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sagrada familia

Mar 27 Dic 2022

Encontraron a María y a José y al Niño. Y a los ocho días le pusieron por nombre Jesús

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS Enero 1° de 2023 Primera Lectura: Números 6,22-27 Salmo: 67(66) ,2-3.5.6 y 8 Segunda Lectura: Gálatas 4,4-7 Evangelio: Lucas 2,16-21. I. Orientaciones para la Predicación Introducción Las lecturas de la liturgia de hoy resaltan tres verbos, que se cumplen en la Madre de Dios: bendecir, nacer y encontrar. Bendecir: En el Libro de los Números el Señor pide que los ministros sagrados bendigan a su pueblo. El segundo verbo es nacer. San Pablo remarca que el Hijo de Dios ha «nacido de una mujer» (Gal 4,4). El tercer verbo es encontrar. El Evangelio nos dice que los pastores «encontraron a María y a José, y al Niño»  1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La primera lectura de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios está tomada del libro, que se llama "Números" porque comienza con el censo de las tribus de Israel, los sacerdotes del AT reciben el encargo de bendecir a los fieles que acuden al lugar del culto, transmitiéndoles así́ la bendición de Dios, acompañada de su paz, sobre todo con ocasión del año nuevo. Tiene muy buen sentido este breve pasaje el día de hoy: también nosotros necesitamos, para todo el año que empieza, esa bendición de Dios, que ahora está llena de mayor contenido, desde la venida de Cristo Jesús a nuestra familia. El hermoso salmo 67 que prolonga esta lectura pide para nosotros que "el Señor tenga piedad y nos bendiga", y lo hace no sólo para nosotros, sino para todos los pueblos de la tierra, en un claro color universalista: "que te alaben todos los pueblos". La segunda lectura está tomada del Apóstol Pablo a los Gálatas. Pocas alusiones encontramos en Pablo a la Madre del Mesías. Hoy leemos cómo les dice a los cristianos de Galicia que Dios envíó a su Hijo "nacido de una mujer y nacido bajo la ley" de Moisés, integrado, por tanto, en la raza humana y en concreto en el pueblo de Israel. La finalidad de esa venida es, según Pablo, "rescatar a los que estaban bajo la ley", y sobre todo "que recibiéramos el ser hijos" y así́ poder decir, movidos por el Espíritu, "Abbá, Padre". Y si somos hijos, "también herederos". Y en el centro de la Liturgia de la Palabra encontramos el Evangelio que hoy está tomado de Lucas 2,16-21. De nuevo escuchamos, como el día de Navidad, cómo los pastores encontraron al Niño en Belén y marcharon luego gozosos, contando a todos su experiencia. Y también cómo "María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón". Aquí́ se añade además lo que sucedió́ "a los ocho días" del nacimiento de Jesús: su circuncisión y la imposición del nombre de Jesús, el nombre que ya había señalado el ángel a José́. Los padres de Jesús obedecieron la ley de su pueblo, respecto a la circuncisión, y obedecieron también la indicación del ángel respecto al nombre que le habían de poner a su Hijo. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Toda la celebración de hoy está llena de "buena noticia": estamos en la octava de la Navidad, celebrando todavía "el día santo en que la Virgen María dio a luz al Salvador del mundo" (embolismo propio en el Canon Romano). En medio de un mundo que no abunda precisamente en alegrías profundas, la fiesta de hoy nos "felicita" a todos los nuevos años proclamando la buena noticia del Dios-con-nosotros e implorando su bendición sobre nuestras vidas. Si los sacerdotes del AT bendecían a sus fieles de parte de Dios y les deseaban la paz -"ilumine su rostro sobre ti... te conceda la paz"-, los cristianos sabemos que hemos sido bendecidos todavía con mayor plenitud en el Hijo. Su venida ha sido la mejor garantía de bendición y de paz para nosotros. El ángel lo anunció a los pastores: "gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres". Vale la pena releer la "bendición solemne" que el Misal propone para hoy y que el presidente de la Eucaristía pronunciará con énfasis: "El Dios, fuente y origen de toda bendición, les conceda su gracia... y los proteja durante todo este año que hoy comenzamos... los mantenga íntegros en la fe, inconmovibles en la esperanza y perseverantes en la caridad... Les conceda un feliz y próspero año nuevo, escuche sus súplicas y los lleve a la vida eterna". Hoy cuando comenzamos el año es una buena oportunidad para pensar en lo qué significa participar en el acto de bendecir. El Papa Francisco en múltiples ocasiones lo explicado en su mensajes y homilías, rescatamos algunas de esas expresiones: • “Dios bendice, pero también los hombres bendicen, y pronto se descubre que la bendición posee una fuerza especial, que acompaña para toda la vida a quien la recibe, y dispone el corazón del hombre a dejarse cambiar por