Vie 11 Mar 2022
Mientras oraba, el aspecto de su Rostro cambió
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA
Marzo 13 de 2022
Primera lectura: Génesis 15,5-12.17-18
Salmo: 27(26),1.7-8.9abc.13-14 (R. 1a)
Segunda lectura: Filipenses 3,17 - 4,1
Evangelio: Lucas 9,28b-36
I. Orientaciones para la Predicación
Introducción
* El camino cuaresmal. Vamos avanzando en este camino de preparación a la celebración anual de la Pascua de Jesús, el misterio central de nuestra fe, la conmemoración del amor infinito de Dios, que muere por amor a la humanidad y que resucita para salvarnos. Es la Alianza radical y definitiva que nos invita a conmemorar todos los signos de amor de Dios por cada uno de nosotros y a tomar conciencia de que, a pesar de nuestras infidelidades, Dios siempre es fiel.
* Nuestra patria es el cielo. Cuando el apóstol Pablo nos recuerda que Cristo transfigurará nuestro cuerpo mortal, nos invita a relativizar muchas realidades que nosotros absolutizamos en esta vida terrenal, tal como lo hizo la liturgia del pasado miércoles de ceniza.
* Oración y transfiguración. Jesús que sube al monte para orar, nos invita a fortalecer nuestra relación con Dios por medio de la oración. Es la oración la que permite que el creyente escuche a Dios (“¡escúchenlo!”) y pueda discernir lo que debe hacer en las difíciles opciones de cada día. En este proceso de diálogo y comunión con el Señor, nos vamos “transfigurando”, para ser sacramento de Su amor en el mundo.
1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
La primera lectura describe la alianza sellada por Dios con Abraham. A un anciano, errante desde que salió de su pueblo, Ur de los caldeos, Dios le ofrece algo que parece imposible: una tierra fértil y una descendencia numerosa. No se trata de una recompensa a las buenas obras del patriarca sino de un acto totalmente gratuito e incondicionado de Dios. El rito tradicional de los pueblos antiguos para realizar un pacto era sacrificar un animal y descuartizarlo; los que hacían el pacto pasaban por la mitad y pronunciaba una fórmula en la que juraban fidelidad a lo pactado y decían: “¡si traiciono este acuerdo, que me descuarticen como a este animal!”. Pero en el relato del Génesis es sólo Dios el que pasa en medio de los animales sacrificados y no le exige a Abraham que haga lo mismo. Con este signo se manifiesta que la promesa de Dios es absolutamente gratuita e incondicionada, que Él es siempre fiel a su amor y no se arrepiente ni siquiera ante las traiciones que pueda cometer su pueblo elegido.
La segunda lectura, tomada del texto más afectuoso de san Pablo, el dirigido a la comunidad creyente de Filipos, nos habla de “los enemigos de Cristo”, pero no referidos a los ateos, a los miembros de sectas fanáticas, a los que llevan una vida absolutamente contraria a los valores morales, sino a algunos de los mismos creyentes que creen que la fe es la simple observancia de las prácticas tradicionales (la circuncisión, el abstenerse de algunos alimentos y el realizar prácticas externas como el ayuno y otras privaciones). Por el contrario, los “amigos de la cruz de Cristo” son los llamados a “transfigurarse” a ejemplo del cuerpo glorioso de Cristo, es decir, a morir al egoísmo para descubrir en la cruz el sentido de la existencia, a encarnar el amor en cada momento de la vida, a encontrar en el sufrimiento un valor salvífico, porque es el amor el que da sentido a la vida y a cada una de nuestras acciones.
El evangelio describe la versión de Lucas sobre la Transfiguración del Señor. Jesús sube al monte para orar, acompañado por tres de sus discípulos; aunque estos últimos estaban adormilados, vieron a Moisés y a Elías que hablaban con Jesús sobre la pasión que iba a vivir en Jerusalén. Mientras Pedro propone que construyan tres tiendas para permanecer en el lugar, se oye una voz que reconoce a Jesús como el Hijo y que les ordena: “¡escúchenlo!”.
2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?
Oración. Después de meditar sobre las tentaciones de Jesús en el desierto, en este segundo domingo de Cuaresma la Iglesia nos invita a encontrar en la oración el medio para “transfigurarnos” con Cristo. En efecto, bien sabemos que, junto con la penitencia y la limosna, la oración es uno de los caminos que se nos ofrece la Iglesia para recorrer este camino cuaresmal que nos prepara para la celebración del Misterio pascual, que es el centro de nuestra fe. Orar es dialogar con Dios, es hablarle a partir de la realidad que vivimos y escuchar lo que Él nos dice, sus mociones, su iluminación para discernir correctamente lo que debemos hacer en la vida. Multipliquemos la oración por medio de las prácticas de piedad, por medio de la oración en familia, por medio de la meditación personal y de la lectura de la Escritura (simbolizada en Moisés y Elías), para poder “transfigurarnos con Cristo”.
