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Actualidad

Vie 1 Ene 2021

Santo Rosario de la CEC por Cristovisión y medios institucionales

Este sábado, 2 de enero, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) compartirá el rezo del santo rosario por el canal Cristovisión, el sitio web www.cec.org.co, la página en Facebook y el canal en YouTube episcopadocol. El rosario se presentará en Cristovisión a las 5:00 de la mañana, con repetición a las 5:00 de la tarde; y permanecerá publicado, desde las horas de la mañana, en los espacios institucionales de la CEC arriba mencionados. En esta ocasión se brindará la oportunidad de conocer el santuario mariano de la Arquidiócesis de Barranquilla que lleva por nombre Nuestra Señora de “El Morro”, ubicado en una pequeña población del Atlántico con este nombre. Como en los rosarios anteriores de la serie “Colombia en el corazón de María”, las oraciones de inicio y cierre estarán a cargo de monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC. También compartirán en esta media hora de oración varios prelados del caribe colombiano: Mons. Pablo Salas, Arzobispo de Barranquilla; monseñor Víctor Tamayo; obispo auxiliar emérito de Barranquilla; monseñor Ariel Lascarro, obispo de Magangué; monseñor Francisco Ceballos, obispo de Riohacha; monseñor Luis Adriano Piedrahita, obispo de Santa Marta, y monseñor Farly Gil, obispo de Montelíbano. Asimismo, participarán en las oraciones: sacerdotes, religiosas y laicos de distintos lugares del país.

Vie 1 Ene 2021

“2021: Año lleno de esperanza y alegría en Dios Padre”

Así lo expresó el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, quien recordó, además, tres momentos significativos en el inicio de este año que marcarán el caminar de la Iglesia católica: la Jornada Mundial de la Paz, la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, y la proclamación hecha por el papa Francisco del 'Año de San José'. Jornada Mundial de la Paz Cada año, el primer día del mes de enero, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz, que para esta ocasión el Papa Francisco ha propuesto como tema: "La cultura del cuidado como camino de paz". Al respecto, el prelado animó a interiorizar este mensaje, agregando que la paz es una tarea y un don que cada persona recibe de Dios y que se debe asumir con responsabilidad. “Que este sea un año para luchar, para trabajar por la paz que empieza en nuestro corazón y continúa siendo vivida en la familia y en la sociedad (…) que sea un año para construir relaciones de paz en Dios con la fuerza del Espíritu Santo”, apuntó. Solemnidad de la Santísima Virgen Monseñor Rueda Aparicio observó que este primero de enero la Iglesia católica celebra la solemnidad de la Santa María, Madre de Dios, una de las fiestas marianas más antiguas que se conoce en Occidente. Ante esto, el prelado pidió comenzar el año bajo el amparo de María, como protectora de toda la humanidad. “Con el Concilio de Éfeso, se reconoce que la santísima Virgen María es madre de Dios y madre del Salvador (…) Hoy celebramos que María es la elegida para ser la madre del Salvador, para ser madre de Dios porque Cristo Jesús es hombre verdadero y es Dios verdadero”, afirmó. Año de san José La Iglesia universal convocó al 'Año de San José', que inició el pasado 8 de diciembre y se extenderá hasta el 8 de diciembre del 2021. Frente a esta invitación hecha por el papa Francisco, monseñor Rueda destacó tres características importantes que marcan la figura de José, esposo de María. Fidelidad. Para vivirla con Dios y en las relaciones familiares. Silencio. San José es el hombre del silencio. Él no hablaba mucho, pero estuvo dispuesto a acompañar a la Virgen María y al niño Jesús, es decir, a cumplir la voluntad de Dios. Él en el silencio realiza la obra de Dios. Trabajo. San José es hombre del trabajo, el trabajo lo santifica. Ante este último punto, el prelado recordó a tantas personas que hoy se encuentran sin empleo y les exhortó a pedir la intercesión de san José, para la consecución de un trabajo digno y poder llevar así el sustento diario a la familia.

