Mié 21 Sep 2022
Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado
VIGÉSIMOSEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Septiembre 25 de 2022
Primera Lectura: Am 6, 1a.4-7
Salmo: Sal 146(145), 6c-7.8-9a. 9bc-10
Segunda Lectura: 1Tm 6, 11-16
Evangelio: Lc 16, 19-31
I. Orientaciones para la Predicación
1. Introducción:
El domingo XXVI del tiempo durante el año y celebrado en el marco del camino sinodal, invita a abrir los ojos y prestar atención a la realidad que nos circunda para poder vivir en todo momento guiados por la fe, dando sentido a nuestras acciones en la justicia y el amor:
• No se puede vivir pensando sólo en sí mismo.
• Es necesario combatir el combate de la fe en todo momento.
• La caridad y la justicia nacen de la escucha de la Palabra de Dios.
2. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
El profeta Amós, testigo de las injusticias del siglo VIII A.C., levanta su voz en este domingo para hacer resonar un llamado frente a las costumbres religiosas de la aristocracia de esa época que sólo han buscado su propia seguridad. La religión verdadera no puede quedarse en ritualidad y debe trascender al terreno de la justicia, abandonando el pensamiento egoísta que sólo conduce al engrandecimiento del “yo” y no a la relación con Dios a través de la justicia vivida en la comunidad.
El salmo 146(145) canta las gestas maravillosas de Dios con su pueblo, pero, sobre todo, enaltece la justicia divina que siempre toma partido por el débil y desvalido y reina desde la justicia del amor.
La segunda lectura en el texto de 1Timoteo se vuelve una exhortación para ser un cristiano verdadero, maestro auténtico no sólo en la doctrina sino en la búsqueda de la justicia y de las virtudes de la auténtica piedad, de tal manera que sin justicia, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre, no se puede ser hombre de Dios.
El Texto de Lucas, con la conocida imagen del rico y de Lázaro traza un camino de vida cristiana. El Evangelista Lucas pretende mostrar una manera concreta de actuar a quien se pone en el camino de la misericordia como seguidor de Jesús (16,1-17,10).
El texto de Lc 16,19-31 presenta una continuidad con el tema de los bienes a través de una parábola de dos personajes: Lázaro y el rico. El interés del evangelista no es hablar de lo que ocurre después de la muerte sino de dar una enseñanza sobre el manejo de los bienes en la vida presente.
Lázaro significa Dios ayuda o Dios ha ayudado, mientras que el rico no tiene nombre. Estar en el seno de Abrahán significaba estar a la derecha del patriarca en el banquete para hablar con él.
El rico está lejos del banquete y muestra haber construido su vida en la abundancia que no mira al pobre ni se interesa por él.
La imagen del lugar de la muerte (Sheol) refleja el momento en el que Israel cree en un lugar donde van malos y buenos pero separados.
Enseñanza fundamental de la parábola es que la Palabra (Moisés y los profetas) tiene poder para cambiar la vida, basta escuchar y abrirse a la acción de Dios.
3. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?
El camino sinodal exige una comunidad que pueda ser sal, luz y fermento para la masa (la sociedad) y que pueda ser Palabra siempre abierta para todos en el ejercicio de la caridad y la justicia.
El Papa Francisco insistía en 2019 a los miembros de Caritas Internationalis: “La caridad no es una idea o un sentimiento de piedad, sino un encuentro vivencial con Cristo”; por tanto, la relación con el otro debe estar mediada por la fe de quien entra en el camino del otro para ayudar, para hacer presencia.
En el hoy de la Iglesia colombiana debe resonar el llamado del Señor para no apoltronarnos en nuestras seguridades y salir a lo que el Papa Francisco ha indicado como las periferias existenciales.
4. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
Hoy, el prefacio de la Plegaria Diversas Circunstancias 1 (La Iglesia en camino hacia la unidad), nos hace resonar en el corazón lo que tiene que ser contemplar a Cristo en nuestra asamblea: has reunido por medio del Evangelio de tu Hijo a hombres de todo pueblo, lengua y nación, en una única Iglesia, y por ella, vivificada por la fuerza de tu Espíritu, no dejas de congregar a todos los hombres en la unidad. Ella manifiesta la alianza de tu amor, ofrece incesantemente la gozosa esperanza del reino, y resplandece como signo de tu fidelidad que nos prometiste para siempre en Jesucristo, Señor nuestro.
Una manera concreta de contemplar es dejar que resuene en la asamblea una frase: “Si no escuchan no se convertirán ni aunque resucite un muerto”.
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Recomendaciones prácticas:
• Comienza la Semana Bíblica.
• Día mundial del Turismo.
II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles
Monición introductoria de la Misa
Reunidos para celebrar este domingo la Eucaristía, nos convoca el Señor para abrir el oído y construir lazos de fraternidad en la caridad y la misericordia. Hacer camino juntos implica reconocer al otro, al que es diferente y se vuelve compañero en el viaje de la existencia. Celebremos juntos el amor de Dios, que compromete nuestra existencia y nos lleva a sentirnos amados para transmitir este amor a los demás.
Monición a la Liturgia de la Palabra
Es necesario escuchar para experimentar la conversión nos dice hoy la Palabra de Dios, por eso abramos el oído y estemos atentos al maravilloso anuncio que se nos hace hoy y descubramos que la única manera de vivir la justicia es poniendo en práctica la ley del amor.
Oración Universal o de los Fieles
Presidente: Al Dios que mantiene su fidelidad perpetuamente y hace justicia a los oprimidos, presentemos nuestra oración confiada.
R/. Dios de amor, escúchanos.
1. Acompaña, Señor, el camino pastoral de la Iglesia para que pastores y fieles siempre estemos dispuestos a desacomodarnos y salir de nuestras seguridades para ir al encuentro del otro, en quien vemos el rostro de Cristo. Roguemos al Señor.
2. Fortalece, Señor, la misión de nuestros gobernantes, especialmente del presidente de los parlamentarios, para que puedan promover siempre leyes justas y basadas en el bien común para que nuestro país crezca siempre en equidad, justicia y caridad. Roguemos al Señor.
3. Mira, Señor, el sufrimiento de tantos hermanos que no tienen techo ni hogar, de tantos que deambulan por las calles y pasan hambre, haz que nuestra caridad con ellos sea viva y eficaz. Roguemos al Señor.
4. Acompaña, Señor, a los migrantes, a los peregrinos y a los turistas en sus travesías y haz que juntos construyamos sendas de paz y justicia. Roguemos al Señor.
5. Ilumina, Señor, el caminar de nuestra comunidad cristiana, para que podamos estar enraizados en la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre. Roguemos al Señor.
Presidente: Tú que sustentas al huérfano y a la viuda y reinas eternamente, escucha nuestra plagaría confiada.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.