Mortificación. San Pablo invita a los efesios a tomar conciencia de que muchos absolutizan algunas realidades materiales y que eso contradice la fe que nos enseña a considerar todo eso como relativo. Es una buena oportunidad para que reflexionemos cómo podemos “mortificarnos”, morir a nosotros mismos, a lujos, gustos, caprichos, excesos, placeres, vicios y a todo tipo de desórdenes. De esta forma podremos estar más atentos a las necesidades de los hermanos, ser más solidarios con los más pobres, estar atentos a fragilidades e incoherencias que se van haciendo visibles en nuestra vida para poder ser verdaderos testigos de una nueva vida, de los valores del Evangelio, de la presencia del Resucitado.
Conversión. El anuncio del Evangelio es en últimas el llamado a la conversión. Pero el cambio en la vida del cristiano no solamente es difícil, sino que es una lucha permanente para vencer el pecado que nos vive acechando. La vida de fe es ese permanente esfuerzo de transfiguración con Cristo, de escucha de Su Palabra, de puesta en práctica de Su voluntad.
3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
Pidamos al Señor la gracia de vivir intensamente este tiempo de cuaresma como un tiempo de conversión, que, por medio de la oración, la mortificación y la solidaridad nos permita configurarnos con Cristo en Su Pasión, muerte y resurrección.
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Recomendaciones prácticas:
• Oración por el Papa Francisco, en el aniversario de su elección pontifical.
II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles
Monición introductoria de la Misa
Hace diez días iniciamos este camino cuaresmal y en este segundo domingo de Cuaresma el Señor nos invita en Su Palabra a prepararnos para renovar la Alianza de amor que Él selló con cada uno de nosotros por su muerte en la cruz y por su resurrección gloriosa. Celebremos esta Eucaristía pidiendo al Señor la gracia de la conversión y la fuerza de su Espíritu para que, por medio de la oración, la mortificación y la solidaridad seamos testigos de su presencia en el mundo.
Monición a la Liturgia de la Palabra
El camino cuaresmal nos va preparando a la renovación de la Alianza que Dios selló con cada uno de nosotros por medio de Cristo en la cruz, como lo anticipa la primera lectura. Pero debemos estar atentos, porque somos frágiles y podemos desordenarnos en nuestra vida; San Pablo nos recuerda que debemos “mortificarnos”. Y la oración, junto con la penitencia y la solidaridad, nos ayudar a “transfigurarnos” con Cristo. Escuchemos con atención.
Oración Universal o de los Fieles .
Presidente: Dirijamos nuestras súplicas y peticiones al Padre misericordioso con la confianza de los hijos, con la certeza de que él hace posible lo que para nosotros es imposible y que con su sabiduría nos concede siempre lo que más nos conviene.
R. ¡Escucha Padre nuestra oración!
1. Te pedimos por la Iglesia, el pueblo de la Nueva Alianza, para que pueda conducir a la humanidad a una tierra nueva en la que todos escuchemos y pongamos en práctica la Palabra del Señor Jesucristo.
2. Te pedimos por el Papa Francisco, en su aniversario de su elección, para que el Espíritu Santo le conceda el don de consejo, de sabiduría y de fortaleza para guiar a la Iglesia.
3. Te pedimos por los pastores de la Iglesia, para que sean los primeros en dar testimonio de que “nuestra patria es el cielo”, que la cruz es el camino de la salvación y que muriendo por amor resucitamos a la vida eterna.
4. Te pedimos por los que sufren y pasan necesidad, por los que experimentan tristeza y depresión por las consecuencias de la pandemia, para que encuentren en los que los rodean un testimonio eficaz de tu misericordia y tu amor.
5. Te pedimos por todos los padres de familia, para que, a ejemplo de san José, modelo de esposos y padres, y cuya fiesta celebraremos el próximo sábado, puedan crecer en la capacidad de crecer día tras día en el amor a su esposa y en la sabiduría para formar a sus hijos en la fe.
Oración conclusiva
Escucha, Padre bondadoso,
las plegarias que te dirigimos con fe
en esta celebración en la que renovamos
tu alianza de misericordia y de amor,
por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.