Dios”. • “La gran bendición de Dios es Jesucristo, es el gran regalo de Dios, su Hijo. Es una bendición para toda la humanidad, es una bendición que nos ha salvado a todos. Es la Palabra eterna con la que el Padre nos bendijo”. • “Dios nos enseñó a bendecir y debemos bendecirnos a nosotros mismos: es la oración de alabanza, de adoración, de acción de gracias. El Catecismo escribe: "La oración de bendición es la respuesta del hombre a los dones de Dios: ya que Dios bendice, el corazón del hombre puede responder bendiciendo a Aquel que es la fuente de toda bendición" (n. 2626). • “Si nos preocupáramos por bendecir a los demás seguramente no habría guerras. Este mundo necesita una bendición y podemos dar la bendición y recibir la bendición. El Padre nos ama. Y todo lo que nos queda es el gozo de bendecirlo y el gozo de agradecerle y aprender de él no a maldecir sino a bendecir”. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En la oración sobre las ofrendas de este día decimos "así́ como nos llena de gozo celebrar el comienzo de nuestra salvación, nos alegremos un día de alcanzar su plenitud". La gracia fundamental de la Navidad es que Dios se ha introducido definitivamente en nuestra historia, que se ha hecho uno de nosotros para salvarnos desde dentro, por medio de su Hijo. Esta salvación ya ha empezado, pero está destinada a llegar a su plenitud al final. Es necesario, por tanto, en concreto, como dice Pablo en su carta de hoy, "envió Dios a su Hijo para que recibiéramos el ser hijos por adopción". Nuestra auténtica relación con Dios no es sólo de creaturas, y menos de esclavos. El Hijo de Dios se ha hecho hermano nuestro para que nosotros seamos hijos en la familia de Dios, "de manera que ya no eres esclavo, sino hijo, y si hijo, también heredero" junto con Cristo. Y por eso, movidos desde dentro por el mismo Espíritu que movía a Jesús, podemos exclamar en verdad "Abbá, Padre". Nos hace bien que al principio del año se nos recuerde esta convicción que da un tono distinto a nuestra historia: somos hijos en la casa de Dios. Puede ser que no gocemos de mucha salud, y que nuestra situación social no sea envidiable, y que nuestras cualidades no sean muy brillantes. Pero lo que nadie nos quita es esto: que somos hijos en la familia de Dios, que Dios nos quiere como a sus hijos. Pero la fiesta de hoy nos recuerda de modo especial a María: nos invita a "celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la Madre Santa, por la que merecimos recibir al Autor de la vida" (Pablo VI, Marialis Cultus). María es maestra de la espera, de la acogida y de la manifestación del Mesías al mundo. Es la persona que mejor vivió́ el Adviento y la Navidad, y la manifestación de la Epifanía. Por ello su recuerdo puede ayudarnos, junto al de Jesús, a celebrar mejor este tiempo y a empezar mejor el año. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Jornada Mundial de Oración por la Paz. Si bien en este día no está permitido celebrar otra Misa, aun la exequial, a juicio del Ordinario del lugar se puede celebrar la Misa por la Paz. • Tener en cuenta el mensaje de la Jornada Mundial por la Paz del Papa. Este podría motivar de modo especial la oración por la paz del mundo. • Bendición solemne del Misal para el primer día del año. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy celebramos la Maternidad Divina de María Santísima. Ella es nuestra Madre e Intercesora y nos lleva a su Hijo Jesucristo. En esta Santa Misa pidamos a Dios que el don de la paz y la fuerza especial de la bendición se propague por todas las personas, hogares y naciones. Monición a la Liturgia de la Palabra El Señor fortalece nuestra fe con su palabra que hoy se centra en María y nos muestra su grandeza a través de la historia. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Levantemos nuestra voz suplicante al Señor –por la ponderosa intercesión de su Madre Santísima- e imploremos la misericordia divina en favor de todos los hombres: R. Que tu Santa Madre, Señor, interceda por nosotros. 1. Para que los fieles –a imitación de María- mediten y conserve en su corazón y anuncien con celo lo que han oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor. 2. Para que los hombres de todas las razas y pueblos descubran que tienen un único Dios, Padre de todos, y nunca se comporten como enemigos unos de otros, roguemos al Señor. 3. Para que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la paz a sus hogares y naciones, roguemos al Señor. 4. Para que los que hoy nos hemos reunido para dedicar al Señor las primicias de este año Nuevo, vivamos en paz todos sus días y podamos ver su final con salud y alegría, roguemos al Señor. Oración conclusiva Escucha, Dios omnipotente y eterno, nuestras suplicas y bendice el año que hoy comenzamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Mar 27 Dic 2022

