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predicacion orante domingo 7 de julio de 2024

Sáb 6 Jul 2024

¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada?

DÉCIMO CUARTO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOJulio 7 de 2024Primera lectura: Ez 2,2-5Salmo: 123 (122),1-2a.2bcd.3-4(R. 2d)Segunda lectura: 2Co 12, 7b-10Evangelio: Mc 6, 1-6I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLas lecturas de este décimo cuarto domingo del tiempo Ordinario, entre muchas posibilidades, ofrecen una visual del empecinamiento del pueblo, problema con mucho, más sensible que el de la mera debilidad. La lectura de Ezequiel y el Evangelio de Marcos hacen énfasis en la obstinación del pueblo y su consiguiente incapacidad de reconocer los beneficios de Dios. El Salmo 123 y el texto de la Segunda carta a los Corintios, al menos, enfatizan la debilidad, la cual resulta una ocasión para volver los ojos a Dios.4.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El profeta Ezequiel, en estas cortas líneas, recoge un desafortunado y ya conocido calificativo del pueblo, es un pueblo de dura cerviz, como ya lo rotuló el Señor en los libros sagrados de la Ley, pero con el agravante que ya ha pasado mucho tiempo y se indica que esta condición ha sido continua y pertinaz, al punto que la obra reveladora del Señor se tiene que imponer ‘sabrán que hay un profeta’. El Salmo 123, en cambio, es más esperanzador, toda vez que pone en boca del orante la confianza en Dios, ante la constatación de la propia debilidad; la certeza es tal que, si bien el salmo no indica si hubo respuesta de parte de Dios, la sensación de confianza colma este vacío y el ambiente entero del poema es que Dios atiende la mirada suplicante del orante. Este mismo es el ambiente que parece derivar de la declaración de san Pablo, débil y necesitado, pero lleno de la gracia de Dios; llega el apóstol incluso a construir con maestría un contraste entre su debilidad y precariedad y la fortaleza de Dios, casi como un sello único. El evangelio, por su parte, escenifica a Jesús entre los suyos, excusa que asumen quienes lo ven y escuchan para no dar crédito a su sabiduría ni a su actuar; el empecinamiento no lo buscan en ellos mismos, sino que lo atribuyen a la condición de Jesús; es esa quizá la muestra contundente que ineludiblemente señala su endurecimiento, incapaces como son de mirarse a sí mismos.5.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?En Ezequiel al menos se dice que por fuerza reconocerán al profeta; en el evangelio no, Jesús solo hará algunas curaciones por imposición de manos, pero quedará sorprendido por la falta de fe. Casi podríamos llevar al argumento que esta manera de obrar, y no los pecados que tan a menudo nos horrorizan, son los que escandalizan a Dios. Este evangelio es verdaderamente conmovedor, pues tenemos que mirar la condición débil de Jesús, impedido como queda de predicar en su propio ambiente y contexto, es descalificado por los suyos, no puede obrar ningún milagro y queda sorprendido por la falta de fe.La costumbre es vernos como el salmista, necesitados de Dios y recurrir a Él con confianza de recibir la solución a nuestros males. Estas lecturas, y en especial este Evangelio, nos desafían con contundencia, pues es como si estuviéramos obligados a reflexionar en las debilidades que causamos a Dios. Suena extraño y claro que lo es, ya que es evidente que no tenemos ningún poder sobre Dios, y su soberanía y poderío son infinitos. Pero en el plan de la salvación, en donde hemos sido insertados con libertad y entendimiento propio, nuestras acciones no son inocuas y pueden estar o no de acuerdo con el proyecto de Jesús; cuando la respuesta es empecinada en el no, entonces afectamos el libre curso de la gracia. Cuántas maravillas de Dios ocultas o sofocadas en el mundo por culpa del rechazo o frialdad de los que nos reconocemos como amigos y paisanos de Jesús. Cuántas ansias de un Dios triunfalista y de una Iglesia imperial que todo lo dominen. El Evangelio, en cambio, no duda en mostrar las ‘limitaciones’ del ministerio de Jesús.6.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Oramos con fe a Dios vivo entre nosotros, sencillo y humilde. Hoy contemplamos al profeta Ezequiel, pequeño en medio de un pueblo de dura cerviz; a Pablo agobiado por su ministerio que lo desborda, y especialmente, nos maravillamos ante Jesús rechazado y cuestionado… Cómo no presentarnos ante Dios frágiles y necesitados; cómo no encomendarle nuestra Iglesia vulnerable y sacudida por terremotos externos e internos. Cómo no suplicar por quienes se creen tan poderosos que cuestionan incluso al mismo Dios._______________________Recomendaciones prácticas:●Concluye el XIII Congreso Nacional Misionero. Celebración del Centenario del primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de misiones.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos reunimos como comunidad de fe para celebrar el día del Señor. Es una oportunidad, como nos indica la lectura de la Palabra, para reflexionar sobre la debilidad y precariedad de nuestra vida, pero también de la grandeza de Dios que nos acoge y bendice. Participemos con alegría y fe.Monición a la liturgia de la Palabra Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestra súplica confiada al Padre, que en su poder se digna mirarnos propicio y digamosR/. Te rogamos, óyenos. 1.Te pedimos, Padre de bondad, por el Papa, los obispos y todos los que ejercen autoridad en la Iglesia, para que lo hagan según el espíritu del evangelio. Oremos.2.Te pedimos, Padre de amor, por la Iglesia universal, para que no se sienta agobiada por la debilidad, sino que encuentre en ti su fuerza para cumplir su misión. Oremos. 3.Te pedimos, Padre de misericordia, por los gobernantes de las naciones, que sean capaces de superar las lógicas del poder y el dominio. Oremos. 4.Te pedimos, Padre de piedad, por los más débiles de la sociedad, para que encuentren su fortaleza en la ayuda de sus hermanos. Oremos.5.Te pedimos, Padre de bondad, por todos los catequistas y responsables del trabajo pastoral en nuestras parroquias, para que puedan llevar a cabo su misión con convicción profunda. Oremos.Oración conclusivaPadre misericordioso,nuestros ojos están fijosen ti para qué nos muestrestu voluntad y cómo debemoshablar en tu nombre.Atiende nuestras súplicasy enséñanos a caminar con Cristo.Él que vive y reina por los siglos de los siglos.R/. Amén.