Vie 17 Oct 2025
Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche
VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIOJORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONESOCTUBRE 19 DE 2025Primera lectura: Éx 17,8-13Salmo: 121(120),1-2.3-4.5-6.7-8 (R. cf. 2)Segunda lectura: 2Tm 3,14 - 4,2 Evangelio: Lc 18,1-8.I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEste domingo XXIX del tiempo ordinario se nos presenta en el Evangelio la figura de una viuda y un juez que dice no creer y no es justo, que vive en el espíritu de la impiedad. Nos encontramos en el capítulo 18 del evangelista Lucas y vemos allí la instrucción de Jesús a sus discípulos en el camino de Galilea a Jerusalén sobre la necesidad de la ORACIÓN, con una característica fundamental: la perseverancia, el no cansarse en el camino.Esta parábola que es propia de Lucas refleja la persecución y dificultades que vivían los cristianos y las incoherencias en el sistema judicial, podemos aventurarnos en la comprensión del texto y encontrar que muy posiblemente en aquella época los jueces no gozaban de buena reputación por sus comportamientos inicuos y estos no sólo no defenderán la causa de los más vulnerables, sino que la tacharán de subversión, rebelión, terrorismo y peligro para la nación y para la estabilidad social.Aparece una viuda, prototipo del abandono y de las masas de empobrecidos de la época que, debido a todas las injusticias vividas, tienen poca esperanza en la justicia que puede impartir el sistema judicial. La viuda clama justicia insistentemente frente a un juez que guarda silencio y se demora en su sentencia, pero al final actúa y quizás por conveniencia.El evangelista deja notar en las palabras de Jesús que, para quienes se sienten vulnerables ante la falta de justicia, es el mismo Dios el primero en interesarse por su causa de opresión y para esto invita a ser perseverantes en la oración.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Les decía una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”». Y el Señor añadió: «Fíjense en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El texto me invita a tener una oración perseverante en todo momento de la vida; pues Dios, en su tiempo (Kairos), nos da lo que realmente necesitamos. Pese a las muchas injusticias que existen desde siempre en la historia de la humanidad, la actitud de todo discípulo misionero es apoyar su confianza plenamente en Dios, y esperar de Él la justicia y paz duraderas.El peligro que amenaza la oración es el cansancio y la monotonía, como Iglesia que caminamos juntos debemos mantener firme la cuerda de la oración que nos une a Él, así seremos auténticos testigos del evangelio ante el mundo.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Para la oración, invito a recitar el salmo que la liturgia de este domingo nos regala:Levanto mis ojos a los montes:¿de dónde me vendrá el auxilio?El auxilio me viene del Señor,que hizo el cielo y la tierra.No permitirá que resbale tu pie,tu guardián no duerme;no duerme ni reposael guardián de Israel.El Señor te guarda a su sombra,está a tu derecha;de día el sol no te hará daño,ni la luna de noche.El Señor te guarda de todo mal,él guarda tu alma;el Señor guarda tus entradas y salidas,ahora y por siempre. Para la contemplación, repitamos una frase del Evangelio que nos ayuda a Interiorizar el mensaje:«Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante Él»II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Como Misioneros de la Esperanza entre los pueblos, nos acercamos hoy al altar de Dios para ofrecerle nuestra vida al servicio de LA MISIÓN.Al celebrar el Domingo Mundial de las Misiones DOMUND, venimos a nutrirnos del banquete pascual que nos da la fuerza para ir jubilosos a todos los lugares de la tierra a llevar el Evangelio de la Esperanza, que tanto necesita el mundo de hoy.Acompañados de la Santísima Virgen María, Reina de las Misiones, seguimos asumiendo con empeño el mandato misionero para que la buena noticia llegue hasta los confines de la tierra.Participemos con fervor.Monición a la Liturgia de la Palabra Los discípulos misioneros escuchamos con atención la Palabra de Dios, que es la voz de Dios iluminando nuestro camino y conduciendo nuestros pasos. Hoy, particularmente, el Señor nos invita en su Palabra a dar el paso decisivo a LA MISIÓN, que nos compromete con la justicia, nos alienta a ser constructores de paz y, por supuesto, nos hace testigos de la esperanza.Que esta Palabra proclamada sea bálsamo y alimento que nos de la fuerza para asumir con decisión, determinación y valentía LA MISIÓN de Dios y su invitación a ser misioneros de la esperanza entre los pueblos.Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Hermanos, dirijamos nuestra oración a Dios Padre, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad y pidamos que asista a todos los bautizados en la tarea de ser Misioneros de la Esperanza entre los pueblos y digámosle:R. Te rogamos, óyenos.1.Por la Iglesia extendida por toda la tierra, para que lleve sin cesar el mensaje del Evangelio a todos los pueblos y trabaje incansablemente por conseguir la unidad de la fe y la caridad, Oremos. 2.Por el papa Francisco y todos los Obispos, para que iluminados por el Espíritu Santo y dóciles a sus inspiraciones, guíen al pueblo cristiano según el querer de Cristo. Oremos3.Por los misioneros del mundo entero, para que anuncien la Palabra de Dios con valentía, con creatividad, con la fuerza del Espíritu Santo, con alegría y con mucha paz. Oremos4.Por quienes han sido enviados a proclamar el Evangelio, para que con su palabra y ejemplo animen a sus hermanos en la fe y los congreguen para participar de la Eucaristía. Oremos5.Por quienes participamos en esta Eucaristía del DOMUND, para que comprometidos con la oración, el sacrificio y la ofrenda, ayudemos a que el Evangelio sea extendido hasta los confines de la tierra. Oremos. Oración conclusivaPadre de Bondad, acoge nuestras oraciones en favor de tu Iglesia,para que, comprometidos en el anuncio del Evangelio a todas las gentes, caminemos juntos por las sendas de la comunión, la participación y la misión. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.