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santa laura

Mar 9 Sep 2025

Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia renueva el legado de Santa Laura con misión en Dabeiba

Inspirada en Santa Laura, la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia llevó la esperanza del Evangelio a Dabeiba. Más de cien años después de que este territorio fuera cuna de la obra misionera de la primera santa colombiana, entre el 24 y el 30 de agosto, comunidades parroquiales, sacerdotes, religiosas, seminaristas y misioneros, liderados por monseñor Hugo Alberto Torres Marín, se unieron para anunciar la Buena Nueva y fortalecer la fe en este municipio del occidente de Antioquia. “En la esperanza reafirmamos nuestra identidad católica” fue el lema los identificó durante estos días.El camino de Santa LauraEl vínculo de Dabeiba con la misión es histórico. A comienzos del siglo XX, era un territorio marcado por el abandono, con campesinos en la miseria e indígenas emberá y katíos excluidos y perseguidos. Allí, donde casi no había presencia de la Iglesia, Santa Laura Montoya sintió el llamado divino. En la Catedral de Medellín, se arrodilló ante la imagen de la Inmaculada Concepción y formuló una súplica que revela tanto su fe como su audacia espiritual:“Mostrándole el dinero que llevaba en la mano le dije: ‘¿Ves, Madre mía? Esta suma podría servir para los indígenas. Quizás iré a gastarla inútilmente… Vos, Señora mía, puedes hacerme este mandado con eficacia: directamente al Papa. Haz que venga una orden que obligue a los obispos a ayudarme’” (Autobiografía, Cap. XIX, p. 123).Semanas después, el Papa San Pío X publicaba la encíclica Lacrymabilis statu indorum (1912), exhortando a los obispos a apoyar a los pueblos indígenas. Esta fue la señal divina que selló la certeza de Santa Laura de que no fue ella quien eligió a Dabeiba, sino que fue Dios mismo quien dispuso que este rincón del occidente antioqueño se convirtiera en cuna de su obra misionera, un pensamiento que luego expresaría con la frase: “Dabeiba es el camino. Dios dirige las cosas cuando son suyas” (Autobiografía, Cap. XXI, p. 145).Una misión renovada para desafíos actualesHoy, Dabeiba es un municipio plural, donde conviven distintos credos y expresiones religiosas, y que además está profundamente marcado por el conflicto armado. Estas situaciones son un reto para la Iglesia Católica, que exigen testimonio claro, de cercanía con quienes han sufrido y un respeto por la creencia ajena.Ante esta realidad, la nueva misión emprendida por la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia no fue un simple evento pastoral, sino un volver a las raíces para reavivar el fuego de la fe. Se buscó reafirmar la identidad católica no compitiendo, sino compartiendo, con alegría y sin exclusiones, que lo más valioso que tenemos para dar es a Cristo y su Evangelio. Como lo expresó el Papa Francisco al canonizar a Santa Laura, ella nos enseña a "acoger a todos sin prejuicios...Compartiendo con ellos lo más valioso que tenemos, que es Cristo y su Evangelio".Tierra de encuentro y acompañamientoLos misioneros hicieron eco de la palabra por la zona urbana y las veredas aledañas. La mayoría de estos encuentros fueron con comunidades indígenas, quienes abrieron su corazón al Evangelio.“Me siento muy contenta, muy agradecida, pues primero con Dios, después con la, con la misión... para nosotros es una gran bendición,” contó Maribel Domicó, Gobernadora de la comunidad indígena Karrá.La misión también colaboró con iniciativas locales como “El Grupo Dinamizador”, que se encarga de cuidar a los adultos mayores de la región. Sacerdotes y misioneros realizaron junto a ellos durante cuatro días Eucaristías, actividades de evangelización y unción.“De verdad es como una primera vez que...Se vio cómo este acompañamiento de ellos a nuestra vereda de verdad,” expresó Marta Elena Guerra, líder de la vereda Llano Grande.Un fruto de esperanzaEsta misión arquidiocesana se convirtió en un espacio de sanación y construcción de paz, llevando el anuncio del Evangelio más allá de las palabras, hacia la cercanía y el acompañamiento espiritual.“La misión ha venido dando su fruto, que renazca la esperanza de una Iglesia católica siempre viva y que cada uno de ellos vaya descubriendo la necesidad de celebrar la fe,” comentó monseñor Hugo Alberto Torres, arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia.Hoy, afirmar que “Dabeiba es el camino” no es mirar al pasado con nostalgia, sino reconocer que este municipio sigue siendo un espacio privilegiado para evangelizar, acompañar y ser camino de esperanza, de fe y de reconciliación para toda la Iglesia.Vea a continuación el informe audiovisual sobre la misión:

