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Actualidad

Mié 28 Jun 2023

Un sueño que se hizo realidad para enaltecer la liturgia en la Catedral San José de Cúcuta

Tras más de dos meses de ejecución, se materializó el proyecto deinstalar un órganoen la Catedral San José, uno de los instrumentos musicales más complejos que existen, pero que emiten las más bellas, emotivas y potentes melodías. De acuerdo con monseñor José Libardo Garcés Monsalve, este es “un sueño hecho realidad para enaltecer la liturgia”, ya que “le abre paso al corazón, para elevarlo a Dios en oración contemplativa”. El obispo agradeció al maestro Luis Enrique García, encargado del diseño y la adecuación, quien le ha ayudado a exaltar el culto; alpresbítero Diego Fernando Huertas Marulanda, párroco de la Catedral, también le expresó gratitud por “su disposición para llevar a feliz término este proyecto”; y a los benefactores, por “contribuir con este privilegio”, ya que pocas ciudades en el país lo tienen. Al tiempo, monseñor Garcés se dirigió a todos los feligreses y a la sociedad cucuteña, para que “valoren este nuevo instrumento que le dará altura a la liturgia y a la cultura nortesantandereana”. La iniciativa fue impulsada directamente por monseñor José Libardo, quien,inquieto por compartir una liturgia impecable, ya había liderado proyectos similares enlaCatedralBasílica Metropolitana Nuestra Señora del Rosario deManizales, y en laCatedral de la Inmaculada Concepción, en la Diócesis deMálaga-Soatá. Ahora, como obispo de la Diócesis de Cúcuta, monseñor Garcés propuso para esta Iglesia particular, el diseño, construcción y adecuación de un sistema de música de órgano para laCatedral San José, confiando en la experiencia de Luis García, el destacado maestro de la ciudad de Manizales, quien es un docente jubilado de lógica matemática y filosofía de la ciencia, pero apasionado por la música y calificado como un organista eminente. El maestro Luis explica que, el órgano es de los instrumentos más complejos que una sola persona pueda tocar, ya que hay que leer tres pentagramas (uno para cada mano y otro para los pies), además de esto, pertenece a varias categorías de instrumentos (de viento, de teclado y de aire insuflado). Su elaboración podría llegar a ser excesivamente costosa, pero el maestro asegura que, en la Diócesis de Cúcuta pudo reducir considerablemente en gastos, gracias a que contó con el teclado y el equipo de sonido que ya había en la Catedral, por lo que su valor podría ser una centésima parte de lo que vale un órgano tubular, o una décima parte de lo que cuesta un órgano digital. Por otra parte, destacó el trabajo delingeniero electrónico Rubén Flórez; precisamente, el órgano lleva la firma:García Flórez. De esta manera, los fieles bautizados que peregrinan en esta zona de frontera, ya pueden profundizar en su espiritualidad cuando visiten el templo madre, donde ya se atiende el numeral 120 de la constitución ‘Sacrosanctum Concilium’: “Téngase en gran estima en la Iglesia latina, el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales”. Fuente: Oficina de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Mar 27 Jun 2023

Iglesias de Colombia y Alemania: en camino sinodal por la reconciliación y la paz