Toma al niño y a su madre y huye a Egipto

DOMINGO DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ Diciembre 30 de 2022 Primera Lectura: Eclesiástico 3,2-6.12-14 Salmo: 128(127),1-2.3.4-5 (R. cf. 84[83], 5a) Segunda Lectura: Colosenses 3,12-21 / Evangelio: Mateo 2,13-15.19-23 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • Jesús quiso comenzar su tarea de Redención en una familia: Dios Padre regala a la humanidad entera a su Hijo amado, para ser modelo de las virtudes humanas en el seno de una familia sencilla y humilde, las cuales a su vez conllevan a una plena disposición a la voluntad del Padre • Temor de Dios: el ejemplo de la Virgen María y de José, nos muestra como este don del Espíritu Santo, nos recuerda cuán pequeños somos ante los ojos de Dios y su amor, y que nuestro bienestar está en abandonarnos con humildad, con respeto y confianza en sus manos. • La Sagrada Familia, ejemplo para todas las familias: al nacer Jesús en una familia, señala como primer medio de santificación la Iglesia Domestica. Jesús honró a la Virgen María y a José, permaneciendo sometido a la autoridad de ellos durante todo el tiempo de su infancia y adolescencia (Lc 2,51-52). Así puso en evidencia la importancia de la familia en la educación de la persona. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La lectura del libro del Eclesiástico nos lleva a recordar uno de los mandamientos de la alianza de Dios con su Pueblo. De manera particular en esta solemnidad se toma en el cuarto mandamiento: Honrar a Padre y Madre, que se encuentra también citado en los pasajes de Éx. 20, 20 y Dt. 5, 16, el cual viene acompañado de una promesa “para que tus días se alarguen en la tierra” Ex. 20, 12. Por tanto, se hace evidente la importancia que ha querido Dios Padre se le dé a la familia, ya que Él mismo es unidad y familia en la Trinidad. Juan Pablo II nos recordaba en una de sus alocuciones que “Este mandamiento tiene una importancia fundamental para el incremento de las relaciones entre las generaciones no sólo en la familia, sino también en toda la sociedad” , por eso la importancia de cultivar las raíces desde sus inicios. Por su parte, el Catecismo de la Iglesia Católica especifica que la familia “es donde se ejercita de manera privilegiada el sacerdocio bautismal del padre de familia, de la madre, de los hijos, de todos los miembros de la familia, “en la recepción de los sacramentos, en la oración y en la acción de gracias, con el testimonio de una vida santa, con la renuncia y el amor que se traduce en obras” (LG 10). El hogar es así la primera escuela de vida cristiana y “escuela del más rico humanismo” (GS 52,1). Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida” . Finalmente, al desarrollarse las virtudes humanas en el seno de la familia a través de la santificación diaria, el Espíritu Santo concede a cada miembro del núcleo el don del Temor de Dios, que su definición no es tener miedo a Dios, porque Dios es amor y en el amor no cabe el miedo, por el contrario, este don abre al hombre al amor del Padre y lo hace reconocer su pequeñez en su pobre humanidad. Esto permite que se abandone con humildad, con respeto y confianza en las manos del creador. Abandono que tuvo la Bienaventurada Virgen María cuando el Ángel Gabriel anuncio la encarnación; abandono que también tuvo José cuando el Ángel Gabriel, le advirtió el peligro que corría el niño Jesús y su madre, y por último el abandono que Jesús tuvo en manos del Padre al entregarse por la humanidad. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La celebración de esta solemnidad debe llevarnos a contemplar, “a observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres” empezando desde la pequeña Iglesia Domestica de Nazaret en donde los valores humanos y el brote de virtudes se dieron a través de una disciplina espiritual, que llevo a esta familia a apropiarse de cada página de la Escritura y hacerla viva en sus vidas con el silencio profundo que los caracterizo, haciendo todo y solo lo que la voluntad del Padre les pedía. