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La iglesia en Colombia

Mar 12 Nov 2019

Episcopado invita a rezar la novena de Navidad

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a los católicos a mantener viva en nuestro país la tradición del rezo de la novena de Navidad, como una oportunidad de preparación y disposición para la solemnidad del nacimiento del Salvador. En primera instancia, la invitación va dirigida a las familias católicas que viven en Colombia, sin desconocer que en otros espacios también la novena puede ser un recurso estupendo de preparación para la Navidad, así como de integración y encuentro fraterno en parroquias, vecindarios, comunidades religiosas, lugares de trabajo, instituciones educativas, clínicas, hospitales y cárceles, entre otros. Así, este itinerario, a través del que peregrinamos espiritualmente hasta la gruta de Belén para acoger al Niño Dios, se constituye en una oportunidad para convocar a familias y comunidades cristianas en torno al pesebre, preparando nuestro interior más allá de las decoraciones propias de la fecha y disponiendo el corazón para pedir por la unidad de las familias, la reconciliación y la paz de Colombia. La novena de la CEC Para este año, bajo el lema “Venimos a adorarlo”, la CEC presenta una publicación especial con textos tradicionales, acompañados de reflexiones para cada día, a partir de la Sagrada Escritura y de pasajes de los padres de la Iglesia. La novena de Navidad 2019 se encuentra disponible en la librería de la CEC (PBX: 437 55 40 - Ext. 264 / Cel: 313 8808447 / Email: libreria@cec.org.co) Algo de historia La tradición de la novena para el aguinaldo data de 1788, año del que se tiene la referencia más antigua, impresa en Lima. Esta edición se conoció en Bogotá gracias a la edición preparada por la Imprenta Patriótica, en 1807. La edición más célebre es la publicada y aprobada por el arzobispo Bernardo Herrera Restrepo, en noviembre de 1910, bajo el título ‘Novena del Niño Dios’. Desde entonces, se ha mantenido este ejercicio de piedad popular en los hogares, comunidades, espacios académicos, empresariales y parroquias de nuestro país. En este sentido, los pastores de la Iglesia católica en Colombia invitan a las familias a “rezar esta novena con devoción profunda, como un itinerario de búsqueda del amor y de la paz que solo nos regala el Hijo de Dios con su Encarnación”, expresa monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC.