Recientemente la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) recibió la visita de una delegación de Misereor, la obra episcopal de la Iglesia Católica alemana para la cooperación al desarrollo. La presencia de Betina Beate, jefa del departamento de América Latina y Stefan Tuschen, responsable para Colombia, permitió fortalecer los vínculos ya históricos de cooperación fraterna entre la Iglesia de Colombia y la Iglesia de Alemania, así como abrir caminos nuevos de esperanza para fortalecer los esfuerzos de la Iglesia colombiana por la reconciliación y la paz. Los representantes de Alemania fueron acogidos el pasado 21 de junio en la ciudad de Bogotá por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, su secretario general y por el padre Rafael Castillo Torres, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, Cáritas colombiana. De acuerdo con el padre Castillo, la reunión dejó compromisos en tres dimensiones concretas, hoy, además, inspiradas por el llamado al camino sinodal que ha hecho el papa Francisco: 1. Tener mayor conocimiento, información y comunicación directa por parte de los obispos de Colombia con la misión de Misereor. Esto les permitirá identificar las oportunidades que esta organización brinda en orden al desarrollo a través de propuestas que tengan que ver con temas asociados al agua, la agricultura, los derechos humanos, la paz y la reconciliación. 2. Apoyar la acción y servicio que hacen a la paz de los señores obispos de las jurisdicciones ubicadas en zonas de conflicto armado, así como a las tres instancias de la Conferencia Episcopal de Colombia que actualmente enfocan su misión a apoyar la reconciliación y a la paz de Colombia (Secretariado Nacional de Pastoral Social, Comisión de Conciliación Nacional y Delegación de Relaciones Iglesia – Estado). 3. Aportar y acompañar a las organizaciones sociales y de base que en sus jurisdicciones vienen siendo apoyadas por Misereor y están defendiendo a los miembros de sus comunidades, sus territorios y los ecosistemas naturales. Todos ellos necesitan y han de contar con la presencia cercana de la Iglesia. Durante el encuentro, monseñor Luis José Rueda Aparicio recibió por parte de los señores Betina Beate y Stefan Tuschen una obra del artista Emeka Udemba que intenta responder la pregunta: ¿Qué es sagrado para nosotros? En ella, se muestra un mundo desgarrado compuesto por numerosos trozos de papel de periódico, aludiendo a hechos y noticias falsas. Para la creación de la obra, el artista ha arrancado fragmentos de viejos periódicos y los ha ido pegando capa a capa, creando algo nuevo a partir de ellos. En la imagen, la Tierra resplandece desde la distancia como una joya en verde turquesa y azul. Cuatro brazos se extienden por el cálido espacio rojo circundante; a juzgar por su forma y color, pertenecen a personas de distinto sexo y origen étnico. Las manos tocan suavemente el globo, pero también parecen dejarle espacio para girar libremente. “Un mundo verdaderamente desgarrado, herido y frágil. ¿Sigue sostenido o ya ha sido abandonado a su suerte? ¿Sigue girando? ¿Perderá su equilibrio como nuestro clima?”, así lo ha indicado el padre Rafael Castillo, al referirse a la obra. El Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social ha dicho también que la fuerza de lo simbólico de este paño cuaresmal entregado por Misereor, acogido con las dos manos, como todo lo que es de Dios, los compromete mucho más con el llamado del papa Francisco: “En efecto, existe una clara relación entre la protección de la naturaleza y la construcción de un orden social justo y equitativo. No puede haber una renovación de nuestra relación con la naturaleza, sin una renovación de la humanidad misma” (Viaje apostólico a África del año 2015). Hay que recordar también que desde hace 60 años, las Iglesias de Aquisgrán (Aachen) en Alemania y la Conferencia Episcopal de Colombia sostienen un vínculo estrecho conocido como gemelage que abarca tres ascpectos esenciales: la comunión espiritual de oración mutua, la comunión de bienes materiales y la comunión pastoral de compartir experiencias que puedan enriquecer mutuamente el trabajo evangelizador. Recientemente, entre el 25 de mayo y el 13 de junio, una delegación de la Iglesia colombiana, integrada por representantes de cabeza provincia eclesiástica y en cabeza de monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán y Vicepresidente de la CEC, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Luis Felipe Sánchez Aponte, Obispo de Chiquinquirá, estuvieron peregrinando en la Diócesis de Aquisgrán bajo el propósito central de conocer a las personas, instituciones y organizaciones que participan en los procesos de la Hermandad. Allí, fueron recibidos pormonseñor Helmut KarlDieser, obispo de esa Iglesia local de Alemania. Así mismo, Adveniat, la obra de caridad de los católicos en Alemania para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, también ha venido apoyando con recursos, de manera decidida, durante muchos años a diferentes jurisdicciones e instituciones de la Iglesia que peregrina en Colombia.

