Vie 23 Abr 2021
Una apuesta de la Iglesia por la cultura de paz y la memoria histórica
Entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 el Vicariato Apostólico de Puerto Gaitán, gracias al apoyo de la Comisión de Conciliación Nacional y a la solidaridad de la Embajada de Noruega en Colombia, desarrolló el proyecto denominado “Aporte a la construcción de cultura de paz y memoria histórica en la comunidad de Puerto Trujillo”. A través de esta iniciativa, liderada desde la Parroquia San José de Obrero por los sacerdotes Fernando Guevara y Benigno Zorro, se pusieron en marcha estrategias de sensibilización y formación con líderes comunitarios del centro poblado de Puerto Trujillo, ubicado junto al río Iteviare en el departamento del Meta.
De acuerdo con el padre Guevara, este proyecto partió de “la necesidad de hacer conciencia sobre los impactos dejados por la violencia en el territorio en su momento más crítico, y de la oportunidad de recoger esa realidad sin miedo y afrontar este presente que están viviendo en relativa calma”. Cómo y por qué tener mayor conciencia frente a graves problemáticas ambientales como la deforestación, acudir a soluciones pacíficas de los conflictos, aprender a reconocer al otro y relacionarse con él rompiendo muros y aportar a la construcción de la memoria histórica: estos fueron algunos de los temas centrales abordados durante los encuentros.
“Conocimos muchas historias, nos reunimos en torno al pasado, todas las personas que asistieron nos ayudaron (...) Tenemos que ir saliendo de ese pasado que tuvimos y tenemos que seguir evolucionando, no nos podemos quedar ahí”, afirmó Elizabeth Plaza, miembro de la junta de acción comunal y de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Puerto Trujillo, quien hizo parte de todo el proceso.
Esta iniciativa de la Iglesia logró reunir a representantes de instituciones educativas, organizaciones de mujeres y de la junta de acción comunal, así como a campesinos de la zona, logrando acercarlos a un espacio de trabajo común desde el aprovechamiento de las fortalezas, intereses y voluntades particulares. Frente al impacto de la misma, en una comunidad que por muchos años ha sentido el peso de la ausencia institucional, el líder comunitario José Cipriano Rivas agregó: “el Vicariato nos ha traído una voz de aliento, un enlace directo con entes estatales para que se den cuenta que nosotros hacemos parte de esa bella Colombia”.
Fuente: Oficina de comunicaciones de la CCN