Jue 2 Feb 2023
Un año sinodal
Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - De nuevo mi saludo en el inicio del año 2023. Deseo a todos lo mejor de lo mejor. Dios los acompañe. Como dice el salmo 36, “encomienden sus caminos al Señor, confíen en Él y él actuará”.
En general cuando se da inicio a un nuevo año son muchas las ilusiones, los proyectos, los deseos que pasan por las mentes de todos. Ese “confiar en el Señor” es clave para entender que nuestro destino está en las manos de Dios, y él no nos deja solos.
Sin duda que el contexto actual en el que nos encontramos no es fácil. Si hablamos de lo económico, los índices de pobreza son altos, la afectación que tendrá el incremento de los salarios, para muchos, es grande. Nadie puede negar que todo sube y los aumentos de los salarios rápidamente se esfuman.
Por otro lado, la problemática social también es compleja. Muertes, violencia, abusos de toda índole, desempleo, desplazamientos y otros fenómenos hacen parte de las noticias cotidianas.
En lo político, seguimos confiando en la consolidación de los programas prometidos en orden a la paz, la justicia social, la erradicación de la corrupción y la protección de la dignidad humana de hombres y mujeres de todas las edades.
A todo lo anterior, hay que agregar la afectación negativa que ha tenido en la economía local y nacional la ola invernal con los desastres que han ocasionado, que ha llevado, como bien se sabe, a la declaración de la calamidad pública por parte de las administraciones civiles ante la evidencia de las vías cerradas, deslaves que destruyen casas, familias que han perdido todo por las inundaciones, carestía de los alimentos, etc.
Sin que cerremos los ojos a estas realidades, debemos recordar lo que el Señor nos dice en su evangelio: “Todo es posible para quien tiene fe”. Así es. Los invito para que el nuevo año no sea el de la desesperanza, sino el de la esperanza. Si sabemos que Dios está con nosotros, vale la pena tener presente lo que durante la pandemia el papa Francisco nos decía cuando nos invitaba a remar juntos, a sentirnos parte de la misma barca. Nadie se salva solo, lo ha dicho el Papa en varias ocasiones. Así, nadie piense que solo va a salir airoso de lo que estamos viviendo. Necesitamos poner en práctica la sinodalidad. Es necesario repetirlo una y mil veces, que la clave para lograr superar las adversidades es estar unidos, caminar juntos, sentir que estamos participando todos de una misma realidad que estamos llamados a convertirla en oportunidad de vida.
Por eso este año será el de la sinodalidad, no solo desde la perspectiva eclesial, sino desde lo social. Cuando como ciudadanos aprendamos a vivir sinodalmente, seguro que todo va a ser mejor. Este es el aporte que la Iglesia siempre ha hecho, es el aporte que ahora queremos hacer todavía más visible.
Para la Arquidiócesis también será el año de la sinodalidad. Varios eventos vamos a tener en esta línea: pre-sínodos con los jóvenes, con las familias y las parroquias. Una gran asamblea sinodal arquidiocesana tendremos en el segundo semestre, en consonancia con el Sínodo que el papa ha convocado en Roma, que tendrá como tema "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión".
Oremos para que dejándonos guiar por el Espíritu Santo, seamos capaces de aprender a desaprender, y caminemos sinodalmente, mirando el futuro con ilusión.
+ Luis Fernando Rodríguez Velásquez
Arzobispo coadjutor de Cali