Lun 26 Jun 2023

2024 será el año del centenario misionero en Colombia

Con una Solemne Eucaristía de envío misionero de cara a la conmemoración de los 100 años del primer congreso nacional misionero realizado en Colombia en 1924, la Iglesia Católica clausuró este domingo, 25 de junio, el cuarto congreso regional de preparación a este centenario que reunió, durante tres días, en la ciudad de Cartagena, a más de 250 representantes de las provincias eclesiásticas de Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Nueva Pamplona, en cabeza de sus arzobispos y obispos. La celebración fue presidida en el Santuario de Santa María Bernarda Bütler por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, quien tomando como referencia lo planteado por el papa Francisco en sus exhortaciones apostólicasEvangelii gaudium y Christus vivit, enfatizó en tres aspectos fundamentales para renovar la vocación de la misión en Colombia, de cara a este importante acontecimiento. De acuerdo con el prelado, es urgente recordar la verdadera identidad de la Iglesia, el impulso de callejear la fe y la disposición a superar los desafíos que se presentan en el mundo actual para el anuncio del Evangelio, por lo que puntualizó: “No nos dejemos robar el entusiasmo misionero…No nos dejemos robar la alegría evangelizadora…No nos dejemos robar la fuerza misionera”. Al hacer un balance de este encuentro, en el que fue lanzado el 2024 como año centenario, que tendrá como lema “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), lo calificó como una experiencia de sinodalidad misionera afirmó en el que se vivieron importantes momentos de oración, reflexión y de conciencia de lo que significa la misión. “El compromiso de la misión es sentirnos, como bautizados, enviados a anunciar el nombre de Jesús, el gran clamor de la Iglesia universal es volver a la misión y la misión es cumplir el mandato misionero que Jesús nos dejó: “Vayan por todo el mundo, anuncien el Evangelio a toda criatura, no tengan miedo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo””. Monseñor Álvarez agregó también que a partir de este ahora se abren las puertas “para que con María Misionera vayamos más allá de las fronteras y empezar así con el pregón de en la Iglesia misionera, Colombia de primera”. Durante el segundo día del congreso, se llevó a cabo se llevó a cabo un taller por provincias eclesiásticas bajo una dimensión denominada ‘Eco misionero’, este consistió en un discernimiento que tuvo como guía dos preguntas fundamentales: 1. “¿Qué me dicen estos clamores de la Iglesia Universal? 2. ¿Cuáles son los clamores en nuestra Diócesis?” Para la primera pregunta, algunas de las respuestas que se plantearon fueron: “Debemos fortalecer la oración personal, dar apertura en nuestras vidas a la acción al Espíritu Santo, necesitamos comprometernos y apasionarnos por la misión con sencillez y humildad, tener fortaleza para vencer el miedo de evangelizar, conocer las realidades de cada comunidad que evangeliza a partir del diálogo”. Para la segunda pregunta se concluyó que, además de la formación inicial y permanente de laicos y sacerdotes, los principales clamores son por: la justicia social para los pobres, salvar a los jóvenes, la unidad familiar, el respeto a la identidad cultural, las vocaciones, la paz y la vida, el aumento del testimonio misionero y por la sed de la palabra de Dios. El padre Samir García Valencia, director del Centro Nacional Misionero y encargado de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP), las dos instituciones que animan este proceso, afirmó que este congreso, remarcado por la fuerza misionera de las comunidades eclesiales que caminan en la costa atlántica y en el nororiente de Colombia “ha sido un Kayros, un acontecimiento del Espíritu Santo que permitirá recordar que la esencia, naturaleza e identidad propia de la Iglesia es la misión. Asimismo, el compromiso concreto con la misión ad gentes, tanto ad intra, como ad extra”. El padre García dijo que el espacio permitió también enfatizar en la importancia del hermanamiento misionero, especialmente desde el acompañamiento a los vicariatos apostólicos del país “y el fortalecimiento entre las diferentes jurisdicciones para proyectar con mayor ardor el compromiso misionero en estos lugares que son tan necesitados”. El sacerdote se refirió a este último congreso regional, desarrollado a través de ponencias, talleres y momentos de adoración, como “una eclosión y el inicio de un camino misionero muy significativo en Colombia” con el que se tomarán fuerzas para lanzar con ímpetu esta gran tarea misionera que tendrá como tema ‘’Testigos de la fe; pregoneros de la gracia”. “Desde ya todas jurisdicciones que vivieron el congreso, se comprometieron a comenzar este camino de preparación centenaria, a vivirlo, a celebrarlo, a hacerlo presente en sus jurisdicciones y a unirse a nivel nacional para celebrar todos juntos en la Iglesia colombiana”, agregó. Sobre los tres congresos previos de preparación : Al congreso realizado en Cartagena lo antecedieron otros tres regionales. El primero se celebró entre el 18 y el 20 de marzo de 2022 en Pereira, allí se reunieron las comunidades eclesiales que caminan en Antioquia, Chocó y el Eje Cafetero. Seguidamente, del 18 al 20 de mayo se llevó a cabo el segundo congreso regional en Popayán, que convocó a las regiones del Sur Occidente y Tolima Grande. Y, llamados a la casa de la Reina y Patrona de Colombia, Nuestra Señora del Rosario, en Chiquinquirá, durante los días 27 al 29 de enero de 2023 se celebró el tercer congreso regional misionero en el que participaron las regiones del Altiplano Cundiboyacense, Amazonia y Llanos. El legado misionero de la Iglesia colombiana: El director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia ha explicado también que esta gran celebración está marcada por el impulso y legado del primer congreso celebrado en 1924 en el que "grandes hombres y mujeres de una enorme valentía y una férrea decisión frente al anuncio del Evangelio, como lo fueron, por ejemplo, la Santa Madre Laura, el Venerable Miguel Ángel Builes, el Beato Padre Marianito, los beatos mártires hospitalarios, el Beato Pedro María Ramírez, el Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, la Beata María Berenice Duque Hencker y muchos otros que bien conocidos o que permaneciendo en el anonimato han hecho que el Evangelio continúe dando frutos para bien de la humanidad y salvación de las almas".