Dom 27 Dic 2020

Los santos inocentes tienen hoy nuevos Herodes

Al referirse al acontecimiento de los ‘Santos Inocentes Mártires’, que la Iglesia católica conmemora el 28 de diciembre y que recuerda a tantos niños que el cruel Herodes mandó matar, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja, recordó que esta es una celebración en la que se brinda un homenaje a tantos niños no nacidos, así como a jóvenes y adultos que a diario padecen el flagelo de la violencia y la guerra. “Lo ocurrido a los Santos Inocentes es una trágica historia que se ha repetido y se sigue repitiendo a lo largo del tiempo, con distintos y variados escenarios, con nuevos personajes: nuevas víctimas, nuevos “Herodes”, que determinan la muerte, no sólo de niños cuando aún están en el vientre materno, sino también de jóvenes y adultos en masacres, mutilaciones, con la eutanasia, los atropellos a la dignidad de las personas, los bloqueos sicológicos”, asintió el arzobispo. Observó que esta fiesta litúrgica, con el correr de los tiempos, se ha ido desdibujando y ridiculizando “por causa del mundo que pregona ser “laico” y por causa del secularismo y, en ocasiones, por la falta de respeto por lo religioso”. Monseñor Villa, al referirse a la pandemia que invade y acorrala a la humanidad, dijo que así como este virus ha permitido descubrir en muchos el ser noble, en otros ha mostrado ese lado oscuro de la persona. Igualmente, recordó que esta emergencia sanitaria ha dejado evidenciar que hay muy pocas cosas sobre las que el ser humano puede decidir o tener el control. “Un virus invisible nos acuarteló, nos distanció y nos hizo notar que somos frágiles y no nos la sabemos todas”. En este contexto evocó las palabras del papa Francisco: “Ha salido a la luz la fragilidad, la vulnerabilidad y la pequeñez humana, ante lo cual no nos queda otra opción que reconocer que dependemos del otro, incluso del que considerábamos más pequeño, para poder sobrevivir”. Frente a este escenario, que a veces pareciera sombrío, el prelado rescató que este es un tiempo para la esperanza y la solidaridad. “Que los Santos Inocentes Mártires nos ayuden a sacar lo mejor, las mejores lecciones de vida, para que una vez superada esta contingencia estemos precisamente del lado de la vida, de la familia, del lado de la solidaridad, la justicia, la equidad, el servicio, del amor distintivo del discípulo de Cristo”.

Sáb 26 Dic 2020

Sagrada Familia, familia humana y pandemia

En el domingo después de Navidad, la liturgia nos invita a celebrar la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, donde cada pesebre nos muestra a Jesús junto a la Virgen y a san José, en la gruta de Belén. Dios ha querido nacer en una familia humana, ha querido tener una madre y un padre como nosotros. Recordemos las palabras del papa Francisco en el Ángelus del domingo 27 de diciembre de 2015 cuando se refería, precisamente, a la fiesta de la Sagrada Familia: “El núcleo familiar de Jesús, María y José es para todo creyente, y en especial para las familias, una auténtica escuela del Evangelio. Aquí admiramos el cumplimiento del plan divino de hacer de la familia una especial comunidad de vida y amor. Aquí aprendemos que todo núcleo familiar cristiano está llamado a ser «iglesia doméstica», para hacer resplandecer las virtudes evangélicas y llegar a ser fermento de bien en la sociedad.” Precisamente uno de los principales pilares para la tranquilidad y el ánimo que necesita la comunidad humana para sortear este tiempo de pandemia que azota al mundo, es la familia. Ese anhelo de Dios de que toda familia sea “una especial comunidad de vida y amor”, debiera ser el que inspire y motive a la familia hoy para asumir el compromiso de reconstrucción de este mundo afectado por un virus letal. “Del ejemplo y del testimonio de la Sagrada Familia, cada familia puede extraer indicaciones preciosas para el estilo y las opciones de vida, y puede sacar fuerza y sabiduría para el camino de cada día”, afirmó el pontífice. Se requiere, pues, resaltar el modelo de la familia en la que creció Jesús, la familia que Dios se escogió para hacerse hombre; la familia que se dejó tocar, cuestionar y cambiar por el Dios humanado. En este contexto, monseñor Joselito Carreño Quiñonez, vicario apostólico de Puerto Inírida, nos recuerda el texto del libro del profeta Malaquías (4,6): "El hará cambiar el corazón de los padres en favor de los hijos y el corazón de los hijos en favor de sus padres” y, al mismo tiempo, nos hace la invitación para que en este tiempo de confinamiento las familias vuelvan a encontrarse consigo mismas y redescubran que no hay mejor lugar para estar que en el seno del hogar. Asegura que este tiempo de pandemia debe generar en el ser humano el compromiso de mejorar su vida y su relación con Dios y con quienes nos rodean, recordando con esto al papa Francisco cuando dijo que toda persona debe aprender de esta crisis para que pueda salir de ella renovada y con una actitud dispuesta al cambio. “En el caso de la familia, esta experiencia ha debido ir ayudando a reconciliar a los padres con los hijos y los hijos con los padres, para que este tiempo no haya sido un tiempo perdido, sino un tiempo en el que se ha sabido ganar y aprovechar”, puntualizó.

