Pasar al contenido principal

Actualidad

Mar 11 Abr 2017

Escucha y comparte el Sermón de las Siete Palabras

Cuatro obispos del país ofrecen la tradicional prédica del Sermón de las Siete Palabras. Este año se hace énfasis en la necesidad que tienen los colombianos de reconciliarse y el sentido de esperanza que traerá la visita del Papa Francisco a Colombia. El Sermón de las Siete Palabras es predicado por monseñor Oscar Urbina Ortena, Arzobispo de Villavicencio; monseñor Fabio Sucún Mutis, Obispo Castrense; monseñor Elkín Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y monseñor Juan Carlos Cárdenas, Obispo Auxiliar de Cali. Se puede acceder a este material a través de la página web: https://www.cec.org.co/el-papa-francisco-en-colombia y desde la Aplicación para dispositivos móviles Oro por la Paz https://play.google.com/store/apps/details?id=com.goodbarber.yooroporlapaz&hl=es EL SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS - PARTE 1 Primera y Segunda Palabra: Monseñor Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense. Tercera Palabra: Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro. EL SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS - PARTE 2 Cuarta y Quinta Palabra: Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero. Sexta y Séptima Palabra: Monseñor Oscar Urbina Ortega.

Mar 11 Abr 2017

App Oro por la Paz se actualiza con insumos para la Semana Santa

En sintonía con la Semana Santa, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) publicó una nueva actualización de la aplicación Oro por la Paz. Para la Semana Mayor, la app ofrece al usuario el Sermón de las Siete Palabras y las oraciones para la Adoración Eucarística en clave de reconciliación. El Sermón de las Siete Palabras es predicado por monseñor Oscar Urbina Ortena, Arzobispo de Villavicencio; monseñor Fabio Sucún Mutis, Obispo Castrense; monseñor Elkín Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y monseñor Juan Carlos Cárdenas, Obispo Auxiliar de Cali. Este año la tradicional prédica de las últimas palabras de Cristo en la tierra hace énfasis en la necesidad que tienen los colombianos de reconciliarse y el sentido de esperanza que traerá la visita del Papa Francisco a Colombia. Por otro lado, la actualización ofrece la Adoración Eucarística como un espacio de intimidad, confianza y amistad con Dios y para que a través de esta comunicación se pueda ambientar en los corazones la reconciliación y la paz. La aplicación está disponible para dispositivos con sistema operativo Android y puede ser descargado de la tienda de Google Play. DESCARGA APP ORO POR LA PAZ

Lun 10 Abr 2017

Todavía no se sabe cuánto costará la visita del Papa a Colombia

El obispo responsable de organizar la visita del papa Francisco a Colombia, monseñor Fabio Suescún Mutis, aseguró que todavía se están haciendo los cálculos económicos de esta visita y por ello, la cifra de 25.000 millones de pesos colombianos, que ha circulado en redes sociales en los últimos días, no es correcta. "Yo admiro, de verdad, a las personas o a la persona que ha hecho ese cálculo porque nosotros estamos apenas viendo cuáles serán los gastos. Y llegar a esa suma… No sé cómo llegaron a ella", afirmó el prelado en una entrevista concedida a El Tiempo. [icon class='fa fa-external-link' link='']El papamóvil y otros detalles de la visita del papa Francisco al país[/icon] Monseñor Suescún Mutis comentó que para solventar la visita papal "hay mucha gente que quiere colaborar". En ese marco, anticipó que es muy posible que la Iglesia convoque "a una gran colecta a través de las parroquias" y también se contará con el aporte de la empresa privada, además del apoyo de las alcaldías, gobernaciones, Fuerzas Militares y Policía. Explicó que como toda visita implica un costo, sin embargo invitó a que se vea la presencia de Francisco en Colombia como "un gran acontecimiento" que no sólo generará muchas ventajas al sector hotelero y turístico al país, sino que lo más importante será la "invitación a la esperanza" que traerá el Papa para Colombia. "Hay que entender que, más allá de los gastos, una visita papal genera muchas ventajas: vendrá muchísima gente de todo el mundo, los hoteles y el sector turístico se verán muy beneficiados, al igual que todo el comercio que se formará alrededor de la visita. Sin duda, será un gran acontecimiento que también tendrá unas repercusiones económicas. Pero lo más importante es lo que el papa va a traer como regalo a Colombia, lo que esperamos que represente. Si hablamos en términos económicos, la inversión vale la pena", explicó Monseñor Suescún Mutis.

