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salud mental

Jue 10 Oct 2024

Salud mental en las comunidades rurales: 'EscuchArte' es la apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali

Desde 1992, cada 10 de octubre, el mundo conmemora el Día de la Salud Mental, una fecha establecida por la Federación Mundial de la Salud Mental y promovida por la Organización Mundial de la Salud, para crear conciencia acerca de los problemas de salud mental que afectan a tantas personas de distintas edades y condiciones. En Colombia, una encuesta aplicada por el Ministerio de Salud en 2023, permitió identificar que más del 66% de los colombianos ha enfrentado algún problema de salud mental y que, en la mayoría de los casos, son los hogares los entornos donde más se generan. Sin duda, esta es una realidad que preocupa a muchos actores e instituciones en el país, entre ellos, a la Iglesia.En este contexto, el pasado mes de septiembre, la Arquidiócesis de Cali y la Alcaldía de Cali iniciaron la implementación de “EscuchArte”, un programa a través del cual realizan jornadas de apoyo psicosocial en los comedores comunitarios a través de los cuales la Pastoral Social, la Secretaría de Bienestar Social de Cali y miembros de la comunidad, alimentan diariamente a cientos de personas de escasos recursos económicos que habitan las zonas rurales.“En Cali estamos acompañando estos procesos porque como Iglesia es muy importante caminar de la mano de cada una de estas personas, porque es importante la salud integral de toda la persona. Jesús nos enseña eso, a recuperar a la persona como tal en todas sus dimensiones”, explica el padre José Luis Jaimes Ortiz, director del programa Comedores Comunitarios.La apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali en los comedores comunitarios va mucho más allá de brindar alimento físico a quienes más lo necesitan. Se trata de acercar la oferta de atención en salud mental a quienes tienen menos posibilidades de acceso a este servicio. Allí, tanto niños como adultos, participan en actividades pedagógicas asociadas a temas como gestión de las emociones, amor propio, importancia de la escucha, prevención de violencias y del suicidio y herramientas de autocuidado.“La idea de ir a corregimientos y veredas es llevar la oferta de salud mental de comedores comunitarios a esos territorios que son apartados, donde ellos no tienen mucha posibilidad de acceder a un psicólogo. Hay gente que no baja de allá, entonces estamos acercando esa oferta porque nos parece supremamente importante la salud mental y, además, también estamos bajando un poco el estigma de esta profesión que la gente no asiste porque dicen que es para un enfermo de salud mental y no es eso. Estamos haciendo mucha prevención”, comenta Claudia Vargas Hincapié, la líder del componente de Psicología de los Comedores Comunitarios.De los 759 comedores comunitarios que tiene la Arquidiócesis de Cali, en los que entregan 74.455 raciones diarias de comida, 42 están ubicados en estas zonas rurales, hasta la fecha, han realizado estas jornadas en los corregimientos de Pance, Saladito, Navarro, Felidia y Los Andes. Además, con estudiantes de algunos colegios aledaños y con sus padres han adelantado actividades formativas sobre como comunicación asertiva y el uso correcto de dispositivos móviles. Esperan hacerlo próximamente también con docentes.Justamente Nubia Lucumí, beneficiaria del programa en el comedor comunitario de Navarro, cataloga esta iniciativa como una bendición y reconoce su importancia en ese contexto:“Es tan importante que vengan acá, porque la verdad hay muchas personas que tienen muchas necesidades donde han perdido un ser querido, donde pasan situaciones duras de violencia, de maltratos en las casas, por las parejas”.Al tratarse de una iniciativa de la Iglesia, también con un alto componente espiritual, los psicólogos que hacen parte de este programa tienen claro que su labor va mucho más allá de aplicar los conocimientos y herramientas psicosociales propias de su formación; se convierte en una misión muy especial: prestar sus oídos y su corazón para llevar consuelo y esperanza a quienes más lo necesitan, inspirados en la misión del mismo Jesucristo.“Escuchar a la gente nos recuerda la época donde Jesús asistía al pueblo, donde lo escuchaba, donde se sentaba en medio de mucha gente para atenderlos, para saber qué les pasaba, cuáles eran sus dolencias. Básicamente este ejercicio que hacemos como psicólogos nos permite dibujar un poco de lo que Jesús fue en ese entonces” narra Marco González, psicólogo que hace parte del programa.Vea el informe audiovisual a continuación:

Lun 3 Ago 2020

II conversatorio: "El suicidio hacia espacios de esperanza en época de pandemia"