Mié 23 Dic 2020

“Santa Navidad: Presencia de Dios en su vida y en su hogar”

Estos son los deseos de Navidad para el pueblo colombiano, expresados por el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, quien también invitó a vivir una santa Navidad llena de la presencia de la Virgen María y de San José. El prelado explicó tres momentos para que las personas celebren este momento de gracia: espiritual, eclesial y familiar. Espiritual. Afirmó que si bien este es un tiempo donde brilla el color y las luces, también ha de ser un momento para renovar y fortalecer la espiritualidad. “Es el encuentro del Salvador, el encuentro del Emanuel, del Dios con nosotros, eso produce un impacto positivo en usted y en mí”. “Cuando estamos diciendo que se debe renovar la espiritualidad, estamos diciendo que la Navidad trae un regalo para su vida, va a renovar su vida espiritual, usted será más fraterno, más cercano y más humano, porque Dios quiso tomar la condición humana”, manifestó. Eclesial. Explicó que la Navidad es una celebración profundamente eclesial. Es la palabra de Dios, son los sacramentos, es el año litúrgico que va llevando al ser humano a contemplar cada momento de la vida del Salvador. “La Navidad nos permite recibir con corazón abierto, con puertas del hogar abiertas, quitando toda tranca, todo miedo, abriendo el corazón para que el Salvador viva con nosotros”. Familiar. Animó para que en esta Navidad estén presentes como nuestra familia las personas más vulnerables, refiriéndose de manera particular a los enfermos, los ancianos, los privados de la libertad, los secuestrados y los que sufren la soledad. “La celebración de la Navidad nos pone una tarea misionera, de ser fraternos con el que sufre, con las actitudes en el mundo y en la sociedad. Ellos deben hacer parte de nuestra Navidad, de nuestro corazón, de nuestra fraternidad y si recibimos al Salvador y en él nos sentimos hijos del mismo Padre, hermanos en Cristo, miembros de la única familia humana que busca al Dios con nosotros, entonces el dolor del otro debe ser el dolor suyo, el dolor mío. La alegría del otro debe ser alegría suya y alegría mía”, aseveró. Finalmente, dijo que la Navidad es un tiempo para que “la sociedad se impregne de la presencia de Dios y del plan salvador de Dios, que llena de luz y esperanza la vida”.