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Supliquemos al Señor silenciar los ruidos que no nos permiten escuchar su voz, que, a ejemplo de la Sagrada Familia, obtengamos la gracia de recogernos e interiorizar con más fervor su Palabra, para acoger las inspiraciones que el Espíritu Santo va inspirando a través de la práctica de las virtudes cristianas. “Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irreemplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social.” _______________________ Recomendaciones prácticas: • Puede elaborarse una cartelera de felicitaciones a la familia, proponiendo algunos valores para motivar su vivencia en la noche de año nuevo. • La fiesta de la Sagrada Familia tiene esquema propio de celebración, MR., pág., 40. • Ténganse cantos alusivos a la familia, para la entrada a la celebración y para el momento de la comunión. • Es recomendable hacer en este día la bendición especial de las familias según está prescrita en el Bendicional, p. 37, # 63 - 64 ss. • Puede también preparar la parroquia, con su equipo pastoral, una oración de la familia en una estampa de la sagrada familia, para que sea recitada en la noche del año nuevo. • Es muy conveniente programar, como más convengan, jornadas de oración y acción de gracias con motivo del final del año e inicio del nuevo. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En esta fiesta de la Sagrada familia de Jesús, María y José, unidos con el deseo de disfrutar las bendiciones que el Señor, démosle gracias y alabémoslo, porque nos ha hecho familia humana y parte de su familia divina. Al reconocernos hijos suyos, iniciemos alegres la celebración de esta Sagrada Eucaristía. Monición a la Liturgia de la Palabra Hoy la Palabra nos coloca frente a la familia y nos recuerda que Dios quiso hacer parte de la familia humana y hacernos familia divina, para lo que nos solicita reconocerlo, creer, compartir su presencia en medio de nosotros y hacer su voluntad, para que gocemos de sus bendiciones como hijos de Dios, que somos. Oración Universal o de los Fieles Presidente: con toda la Iglesia presentemos nuestras familias a Dios Padre, confiados en su poder, y pidámosle que, por intercesión de la Sagrada Familia, escuche nuestras oraciones, proteja nuestras vidas, remedie nuestros males y atienda a nuestras necesidades. Oremos: R. Te rogamos, óyenos. 1. Bendice, Padre, a la Iglesia, al Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, las personas consagradas, los laicos, catequistas, ministros de la Palabra, lectores, acólitos y todas las órdenes que sirven, para que permanezcan unidos y mantengan un espíritu de servicio, reconciliación, conversión y paz. 2. Bendice, Padre, a los padres en sus hijos y a los hijos en sus padres, para que se formen en la fe y en la caridad, la obediencia y el respeto, el servicio y la esperanza, y así se sirvan y amen fraternalmente y se mantengan unidos. 3. Bendice, Padre, a los gobernantes de los pueblos y naciones, para que contribuyan a crean ambientes y medios propicios para la conciliación, el perdón, la tolerancia y el florecimiento de la concordia y la paz de Cristo. 4. Bendice, Padre, a los cristianos perseguidos y a las familias que carecen de techo, alimentos, trabajo o que sufren por enfermedad, desentendimientos o falta de fe, para que se vean sanados, iluminados y reconfortados. 5. Bendícenos, Padre, a quienes estamos aquí reunidos, para que nuestras vidas de familia, sea una Iglesia doméstica, testimonio de fe y oración, de amor y servicio, de respeto y perdón, para honor y gloria tuya. Oración Conclusiva Padre, escucha las oraciones de las familias que ponen toda su confianza en Ti, llénalas de tu presencia y amor y de todos los dones del Espíritu Santo, para que lleven una vida conforme a tu voluntad. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