Lun 10 Abr 2017

Colombia en el top 10 de los países más católicos del mundo

Colombia se ubica entre los 10 países más católicos del mundo. Así lo ha revelado el Vaticano en un informe presentado esta semana. Los diez países con más católicos suman más de la mitad de todos los católicos del mundo. Según los números del Vaticano son Brasil (172,2 millones), México (110,9), Filipinas (83,6), EE.UU (72,3), Italia (58,0), Francia (48,3), Colombia (45,3), España (43,3), República Democrática del Congo (43,2) y Argentina (40,8). Según los datos globales, se evidencia que hubo incremento de fieles católicos entre 2014 y 2015. Los católicos pasaron de ser 1.272 millones a 1.285. De cada 100 bautizados, 49 son de América; 22,2 de Europa; 17,3 son de África; 11 son asiáticos y 0,8 son de Oceanía. Visto por continentes, un 63,7% de los americanos son católicos; lo son un 39,9% de los europeos; un 19,4% de los africanos; un 26,4% de la población en Oceanía; y un 3,2% de los asiáticos. Para atenderlos hay 5.304 obispos, 415.656 sacerdotes, 670.320 religiosas y 45.255 diáconos permanentes. Las cifra más dolorosa es la disminución del número de religiosas, que en cinco años han pasado de 721.935 a 670.320. Fuente: RomeReports

Dom 9 Abr 2017

Domingo de Ramos

El Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión del Señor abre la Semana Mayor. En este día rememoramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, los momentos en los que la multitud lo acoge en la ciudad de David, “ciudad símbolo de la humanidad” (Juan Pablo II), como un rey, como el Mesías esperado desde hacía varios siglos. Aclaman a Jesús: “Bendito el que viene en nombre del Señor” y “Hosanna” (en hebreo, esto significa “¡Salva, pues!”; exclamación de triunfo pero también de alegría y de confianza). Hoy, la Palabra de Dios nos ilumina para reconocer en el drama de la Pasión y muerte de Jesús, con toda su carga de injusticia, crueldad y traición, el supremo testimonio de obediencia al Padre. Jesús es el verdadero Siervo de Dios que fue contado entre los malhechores pero que por su obediencia ha sido glorificado. Si nosotros nos unimos a su obediencia, participaremos también de su exaltación en la gloria de Dios Padre. La procesión de ramos no es solo un hecho histórico, sino un acto por el cual caminamos con Jesús que viene a salvarnos en nombre de Dios. En las distintas parroquias, a lo largo del día, se celebra la sagrada eucaristía y se bendicen los ramos, que las familias católicas acostumbran llevar a sus hogares. Las palmas que se quedan en el Templo se queman y sus cenizas se utilizan el Miércoles de Ceniza del siguiente año.

Dom 9 Abr 2017

Celebración del Misterio Central de nuestra fe

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso del año en el que, como bautizados, celebramos el misterio central de nuestra fe: Pasión, sepultura, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Con especial amor, pastores y fieles nos preparamos para vivir estos misterios que deben partir de un acto de fe en la gloria de Jesús que ha vencido la muerte. La celebración recorre distintos momentos de la Semana en la que Jesús, tras llegar a Jerusalén, asume con amor generoso su entrega y su muerte y nos llena de alegría con su victoria en la Resurrección. Celebrar con dignidad este tiempo implica formarse en la fe y proponernos el cumplimiento de una serie de normas que son el fruto de una larguísima experiencia de la Iglesia, verdadera maestra en la forma de hacer presentes y vivos los misterios de la vida de Jesús. Retomando las palabras del Papa Francisco, en la primera Audiencia de su Pontificado, en la Semana Santa evocamos el designio de amor que recorre toda la historia de las relaciones entre Dios y la humanidad. Jesús entra en Jerusalén para dar el último paso, en el que resume toda su existencia: se dona totalmente, no se queda nada, ni siquiera la vida. En la Última Cena, con sus amigos, comparte el pan y distribuye el cáliz «para nosotros». El Hijo de Dios se ofrece a nosotros, entrega en nuestras manos su Cuerpo y su Sangre para estar siempre con nosotros, para habitar en medio de nosotros. Vivir la Semana Santa, entonces, ha explicado el Papa, implica seguir a Jesús no sólo con la emoción del corazón; “vivir la Semana Santa siguiendo a Jesús quiere decir aprender a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás, para ir hacia las periferias de la existencia, movernos nosotros en primer lugar hacia nuestros hermanos y nuestras hermanas, sobre todo aquellos más lejanos, aquellos que son olvidados, que tienen más necesidad de comprensión, de consolación, de ayuda. ¡Hay tanta necesidad de llevar la presencia viva de Jesús misericordioso y rico de amor! Vivir la Semana Santa es entrar cada vez más en la lógica de Dios, en la lógica de la Cruz, que no es ante todo aquella del dolor y de la muerte, sino la del amor y del don de sí que trae vida. Es entrar en la lógica del Evangelio”.