Mar 12 Nov 2019

Colombia: una paz al filo de la violencia y la muerte

Todavía duele Colombia, son surcos que no terminan de cerrarse, el bien por ahora no germina, mientras es arrasado por una tala de odios irrefrenables postergando los abrazos de la reconciliación. El hilo de sangre en el Cauca recorre cada recoveco de esta tierra ancestral. El resguardo de Tacueyó, al norte del departamento del Cauca, suroccidente del país, quedará en la memoria de los colombianos como uno de los capítulos ignominiosos de una paz al borde al filo de la violencia y la muerte. Aún resuena el grito estrepitoso de la masacre al pueblo indígena ante una sociedad indiferente. Contra todo pronóstico, pese a los riesgos y amenazas, los obispos de Cali y Popayán, Darío Monsalve y Luis José Rueda, peregrinaron con unas 120 personas al sitio donde fueron asesinados Cristina Bautista, gobernadora indígena, y sus 4 guardias, el pasado 4 de noviembre, durante la acción llamada ‘Tres minutos por la vida’, convocada por estas jurisdicciones, la Conferencia Episcopal y la Nunciatura. “Estuvimos en los escenarios del dolor para estar alrededor del altar de la Eucaristía y construir espacios de esperanza, de diálogo”, ha mencionado Darío Monsalve, arzobispo de Cali, en referencia a esta actividad. La vida está herida Desde el recrudecimiento del conflicto en el Cauca, uno de los principales promotores de la paz es Luis José Rueda, arzobispo de Popayán. Sobre la campaña La vida está herida y nos necesita a todos, cuya acción estuvo centrada en Los 3 minutos por la vida “por un lado denuncia pero por otro lado llama al compromiso y a la esperanza”. Además ha agradecido a la Conferencia Episcopal de Colombia y al propio nuncio Luis Mariano Montemayor por su apoyo irrestricto al hacerse eco de las iniciativas desde la iglesia local a todo el país. “Fue una respuesta positiva y contundente, se sintió en todo el Cauca y el país. Ahí aprendimos, descubrimos y ratificamos que como Iglesia nos movilizamos por causas justas, porque cuando nos unimos logramos efectos sorprendentes”, señaló. El prelado ha mencionado que en el momento dijeron a los indígenas “aquí estamos, puede ser que algunos entes del Estado les dé miedo entrar y sentarse a dialogar. Tal vez hayan diferencias de la forma, cómo concebimos la vida y el mundo, pero con ustedes aprendemos mucho”. Permeados por amenazas Por otra parte, el arzobispo de Popayán ha indicado que la situación del Cauca está permeada por muchas amenazas a la vida, tanto estructurales como conyunturales. “Estructurales, porque hace falta que el Estado y las comunidades se reconcilien y trabajen juntas. Coyunturales, porque el narcotráfico se ha metido, hay una economía de muerte y cuando alguna comunidad se organiza para defender su tierra sufren las consecuencias”. Luego de los acuerdos de la Habana hubo un respiro –señala el prelado– “todos empezamos a soñar y anhelar un nuevo país”, sin embargo “vimos que hubo como una indiferencia a la implementación de los acuerdos, con unos puntos de los acuerdos muy bien logrados, pero poco implementados en las regiones y al no estar implementados empiezan los grupos de disidencias de narcotráfico, de línea paramilitar o de línea guerrillera a hacer presencia en las comunidades y con ello vuelve el afro, el campesino y el indígena a quedar expuesto”. No hay respeto a la vida, mientras las comunidades buscan “defender sus cultivos para vivir una economía distinta, una economía limpia, entonces el narcotráfico se lleva por delante al que sea”, denuncia Rueda, quien lamenta esta situación y que debe ser analizada en su conjunto. Crear un clima de confianza El reto por la construcción de una paz duradera y, por ende, el camino de la reconciliación pasa por la voluntad de muchos actores políticos y sociales. “Es necesario que se crezcan en la confianza tanto los indígenas, afros y el Estado”, apunta Rueda, porque para lograr acuerdos es importante ir en doble vía: “por un lado el Estado debe acercarse a las comunidades, escucharlas, atender sus necesidades y, por el otro, los indígenas y los afros deben permitir también el diálogo”. Además es un imperativo coordinar proyectos y los programas desde un desarrollo integral, porque “esto está muy en la línea de lo que el magisterio de la Iglesia en el Sínodo Panamazónico que acaba de terminar con aquello de una conversión pastoral integral, donde nos descubramos como hermanos”, ha dicho el arzobispo de Popayán. También ha destacado el papel de la Iglesia en la construcción de la paz y reconciliación, pues “en todas las jurisdicciones de Colombia, hay una iglesia caminando, sudando, trabajando, en los talleres, en los almacenes, en las escuelas, en los hospitales, es la iglesia, que es usted y que soy yo, que somos todos los hombres y mujeres bautizados en el pueblo de Dios con la fuerza del Evangelio”, mencionó. Batallones de bien común Rueda no es partidario de la militarización de estos territorios, aunque respeta la institucionalidad del Estado en todos sus niveles. “Creo que es necesario actuar con la institucionalidad del país, es necesaria la presencia de la fuerza pública”, aclara. Sin embargo “así como se mueve un batallón de soldados, yo quisiera también ver cómo se mueve un batallón de médicos, un batallón de profesores, un batallón de agrónomos, batallón de trabajadores sociales, metidos allí sirviéndole al pueblo”, ha afirmado. Su mayor anhelo es ver a los indígenas y a los afros con batallones de gente comprometida al bien común y con propuestas de construcción de unidad y “con ello lograríamos desarrollar no solo el Cauca, sino todo el Pacífico colombiano que está bastante olvidado”. No confinarlos en las montañas “Es muy importante para la sociedad colombiana que la Iglesia católica asuma en la persona de sus pastores la respuesta a estos desafíos gravísimos”, opina Darío Monsalve, arzobispo de Cali, respecto a la actual coyuntura. Asimismo asegura que el exterminio al que están siendo sometidos los indígenas es un genocidio, requiere de un mínimo de respeto a la vida de la población y tender puentes entre los indígenas y el Estado colombiano, que “siempre impone verticalmente sus políticas a los indígenas y esto genera gran disgusto porque no hay esa confianza en ellos”, lamenta Monsalve. Llegado a este punto, el arzobispo de Cali asegura que este ejercicio de escucha sirva también para aprender de las culturas indígenas, porque “ellos quieren ampliar sus territorios, necesitan tierras productivas, no ser confinados a las laderas de las montañas”. Fuente: Portal digital Vida Nueva Foto redes: Arquidiócesis de Cali Video: Of. comunicaciones Arquidiócesis de Popayán