Mar 22 Mar 2022

Episcopado invita a vivir la “Jornada Nacional por la Vida”

Este 25 de marzo, Solemnidad de la Encarnación del Señor, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a celebrar la “Jornada Nacional por la Vida” bajo el lema: “Sembremos vida para cosechar vida”. Sus organizadores piden a todos los colombianos asumir el compromiso por la defensa de la vida en el día a día, ofreciendo una ayuda eficaz a los que atraviesan situaciones de vulnerabilidad. La jornada, que viene siendo impulsada por el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida, del Secretariado Permanente del Episcopado, iniciará a las 6:00 a.m. con el rezo del Santo Rosario, seguido de la eucaristía, presidida por monseñor Francisco Ceballos Escobar, obispo de Riohacha y quien preside la Comisión Episcopal de Vida. los obispos de Colombia recuerdan que, en el contexto del Año de la Familia, convocado por el Papa Francisco, la Iglesia quiere poner su mirada en la Sagrada Familia para “aprender a ser custodios y defensores de la vida”, por lo que invitan a todos los católicos a participar activamente de esta jornada. Cartilla: “Fecundar Vida” Con el ánimo de ayudar a vivir este momento celebrativo de la vida, sus organizadores ponen a disposición una cartilla, que contiene la campaña: “Fecundar Vida, Porque Todos Somos Hijos”, la misma, busca "promover – a través de los fieles laicos- una cultura de promoción y defensa de la vida humana". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar cartilla FECUNDAR VIDA[/icon] Agenda Será una jornada cargada de actos celebrativos, litúrgicos, formativos, testimoniales y que concluirá con el Viacrucis por la Vida, donde 14 jurisdicciones eclesiásticas del país, serán las encargadas de animar cada estación. Cómo unirse a la jornada El canal Cristovisión transmitirá este viernes 25 de marzo, a partir de las 6 de la mañana, hasta el cierre de la jornada que está previsto para las 8:00 p.m. Además, podrá seguirse por la fan page de la CEC @Episcopadocol

Lun 6 Sep 2021

Todo dispuesto en Ibagué para el III Congreso de San José

El arzobispo de Ibagué, Orlando Roa Barbosa, ha extendido una invitación para que los días 11 y 12 de septiembre, se unan a participar del III Congreso de San José, que lleva por nombre "Tesoro de la Iglesia y de la humanidad". El prelado ha dicho que será una oportunidad para pedir del Santo Patriarca, su intercesión por Colombia y el mundo en estos momentos tan complejos que vive la humanidad, no solo por la pandemia, sino además por otras realidades sociales que causan sufrimiento a tantas personas. "San José, para nosotros en la vida de la Iglesia es sumamente importante, ahora en este tiempo de pandemia. En este tiempo de tantas situaciones difíciles en Colombia, queremos contemplar y profundizar la figura de San José como el hombre justo, servidor fiel y prudente que Dios ha puesto al frente de la familia de Nazaret, pidiendo su intercesión y ayuda para fortalecer y cuidar el don de la familia como gran regalo de Dios". Igualmente, el prelado ha dicho que invita, "a unirse a este evento de Iglesia tan importante para nosotros en la Arquidiócesis de Ibagué, en el Departamento del Tolima y bueno también para el país (...) yo les pido que nos encomienden en sus oraciones para que sea exitoso y la devoción a San José crezca cada día más en medio de nuestro pueblo. La convocatoria del congreso responde a la invitación del Papa Francisco a celebrar el año josefino en la Iglesia Universal y tiene por lema: “Con corazón de Padre", inspirados en la carta apostólica del Santo Padre Francisco Patris Corde. ¿Quiénes serán los ponentes? Mons. Roa Barbosa ha dicho que, en este tercer congreso, se contará con la presencia de ponentes como monseñor Flavio Calle Zapata, arzobispo emérito de Ibagué, quien “promovió la devoción a San José en esta localidad"; monseñor Nelson Jair Cardona, obispo de San José del Guaviare, quien hablará de San José, modelo de respuesta al llamado de Dios; monseñor Fabio Duque, obispo de Garzón, hablando de los elementos de la carta Patris Corde del Papa Francisco; y finalmente se contará con testimonios relacionados con la devoción a San José. ¿Cómo hacer presencia en el evento? Los organizadores han indicado que, respetando el aforo del recinto y cumpliendo con los protocolos de bioseguridad, el evento se realizará con la presencia de 250 personas en el auditorio del Colegio Arquidiocesano; además será transmitido por las redes sociales de la Arquidiócesis de Ibagué (Facebook y YouTube) y por el canal de televisión Cristovisión, con el fin de ser seguido desde las distintas regiones de Colombia y llegue a los fieles del mundo que quieran vivir un acto de devoción y amor al santo Patriarca. Costos de participación Para los asistentes se pide una ofrenda de $100.000, la inscripción se podrá realizar en las oficinas de la Pastoral Social o el despacho de la Catedral de Ibagué, o hacerla en línea través de la página web www.arquidiocesisdeibague.org. A quienes participen virtualmente se invita a ofrecer un donativo voluntario para cubrir gastos de logística y transmisión, en la cuenta corriente de Bancolombia No. 86991601200 a nombre de Pastoral Social NIT. 809012633. Para acceder a más información sobre inscripciones, ofrenda, hospedajes u otras inquietudes se han dispuesto las líneas 3202360034 - 3102981049, y el correo electrónico congresosanjoseibague@gmail.com