Vie 23 Jun 2023

En Colombia también se amenaza la libertad religiosa

Este jueves, 22 de junio, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) Colombia dio a conocer en Bogotá el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo, un análisis riguroso que evalúa la situación de este derecho humano fundamental para los creyentes de todas las tradiciones religiosas en 196 países. Este documento es elaborado desde el año 1999 por ACN. Este espacio, en el que estuvo presente el episcopado colombiano a través de monseñor Luis Manuel Alí Herrera, su secretario general, se desarrolló en tres momentos: en primer lugar, la socialización del informe oficial 2023, que estuvo a cargo de Marcela Szymanski, jefe del Religious Freedom Report (RFR). Marcela, conectada al evento virtualmente desde España, explicó que “la libertad religiosa se viola en 61 países del mundo, pero la situación más crítica se presenta en 28 países donde existen persecuciones por motivos religiosos y en 33 más, la discriminación es una constante. Según se ha indicado, los autores de este tipo de situaciones “son los gobiernos totalitarios, el extremismo religioso y el nacionalismo etnoreligioso”. Tras la presentación de este informe, se desarrolló un conversatorio interreligioso al que fueron invitados el obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Alí Herrera, en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); Marcos Peckel, director de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia y el Sheikh Ahmad Tayel, presidente de la Asociación Benéfica Islámica. En dicho espacio de diálogo, monseñor Alí recordó que “es muy importante que nos conozcamos, que tengamos en cuenta la riqueza de las tradiciones religiosas y culturales de cada uno”; además, compartió que su familia llegó como migrante a Colombia después de la Segunda Guerra Mundial y en los primeros años tuvo que experimentar las dificultades propias a las que se enfrentaban en aquella época las personas con tradiciones diferentes. Por su parte, Marcos Peckel insistió en que “aún existe la idea equivocada de que una persona religiosa es de un estatus inferior si se le compara con las personas ateas. Romper ese mito es difícil; ser religioso no es un crimen, ni profesar una religión es solo para los pobres o las personas enfermas psíquicamente”. El Sheikh Tayel confirmó que se deben “eliminar muchos de los malentendidos que hay en la sociedad; los líderes religiosos somos parte de la sociedad, no somos enemigos; todos podemos trabajar en equipo en beneficio de la comunidad”. Finalmente, el evento contó con la participación especial de la hermana Gloria Cecilia Narváez FMI, religiosa colombiana que fue secuestrada en Malí (África) por un grupo extremista islámico durante casi cinco años por motivos religiosos. Precisamente fue la consagrada quien escribió el prólogo de este nuevo informe. La hermana Gloria dio a conocer su testimonio titulado “Mi fe durante el secuestro”, a través del cual compartió con la audiencia su experiencia de retención. Con una conmoción evidente recordó los vejámenes que tuvo que sufrir y las pérdidas de vidas humanas que presenció por la intransigencia de sus captores. Sin embargo, dejó en los participantes la convicción de que el trabajo misionero de la Iglesia en tierras de no cristianos, no es una labor que busque la conversión religiosa de estos sino la expresión del amor de Cristo que no tiene fronteras: “No fuimos a convertir a nadie al catolicismo; fuimos a hacer presencia”, puntualizó. Algunas frases de la religiosa que ahora desarrolla su misión pastoral en la Diócesis de Tumaco (Nariño), suscitaron la reflexión: “Oraba por mis captores no para que se convirtieran a la fe cristiana, sino a la fraternidad”; “aprendí a callar para desarmar la guerra”; “mi espíritu nunca estuvo secuestrado”; “Yo simplemente oraba diciendo: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios…”. “La Eucaristía me sostuvo durante el cautiverio: dibujaba en la arena del Sahara el cáliz y la patena, y contemplaba la presencia de Cristo, luego hacía la comunión espiritual”. En el espacio también estuvo presente el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Precisamente, desde esta dependencia, que trabaja en torno a estos temas, confirmó que, en el caso particular de Colombia, cada año la Iglesia Católica presenta a la sección política de la Embajada de los Estados Unidos un informe sobre el estado de libertad religiosa para sus miembros. Según se ha indicado, en la actualidad, causan alarma distintos proyectos de ley en el Congreso de la República que atentan contra la libertad de los católicos para profesar su fe. Algunos de estos casos que preocupan a la Iglesia Católica son: 1). La iniciativa que pretende convertir las capillas católicas de las instituciones públicas en lugares de culto interconfesionales. 