Mar 5 Nov 2019

Iglesia en Jericó acompaña a damnificados por desbordamiento de quebrada

Jericó, en el suroeste antioqueño, sufre una fuerte afectación a causa del desbordamiento de la quebrada La Cascada, que arrastró todo tipo de sedimentos a su paso hasta el casco urbano del municipio, al respecto el padre Jhonatan Echeverry Zapata, vicario cooperador de la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, agradeció en nombre de su obispo, monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago las manifestaciones de solidaridad y oración. El sacerdote informó que, ante las constantes lluvias que se mantienen en la zona, las autoridades continúan con la alerta roja. “En la montaña hay serias grietas que siguen manteniendo en vilo la seguridad de la zona en riesgo, por eso 200 personas no han podido regresar a sus casas, esta población pertenece a los sectores de La Comba, San Francisco y La Normal”. También precisó, que la Iglesia local a través de la pastoral social está acompañando los diferentes albergues y zonas afectadas “El Seminario ha prestado sus instalaciones para apoyar a estas personas, les agradecemos todo el esfuerzo y el trabajo de los sacerdotes, seminaristas y del padre Hidelber Garzón Cardona, rector del Seminario San Juan Eudes”. Esta emergencia que se da también por el desprendimiento de la peña La Comba, deja hasta el momento afectaciones en 17 sectores del municipio, más de 1.000 que fueron evacuadas de manera preliminar, 800 pudieron regresar a sus viviendas, pero las otras 200 (de siete familias) todavía no pueden hacerlo debido al riesgo que aún se presenta en la zona. La Iglesia local invita a los Jericoanos que deseen ofrecer su ayuda, lo hagan llevando sus aportes al salón comunal de la Catedral, igualmente transportes Medellín presta su servicio gratuito para entregar las donaciones desde esta capital hasta el municipio de Jericó.Donaciones en dinero: A nombre de Pastoral Social Diocesana, Cuenta de Ahorros Bancolombia No. 88303119421