Frente a los momentos de emergencia sanitaria que enfrenta hoy Colombia y el mundo a causa de la pandemia del Covid-19 y las afectaciones en materia de salud mental generadas en medio de esta realidad, el departamento de Promoción y Defensa de la Vida y el Centro Estratégico de Investigación, Discernimiento y Proyección Pastoral de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), ha programado para este martes 04 de agosto de 3;00 pm a 5:00 pm. el segundo conversatorio virtual sobre: “El suicidio…hacia espacios de esperanza, en época de pandemia”. Según lo señalan sus organizadores se busca “proponer un espacio de reflexión y discernimiento en estos momentos de emergencia sanitaria, frente al hecho del suicidio como acto contrario al amor de Dios y en libertad; espacio de esperanza y de salvación, que da sentido a la vida, porque el ser humano desconoce el valor de la vida que proviene de Dios… (Dt.30, 15) para participar con ella en el acto creador”. En esta ocasión estarán presentes los siguientes ponentes: Dra Valeria Ramirez, Psicóloga egresada de la Universidad Católica Luis Amigó; Dr. John Henry Bohorquez, Médico Psiquiatra; y los sacerdotes de la arquidiócesis de Bogotá, Abelardo Gómez y Carlos Jiménez. Esta iniciativa hace parte de tres conversatorios, el tercero y último se realizará el martes 11 de agosto en el horario de 3:00 pm a 5:00 pm y tratará de discernir sobre el siguiente interrogante ¿Por qué no detectamos a tiempo el hecho suicida en los diferentes espacios en los cuales convivimos? Los interesados en participar lo podrán hacer [icon class='fa fa-download fa-2x'] inscribiéndose AQUÍ[/icon]

