Pasar al contenido principal

Actualidad

Mar 19 Feb 2019

Más de 160 expositores harán parte de Expocatólica 2019

El evento que presenta al país y al mundo la riqueza espiritual y pastoral de la Iglesia Católica, además del compromiso social de diversas empresas e instituciones se llevará a cabo del 7 al 10 de marzo en Bogotá, en el Centro de Convenciones Ágora. Muestra de carismas, acción pastoral y evangelizadora, momentos de espiritualidad y experiencias de un modelo de economía creativa, incluyente y participativa hacen parte de los espacios que podrán disfrutar los visitantes. “Seguir caminando juntos”, es la propuesta que sustenta esta sexta versión inspirada en la invitación a promover la cultura del encuentro, que dejó el Papa Francisco durante su visita al país. En esta ocasión se contará con la participación de expositores internacionales de países como España, Estados Unidos, Ecuador y Venezuela. Conferencias, talleres, artes escénicas y gráficas, exposición de bienes y servicios, moda, publicidad, conversatorios y conciertos conforman la variada agenda que se ha proyectado. Durante la jornada también se llevará a cabo la final de la quinta versión de Sacrofónica, concurso musical católico que reúne solistas y bandas a nivel nacional. El donativo para hacer parte de este evento es de 5 mil pesos, con los que podrá disfrutar la agenda de uno de los tres días del evento. Las entradas se encuentran disponibles en la librería de la Conferencia Episcopal de Colombia (Carrera 58 No. 80 - 87, Barrio Entre Ríos - Bogotá D.C.) PBX:(57-1) 4 37 55 40 / Ext. 264 y 275 | Cel: 3117979213. Horario de lunes a viernes: 8:30 am a 12:30 pm y 1:30 p.m. a 4:30 pm. Mayores informes en: www.expocatolica.co

Vie 15 Feb 2019

Oficina para el Buen Trato presentó los entornos protectores de la Iglesia

Monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá y miembro de la Comisión Pontificia de Protección de Menores, presentó ante los medios de comunicación la ruta de acompañamiento en presuntos casos de violencia sexual y los detalles de su funcionamiento. La arquidiócesis de Bogotá, y su Oficina del Buen Trato, trabajó en la elaboración de una ruta de acompañamiento en presuntos casos de violencia sexual contra menores en ambientes eclesiales, para establecer cómo se debe realizar un proceso preventivo y de atención, con la asesoría de expertos en derecho civil y canónico, para la formulación de un protocolo y poder establecer el camino a seguir, cuando se presente un caso de abuso y maltrato. Esta ruta de atención plantea tres situaciones: Situación A: Presunto caso de violencia sexual contra niña, niño, adolescente o adulto en estado de vulnerabilidad, ocurrido fuera del ambiente eclesial. Situación B: Presunto caso de violencia sexual contra niña, niño, adolescente o adulto en estado de vulnerabilidad, conocido en el SEAB (Sistema educativo de la arquidiócesis de Bogotá). Es decir cualquier situación ocurrida en alguno de los colegios de la Arquidiócesis o la Unimonserrate. Situación C: Presunto caso de violencia sexual contra niña, niño, adolescente o adulto en estado de vulnerabilidad, conocido y realizado en el ambiente eclesial. De esta manera, si acontece algún caso se activará la ruta adecuada dependiendo en donde se presentó la situación se informará a las respectivas autoridades competentes, en este caso la Fiscalía. También, se realizará un acompañamiento psicosocial y espiritual a las víctimas y a sus familias por parte de la Oficina del Buen Trato, orientándolos sobre cómo realizar la respectiva denuncia. Fuente: Oficina de comunicaciones Arquidiócesis de Bogotá

Mié 13 Feb 2019

"No hay espacio para el individualismo en el diálogo con Dios”