Mié 23 Dic 2020

Obispo de Zipaquirá: “El Señor vino, el Señor volverá, el Señor está con nosotros”

“El nacimiento del Niño es el hecho que recuerda que Dios mismo viene y permanece con nosotros. Nació de la Santísima Virgen esa noche de la Navidad en Belén”,así nos lo comenta monseñor Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá, quien anima a celebrar esta fiesta con alegría y esperanza. “La oración fundamental de todos estos días del Adviento y la Navidad siempre será el Señor Jesús. Dios prometió a su pueblo que lo visitaría para salvarlo y lo realizó enviando a su Hijo Jesucristo. Nosotros estamos beneficiándonos de ese acontecimiento del nacimiento, muerte y resurrección del Señor”,afirmó. El prelado agregó que el nacimiento de Jesús debe ser el tiempo para un encuentro profundo con Dios. Un Jesús triunfante y glorioso que, a pesar de las tinieblas del pecado, el sufrimiento, las dificultades que se experimenten, siempre está ahí presente. “Estamos viviendo esta fiesta en un contexto de pandemia, de angustia, de limitación y de tantas dificultades; pero esto nos debe animar a todos a esa convicción de estar unidos y afianzarnos a él. El Señor vino, el Señor volverá, el Señor está con nosotros, él no nos ha abandonado, el Señor quiere nuestro bien”,asintió el obispo. Recordó que, ante esta realidad de la pandemia, que sigue causando tanto dolor en las familias, es una ocasión donde Dios, a través de su Hijo, se hace presente para infundirnos su luz, su fortaleza, su confianza y, así, mantenernos atentos y cuidándonos unos a otros para salir adelante. Finalizó deseando al pueblo colombiano unas felices Pascuas e insistió que Dios está siempre con nosotros.

Jue 17 Dic 2020

Papa Francisco nombra a un colombiano para cargo diplomático en el Vaticano

Este jueves 17 de diciembre, el Papa Francisco designó a monseñor Mauricio Rueda Beltz como subsecretario de la Tercera Sección de la Secretaría de Estado, quien durante algunos años estuvo a cargo de la organización de los viajes papales y actualmente sirve en la nunciatura en Lisboa. Mauricio Rueda Beltz Es nacido en Bogotá, tiene 50 años, egresado del Gimnasio Moderno de Bogotá en 1987, tras ordenarse como sacerdote, Rueda Beltz se doctoró en Derecho Canónico en la Pontifica Universidad de la Santa Cruz, de Roma. Diplomático de carrera. Antes de llegar a la Secretaría de Estado había servido en las nunciaturas de Guinea, Chile, Estados Unidos y Jordania. Se desempeñó durante cuatro años como director de los viajes papales. Tras la cancelación de los viajes del Papa Francisco por cuenta de la pandemia, fue apartado de este cargo y asignado como consejero de la nunciatura apostólica en Portugal, cargo que ocupó en los últimos meses en reemplazo del también colombiano monseñor Amaury Medina Blanco. Hace más de 15 años que viene trabajando en funciones diplomáticas del Vaticano. En el 2004, fue parte del servicio diplomático de la Santa Sede, trabajando en países de diferentes partes del globo como Guinea Ecuatorial, Jordania, Chile y Estados Unidos. Del 6 al 11 de septiembre de 2017, estuvo acompañando al Papa Francisco durante su visita a Colombia. Tercera Sección Secretaría de Estado Fue constituida por el Papa Francisco el 21 de noviembre de 2017, y tiene la finalidad de demostrar la atención y la cercanía del Santo Padre y de los Superiores de la Secretaría de Estado al personal de planilla diplomático de la Santa Sede. Con este fin, el delegado para las Representaciones Pontificias podrá prever visitar las sedes de las Representaciones Pontificias con regularidad. Foto: Tomada de Internet