Jue 30 Jul 2020

“El suicidio…hacia espacios de esperanza, en época de pandemia”: Conversatorio

Aun cuando se trate de una circunstancia transitoria, el aislamiento implica una transformación significativa en múltiples aspectos de la cotidianidad, que puede afectar la salud física y emocional. En este escenario, el departamento de Promoción y Defensa de la Vida y el Centro Estratégico de Investigación, Discernimiento y Proyección Pastoral de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), comprometidos con el acompañamiento a las comunidades, desde la formación humano – cristiana, dieron inicio al ciclo de conversatorios ‘El suicidio…hacia espacios de esperanza, en época de pandemia’. Durante la primera entrega, el 28 de julio, a través de la plataforma Teams y de la red social Facebook, con el apoyo de especialistas, se buscó dar respuestas a varios interrogantes que las personas se plantean durante este tiempo de aislamiento y que pueden afectar la salud mental. Compartimos las preguntas orientadoras del encuentro y algunos aportes y reflexiones de los especialistas invitados: 1. En este momento de pandemia que ha llevado al confinamiento de poblaciones enteras en el país y el mundo, ¿cuáles consideran ustedes son los comportamientos que anteceden al hecho suicida y que se observan en ciertos grupos poblacionales? ¿Cómo detectarlos a tiempo? Para la doctora María Elena García, licenciada en psicología y panelista invitada, el sufrimiento humano es un estado en la persona que le está costando su salud física y psicológica. Es urgente ver qué hay en el comportamiento de estas personas, ver esos malestares recurrentes que se convierten en desesperanza y que les lleva a realizar acciones de auto lesión. En esta línea, precisa la especialista, es importante estar atentos a las conductas de riesgos que son evidentes, como la ausencia de autocuidado, hábitos saludables, encierro, el vestir, marcas en el cuerpo; estos aspectos, precisa, son antecedentes que pueden dar aviso de una depresión severa. Por su parte, la doctora Clara Martínez, psicóloga clínica de la Universidad Nacional, afirma que se debe realizar una reflexión conjunta sobre el silenciamiento o estado interior del ser humano. “Es importante darnos cuenta de lo que a nosotros mismos nos está pasando internamente, a veces tenemos un estado interior de sufrimiento muy fuerte, sentirnos que no somos capaces de responder a todo lo que nos exigen, sentimiento que excede la capacidad humana, ante esto es bueno pedir ayuda a alguien cercano o acudir a profesionales”. Añade que a este tipo de personas no hay que subestimarlas. Explica que “el suicidio no aparece abruptamente a no ser que se tenga una patología de base”, por lo que se debe dar un tiempo y espacio para acompañar y escuchar a estas personas. Al referirse a este mismo tema, el padre Carlos Jiménez, sacerdote Eudista, quien actúo como panelista en este espacio, dijo que hay comportamientos que son indicadores de que se está gestando un proceso suicida, aclarando que no todos los cambios son iguales. “Algunos se silencian y hay otros que verbalizan anunciando que quieren morirse”, en esto coincide con las especialistas hay que prestar atención y escucharlas. 2. ¿Cuáles son los factores de riesgo que inciden en estos momentos de pandemia para tomar decisión de suicidarse? Los factores que influyen sobre el proceso de salud mental en el sector de la población joven, no solo se vincula con las probabilidades de contagio ni con la gravedad de la enfermedad, sino con otras situaciones sociales complejas que adquieren nuevas características en el actual contexto de cuarentena. La doctora María Elena García, asienta que es importante acompañar a las personas que desde antes de la pandemia ya tenían algún factor de riesgo en la salud mental, como depresión o ansiedad. Agrega además, que hay dos factores de riesgo que se han acrecentado por cuenta del aislamiento: los conflictos intrafamiliares, cuando la persona se siente abrumada porque hay muchos viviendo en casa y no se soportan; y la soledad, la falta de interacción lleva a trastornos de ánimo. Según lo menciona la doctora Clara Martínez, existen 5 tipos de factores que pueden evidenciar en algún momento un acto suicida, son ellos: el físico, biológico, social, existencial y espiritual. En cuanto al físico y biológico señala que están asociados a patologías de base como la bipolaridad, ansiedad, depresión, psicosis o estrés excesivo. “Por ejemplo el haber adquirido la enfermedad del covid, el escuchar tantas noticias de muerte o incertidumbre, la persona puede enfermar y llevarla a extremos”. El biológico dice ella, está asociado a factores psicológicos como el estrés por pérdida de personas, duelos inconclusos, culpas, miedos y temores. Factor social está asociado a eventos no resueltos, “esta situación nos ha confrontado con nuestra propia vida, con lo que hemos hecho o dejado de hacer. Crisis económica, metas no cumplidas, desempleo, entre otros”. Factor existencial cuando siente que ya no tiene un futuro próximo, no le encuentra un sentido a la vida y hay vacíos. Factor espiritual es no tener confianza en la vida, una creencia en un ser trascendente, no creer en un Dios que te cuida y protege. Para el padre Carlos Jiménez un factor de riesgo en la población es la baja tolerancia a la frustración, cuando en este tiempo de pandemia se ven derrumbados muchos proyectos de vida, estas personas se hacen proclives a altos riesgos de estrés por no poder cumplir sus sueños o metas, esta pandemia está llevando a que las personas colapsen emocionalmente. 3. Ustedes como hombres y mujeres de fe, profesionales que viven todos los días abocados a este tema ¿cuál sería su posición y aporte para poder identificar y direccionar a estos casos? ¿Qué dice la Iglesia al respecto? Para la doctora María Elena García, es importante identificar un trabajo en equipo, colectivo, reconocer ese par en el que se puede confiar y este a su vez buscar ayuda con especialistas, pueden ser compañeros de colegio o algún miembro de la familia. Al respecto afirma que las parroquias pueden ser grandes centros de referencia para la escucha y atención. Igualmente, la doctora Clara Martínez, sugiere crear redes de apoyo y auto ayuda con personas cercanas y significativas, con el fin de que sirvan de soporte en la atención en estos momentos de crisis. El padre Carlos Jiménez, dice que hay que ver el tema del suicidio desde una visión cristiana y con una perspectiva desde la fe. “El suicidio siempre ha tenido una valoración negativa, y cuando se piensa en esto se habla de un atentando contra el quinto mandamiento de Dios (…) Antes que precipitarnos a juzgar a la persona que desea suicidarse, debemos recordar el principio de la misericordia”. Por su parte, el reconocido psicólogo Miguel De Zubiría, quien preside la Liga Colombiana contra el Suicidio, afirma que luego de un estudio realizado a lo largo de 15 años y aplicado a 500 estudiantes con el fin de identificar y prevenir el suicidio en los jóvenes, concluyó que se debe realizar una prevención primaria y aplicar algunas vacunas contra el suicidio. Entre ellas señala las siguientes: 1. Enseñarles a tener motivaciones, anhelos, deseos ilusiones y proyectos 2. Valorarse a sí mismos. 3. Tener buenos vínculos, interacciones, ser amables, sonreír, saber escuchar 4. Tener emociones positivas 5. Ser resiliente 6. Enseñarles el por qué vivir y la alegría de vivir Finalmente frente a una de las preguntas que surgió de los participantes en el conversatorio ¿Qué estrategias de alcance masivo se podrían implementar en estos tiempos de pandemia para evitar el suicidio? El doctor De Zubiría observa que el suicidio no es un problema de uno, dos o más individuos, es una epidemia que está creciendo aceleradamente; por ello propone tres estrategias masivas: 1. Evaluar cada año en los colegios y las universidades para detectar los casos donde cabría el riesgo de suicidio en los jóvenes. 2. Enseñar a los jóvenes que ellos son la primera línea o frontera contra el riesgo del suicidio, que si ven en ellos signos de apatía, sufrimiento, autoevaluación, soledad o ideas pesimistas, ellos mismos den el paso para hablar con los profesores o psicólogos. 3. Introducir una cátedra en desarrollo afectivo en los colegios, donde los estudiantes aprendan a conocerse a sí mismo y valorar la vida. Por su parte, el padre Carlos Jiménez, manifiesta que el suicidio puede ser una pandemia y que tendría que ser tratado por las distintas instancias con la misma importancia que se está tratando el tema de coronavirus, por ello propone realizar campañas de información, divulgación y promoción de salud mental sobre la auto estima y el cuidado de la vida propia en tiempos de pandemia. Próximos conversatorios del ciclo: Martes 4 de agosto: ¿Cuáles serían las estrategias más acertadas para la prevención del suicidio en situaciones diversas? Martes 11 de agosto: ¿Por qué no detectamos a tiempo el hecho suicida en los diferentes espacios en los cuales convivimos? Hora: 3:00 p.m. a 5:00 p.m.