Así lo recordó el Papa Francisco durante la Audiencia General, este miércoles 13 de febrero, en la que reflexionó sobre el Padrenuestro y el diálogo con Dios. En el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre enfatizó en que el diálogo con Dios debe estar libre de todo individualismo, y recordó que en la oración del Padrenuestro no está presente el “yo” y sí el “tú” y el “nosotros”. “¿Por qué? Porque no hay espacio para el individualismo en el diálogo con Dios. No hay ostentación de los problemas personales como si fuéramos los únicos en el mundo que sufrieran. No hay oración elevada a Dios que no sea la oración de una comunidad de hermanos y hermanas, el nosotros: estamos en comunidad, somos hermanos y hermanas, somos un pueblo que reza”. De otra parte, recordó que en el camino para aprender a “rezar como Jesús nos enseñó” es fundamental reconocer que “la verdadera oración es la que se hace en el secreto de la conciencia, del corazón: inescrutable, visible solo para Dios. Dios y yo. Esa oración huye de la falsedad: ante Dios es imposible fingir”. Sin embargo, agregó: “aunque la oración del discípulo sea confidencial, nunca cae en el intimismo”. A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco: Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Continuamos nuestro itinerario para aprender cada vez mejor a rezar como Jesús nos enseñó. Tenemos que rezar como Él nos enseñó a hacerlo. Él dijo: cuando reces, entra en el silencio de tu habitación, retírate del mundo y dirígete a Dios llamándolo "¡Padre!". Jesús quiere que sus discípulos no sean como los hipócritas que rezan de pie en las calles para que los admire la gente (cf. Mt 6, 5). Jesús no quiere hipocresía. La verdadera oración es la que se hace en el secreto de la conciencia, del corazón: inescrutable, visible solo para Dios. Dios y yo. Esa oración huye de la falsedad: ante Dios es imposible fingir. Es imposible, ante Dios no hay truco que valga, Dios nos conoce así, desnudos en la conciencia y no se puede fingir. En la raíz del diálogo con Dios hay un diálogo silencioso, como el cruce de miradas entre dos personas que se aman: el hombre y Dios cruzan la mirada, y esta es oración. Mirar a Dios y dejarse mirar por Dios: esto es rezar. “Pero, padre, yo no digo palabras…” Mira a Dios y déjate mirar por Él: es una oración, ¡una hermosa oración! Sin embargo, aunque la oración del discípulo sea confidencial, nunca cae en el intimismo. En el secreto de la conciencia, el cristiano no deja el mundo fuera de la puerta de su habitación, sino que lleva en su corazón personas y situaciones, los problemas, tantas cosas, todas las llevo en la oración. Hay una ausencia impresionante en el texto de "Nuestro Padre". ¿Si yo preguntase a vosotros cual es la ausencia impresionante en el texto del Padre nuestro? No será fácil responder. Falta una palabra. Pensadlo todos: ¿qué falta en el Padre nuestro? Pensad, ¿qué falta? Una palabra. Una palabra por la que en nuestros tiempos, -pero quizás siempre-, todos tienen una gran estima. ¿Cuál es la palabra que falta en el Padre nuestro que rezamos todos los días? Para ahorrar tiempo os la digo: Falta la palabra "yo". “Yo” no se dice nunca. Jesús nos enseña a rezar, teniendo en nuestros labios sobre todo el "Tú", porque la oración cristiana es diálogo: "santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad". No mi nombre, mi reino, mi voluntad. Yo no, no va. Y luego pasa al "nosotros". Toda la segunda parte del "Padre Nuestro" se declina en la primera persona plural: "Danos nuestro pan de cada día, perdónanos nuestras deudas, no nos dejes caer en la tentación, líbranos del mal". Incluso las peticiones humanas más básicas, como la de tener comida para satisfacer el hambre, son todas en plural. En la oración cristiana, nadie pide el pan para sí mismo: dame el pan de cada día, no, danos, lo suplica para todos, para todos los pobres del mundo. No hay que olvidarlo, falta la palabra “yo”. Se reza con el tú y con el nosotros. Es una buena enseñanza de Jesús. No os olvidéis. ¿Por qué? Porque no hay espacio para el individualismo en el diálogo con Dios. No hay ostentación de los problemas personales como si fuéramos los únicos en el mundo que sufrieran. No hay oración elevada a Dios que no sea la oración de una comunidad de hermanos y hermanas, el nosotros: estamos en comunidad, somos hermanos y hermanas, somos un pueblo que reza, “nosotros”. Una vez el capellán de una cárcel me preguntó: “Dígame, padre, ¿Cuál es la palabra contraria a yo? Y yo, ingenuo, dije: “Tú”. “Este es el principio de la guerra. La palabra opuesta a “yo” es “nosotros”, donde está la paz, todos juntos”. Es una hermosa enseñanza la que me dio aquel cura. Un cristiano lleva a la oración todas las dificultades de las personas que están a su lado: cuando cae la noche, le cuenta a Dios los dolores con que se ha cruzado ese día; pone ante Él tantos rostros, amigos e incluso hostiles; no los aleja como distracciones peligrosas. Si uno no se da cuenta de que a su alrededor hay tanta gente que sufre, si no se compadece de las lágrimas de los pobres, si está acostumbrado a todo, significa que su corazón es ¿cómo es? ¿Marchito? No, peor: es de piedra. En este caso, es bueno suplicar al Señor que nos toque con su Espíritu y ablande nuestro corazón. “Ablanda, Señor, mi corazón”. Es una oración hermosa: “Señor, ablanda mi corazón, para que entienda y se haga cargo de todos los problemas, de todos los dolores de los demás”. Cristo no pasó inmune al lado de las miserias del mundo: cada vez que percibía una soledad, un dolor del cuerpo o del espíritu, sentía una fuerte compasión, como las entrañas de una madre. Este "sentir compasión" –no olvidemos esta palabra tan cristiana: sentir compasión- es uno de los verbos clave del Evangelio: es lo que empuja al buen samaritano a acercarse al hombre herido al borde del camino, a diferencia de otros que tienen un corazón duro. Podemos preguntarnos: cuando rezo, ¿me abro al llanto de tantas personas cercanas y lejanas?, ¿O pienso en la oración como un tipo de anestesia, para estar más tranquilo? Dejo caer la pregunta, que cada uno conteste. En este caso caería víctima de un terrible malentendido. Por supuesto, la mía ya no sería una oración cristiana. Porque ese "nosotros" que Jesús nos enseñó me impide estar solo tranquilamente y me hace sentir responsable de mis hermanos y hermanas. Hay hombres que aparentemente no buscan a Dios, pero Jesús nos hace rezar también por ellos, porque Dios busca a estas personas más que a nadie. Jesús no vino por los sanos, sino por los enfermos, por los pecadores (cf. Lc 5, 31), es decir, por todos, porque el que piensa que está sano, en realidad no lo está. Si trabajamos por la justicia, no nos sintamos mejor que los demás: el Padre hace que su sol salga sobre los buenos y sobre los malos (cf. Mt 5:45). ¡El Padre ama a todos! Aprendamos de Dios que siempre es bueno con todos, a diferencia de nosotros que solo podemos ser buenos con alguno, con alguno que me gusta. Hermanos y hermanas, santos y pecadores, todos somos hermanos amados por el mismo Padre. Y, en el ocaso de la vida, seremos juzgados por el amor, por cómo hemos amado. No solo el amor sentimental, sino también compasivo y concreto, de acuerdo con la regla evangélica -¡no la olvidéis!- "Todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos, más pequeños a mí lo hicisteis". Así dice el Señor. Gracias.