Mar 17 Ago 2021

La Buena Noticia de la familia

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - La familia es una realidad que, de una forma u otra, está siempre viva en toda persona humana. Como toda institución, pasa en algunos momentos por situaciones de crisis que le ofrecen la ocasión de redefinirse armoniosamente en el concierto social. La Iglesia ha recibido una “buena noticia” acerca de la identidad, la configuración y la misión de la familia y es, para ella, un deber y una alegría anunciarla. Tengamos presentes, por tanto, algunos aspectos que debemos trabajar, especialmente este año, en la catequesis y en el acompañamiento pastoral de los jóvenes y de los esposos. 1. Dios es amor y la persona humana tiene la posibilidad de vivir ese amor en la familia. El Dios que Jesús nos ha revelado no es un Dios solitario, lejano, inaccesible, sino un Dios que vive en la comunión de tres personas divinas y busca una cercanía con la humanidad con el propósito de hacerla partícipes de su plenitud y de su felicidad. Todos, sea cual sea nuestra condición y nuestra situación, tenemos un lugar en el corazón de Dios. No existiríamos si él no nos hubiera creado para participar del amor eterno e infinito que él es. Esta realización de la imagen de Dios en nosotros tiene un espacio privilegiado en la vida familiar, que existe precisamente para ayudarnos a vivir nuestra dignidad y a aprender la comunión. 2. La familia se construye y se proyecta a partir de la riqueza de la persona humana a la que Dios ha creado en la doble dimensión de varón y mujer. La pareja que se ama y engendra la vida es una manifestación patente de Dios creador y salvador. Cuando cierta ideología afirma que no hay diferencia entre el varón y la mujer y que cada uno puede elegir para sí el género que quiera, está ignorando la realidad profunda de la diferencia y la reciprocidad de la dimensión masculina y femenina, que tiene arraigo biológico, psicológico e incluso religioso. Si bien ninguna persona puede ser discriminada por su condición sexual, no es posible tampoco vaciar el fundamento antropológico y social de la familia. “Lo creado nos precede y debe ser recibido como un don”. 3. La familia tiene el privilegio y el gozo de generar la vida humana. Debemos aprender a asombrarnos y a agradecer el milagro de la existencia de cada persona humana, por lo que significa en su individualidad y originalidad y por lo que implica para el camino de la humanidad. Si una sociedad no es capaz de transmitir la vida a la generación siguiente, es una sociedad que fracasa en una tarea fundamental. El “invierno demográfico” se empieza a reconocer, en diversos ámbitos, como un verdadero cataclismo. Por tanto, urge valorar esta misión esencial de la familia y lograr que todas las fuerzas vivas apoyen a los esposos que generosamente quieren transmitir el don maravilloso de la vida y asumir la tarea inherente del acompañamiento educativo. 4. La familia es una vocación para la plena realización de la persona. El proyecto de Dios sobre el matrimonio y sobre la familia se configura esencialmente como una llamada a cooperar en su plan de salvación. Esta es la dimensión básica para comprender la vida y la misión de los esposos. La vocación al matrimonio se traduce específicamente en la atracción hacia una determinada persona, en el enamoramiento que se vive, en la decisión de compartir la vida con esa persona y de construir con ella una familia, en el propósito de de proyectar la belleza y la fecundidad de este amor en toda la sociedad. Qué importante transmitir esta convicción particularmente a los jóvenes, haciéndoles ver que en ninguno de los momentos de este proceso Dios está ausente. 5. La familia abre una perspectiva más humana a la sociedad. Una familia sólida enseña a mirar el mundo con responsabilidad y esperanza, transmite valores esenciales como la fidelidad, la sinceridad y la solidaridad, educa para practicar el respeto y la cooperación con los demás. La disminución en las relaciones personales, la pérdida de un adecuado comportamiento ético, la insensibilidad con los más débiles, el recurso permanente a la violencia, están mostrando la necesidad del aporte cultural y social que puede ofrecer, como de un modo natural, esa célula esencial que es la familia. Más aún, por la gracia del sacramento del matrimonio, la familia es para nosotros una “Iglesia doméstica” donde se transmite la vida nueva del Evangelio. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Dom 20 Dic 2020

