Mié 27 Nov 2019
Arte popular, gran aporte a la paz
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su departamento de comunicaciones, ha venido apoyando, desde el año 20104, el Salón de Arte Popular BAT que en estos días ha llegado al final de su sexta versión, que en esta ocasión rindió homenaje al colectivo de las Tejedoras de Mampuján, grupo de mujeres de María La Baja, en el departamento de Bolívar.
El Salón BAT de Arte Popular es un espacio de reconocimiento para los artistas empíricos en el que su talento se hace visible y se proyecta. Además, impulsa la investigación sobre el tema propuesto en cada versión y construye memoria sobre el arte popular en Colombia. En esta ocasión, el Salón exhortó a los artistas a explorar el concepto de qué es lo popular entre el ámbito rural y urbano.
De acuerdo a lo expresado por sus organizadores, los artistas que se presentaron al VI Salón BAT hicieron un trabajo de "reconstruir el tejido social recurriendo al arte como herramienta para lograr la reparación, la reconciliación y para reconstruir memoria histórica de sus comunidades".
Qué dicen sus organizadores
Para Ana María Delgado Botero, Gerente de la Fundación BAT, el Salón de Arte Popular “es una plataforma para todos los artistas empíricos que no habían tenido la posibilidad de darse a conocer y es importante para descubrir en todos los rincones del país a estas personas talentosas”.
La premiación del VI Salón BAT que se realizó el pasado 06 de noviembre en Bogotá, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, entre 155 obras seleccionadas de 1.647 procedentes de todo el país. Previamente tuvieron lugar siete exposiciones regionales a lo largo del territorio nacional, donde el público fue el encargado de votar por sus obras favoritas.
Según Ana María Delgado, la Conferencia Episcopal de Colombia ha sido un aliado importante en este proyecto, pues “gracias a ella hemos podido seguir creciendo en la convocatoria de este Salón BAT; la Conferencia nos ha apoyado para que a través de las parroquias se conozcan estas convocatorias y así descubrir nuevos artistas”.
Qué dice el jurado
El jurado agradeció la nutrida participación de artistas empíricos y destacó la presencia, en esta ocasión, de artistas de centros carcelarios; la alta calidad de las propuestas presentadas; así como la recursividad para elaborar las obras utilizando diversas técnicas.
Para María de La Paz Jaramillo, más conocida como Maripaz y quien lleva como jurado cuatro versiones del Salón BAT, cada vez “es más emocionante ver como los artistas se van volviendo importantes, desarrollando y haciendo cosas maravillosas”.
Esta artista plástica recalcó que el ideal es poder lograr crear un museo donde se puedan exponer las destacadas obras de los artistas que han sobresalido en las distintas convocatorias del Salón BAT, por lo que pidió el apoyo de alguna entidad que pueda hacer realidad este sueño.
Por su parte Guillermo Londoño Durana, también artista plástico y quien ha sido jurado por tercera vez del Salón, expresó que esta versión ha permitido descubrir personas que son artistas de corazón, es decir, que se hacen artistas mostrando su talento sin tener ninguna formación y artistas que tienen un altísimo nivel profesional en el discurso de sus obras.
Resaltó cómo los artistas que se han venido presentando en los últimos salones reflejan en sus obras, cada vez más, mensajes esperanzadores y poco de desconsuelo, aunque reitera que es propio de lo que cada artista vive en sus regiones.
“Una de las cosas más bonitas que hemos notado a lo largo de estos tres años en las propuestas de los artistas es que la manifestación de la violencia como tema ha disminuido, cada vez lo vemos menos; sin embargo, vivimos en un país de conflicto social y violencia donde hay algunas obras que lo representan. Creo que la paz se está sintiendo de alguna manera en el reflejo de los artistas y su territorio”, aseveró.
Al referirse al cómo fue la selección de los galardonados, Londoño comentó que debido a la alta calidad de las propuestas ofrecidas en el VI Salón, fue muy difícil dar solo a unos como ganadores. “El premio debería ser colectivo, pero no se puede; cada uno individualmente que esté aquí presente ya es un ganador y esto justifica nuestro trabajo y la representación de los artistas”.
Qué dicen los artistas
El triunfador de la noche de premiación fue el artista bogotano César Augusto Ortiz Ortega, quien recibió el gran premio por su obra “Translación”, de un gran valor artístico por la innovación en el empleo de la técnica de urdimbre y por la pertinencia del contenido.
“Este trabajo establece un paralelo entre la historia de las guerras internacionales y el conflicto interno de Colombia. Se destacan el blanco y el negro, personajes que han sido víctimas de las guerras, y otros que representan estereotipos de la sociedad contemporánea. La realidad colombiana se representa en color, y la internacional en blanco y negro, con lo cual es clara la intención de comparar las dos instancias”, según lo explica el jurado.