Vie 8 Feb 2019

Reconciliación, lucha contra la corrupción y solidaridad: llamado de la Iglesia

Finalizada la Centésima Séptima Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, los obispos, en su tradicional mensaje conclusivo, se refirieron a los desafíos que afronta el país y la urgencia del compromiso colectivo en la superación de los mismos. Perseverar en la construcción de la reconciliación y de la paz, combatir la corrupción, promover la equidad, la solidaridad y mantener viva la esperanza, es el llamado que hacen a los colombianos. Recuerdan que la misión de la Iglesia “implica y exige una promoción integral de cada ser humano”; por tanto, al finalizar el encuentro que tuvo como eje de reflexión la dimensión social de la Evangelización, han enfatizado en la importancia de asumir la cultura del encuentro, “que nos permite abrirnos a aceptar las diferencias y desactivar los odios y las venganzas”. Tras ratificar el rechazo al “imperio nefasto de la muerte” e insistir en defensa de la vida, invitaron a “la guerrilla del ELN a una seria reflexión sobre sus graves acciones” y pidieron a esta guerrilla “abandonen las armas, súmense al esfuerzo de tantos hermanos que han dejado el camino de violencia y se integran a la lucha por una paz verdadera”. A las organizaciones armadas ilegales, “recogiendo la voz del pueblo colombiano (…) les pedimos que abandonen su accionar delictivo”. Al gobierno nacional pidieron “continuar la tarea de convocar a todas las fuerzas vivas del país para definir e implementar una política integral de paz (…) Es preciso seguir buscando las condiciones necesarias para llegar a una solución política del conflicto armado”, precisaron. Sobre la lucha contra la corrupción recordaron la oportunidad que como país tenemos en las próximas elecciones. “Ejerzamos libre y responsablemente el voto, para que venzamos los vicios de la política, que, como dice el Papa Francisco, “socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social” (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2019, n. 4). Finalmente, insistieron en la necesidad de avanzar en el compromiso de servicio y solidaridad con los pobres, los marginados y los migrantes. “Hoy, la clamorosa situación de hermanos venezolanos en nuestro país nos llama a una más generosa solidaridad. De un lado, agradecemos y valoramos los esfuerzos de muchísimas personas e instituciones para asistirlos; de otro, animamos a todos a acogerlos con bondad y a protegerlos fratenalmente”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 8 Feb 2019

Informativo "Así va la Asamblea". Conclusiones de la reunión de obispos

Al finalizar la CVII Asamblea Plenaria del Episcopado, presentamos la síntesis del mensaje que los obispos ofrecieron al pueblo colombiano, fruto de la reflexión de 5 días, donde abordaron temas como la reconciliación, la lucha contra la corrupción y la solidaridad, el fenómeno de la migración, entre otros. En nuestro informativo "Así va la Asamblea" ofrecemos también una entrevista con el nuevo obispo de la diócesis de Armenia, monseñor Carlos Arturo Quintero, quien el pasado 02 de febrero recibió su ordenación y posesión canónica.