Jue 6 Abr 2017

El sufrimiento de Mocoa está en el corazón del Papa: Nuncio Apostólico

Monseñor Ettore Balestrero, Nuncio Apostólico en Colombia, arribó este 6 de abril a Mocoa, llevando el mensaje de cercanía espiritual y pastoral del Papa Francisco con este pueblo. "El Papa transmite su sentido pésame a los familiares de las personas fallecidas durante la tragedia que golpeó a los mocoanos. Envía su mensaje de solidaridad y pide por el pronto restablecimiento de los heridos en tan dramáticas circunstancias (…) El Papa está muy afligido por los que han muerto, por todos los que están llorando a sus seres queridos, por todos los que han dado la vida para ayudar. Él quiere que yo les diga que están con su oración y en cada momento con todo su amor”, manifestó el prelado. De otra parte, Monseñor Balestrero agradeció el apoyo brindado a esta comunidad, de manera especial, destacó la presencia de la Iglesia. “Desde ahora, la Diócesis sigue adelante, porque no van a dejar a la gente. La Diócesis está aquí para acompañarlos, así como la Iglesia está aquí para quedarse y acompañar a todos los que sufren”. En estos días, agregó, “somos espectadores de un país entero, Colombia, que en cierto modo renace gracias a Mocoa, porque supera sus tensiones y polarizaciones, se une y se hace solidario con cada uno de los habitantes de esta ciudad. Es el amor y solo el amor el que permite renacer”. Durante su visita a la capital de Putumayo, el representante del Papa en Colombia, presidió la celebración de la Misa Crismal, en la catedral San Miguel Arcángel, en memoria de las más de 300 víctimas mortales, sus familias y cientos de damnificados, que deja la avalancha ocurrida en la madrugada del 1 de abril. HOMILIA MONSEÑOR ETTORE BALESTRERO