2). El proyecto que busca la reforma de la ley estatutaria de libertad religiosa de 1994 sin escuchar a las entidades del sector religioso. 3) El proyecto encaminado a adoptar en el país la “Convención interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia” que, erróneamente, amplía el concepto de discriminación, pasando del ámbito objetivo al subjetivo, al punto de que si una persona no religiosa se siente indispuesta porque ve a un sacerdote usar su vestido clerical o porque una comunidad realiza una procesión por las calles, etc., puede denunciar su malestar ante las autoridades. Además, si alguien se siente inconforme por un principio o doctrina de la fe, podría igualmente denunciar que es objeto de discriminación. En palabras de Marcela Szymanski “cada día más se difunden leyes que muestran como legal la privación del derecho fundamental a la libertad religiosa”. Según ha dicho, la respuesta para evitar esto es “permanecer vigilantes, estar conscientes de los derechos fundamentales, protestar, denunciar, compilar la lista de violaciones al derecho y exigir a los gobiernos que cumplan la ley y los compromisos internacionales, porque nuestra fe no es una opinión ni un sentimiento”. Algunas claves de lo planteado en el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo Entre las conclusiones que destaca en el documento la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, se encuentran también: - “Aumento del número de comunidades religiosas mayoritarias que sufren persecución. “Hasta la fecha, la mayoría de los grupos confesionales que sufrían persecución pertenecían a comunidades religiosas minoritarias. Cada vez son más las comunidades religiosas mayoritarias que también sufren persecución (Nigeria, Nicaragua). - La respuesta cada vez más callada por parte de la comunidad internacional ante las atrocidades cometidas por regímenes autocráticos «estratégicamente importantes» (China, India) ha puesto de manifiesto una creciente cultura de la impunidad. Países clave (Nigeria, Pakistán) han escapado de las sanciones internacionales y otros castigos tras las revelaciones de violaciones de la libertad religiosa contra sus propios ciudadanos. - En Occidente, la «cultura de la cancelación», que incluye un «discurso obligatorio», ha evolucionado desde el acoso (verbal) a individuos que, por motivos religiosos, defienden opiniones diferentes, hasta llegar a las amenazas legales y la pérdida de oportunidades laborales. Se ha amenazado con sanciones legales a personas que, debido a su fe, no han defendido posturas que respalden claramente opiniones acordes con las exigencias ideológicas imperantes («cultura de la cancelación»). Las redes sociales han constituido un factor importante para impulsar esta tendencia. - Aumento de los ataques contra líderes religiosos y otras personas dedicadas a las Iglesias por parte de grupos delictivos organizados (Latinoamérica). Representantes religiosos, defensores de los migrantes y otras comunidades desfavorecidas han sido objeto de ataques (secuestros e incluso asesinatos) por denunciar a las bandas de delincuentes y tomar medidas para detenerlas. Aumento de las iniciativas de diálogo interreligioso. El papa Francisco y otros líderes eclesiásticos de todo el mundo han ampliado sus contactos con otras comunidades religiosas. Los líderes religiosos de Indonesia, a través de la organización islámica Nahdlatul Ulama, han incrementado el diálogo con sus homólogos hindúes, y en el G20 crearon un grupo permanente sobre religión, en el que participan otras comunidades religiosas importantes”. ACCEDA AL INFORME AQUÍ