Mar 5 Nov 2019

Colombianos se solidarizan con víctimas en el Cauca y piden cese de violencia

Convocados por la Iglesia católica, a lo largo y ancho del país, durante el fin de semana, se alzó la voz en rechazo por los hechos de violencia que azota a distintas regiones, de manera especial, se envió un mensaje de cercanía a las familias de las víctimas en el Cauca y al pueblo Nasa. “La situación es muy grave. Estuvimos allí acompañándolos y diciéndoles que los amamos, que estamos dispuestos a entregar todo lo que tenemos por acompañarlos, que no están solos”, señaló monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Popayán, durante la visita a la zona, en compañía del arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, y de la caravana por la solidaridad y la vida que arribó a Tacueyó – Cauca. “Es una situación no grave sino en superlativo: gravísima y debemos parar esos homicidios. Creemos que hay fuerzas que están tratando de destruir la vida y porque los indígenas están tomando algunas posturas en pro de liberar del narcotráfico esta región están encontrando las balas, el martirio y la muerte”, advirtió el prelado, quien también hizo un llamado a todo el país, a las autoridades, a los líderes: “unámonos, no estemos polarizados, no nos dividamos, construyamos unidad. El bien común y la vida herida nos necesita a todos”. A este llamado se unió el arzobispo de Cali, quien enfatizó que este “es un drama, es una tragedia, ante la cual ningún colombiano puede quedarse indiferente”. Por su parte, el Nuncio Apostólico en Colombia; monseñor Luis Mariano Montemayor, retomando una reflexión hecha durante la última reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, afirmó que “la Iglesia tiene que empeñarse a fondo para que los colombianos recuperen la sensibilidad por la vida, en todas sus dimensiones, desde el inicio en el vientre materno hasta la última bocarada de aire, solo así: amando la vida y recuperando la sensibilidad por ella, los colombianos respetarán la vida”. Colombia unida en oración clama fin de la violencia El clamor y oración por la vida se sintió el lunes 4 de octubre en las distintas jurisdicciones eclesiásticas en las que, con un repique de campanas, un minuto de silencio, la oración por la paz, el Ángelus y el Santo Rosario, en las distintas parroquias del país, pidieron a los violentos frenar su actuar delictivo; al gobierno, presencia efectiva, social y con respuesta estructural ante las realidades que afrontan las comunidades. También, se rechazó el flagelo del narcotráfico y se extendió una voz de aliento y cercanía a líderes sociales, indígenas y comunidades vulnerables que padecen el horror de la violencia. Foto: Colprensa

Vie 1 Nov 2019

Iglesia en Popayán convoca a acción significativa por la vida

Ante los últimos acontecimientos que siguen enlutando a los caucanos, el arzobispo de Popayán, monseñor Luis José Rueda Aparicio, invita a unirse, el próximo lunes, 04 de noviembre, a un signo por la vida de tres minutos. El prelado, a través de un comunicado, rechazó la nueva masacre ocurrida en el día de ayer, donde fueron asesinadas cuatro personas en la vereda Santa Helena, en el municipio de Corito, y otra en el corregimiento del Huasanó. “Como cristianos creemos que la vida de cada ser humano es digna, sagrada, es querida por Dios, es irrepetible. Estamos convencidos de que somos misioneros de la vida, custodios de toda vida humana, responsables de la vida de todos. La misión por la vida, es defender al más frágil y vulnerable”, señala el mensaje. Dentro de los signos a realizar este día, se invita a aplaudir durante un minuto, a hacer un repique de campanas y el rezo del Ángelus "como anuncio de la buena noticia de paz para nuestros pueblos". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 31 Oct 2019

Santuario de Cúcuta es elevado a Basílica Menor

Este miércoles 30 de octubre, el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, anunció en rueda de prensa citada en la parroquia San Luis Gonzaga, que Su Santidad el Papa Francisco ha elevado el templo San Luis Gonzaga a Basílica Menor. Más conocido como el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, ‘La Kacika de Cúcuta’, ahora es la primera Basílica en Norte de Santander. “Es una noticia muy alegre, con la que el Papa Francisco honra a esta parroquia, a sus fieles y a Cúcuta”, expresó el Obispo. Monseñor Víctor Manuel recibió el decreto a través del cual, la Congregación para el Culto Divino y las Disciplina de los Sacramentos, informa que el Papa Francisco ha concedido el “Título y la Dignidad de Basílica Menor con todos los derechos y concesiones litúrgicas que están establecidos en los ritos”.