Llega la Navidad

Por: Mons. Ovidio Giraldo Velásquez - Llega la Navidad, no una Navidad, porque cada época es única e irrepetible; cada Navidad es La Navidad, pues es actual y completa la experiencia del Nacimiento de Dios entre nosotros, y así unos la pueden vivir con la actitud de los pastores o de los habitantes de Belén, otros con la actitud de los reyes magos o la de Herodes, o con la actitud de la Santísima Virgen y San José. Cada Navidad es La Navidad porque ya está obrada la irrupción de Dios entre nosotros para ser el Emmanuel (Dios con nosotros) y fecundar toda la historia con su presencia siempre nueva, siempre joven, siempre vital, siempre viva y eficaz. La Iglesia, la comunidad de los discípulos de Jesús edificada sobre el cimiento de los apóstoles, tiene la misión y el poder de encarnar en todo tiempo este don maravilloso de La Navidad, para que en el mundo no haya frío, para que los hombres sean hermanos, para que en ningún lugar falte Dios. ¡Qué alegría poder tener en este año 2020 La Navidad! Corresponde a cada uno, a cada familia y a cada comunidad favorecer este acontecimiento para que sea de gran significancia y valor en todos y cada uno. Mi navidad es nuestra navidad, y por eso se requieren unas actitudes adecuadas para facilitar este bello hecho histórico, litúrgico y teológico. Sabemos del recogimiento y la oración que se nos pide en el tiempo de Adviento, pero también es importante ir al encuentro del otro, ante todo de los que Dios ha puesto en nuestro camino como especiales compañeros de camino, En este orden de ideas es muy importante buscar la familia, los vecinos, los amigos y los hermanos de comunidad en la fe, como por ejemplo los fieles de la parroquia. Este tiempo de pandemia nos ha recordado que pocas cosas son esenciales, y entre ellas están la familia, los amigos, los vecinos y la comunidad creyente. Con razón se dice que Navidad es época de familia, de familia humana y de familia en la fe. Este año, la pandemia nos obliga y favorece el encuentro y reencuentro en pequeños núcleos familiares y de hermanos en la fe. Por lo mismo, no debe faltar el pesebre en casa, la decoración navideña del hogar y un bien vivido rezo de la Novena. Será esta Navidad época fabulosa para ampliar los tiempos del rezo, del diálogo, de las anécdotas, las evocaciones y el gusto de sentirse pueblo de Dios y el gusto de ser hermanos como bien nos lo viene recordando el papa Francisco. Pienso que las buenas comidas, típicas, bien preparadas y bien servidas formarán parte de este escenario de amor y de intimidad orante que nos ofrece La Navidad. Los obsequios y los mensajes cargados de fe y esperanza también deben hacer su aparición. Entre otras cosas, y muy importante esto, Navidad será época para procesar los muchos duelos que en este año de pandemia han quedado pendientes. Y que esta Navidad sea preludio de un nuevo resurgir. Con la venida de Dios al mundo en nuestra carne, en condición humana, se abrió una nueva historia se generó una nueva creación, se promulgó un nuevo orden de cosas. Que esta Navidad, con las muchas lecciones de este inusitado año 2020, haya un nuevo resurgir, y para que sea tal que sea de la mano de Jesús, el Emmanuel. María y José nos ayuden y acompañen, los pastores y los reyes magos nos inspiren. Sigamos en todos la liturgia y las lecturas bíblicas que nos presenta la Iglesia, madre y maestra en la fe. ¡Llega la Navidad! Ánimo, llena tu casa de luces, tu mesa de manjares, tu pesebre de evocadoras figuras, tu rincón de delicados obsequios y tu corazón de ternura. Con todo ello rompamos la coraza de la indiferencia, de la desesperanza, del desamor, de la soledad, del egoísmo, de la soberbia, de la vanidad, del acaparamiento; pero en todo ello observemos las medidas de cuidado y los protocolos de bioseguridad para acoger y promover la vida como María y José en Nazaret y en la gruta de Belén. “Que esta Navidad sea para vivirla en austeridad de bullicio en el exterior y de riqueza en la vivencia interior. Que cada hogar sea un Nazaret y cada hogar sea un pesebre. ¡Ven, Señor Jesús! + Ovidio Giraldo Velásquez Obispo de Barrancabermeja

