Vie 20 Mayo 2016
Iglesia de Apartadó se solidariza con situación migratoria en Turbo
El cierre de la frontera con Colombia, establecido por Panamá el pasado 9 de mayo, ha provocado que migrantes provenientes de Cuba, África, Haití y otros países, se hayan quedado estancados en el municipio de Turbo, Antioquia provocando una crisis social tanto para los mismos migrantes como para los habitantes del mismo municipio.
Así lo confirmó el Padre Henry Benitéz, párroco de Nuestra Señora del Carmén en Turbo, lugar donde ahora están albergados más de 400 migrantes.
El presbítero manifestó que, por ahora, el municipio se encuentra en completa calma debido a que ya se ha dado un poco de atención a los migrantes por parte de la Iglesia y de la misma comunidad, que los ha acogido en un albergue que se ha habilitado para ellos.
“La comunidad ha sido solidaria con ellos. Los migrantes están agradecidos y esperan que en los momentos difíciles sea la Iglesia quien les ayude para poder continuar”, asevera el padre Benitez.
Entrevista: P. Henry Benitez - Tema: Migrantes en Turbo-Antioquia
Por ahora los migrantes no piden sino ayuda, solidaridad y la intercesión del Estado Colombiano para que haya un diálogo con Panamá y así ellos puedan continuar su camino, pues el Estado aún no se ha hecho presente y no ha dado ninguna alternativa de solución.
El sacerdote informó que una vez llegue el alcalde del municipio se reunirá una comisión en conjunto con la Secretaría de Gobierno, para realizar un conversatorio con el fin de analizar la situación y buscar acuerdos que ayuden a solventar esta problemática, ya que el Secretario de Gobierno no ha podido solucionar nada y por ahora se les ha pedido a los migrantes mantener la calma.
La Pastoral Social de la diócesis de Apartadó, en cabeza de su obispo, monseñor Hugo Alberto Torres Marín, se encuentra en la zona apoyando y acompañando la labor que la comunidad de Turbo ha venido realizado desde hace ya dos semanas.
“Turbo es un pueblo de manos y corazón abierto que no ha faltado la asistencia. Hay muchos que se han sumado a la causa ofreciendo víveres y alimentos. La Iglesia ha estado ahí dando la cara” manifestó el sacerdote.
Así mismo, aclaró que estas personas no son ilegales porque cuando pisan territorio colombiano ellos reciben un salvo conducto y están detenidos es por el cierre de la frontera.
El padre Benitez y la comunidad de la iglesia de Turbo espera que les den la posibilidad de continuar su camino y así evitar que la crisis pueda incrementarse en el municipio.
Fotos: Tomadas de internet