Jue 22 Jun 2023

Arquidiócesis de Cartagena será sede del último congreso de preparación al gran centenario misionero

Bajo el lema “Con María misionera más allá de las fronteras”, del 23 al 25 de junio, la Arquidiócesis de Cartagena acogerá el Cuarto Congreso Regional Misionero organizado por la Iglesia Católica colombiana como parte del camino de preparación para la celebración de los 100 años del Primer Congreso Nacional Misionero, conmemoración que se llevará a cabo en octubre del 2024. El espacio es impulsado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Centro Nacional Misionero, y por Obras Misionales Pontificias (OMP). Este nuevo congreso reunirá en la capital del departamento de Bolívar a más de 250 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, integrantes de las comunidades que conforman los COREMI’s (Comité Regional de Misiones) de la costa caribe y del nororiente del país, correspondientes a las provincias eclesiásticas de Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Nueva Pamplona. Entre marzo de 2022 y enero de 2023 se llevaron a cabo otros tres congresos regionales en las diócesis de Pereira y Chiquinquirá y en la Arquidiócesis de Popayán. Durante este encuentro se llevarán a cabo diferentes ponencias, talleres y espacios de reflexión que, de acuerdo con el padre Samir García Valencia, director del Centro Misionero y encargado de las OMP de Colombia, permitirán reforzar el compromiso de los participantes con la naturaleza propia de la Iglesia: ser misionera, con una nueva prospectiva, especialmente de cara al gran acontecimiento centenario. Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, quien ha estado liderando este proceso, presidirá la Eucaristía de apertura en Cartagena durante la tarde del día viernes 23. En este caso, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, será el anfitrión del encuentro. Asimismo, realizando diferentes ponencias sobre aspectos relacionados con la misión estarán monseñor José Clavijo Méndez, obispo de la Diócesis de Sincelejo, monseñor Jorge Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y monseñor Francisco Ceballos Escobar, obispo de la Diócesis de Riohacha. Al cierre, el señor Cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, celebrará la Eucaristía de clausura y envío misionero. Según lo ha indicado el padre Samir García, este último congreso regional representa “el culmen de estos cuatro momentos que han reunido a toda la Iglesia misionera en Colombia y, al mismo tiempo, será también el punto de partida para el lanzamiento oficial del XIII Congreso Nacional Misionero”, con el que se conmemora el centenario del Primer Congreso Nacional celebrado en 1924 y que será inspirado por el lema “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”.