Sáb 28 Dic 2019

“Solo en la familia podremos vivir la auténtica comunión”

Con estas palabras el obispo de Palmira, monseñor Edgar de Jesús García Gil, resaltó la importancia de vivir en este tiempo de Navidad en unión familiar. “En estos días de Navidad, queridos amigos y amigas, yo quiero darles un saludo, pero basado en el ejemplo de la Sagrada Familia que encontramos en la cuna y en el pesebre de Belén”, afirmó. Recordó lo extraordinario de Dios, el haberle querido dar una familia a su Hijo Jesús. “Lo que significa que la familia sigue siendo importante, fundamental, extraordinaria y la salvación nos llega a nosotros a través de la familia. Por eso cuando contemplamos el pesebre de Belén, lo que estamos viendo es la familia que Dios quiere para nosotros”, aseveró. Invitó para que, en estos días de Navidad, en todos los pueblos y ciudades se reúnan en familia a vivir lo que hoy se conoce como ‘La comunión del amor’, único elemento que sostiene todos los valores fundamentales de la persona, la familia y la comunidad. “Yo los invito para que contemplando la Sagrada Familia le demos gracias a Dios y nosotros seamos también misioneros de la familia, en este año que termina y de aquí en adelante, porque somos hombres y mujeres que debemos ser misioneros permanentes de las propuestas de Dios y en este caso de la familia”, finalizó.

Sáb 28 Dic 2019

Fiesta de la Sagrada Familia

En el domingo después de Navidad, la Liturgia nos invita a celebrar la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, “cada pesebre nos muestra a Jesús junto a la Virgen y a San José en la gruta de Belén. Dios ha querido nacer en una familia humana, ha querido tener una madre y un padre como nosotros”. En este sentido, explica el padre Juan Carlos Liévano, director del departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia, “esta es una celebración que motiva a profundizar en el amor familiar, a examinar la propia situación del hogar y buscar soluciones que ayuden a la mamá, al papá y a los hijos a ser cada vez más ejemplo de la Familia de Nazaret”. “Hoy, al celebrar la fiesta de la Sagrada Familia la Iglesia invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes desde un principio tuvieron que enfrentar peligros y el exilio a Egipto, pero, aun así, fruto del amor y el diálogo, pudieron vencer las adversidades”, agregó. El sacerdote advirtió que la vida familiar no puede reducirse solo a los problemas de pareja, “ya que la familia es signo del diálogo Dios – hombre”, por lo que animó a los padres e hijos para que entren siempre en un diálogo de escucha sincera, teniendo como fuente de inspiración la oración en familia y el modelo de la familia de Nazaret. Finalmente, manifestó que Dios quiso nacer en el hogar de una familia humana, tener un padre y una madre, de ahí que el pesebre presente a Jesús junto a la Virgen María y a San José, en la gruta de Belén.