Vie 25 Mar 2016
[Vigilia Pascual] Reconciliémonos con Dios a través del Misterio Pascual
Después de haber atravesado el desierto cuaresmal y de habernos preparado conscientemente en los días de la Semana Santa, llegamos a esta solemne Vigilia alimentados por la fe y la esperanza en las promesas del Señor.
En la celebración de esta Noche Santa viviremos cuatro partes:
La liturgia de la luz, que incluye la bendición del fuego nuevo y la iluminación del Cirio pascual, símbolo de Cristo, luz del mundo, que nos participa su luz.
La liturgia de la Palabra, que nos recuerda las maravillas hechas por Dios a favor nuestro y que culminaron en la resurrección de Cristo.
La liturgia bautismal, en la cual renovamos nuestras promesas bautismales, ya que con el bautismo participamos de la resurrección de Cristo.
La liturgia eucarística, en la cual nos alimentamos del Cuerpo y de la Sangre de Cristo resucitado.
Participemos en esta celebración con mucha alegría.
Lecturas
[icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Génesis 1,1 - 2,2[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 104(103),1-2a.5-6.10+12.13-14ab.24+35c (R. cf. 30)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Génesis 22,1-18[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 16(15),5+8.9-10.11 (R. 1)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Tercera lectura: Éxodo 14,15 - 15,1[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: Éx 15,1-2ab.2cd.3-4.5-6.17-18 (R. 1a)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Cuarta lectura: Isaías 54,5-14[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 30(29),3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Quinta lectura: Isaías 55,1-11[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: Is 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Sexta lectura: Baruc 3,9-15.32 - 4,4[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 19(18),8.9.10.11 (R. Jn 6,68c)[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Séptima lectura: Ezequiel 36,16-17a.18-28[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 42(41),3.5bcd; 43(42),3.4[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Epístola: Romanos 6,3-11[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 118(117),1-2.15c+16a+17.22-23[/icon]
[icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Lucas 24,1-12[/icon]
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon]
La noche de la Pascua se convierte en día de salvación y nos hace cantar con júbilo la gran alabanza del Aleluya, porque Cristo nuestra Pascua ha sido inmolado y porque muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando ha restaurado la vida.
Una noche de Vigilia es una noche de escucha, es una noche de Palabra que nos hace presente que para Dios todo es posible y que la muerte no tiene la última Palabra; por esa razón, hemos proclamado el amor de Dios que recorre la historia de la salvación, la historia de un camino que hemos recorrido de la mano del Omnipotente y que sigue siendo hoy palpable en cada instante de nuestra historia.
Desde la Creación hasta la esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva, todo está tocado por la luz del amor que no sólo nos hace saltar de la muerte y experimentar la vida sino que nos pone en camino de vida eterna en Cristo, que sale victorioso del sepulcro.
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon]
El mundo de hoy puede estar sumido en la muerte y en la oscuridad por los vacíos y por las carencias, por los pecados y la indiferencia, por la falta de compromiso y de fraternidad. A este mundo, a esta realidad hoy se le hace un anuncio, un anuncio que salva y concede verdadera alegría: Cristo ha muerto por ti y por mi, ha sido resucitado por amor y en esa resurrección nos ha traído salvación y vida eterna.
Somos humanos y somos hermanos, caminamos juntos en la búsqueda del sentido y de la felicidad, un sentido que ya ha sido manifestado en Cristo Jesús, para que ya no vivamos para nosotros mismos sino para Él que murió y resucitó.
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon]
Pascua no es historia del Pasado, es vivencia de un presente que trae a nuestro HOY la grandeza de un Dios que nunca nos ha abandonado y que nos ha dado a su propio Hijo como propiciación por nuestros pecados, como Reconciliación y restauración de aquello que habíamos perdido.
En la Eucaristía la Pascua toma cuerpo, aquí el Resucitado parte para nosotros el Pan y nos repite la noticia del amor infinito que vence la muerte.
Así como hemos cantado en el Pregón Pascual, “esta es la noche”, podemos parodiar diciendo que en esta noche la Eucaristía nos vincula al misterio Pascual y que en ella experimentamos no sólo el gozo de la salvación en Cristo Jesús, sino que salimos como enviados a proclamar que Vive entre nosotros y que por eso el grito de la noche es ¡Aleluya!.
[icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon]
La Vigilia Pascual debe ser muy bien motivada y preparada para que sea verdaderamente significativa y marque la vida de la comunidad parroquial.
Conviene leer las rúbricas de la celebración, tanto las contenidas en Ordo como en el Misal Romano, para ver todas las opciones celebrativas.
Las Palabras que se deben resaltar en esta noche en afiches o carteleras pueden ser: Vive, Resucitó, Aleluya, ha vencido la muerte, etc.
Preparar a los lectores y salmistas para que proclamen debidamente las diferentes lecturas y salmos.
El mejor sitio para colocar el cirio pascual es cerca del lugar de la Palabra, pues desde allí se entona el Pregón pascual, que tiene como finalidad, entre otras cosas, cantar todo el simbolismo de este cirio.
Es necesario recordar que las luces de la iglesia se encienden al cantar por tercera vez “Luz de Cristo”, de tal manera que no se concibe que el Pregón Pascual y la liturgia de la Palabra se realice en tinieblas.
La Bendición final de la Misa es solemne, agregando en la despedida el doble Aleluya, que se mantiene durante toda la Octava de Pascua.