Jue 22 Jun 2023

Iglesia de Vélez nombra Administrador Diocesano

El Colegio de Consultores de la Diócesis de Vélez, organismo constituido por sacerdotes de esta jurisdicción, ha dado a conocer la elección del padre José Ricardo Santos Rodríguez como administrador diocesano de esta Iglesia particular que peregrina en el departamento de Santander. Este encargo se produce luego que el pasado mes de abril el papa Francisco designara a monseñor Marco Antonio Merchán Ladino como obispo de la Diócesis de Neiva. Monseñor Merchán era quien desde el año 2016 venía pastoreando la Diócesis de Vélez. El nuevo encargado de liderar la misión que adelanta esta jurisdicción eclesiástica es oriundo del municipio santandereano conocido como Ocamonte. Realizó estudios en el Seminario Mayor San Carlos Borromeo de San Gil, es Licenciado en Filosofía y Ciencias Religiosas de la Universidad Santo Tomás; además, en 2014, recibió su licenciatura en Comunicación Institucional de la Iglesia, de la Universidad Santa Cruz de Roma (Italia). Precisamente, desde en año 2005, el padre Santos se había venido desempeñando como Delegado de Comunicaciones de esta diócesis. Además, ha sido Arcipreste de los municipios de Puente Nacional y de Santo Cristo de Guavatá.

Mié 21 Jun 2023

En Pasto culminó la primera etapa de la iniciativa 'Iglesias Particulares Seguras y Protectoras'