Vie 8 Feb 2019

Obispos recuerdan a Cadetes fallecidos en la Escuela General Santander

Al concluir la última eucaristía de cierre de la 107 Asamblea Plenaria del Episcopado, los obispos del país recordaron y oraron por los 21 Cadetes asesinados en la Escuela General Santander. El obispo Castrense, monseñor Fabio Suescún Mutis, quien presidió la eucaristía afirmó que estos jóvenes “querían hacer cosas grandes en la vida, tenían la voluntad de ser servidores de sus hermanos desde la Policía Nacional, estaban formándose, pero perecieron por pertenecer a una institución que quiere servir a la ciudadanía”. Durante la eucaristía, que contó con la presencia de representantes de la Policía Nacional y familiares de los Cadetes, el prelado resaltó el espíritu de coraje y servicio con que esta institución le sirve al país, siempre haciendo honor a su lema ‘Dios y Patria ’, “así nos saludan nuestros policías, así ellos lo recuerdan constantemente, que con el nombre de Dios, con la fe puesta en Dios ellos ejercen su labor de ser protectores, de ser servidores de la ciudadanía. Que importantes son nuestros policías”. “Cada día necesitamos policías más santos, más justos, más convencidos de su vocación. Ayer en Bogotá se celebró el día sin carro, qué sería de nosotros si hubiera un día sin policía, esto manifiesta la necesidad de nuestros policías para el bienestar social, para que ellos sean cumplidores de esa dimensión social, sobre la cual hemos reflexionado durante estos días como resultado de nuestro compromiso con Cristo nuestro Señor”, afirmó. Finalmente, el prelado pidió orar por la Policía Nacional y por los familiares de los Cadetes fallecidos, para que “encuentren en el Señor la verdadera luz y consuelo, seguros que los malos nos pueden matar el corazón, la vida, pero nuestra alma pertenece al Señor y está llamada a la eterna resurrección”.

Jue 7 Feb 2019

"Volver a lo esencial, permitirá vivir una verdadera fraternidad": Mons. Urbina

Al iniciar la eucaristía del cuarto día de la CVII Asamblea Plenaria del episcopado colombiano, el arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal, recordó a los obispos la tarea de anunciar el Evangelio dando testimonio de humildad. “Hoy la eucaristía nos vuelve a poner en movimiento, vayan, anuncien y lleven el testimonio sencillo de lo esencial, sin llevar nada que sobre. Comuniquen paz, sanen las heridas de este pueblo atormentado por tantas cosas, pídanle que vuelvan a mí y pasen de casa en casa, de corazón en corazón la fuerza indestructible y maravillosa de una verdadera fraternidad”, dijo. Recordó cómo la reflexión de estos días en la Asamblea, que aborda el tema de la dimensión social de la Evangelización, debe llevarlos a prologar la misión de Jesús “solo vayan de dos en dos, ir por campos y ciudades a buscar a las personas, hacer presencia y especialmente nosotros como sacerdotes y obispos. Debemos ser sacramento del gran buscador”. El prelado pidió llevar y acompañar en comunión a aquellas familias que viven el drama de “tener hijos huérfanos con papás vivos”; es decir, hogares donde las parejas hoy ya no tienen tiempo para compartir, escucharse, ni estar juntas. “En la dimensión social de la Evangelización aparece la piedra angular de la dignidad de cada persona, por la que tenemos que luchar, trabajar de manera incansable y anunciar con nuestra palabra y con nuestros gestos. Debemos ser testigos de lo esencial que no aparece a primera vista, porque Dios es invisible a primera vista”, aseveró Finalmente, trajo a la memora las palabras que pronunció el Cardenal Mario Rebollo, durante el sepelio del líder Luis Carlos Galán “Volvamos a Dios”, asegurando que esta es la clave para el trabajo de la Iglesia en la dimensión social de la evangelización.

Jue 7 Feb 2019

Siga el paso a paso del encuentro de obispos en "Así va la Asamblea"

Avanza la Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano y en su tercer día las experiencias de evangelización a nivel regional fueron aspecto central de reflexión. Durante las sesiones se definieron criterios para la acción dentro de una pastoral social estructurada, orgánica e integral. También, se concretó el contenido de la Carta Pastoral para el pueblo colombiano. Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo auxiliar de Cali y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicaciones, en esta tercera entrega de “ASÍ VA LA ASAMBLEA” Se refirió a los principales aspectos de análisis abordados durante la Jornada. El trabajo pastoral con el mundo de la política, la experiencia de trabajo en la defensa de la ética de lo público y el reconocimiento a la vida y ministerio de Monseñor José de Jesús Pimiento, Cardenal con mayor edad: 100 años de vida, de los cuales 77 ha entrega al servicio de la Iglesia, fueron algunos de los aspectos destacados en este día.