Lun 23 Oct 2017

En Antioquia se inaugura templo en honor a Santa Laura Montoya Upegui

En el marco de la Fiesta de Santa Laura Montoya Upegui, primera santa colombiana, el obispo de la diócesis de Sonsón Rionegro, monseñor Fidel León Cadavid Marín, presidió la eucaristía en el municipio de Marinilla – Antioquia, donde inauguró la parroquia en honor a esta Santa. La ceremonia fue concelebrada por sacerdotes de diferentes lugares del territorio y contó con la presencia del alcalde municipal, el presidente del concejo y la comunidad de files. Esta comunidad parroquial fue creada mediante el decreto 027 del 9 de septiembre del 2017, bajo el nombre de Santa Laura Montoya y con el patrocinio del beato Fray Melquiades, teniendo una población estimada de 4.274 habitantes. Durante su homilía, monseñor Cadavid habló de la importancia de consolidar la comunidad en unidad, tal como lo indica el documento de aparecida que “las Parroquia son células vivas de la Iglesia y lugares privilegiados en los que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia” (Aparecida 304). El objetivo de las parroquias es acercar El Señor a todos los fieles y acercar a todos los fieles al Señor. Audio: Homilía Mons. Fidel León Cadavid El prelado recordó 3 elementos de la parroquia, que el papa Francisco expresa en el documento La Alegría del Evangelio. El primero es que la parroquia esté más cercana a la gente, “es decir, que la iglesia entre a la casa de sus hijos y de sus hijas”. El segundo elemento, recordado por el obispo, fue que la parroquia debe ser comunidad, llena de comunidades, con una primera comunidad básica que es la familia. “Cuidemos nuestras familias, fortalezcamos nuestras familias, que es la base de la comunidad eclesial; pero también hay unas pequeñas comunidades eclesiales, porque es esencial al discípulo misionero vivir en una comunidad concreta. Ustedes, de la comunidad parroquial de Santa Laura, tienen el compromiso de conocerse, entre todos deben aprender a conocerse y reconocerse. Pónganse la tarea, cuando llegan a las celebraciones, de conocer algo de cualquier hermano”. El tercer elemento, al que hizo referencia el obispo, es que tiene que ser una comunidad enteramente misionera, “La fe tiene que expresarse, comunicarse. La madurez de una comunidad cristiana se expresa en la capacidad de comunicar su fe, de compartirla con los demás. La misión es la explosión de la fe”. En la ceremonia, tomó posesión canónica como primer párroco, el padre Oscar David Maya, quien ha estado acompañando y liderando esta organización parroquial desde su llegada hace dos años. Conforme al código de derecho canónico, el padre se comprometió a conservar el depósito de la Fe, contenido en el credo, las sagradas escrituras, la tradición de la iglesia y la enseñanza de los apóstoles a través de los obispos, a quienes prometió fidelidad para llevar a esta comunidad por el camino de la salvación y la santidad con el ejemplo e instruidos por la palabra de Dios. Al término de la celebración, el nuevo párroco agradeció a todos los que han hecho posible la consolidación de esta comunidad parroquial, e invitó a todos a seguir apoyando esta la comunidad parroquial. Audio: Intervención padre Oscar David Maya Ahora, después de consolidada la comunidad parroquial, sigue la construcción de su templo parroquial, cuya primera piedra fue puesta el 22 de mayo del año 2016 y se encuentran en la etapa de aprobación de diseños, antes de empezar el proceso de construcción. El 21 de octubre la Iglesia Católica de Colombia celebró a Santa Laura de Santa Catalina de Siena, quien sirvió a Dios en medio de los indígenas. Santa Laura nació en Jericó, Antioquia (Colombia) en 1874 en una familia muy cristiana. Cuando tenía dos años, su padre fue asesinado en una época dura para el país y su familia quedó en la orfandad y la pobreza. Madre Laura, siempre tuvo la inquietud de evangelizar a los indígenas. Fuente: Of. comunicaciones diócesis de Sonsón Rionegro