

Debido a la tensión que se produjo entre campesinos e indígenas en la vereda de Julumito, en Popayán, monseñor Iván Antonio Marín López, aseguró que esta arquidiócesis realizará los estudios pertinentes para transferir al Municipio de Popayán o a la Empresa Social del Estado - ESE Popayán el puesto de salud para que active la prestación de servicios a la Comunidad de Julumito. Hace pocos días indígenas de la región tomaron el puesto de salud y trataron de ocupar parte de la vereda argumentando que este territorio les pertenecía ancestralmente. En un boletín publicado por la Arquidiócesis de Popayán, monseñor Iván Marín, explicó que el puesto de salud, pertenece a la parroquia del Sagrado Corazón de Julumito. En el documento señala que desde 1926, luego de la “disolución y liquidación del entonces resguardo indígena de Julumito (…) se le adjudica a la Iglesia el usufructo a perpetuidad del predio denominado lote manga cural y área del cementerio (…) Desde el año 1930 la Iglesia ha ejercido la posesión de estos terrenos, poniéndolos al servicio de la comunidad”. DESCARGA BOLETÍN En el boletín se precisa que en ese terreno se creó la capilla, hoy templo parroquial, se trajo la presencia de las religiosas, se abrió la escuela, se organizó el centro de salud y se ha promovido el cuidado del cementerio. Monseñor Iván Marín, recordó que, desde la época de la colonia, la Iglesia es la institución que más ha defendido los intereses de la población indígena. “La gran mayoría de indígenas del Cauca han nacido y crecido en la fe católica y saben que en la Iglesia han encontrado ayuda en los momentos de necesidad espiritual y material, como, por ejemplo, en el terremoto de 1983, en la avalancha del rio Páez en 1994, recientemente en noviembre de 2017 a los damnificados de la emergencia en Corinto y actualmente se trabaja en diversos cabildos en proyectos de promoción social, educación y protección del menor”.

Vie 10 Nov 2017

Iglesia de Popayán solidaria con damnificados de Corinto

Tras el desbordamiento del río La Paila en el municipio de Corinto en Cauca, la Iglesia católica de Popayán a través de sus parroquias, ha hecho una presencia permanente en las comunidades afectadas. “Las acciones de respuesta inmediata desde las parroquias de San Miguel Arcángel y La Divina Providencia afectadas por este desastre, se dieron con un llamado a la calma puesto que el suceso sembró pánico en la comunidad y guiando a las personas hacia el refugio destinado”, así reza un comunicado emitido por esta Jurisdicción. Según un censo realizado con la ayuda de la iglesia local, Alcaldía, Policía Nacional y el Ejército, los afectados por el desastre fueron 248 familias, 850 personas, 18 personas desaparecidas y 6 fallecidos. Este informe ha permitido articular el trabajo y prestar de una manera más efectiva las ayudas necesarias. Se ha hecho un centro de acopio en la parroquia San Miguel Arcángel para la distribución de alimento no perecedero y elementos de aseo personal. Por su parte, la Arquidiócesis de Popayán se ha hecho presente en este municipio con el envío de una delegación que transportó 150 mercados, 150 kits de aseo personal, ropa para niños y adultos, además de 100 cobijas. Así mismo, se ha recibido el apoyo y ayudas de las arquidiócesis y diócesis cercanas como son Cali, Palmira, Florida, Santander de Quilichao y otras parroquias cercanas. Según se ha informado las necesidades halladas para esta emergencia son: agua primordialmente, debido a la destrucción de los dos acueductos con los que cuenta el municipio, y que su arreglo podría demorar aproximada de 5 meses; alimentos no perecederos; kits de aseo personal; medicamentos, ya que hay zonas críticas donde se corre el riesgo de adquirir enfermedades por el polvo que ha quedado una vez el lodo se secó, y utensilios de cocina para las personas que perdieron sus viviendas y no tienen dónde y cómo cocinar. Fuente: Información arquidiócesis de Popayán