Mié 16 Dic 2020

Historia de la Novena de Navidad

El autor de la Novena de Navidad fue el místico y lingüista ecuatoriano Fernando de Jesús Larrea, OFM. Nacido en Quito (Ecuador), en 1700 y fallecido en Cali (Colombia), el 3 de noviembre 1773. Fary Fernando de Jesús vistió el hábito franciscano a los 16 años de edad en el convento de la Recolección de San Diego de Quito. Una vez ordenado sacerdote, en 1725, se dedicó a la enseñanza de la filosofía y de la teología. Inauguró su carrera de predicador de misiones populares en 1732, con ocasión de las fiestas de Quito en honor de la Virgen del Quinche. En 1742, se dedicó a predicar en misiones populares en el Valle del Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Tolima; pero su obra más importante, en Colombia, fue la fundación del Colegio de Misiones de San Joaquín de Cali, en 1757. Además de la célebre novena, el padre Larrea es señalado como el autor del vocabulario de la lengua general de los indios del Putumayo y Caquetá. María Clemencia, la mujer que acoge la novena para la juventud Junto con el carisma de misionero y predicador ejercitado por muchas regiones de Colombia, fray Fernando de Jesús tuvo el de la dirección espiritual, y aquí comienza la trama de nuestra historia acerca de la novena, pues una de sus dirigidas fue doña María Clemencia Gertrudis de Jesús Cayzedo Vélez Ladrón de Guevara de Aróstegui y Escota, con quien el fraile mantuvo una constante comunicación escrita desde 1762. Esta mujer advirtió la urgente necesidad de educación que tenía la juventud femenina en Bogotá y la falta de maestras capacitadas para tal oficio. Así, solicitó la asesoría de la Compañía de María, fundada por Santa Juana de Lestonnac en 1607. Después de superar las dificultades propias de una nueva idea social de la educación, y mediante cédula real de Carlos III, se aprobó la fundación del Monasterio-Colegio de La Enseñanza, realizada el 23 de abril de 1783. A doña María Clemencia obsequió fray Fernando el texto de la novena para el aguinaldo. Se ignora la fecha de tal obsequio, porque el documento original se encuentra aún extraviado. Como referencia más antigua se tiene el primer texto impreso en Lima, en 1788. Esta edición se conoció en Bogotá gracias a la edición preparada por la Imprenta Patriótica, en 1807. Por el contacto con el padre Larrea y por su relación con el Colegio de La Enseñanza, siempre se ha supuesto que esta práctica piadosa fuera conocida en Bogotá como devoción, primero de doña María Clemencia, luego de las monjas y sus alumnas hasta llegar a la madre María Ignacia. Aporte de la Madre María Ignacia La novena del aguinaldo fue conocida por una de las figuras más importantes de la literatura femenina colombiana: Bertilda Samper Acosta, quien había nacido en Bogotá el 31 de Julio de 1856. Era hija del humanista, periodista, y político José María Samper y de la reconocida humanista y escritora Soledad Acosta de Samper. Desde muy niña, Bertilda viajó por Europa y América, y juntamente con el castellano aprendió el inglés y el francés. Además de los talentos académicos heredados de sus padres, esta poetisa pertenecía a una familia de próceres, pues su abuelo, el historiador Joaquín Acosta y Pérez de Guzmán había participado en el movimiento intelectual de las gestas patriotas de la independencia nacional. Desde muy niña mostró una ardiente piedad religiosa que la llevó, en 1886, a vestir el hábito de La Enseñanza, muy a pesar de su madre, quien había criticado la vida de clausura en “La Monja en el Mosaico”, escrito de 1866. Una vez en religión en la vida religiosa, Bertilda -nombre que doña Soledad había empleado para varias de sus obras literarias-, se llamó María Ignacia. Su actividad literaria continuó y se convirtió en la cronista de su orden. Falleció el 21 de julio de 1910. La Madre María Ignacia recibió en La Enseñanza la novena de fray Fernando de Jesús y la retocó de manera considerable. La edición más célebre es la publicada y aprobada por el Arzobispo de Bogotá, Bernardo Herrera Restrepo, en noviembre de1910, bajo el título “Novena del Niño Dios”. Desde entonces, este ejercicio de piedad popular se acrecentó en sinónimo de la preparación para la celebración de la Navidad. Con los años se le han hecho adiciones y transformaciones, pero el texto de 1910 permanece aprendido casi de memoria, como señal de tradición espiritual. (Fuente: Novena de Navidad “Ven, Señor, danos tu luz”. Conferencia Episcopal de Colombia. 2020) [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar NOVENA DE NAVIDAD[/icon]