Jue 2 Jun 2016
“Recen, recen, no pierdan la oración, ni el contacto con la gente”, pidió Francisco a los sacerdotes
En el marco del jubileo sacerdotal que se está celebrando en Roma, el Papa Francisco exhortó a los sacerdotes a no perder la oración “Recen, recen, no pierdan a Jesús. No pierdan el celo, ni el contacto con la gente”, les dijo.
En su tercera meditación el Papa inició recordando las obras de misericordia, como la atención a los pobres y enfermos pero que con el sello personal son infinitas. De lo que la gente perdona o no a los sacerdotes, y que atentar contra la misericordia es una contradicción principal.
Francisco invitó a los sacerdotes a pedir la gracia de dejarnos misericordiar por Dios en todos los aspectos de nuestra vida y de ser misericordiosos con los demás en todo nuestro actuar. Y que cuando falta misericordia no hay plan pastoral que funcione.
“Para nosotros, sacerdotes y obispos, que trabajamos con los sacramentos bautizando, confesando, celebrando la Eucaristía, la misericordia es la manera de convertir toda la vida del Pueblo de Dios en “sacramento”. Ser misericordioso no es sólo un modo de ser, sino el modo de ser. No hay otra posibilidad de ser sacerdote”, señaló el Papa y volvió a mencionar al Cura Brochero que decía: «El sacerdote que no tiene mucha compasión de los pecadores es medio sacerdote. Estos trapos benditos que llevo encima no son los que me hacen sacerdote; si no llevo en mi pecho la caridad, no soy ni siquiera cristiano».
A continuación el Papa se refirió a los confesores, señalando que el espacio del confesionario es donde la verdad nos hace libres. Sobre las notas sobresalientes que debe tener un buen confesor, contó algunas anécdotas de sacerdotes argentinos para resaltarlas.
El pontífice exhortó a los sacerdotes a agradecer al Señor “por tantos beneficios recibidos de su bondad y pedir la gracia de llevar a todos los hombres esa misericordia que nos salvó a nosotros”.
Al concluir la meditación el Santo Padre, les dijo, fuera de texto, que a veces escucha comentarios de sacerdotes que dicen: ‘este Papa nos bastonéa demasiado, nos reprocha mucho’, y señaló que a veces sí, pero que está edificado de ver tantos sacerdotes buenos, todos somos pecadores, pero hay tantos y buenos sacerdotes que trabajan en silencio y escondido y de los que nunca hablan las noticias. El escándalo es más ruidoso, dijo el pontífice y agregó: todos sabemos que “el ruido del árbol que cae es más fuerte que el del bosque que crece”.
Fuente: Agencia AICA