Mié 30 Oct 2019

Iglesia rechaza atentado contra indígenas en corregimiento Tacueyó – Cauca

Ante los lamentables hechos de violencia que cegaron la vida de cinco comuneros de la guardia indígena, en la vereda la Luz, corregimiento Tacueyó del municipio de Toribío - Cauca, la arquidiócesis de Popayán manifestó su rechazo, exigiendo “respeto a la vida, a la paz y al trabajo honrado”. En un comunicado, publicado el 30 de octubre, un día después del asesinato de Cristina Bautista, autoridad de la comunidad Nasa, y de los guardias José Gerardo Soto, James Wilfredo Soto, Eliodoro Uniscue y Asdruval Cayapu, la Iglesia presente en la zona ratificó el rechazo a “toda incursión armada, al narcotráfico, a las amenazas y atentados contra la vida de los seres humanos y contra la creación”. También, hizo un llamado a la esperanza en medio del conflicto: “no dejemos nuestras tierras, no dejemos nuestras familias, no dejemos nuestras organizaciones sociales, no dejemos nuestra oración confiada”, se lee en el comunicado. Por su parte, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, expresó su tristeza y preocupación ante “los acontecimientos que se están dando en el departamento del Cauca, en particular la masacre que se produjo en Tacueyó”. “Expresamos toda la solidaridad con los familiares de las personas asesinadas, con los heridos y con el pueblo Nasa y, sobre todo, es un llamado muy fuerte a rodear la guardia indígena, a rodear el pueblo de Tacueyó, las comunidades indígenas que han tomado una decisión de ver a su territorio libre de cultivos ilícitos y establecer allí un territorio en el que realmente se pueda cultivar y se pueda vivir con dignidad”, manifestó el sacerdote. En este sentido, agregó que “es necesario actuar de una manera coordinada, en diálogo con las autoridades nacionales, la comunidad y las autoridades indígenas con su guardia, para establecer un marco de protección adecuado”. “Se requiere apoyo social del Estado, una respuesta que garantice la sobrevivencia de las comunidades y que le de fuerza a ese clamor del ‘No al narcotráfico’, teniendo capacidad productiva digna y sostenible a largo plazo”, puntualizó. Los hechos ocurridos el martes, 29 de octubre, también dejó heridos a: Matías Montaño Noscué, José Norman Montano Noscué, Crescencio Peteche Mensa, Dora Rut Mesa Peteche, Rogelio Tasquinas y Alver Cayapú. Según la información preliminares reseñadas en El Espectador, hombres desconocidos que se movilizaban en un vehículo negro emboscaron la camioneta en la que iban los indígenas y dispararon. La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ASIN), señalaron que los atacantes dispararon, incluso, contra las ambulancias. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 29 Oct 2019

Iglesia en Apartadó llama a solidaridad con damnificados

Ante la grave emergencia que se presentó durante la noche del lunes 28 de octubre, luego de reportarse el desbordamiento del río Apartadó, en el municipio que lleva el mismo nombre y que queda ubicado en el Urabá Antioqueño, el obispo de esta jurisdicción, monseñor Hugo Torres Marín, hizo un llamado a la solidaridad para que se presten ayudas a las comunidades que lo perdieron todo. Monseñor Torres narró cómo el desbordamiento de este río, que llegó a subir a una altura de más de 1,80 metros, hizo que cientos de personas su subieran con urgencia a los techos de sus casas y fueran rescatados luego en lanchas. “Las familias no tuvieron tiempo de sacar ninguna de sus pertenencias, perdieron todos sus enseres. Para salvar sus vidas tuvieron que subirse a los techos y ser rescatadas en lanchas, hay muchas pérdidas materiales”, afirmó el prelado. Además, informó que son aproximadamente 10 los barrios los que resultaron afectados por esta emergencia y confirmó que la curia diocesana también sufrió afectación por el agua. ​Para recaudar las ayudas económicas esta jurisdicción ha destinado, a nombre de la diócesis de Apartadó, identificada con el NIT 800041752, la cuenta de ahorros de Bancolombia S.A. No. 64574870591. También, están recibiendo los donativos en especie en las parroquias de San Fernando Rey y San José de Apartadó o en la sede de la curia diocesana (Calle 100 No. 94 A-109 Barrio La Chinita – Apartadó/Antioquia). VER VIDEO