Jue 6 Abr 2017

“Debemos sembrar esperanza en Putumayo”: Obispo de Mocoa

Por las calles de la ciudad de Mocoa, en el departamento de Putumayo, el panorama es de angustia. Sin agua, sin energía eléctrica, con helicópteros sobrevolando los cielos mocuanos, camiones cisternas por todos lados, un caos que hasta ahora adquiere orden, pese a la adversidad. Personal de una centena de instituciones, así como también organismos nacionales e internacionales llegan día a día a ofrecer su formación y habilidades para tratar de mitigar la crisis humanitaria que se evidencia en cada esquina, en casa albergue; y que se resume al ver a los ojos a cualquier habitante de los barrios arrasados por la avalancha en la capital putumayense. Las quebradas La Taruca, El Mulato, y los ríos Sangoyaco y El Mocoa ya no serán vistos de la misma forma por los habitantes de los 17 barrios y asentamientos que fueron borrados de la geografía mocuana. El polvo de las calles de la capital de Putumayo nos recuerda cómo el lodo invadió el 60 por ciento de la ciudad. Uno de los sobrevivientes fue Silvio Edgar Burgos, uno de los habitantes del barrio San Fernando, quien recordó que algunos conocidos de él murieron de paro cardiaco, solo por ver la dimensión de la tragedia. “Eso fue impresionante. Yo logré salir porque la avalancha fue como en dos etapas. Una fue más suave, y en esa fue donde salí con los míos. Luego como a las 11 de la noche se vino la segunda tanda de la avalancha, y ahí sí se llevó todo”, puntualizó el hombre, quien trabaja como vigilante de seguridad privada. Lo perdí todo, puntualizó. Las zonas afectadas por la avalancha fueron los barrios Esmeralda, Los Bosques, Junín, San Fernando, Los Pinos, El Progreso, La Independencia, Miraflores, El Carmen, Villa del Norte, San Miguel, Laureles, San Agustín, Los Chíparos, José Homero Bajo, vereda San Antonio y la salida al municipio de Pitalito. “Aún estoy viva, papá” Mireya Hernández López, docente en el municipio de Puerto Asís, hace parte de una de las 1850 familias damnificadas de la avalancha de la madrugada del primero de abril. Cuenta que aquella noche se encontraba visitando a su familia y debido a la torrencial lluvia, que se precipitó con fuerza sobre las casas, decidió quedarse para viajar al siguiente día a su lugar de trabajo. “Gracias a Dios logramos salir mis padres, mis hermanos, pero tenemos familiares que aún están desaparecidos. Hoy acabamos de enterrar a la esposa de un primo”, resaltó. Pese a que logró sobrevivir, el dolor que despierta el desarraigo calcina aún su corazón. “Yo le pido a todas mis amistades, a la comunidad internacional, al presidente de la República que se solidaricen con mi pueblo, porque no solo me duele mi familia sino todo mi pueblo”, dijo entre sollozos la mujer. Y puntualizó: “También quiero enviar un mensaje a mi padre donde quiera que se encuentre, en cualquier rincón de Colombia, quien es el señor Sigifredo Hernández Guerrero, hijo de la señora Gloria Guerrero, que aún estoy viva. Hemos soportado dos avalanchas en éste pueblo, pero aún estoy viva, papá”. Como hormiguitas en la Diócesis Estas historias recorren los contornos de ése municipio putumayense, cargado de simbolismo amazónico y riqueza ancestral. Y son precisamente por éstas y otras vivencias que la Iglesia Católica viene trabajando para mitigar la grave crisis humanitaria que viven hoy los mocuanos. Las oficinas de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy, que una vez fueron unas sigilosas dependencias donde el caminar tranquilo de sus visitantes apenas se notaba, se convirtieron a partir de esta semana en una completa sala de operaciones, dinámica y mucho ajetreo. Una veintena de colaboradores, voluntarios y “cómplices de la esperanza”, como los llamó el Pbro. Oscar Claros Artunduaga, coordinador, vienen estos días trabajando como hormiguitas en las labores de asistencia social. “Puedo decirles que tenemos una bodega llena de mucha ayuda que han traído de varias zonas del país, y que se ha llevado a varios centros de albergue, para veredas, para núcleos familiares. Aquí tenemos lo que nos ha llegado en víveres, en colchonetas, en ropa, en agua y demás. Tenemos una coordinación, y desde allí sale el equipo de logística a llevar a éstos lugares”, explicó Monseñor Maldonado Monsalve. Un trabajo que “rompe el alma” Todos los días en la mañana, el comité de voluntariado de la Diócesis se reúne para coordinar las acciones de cara a mitigar la situación en la capital putumayense. Toneladas de ayuda entre lunes y martes se ha recibido por parte de organizaciones y entidades de Caquetá, Huila y otras latitudes de Colombia. El equipo diocesano ha solicitado a la comunidad en general que por favor envíen ropa en buen estado, pues están enviando piezas muy deterioradas. Pero una de las labores más difíciles y que “desgarra el alma”, como lo describió Monseñor Maldonado, es la que tienen que vivir sacerdotes Nelson Cruz y los frailes provenientes del municipio de Oporapa, Huila. Mientras las autoridades forenses, la Sijín de la Policía y el CTI de la Fiscalía, van avanzando en la identificación de cuerpos, los religiosos son los que muchas veces les toca ayudar a los familiares a abrir los huecos para enterrar a los cadáveres ya en estado de descomposición. "Nuestro trabajo caritativo ha sido un acompañamiento espiritual, celebrando eucaristías en el cementerio y en algunos barrios de Mocoa. Muchos familiares de fallecidos llegan sin alguien que les ayude a abrir la fosa para enterrar a sus muertos. Entonces, hemos también ayudado a abrir las fosas para los cadáveres", dijo el Pbro. Fray Lorenzo María del Buen Pastor, uno de los nueve franciscanos que llegaron desde el Huila a ayudar en las labores humanitarias. A ellos, Monseñor Maldonado les agradeció por su entrega y loable labor caritativa para con la comunidad afectada por la tragedia que hoy enluta al mundo. “La realidad más dura de Mocoa está en el cementerio. Quiero agradecer a los monjes franciscanos por su loable labor", dijo el señor obispo, quien agregó que de ahora en adelante la labor de la Iglesia para con la gente de Putumayo será la de “sembrar la esperanza en los corazones para así reconstruir nuestro pueblo”. La cifra oficial son, hasta este jueves, 308 muertos, de los cuales han entregado 195. En las horas de la tarde de ayer martes fueron encontrados siete cuerpos, uno de los cuales fue encontrado en inmediaciones del municipio de Curillo (Caquetá). Igualmente, han sido atendidas 332 personas en el Hospital José María Hernández de Mocoa. Fuente: Jhon Fredy Nagles Soto, Comunicador Social.