Del 14 al 15 de junio, la Diócesis de Pasto acogió las últimas jornadas de capacitación del proyecto pedagógico que desde octubre del 2022 viene adelantando la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en las provincias eclesiásticas del país bajo el propósito central de apoyar a las jurisdicciones en la implementación de políticas orientadas a la protección de menores y prevención de la violencia sexual contra niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables en ambientes eclesiales. En el caso de la Provincia Eclesiástica de Popayán, conformada por la Arquidiócesis de Popayán, las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, así como por los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro, más de 300 personas, entre obispos, ministros ordenados, consagrados y fieles laicos participaron en el espacio desarrollado a través de diferentes conferencias y talleres prácticos. El proceso, que ha tenido como documento orientador las ‘Líneas guía para la cultura del cuidado’ de la CE, ha contado con el apoyo directo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, organismo de la Iglesia Católica colombiana presidido por la doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, quien afirmó que, aunque durante este recorrido se han “advertido heridas de personas que, de una u otra forma, se sienten afectadas, también se han encontrado miradas y rostros esperanzadores por el accionar y por el caminar de la Iglesia” en este rumbo de la prevención. Durante el acto de instalación de las jornadas en Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de esa jurisdicción, indicó que este proyecto “es resultado del discernimiento y el trabajo colegial del episcopado de Colombia” sobre el que han pensado que “esta realidad dolorosa de los abusos cometidos contra menores y personas vulnerables, nos debe llamar necesariamente a la conversión, a la purificación, pero, sobre todo, al compromiso con la prevención”. Según ha dicho monseñor José Saúl Grisales, obispo de la Diócesis de Ipiales, también presente en el evento, esta formación ha posibilitado “una toma de conciencia que llama a todos a sentirse involucrados porque la protección, el cuidado, la cercanía, el respeto, la justicia, la atención de las personas que han sufrido alguna vulneración en algún momento, es una manera de hacer posible que vivamos hoy el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo”. Por su parte, el Vicario Apostólico de Guapi, monseñor Carlos Alberto Correa, ha rescatado la posibilidad de ver de frente esta compleja realidad, pero aprendiendo que “tenemos una Iglesia que humaniza…Nos coloca una tarea, esta tarea de acercarnos a esta realidad con la claridad de la caridad”. Agregó también monseñor Correa que de este espacio de capacitación llevan importantes insumos “con esperanza y con alegría, con entusiasmo y con fortaleza, porque tenemos una provincia eclesiástica que acaba de crecer”. Seis provincias eclesiásticas fueron sede de realización de la primera parte de estas jornadas de capacitación en prevención de abusos adelantadas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) gracias al trabajo articulado con las diferentes jurisdicciones y al apoyo solidario de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Según lo ha indicado la CEC, a partir del mes de septiembre del presente año, se espera poderle dar continuidad a estas jornadas de capacitación en las demás provincias del país. Durante los espacios de formación, los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado adelantaron también reuniones específicas de orientación con los obispos, los responsables de adelantar procesos canónicos y con los miembros de los equipos diocesanos de protección de menores y atención a víctimas. Aunque la meta inicial del proyecto era poder capacitar en primera fase a 2.500 personas, la masiva respuesta a la convocatoria realizada por las diferentes Iglesias particulares de estas primeras provincias permitió orientar a cerca de 3.700 personas. Al cierre de las jornadas, la doctora Ilva Myriam agradeció a quienes hicieron posible el proceso, de manera especial, a los participantes. “También nuestra gratitud va dirigida a todas y cada una de las personas que nos escucharon, que expectantes nos recibían y que de manera también esperanzadora nos abrían sus corazones. Con todos ellos, estamos generando cultura del cuidado y llevando la Buena Nueva de un Evangelio que nos invita a no ser los viajeros que nos olvidamos de nosotros, sino los buenos samaritanos que queremos cuidar para hacernos prójimo, cuidando a los demás”, puntualizó. Conozca más detalles a través del siguiente video:

Mié 21 Jun 2023

Detalles del documento que orientará los trabajos del Sínodo sobre la Sinodalidad

Este martes, 20 de junio, el Vaticano dio a conocer el Instrumentum laboris para la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre la Sinodalidad que será realizada del 4 al 29 de octubre del año en curso. El texto recoge las ideas centrales que orientarán los trabajos de este encuentro, que se enmarca en el título ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’. Los contenidos del documento son fruto de los aportes hechos por las diferentes Iglesias en el mundo durante las etapas diocesana y continental del Sínodo, adelantadas desde octubre del 2021, cuando el papa Francisco lo puso en marcha. De manera especial, dan cuenta de la experiencia de aquellas comunidades que sufren guerras, pobreza, desigualdades y diferentes tipos de abusos. Por lo que, según se ha explicado, más que producir un documento se trata de “abrir horizontes de esperanza para el cumplimiento de la misión de la Iglesia”. Estructura del documento El Instrumentum laboris consta de dos macro-secciones que aportan una visión dinámica del concepto "sinodalidad". En la sección A se destaca la experiencia de las etapas previas del proceso y el camino a seguir para llegar a ser cada vez más Iglesia sinodal; la Sección B aborda las "tres prioridades", en el centro del trabajo en octubre de 2023, vinculadas a los tres temas principales: crecer en la comunión acogiendo a todos, sin excluir a nadie; reconocer y valorar la contribución de cada bautizado con vistas a la misión; identificar estructuras y dinámicas de gobierno a través de las cuales articular la participación y la autoridad a lo largo del tiempo en una Iglesia sinodal misionera.