Mar 3 Mar 2020
Ante pronunciamiento de la Corte sobre el aborto, Iglesia reafirma compromiso con la defensa de la vida
Tras el reciente pronunciamiento de la Corte Constitucional de Colombia sobre la despenalización del aborto, la Iglesia colombiana, a través de monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida, señaló que lo ocurrido ha sido “un alto en el camino que nos permite tomar aire y continuar con lo que la Corte todavía no ha solucionado ni le toca, lo que el Congreso asumirá, que es que la vida se respeta desde la concepción hasta la muerte natural”.
En esta línea, el también obispo de Fontibón, recordó que “continúan vigentes todas las sentencias anteriores que siguen haciendo daño, que permiten terminar con la vida de un nasciturus a los siete u 8 meses; por ello, para nosotros no significa, de ninguna manera, un fin, sino continuar en nuestra lucha por la defensa y promoción de la vida”.
“La vida es sagrada", insistió. “Esto hay que respetarlo en cualquier latitud. La Constitución de Colombia, en su artículo 11 dice: la vida es inviolable, no habrá pena de muerta. Es un derecho fundamental la vida, ahí no dice en tales meses, circunstancias, sino desde la concepción hasta la muerte natural”.
Sobre las tres causales vigentes, monseñor Córdoba precisó:
Primera causal: “¡Terrible! Acompañamos, denunciamos, levantamos nuestra voz contra las violaciones a mujeres; que el agresor vaya a la cárcel o a un psiquiátrico, pero si el niño pudiera hablar qué diría: Cuando mi papá violó a mi mamá yo ni siquiera existía y ahora que sí existo en lugar de condenar a mi papá y castigarlo, me la dedican a mí con la pena de muerte. Entra una tenaza y me sacan, me llevan a una bolsa plástica y me botan como desecho biológico y al que cometió el acceso carnal no le hicieron nada”.
“(…) El niño tiene derecho a la vida, él no tiene por qué sufrir la consecuencia de los derechos de los mayores. Primero los niños, articulo 44 de la constitución colombiana”, enfatizó.
Segunda causal: Cuando el niño viene con malformaciones. “No estamos de acuerdo en la afirmación inviable con la vida (…) Ninguna incapacidad es inviable con la vida (…) Están acabando con la dignidad del ser humano”.
Tercera causal: Cuando el embarazo constituya peligro para la salud o la vida de la mujer.“La posición de la Iglesia ante esto es que el doctor trate de salvar a ambos. Si salvando a uno muere el otro esto no es ni aborto ni un asesinato. El médico ha cumplido son su juramento hipocrático de salvar la vida (…) Además, hoy hay tratamientos paliativos para acompañar la gestación durante los 9 meses”.
Finalmente, el obispo insistió en que “de ninguna manera las tres situaciones van con aprobación para acabar con la vida, al contrario, son disculpas que se han inventado. El aborto no es un derecho fundamental (…) Como se establece en el artículo 11 de nuestra Constitución, sigue siendo el derecho fundamental a vivir, no existe derecho fundamental a acabar la vida de los nasciturus”.
Además, alertó sobre la importancia de trabajar en las familias que son "el tejido fundamental para el equilibrio psicológico, emocional, físico de la persona".