El artista Ortiz Ortega no dejó de expresar en su rostro la alegría de haber sido merecedor de este gran premio: “Me siento muy feliz y gratificado con la vida por haber recibido esta mención (…) Para mí hacer arte es una terapia que me tranquiliza (…) Fueron seis meses largos de trabajo diario para representar esta obra que significa de lo rural a lo urbano”.
Por otra parte, el artista Eduardo Butrón Hodwalker, de Magangué, Bolívar, recibió el primer premio, por su obra "Intervenciones, una mirada desde lo rural”, que según el jurado se le concedió por el aporte que el artista realiza en la transformación del espacio urbano de Magangué, un municipio que ha sido afectado por el conflicto armado y la delincuencia. El artista utilizó material reciclable y le dio vida a su obra con una conciencia ecológica y pedagógica, y la convirtió en un elemento de reconstrucción social.
Para este artista, el haber participado en el VI salón de arte popular ha sido una experiencia muy significativa “toda vez que el Salón BAT es uno de los salones más importantes y ha legitimado el papel del artista popular, ha promovido y exhibido a los artistas en salones muy importantes”.
Otra de las artistas que recibió galardón fue Flor Stella Sierra Gallo, quien, desde Villa de Leyva, Boyacá, se presentó con la obra tallada en piedra: "Del campo a la ciudad, de la ciudad al campo”.
“Su obra se destaca por la recuperación de un oficio que tradicionalmente ha sido trabajado por hombres, y que en esta obra se pone en manos de una mujer campesina, que consigue la piedra en su tierra y la trabaja para plasmar el contraste entre la vida rural y urbana”, explica el jurado.
La artista, quien confiesa que es la cuarta vez que se presenta, agradece a los organizadores del Salón BAT el haber permitido mostrar, a quienes no tienen ninguna formación, el talento de sus expresiones.
Al explicar el significado de su obra, la artista, que es de descendencia campesina, expresa el sentir propio de lo vivido en el campo y la añoranza de poder algún día volver a ese pasado. “Muy triste cuando por circunstancias de la vida, entre ellas el conflicto armado, llega de repente y hace que el campesino se tenga que ir y coger rumbo hacia la ciudad donde le es muy difícil vivir. En mi obra se muestran los campesinos asomados en los balcones y ventanas aburridos, tal vez añorando la vivencia que tuvieron en el campo”.
Qué dice la Conferencia Episcopal
Para el padre Jaime Alberto Marenco, director del departamento de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el seguir apoyando esta iniciativa del Salón de Arte Popular es importante porque ayuda a descubrir aquellos talentos empíricos que se encuentran escondidos en las diferentes regiones del país.
“No son artistas de escuela, ni de academia, son artistas de la vida, y gracias a ellos logramos conocer otra faceta de Colombia (…) A través de las obras del Salón BAT podemos descubrir lo bueno, lo malo, lo negativo o positivo, pero ante todo la esperanza de un país como Colombia que espera y anhela la reconciliación y la paz”, resaltó el sacerdote.
Qué viene ahora
Los interesados podrán visitar la exposición de las 155 obras de los artistas seleccionados, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, auditorio Rogelio Salmona y Sala de Exposiciones Débora Arango (Calle 11 No. 5 - 60), hasta el 18 de enero de 2020 con entrada libre. Luego de esta fecha las obras estarán itinerantes en varias ciudades del país.
Datos adicionales
* Además de los premios ya mencionados, se entregaron tres primeros premios; tres segundos premios; el público por su parte otorgó, a través de su voto virtual, el premio a la obra "Jugada de Esperanza", del artista Héctor Hernando Lemus. Y, finalmente, el jurado acordó conceder 23 menciones honoríficas para los artistas de todas las regiones del país que se presentaron en esta sexta versión.
* Cada año, el Salón BAT de Arte Popular rinde homenaje a las personas que trabajan por el arte popular y este año el turno fue para las Tejedoras de Mampuján, un colectivo que abandera la reconciliación y el perdón en Mampuján, corregimiento de María La Baja (Bolívar), que fue azotado por la violencia. En el año 2000, los paramilitares del bloque Héroes de los Montes de María perpetraron una masacre allí en la que murieron 13 personas, amenazaron al resto de la población y desplazaron a más de 300 familias.
* El jurado estuvo conformado por Elvira Cuervo de Jaramillo, exministra de Cultura y exdirectora del Museo Nacional; María Claudia López Sorzano, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá; Gloria Triana Varón, socióloga y antropóloga, premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura; María de La Paz Jaramillo, artista plástica; Eduardo Serrano Rueda, crítico y curador de arte; Guillermo Londoño Durana, artista plástico; Clara Ibeli Espinel Castro, artista empírica, ganadora de mención de honor en el tercer salón BAT de arte popular; y Giovanni Cuadros Espitia, artista popular y actualmente licenciado en educación artística.